martes, 2 de septiembre de 2008

¿POR SU SEGURIDAD? OTRA MULTA MÁS

Aunque últimamente conduzco menos, llevo cargados miles de kilómetros sobre mis espaldas, en ocasiones cerca de 30.000 anuales. Y como se dice popularmente, de tanto ir el cántaro el fuente, sería normal que me hubiera caído alguna que otra multa.

Hasta hace bien poco sólo me había ocurrido una vez, cerca del vallisoletano pueblo de Olmedo. Eran los comienzos de septiembre 2.003 y los guardias de esta localidad se encontraban en un cruce con perfecta visibilidad y sin peligro alguno, a las cinco de la tarde, poniéndose las botas. Al día siguiente volví a pasar por el mismo cruce a primerísima hora de la mañana y, cómo no, allí habían regresado a engrosar las arcas del Estado. De su segura jugosa recaudación, 123 euracos del ala eran míos. Por aquel entonces toda una fortuna para un pobre interino de 25 años.


Debo reconcer que, a veces, supero los límites de velocidad, que en muchas ocasiones son obseletos y más propios de hace cuarenta años, pero siempre en zonas que considero poco peligrosas; nunca en travesías de poblaciones ni en carreteras con mucho tráfico o accidentadas. Por lo demás, nunca he probado ni gota de alcohol antes de conducir, nunca uso el móvil ni adelanto donde no está permitido. Siempre conduzco con toda la documentación en regla y ordenada, con las revisiones del coche siempre a punto. Vamos, que salvo pisar un poco demás el acelerador, suelo ser bastante pulcro cuando me pongo al volante.

Debido a los múltiples kilómetros que me ha tocado recorrer, en muchos casos me he topado con carreteras completamente heladas o cubiertas de nieve y en las peores circunstancias meteorológicas. No creo haber visto nunca, en estos lances, a los guardias de Tráfico. Es más, hace aproximadamente un año y medio me quedé atrapado en la nieve en los límites de Palencia y Burgos y cuando llamaba a la Guardia Civil de una provincia, me remitían a la otra y viceversa. Todo eran pegas y no sólo no logré que acudieran a ayudarme, sino que tampoco les convencí para que fueran a señalizar o cortar la carretera. Gracias a Dios que, debido a ello, otros conductores incautos que se aventuraron en la misma me ayudaron a empujar y liberar mi vehículo. De no ser así, creo que me habría visto obligado a devorar a mi acompañante o viceversa, al más puro estilo de Viven.


Como todos los años, en las cunetas, junto a las margaritas, crecen los guardias civiles y el celo de los agentes de Tráfico se multiplica con la llegada del buen tiempo, animados por la necesidad recaudatoria del Gobierno Rubalcaba o Desgobierno ZP. En abril, me volvieron a encasquetar 100 euros de multa por exceder en 1 km/hora el límite del radar en una travesía, cosa que estoy seguro no hice. Esta multa la tengo recurrida porque, en primer lugar, el agente que me detuvo ni siquiera sabía la matrícula del coche y porque Tráfico no me ha mostrado las pruebas en mi contra como la fotografía, la calibración del cinemómetro y la situación del mismo que supongo estaría justo detrás de la señal de prohibición pues, como he dicho, soy tremendamente escrupuloso en la velocidad de las travesías.


Y para más INRI, hoy mismo he recibido otra notificación de Tráfico que, en un principio, pensé se trataría de la respuesta a mi recurso. Pues no, son otros 100 euritos por volver a exceder la velocidad en una autovía hace apenas dos semanas: por circular a 120 en un límite de 100. ¡¡¡Madre mía qué peligro!!! Además, durante ese viaje estuve comentando con el amiguete que me acompañaba que debíamos tener cuidado pues había campaña recaudadora de Tráfico. Esta vez, al menos, la notificación adjuntaba la foto del radar, así que la pagaré sin rechistar. Además, por no protestar ni defenderme me ahorro el 30 por ciento.

Es cierto que existen muchas muertes en la carretera, pero no creo que la proliferación de radares dispuestos a cazar a todos los conductores que excedan por la mínima unos límites de velocidad anticuados tenga como objetivo principal el evitarlas. Cuando me han parado por exceso de velocidad, nunca me han pedido ni la documentación del vehículo, ni me han realizado un control de alcoholemia ni absolutamente nada, por lo que podría circular borracho en un automóvil robado, sin seguro ni ITV y con un cadáver en el maletero. Como en el chiste, «van a Rólex, y no a setas», esto es, a engrosar el deficitario erario que ZP ya se encargará de malgastar. Hay que recuperar los famosos 400 euros del IRPF y pagar las operaciones de estética a la Leti (aunque el pendón se vista de seda...). Sólo desaría que el Estado fuera tan solícito y eficiente a la hora de capturar a los constructores que piden dinero negro, a los grandes defraudadores, a los que incumplen la legislación laboral y, por supuesto, a de Juana Chaos y amigos. Creo que si me ponen otra multa, comenzaré una huelga de hambre en la que me negaré a comer caviar para presionar al Gobierno.
Ahora me explico aún mejor por qué El Chino fue parado varias veces cuando transportaba a Madrid los explosivos del 11-M en un coche que conducía sin carné y le dejaron seguir.

10 comentarios:

Al Neri dijo...

Precaución, amigo conductor. Ha sido muy gracioso lo de Viven. ¿Su acompañante en aquel nevado incidente era femenino? Lo digo porque el tema podría haber dado mucho de sí, aunque ya sé que es usted un caballero.

Yo conduzco muy poco (y si pudiera conduciría menos)y por eso nunca me ha llegado una multa. Es verdad que cuantos más kilómetros te chupas en carretera, más te multan, hagas lo que hagas.

Es cierto que lo de las sanciones de tráfico tiene un mero fin recaudatorio, pero yo por ejemplo estoy muy a favor de que la Guardia Civil se coloque a la salida de las bodas y de las fiestas de los pueblos y se dedique a pillar a la gente, pues me parece aberrante que se conduzca bebido. En un horrible pueblo-dormitorio cercano a mi ciudad, casi todos los bares tuvieron que cerrar debido a los continuos controles de alcoholemia en los accesos. Me parece estupendo. Con el alcohol,los españoles somos unos impresentables y tienen que darnos cera.

En cuanto a los límites de velocidad, sí me parece un abuso, puesto que las limitaciones son absurdísimas y no se ajustan a las necesidades del tráfico. Además los picoletos nunca se colocan en las curvas peligrosas para prevenir accidentes, sino en las rectas para cazar a la peña.

Manuel dijo...

Totalmente de acuerdo en criticar el afán recaudatorio de las multas de tráfico.

Sin embargo, creo que los límites de velocidad no están obsoletos, porque aunque los coches y la tecnología que usan han avanzado, las posibles víctimas son igual que hace 40 años. Esto lo digo pensando en frío, porque al volante, hay que ver lo que me fastidia reducir a 50 en una travesía por la que no se ve ni un alma.

En fin, las normas están para cumplirlas. Una vez más, el problema es que no todos las cumplen, porque el amiguito de no sé quién que trabaja en Tráfico o que conoce a uno que es comandante de la Guardia Civil, se libra de pagarlas. Eso, sin hablar de las deplorables condiciones de circulación de los vehículos de los gitanos, absolutamente consentidas. Pero es que cualquiera se mete con ellos, ¿verdad amiguitos de uniforme?

Teutates dijo...

A mi jamás me han puesto una multa por exceso de velocidad y me paso todo el día en la carretera, sí me las han puesto por no llevar el cinturón de seguridad, o por aparcar mal el coche, esto último me parece de lo más injusto, muchas veces no te queda otro remedio y si puedes aparcar aunque "no se pueda" en sitios donde no molestas absolutamente a nadie, pienso que, en este caso los municipales, podían ser más indulgentes.
Lo que si que percibo que es cierto es ese afán recaudatorio que tienen, y ahora con el déficit público mucho más, les veo puestos siempre en sitios dónde aunque no quieras, si el coche te lo permite, corres.
La principal razón por la que a mí jamas me han puesto una multa por exceso de velocidad, es que siempre voy despacio, y esto principalmente es porque los coches que he tenido, dificilmente pasan de 120, jeje.. Siempre he pensado que gastar pasta en comprar un coche nuevo es muy mala inversión, por eso siempre he tenido coches viejos que no corren.

Anónimo dijo...

¡Eso no es nada!. A mi me multaron el 1 de Agosto por ir a 90-100 en una autovía de 3 carriles por el del centro, según ellos, entorpeciendo el tráfico (a mi derecha otros vehículos pesados más lentos me impedían incorporarme a ese carril). Ya te contaré, estoy esperando la notificación para recurrir. Por lo visto debía ir a 120 por cojones...

GFO dijo...

Acojona pensar que todo se trata de un simple sistema recaudatorio, y que nuestros impías almas le importan una higa al tal Navarro.
En Alemania no existe límite de velocidad en lasa autopistas, y tienen un 55% menos de muertos en carretera, y eso, que por aquellos lares nieva y el tiempo no está para tomara sangría ni espetos.
Aquí padecemos carreteras africanas.
Ni velocidad, ni hostias.
CODA:
Lo más cojonudo es que no te puedas tomar un carajillo después de la comida,que das positivo, y puedas ir sin problemas hasta el culo de farlopa.

Espartaco dijo...

Conductor no corras. Me gustaría diferenciar el afán recaudatorio de las multas, sobretodo últimamente con la desaceleración, despreciable por anteponer el dinero a las vidas que se debe proteger, y el objetivo de garantizar una conducción segura en las peores condiciones que tienen las señales de circulación. Y estas señales nunca serán obsoletas, puesto que no se basan en los avances de la tecnología automovilística, sino en previsiones de visibilidad (niebla, lluvia), imprevistos en la carretera (animales, viandantes ...), condiciones del firme (hielo, agua, hojas ...) y en las leyes de la física que nos dicen que por encima de 90km, 80km, o lo que corresponda no se puede asegurar una respuesta a tiempo. Que un moderno Audi A6 pueda acelerar, frenar, girar con mayor seguridad que el 4L de toda la vida, no quiere decir que haya que obviar las señales. Lo que es obsoleto son las carreteras, o mejor dicho, los caminos de cabras por los que hay que circular y que obligan a conducir en unas condicines nulas de seguridad, y desgraciadamente las recaudaciones de las merecidas multas (me pusieron una por exceso de velocidad, aprendí la lección) no servirán para mejorar los famosos puntos negros de nuestras carreteras que tantas vidas se cobran.
Protestar por una multa merecida es una falta de responsabilidad. Multar para recaudar es una falta de integridad.
Soy un espartaco en la sociedad de hoy en día intentando escapar de la multitud de esclavitudes que se imponen. Este es mi primer comentario en este blog, me gustaría felicitar a los autores por los contenidos del mismo, aunque eso no significa que siempre esté de acuerdo, como es el caso.

La pluma viperina dijo...

Espartaco, gracias por tu felicitación. Serán muy bienvenidos todos tus comentarios y tu talante contrario a las esclavitudes de nuestro tiempo. Agradecemos que nos repliques y discutas siempre que no estés de acuerdo con nosotros.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Pongamos un ejemplo de un rádar fijo que ha generado una polémica entre Tráfico y la Comunidad de Madrid: Bajando Somosierra en sentido Burgos existe un límite de velocidad, controlado por radar, limitado a 80Km/h. Si bien es cierto que en invierno, en condiciones adversas, el límite es razonable, es ridículo en verano. Sin embargo,Tráfico realiza en este punto auténticas escabechinas en temporada estival.

La ley, según la concepción occidental y católica, tiene un espíritu y un fin mucho más importante que la letra. Pero la aplicación tajante y sin contemplativas en este punto hace que muchos conductores sean sancionados (incluidos guardias civiles) con retirada de carné por pasar a 121 km/h por ejemplo, un 12 de agosto a las 5 de la tarde con un sol espléndido. ¿Suponen un peligro para alguien? ¿Existe el hombre para la ley o la ley para el hombre? He pasado a varios grados bajo cero por ese mismo punto y nunca he visto un sólo coche de la Guardia Civil en ese tramo.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

El caso de la multa que tengo recurrida. Creo que el radar camuflado se encontraba a la entrada del pueblo, justo detras de la señal de prohibición de 50. Unos metros atrás está la de 70, por lo cual, me encontraba desacelerando. Aún así, me detuvieron ya pasado el poblado, de tal manera que podría haberlo atravesado, por ejemplo, enteramente a 90 km/h poniendo en peligro a peatones, etc. Me habrían puesto la multa igualmente pero ¿habrían evitado el peligro que yo suponía? ¿No es más efectivo que se coloquen visibles a la entrada del pueblo? O mejor aún, en lugar de estar a la caza todos los días de buen tiempo, ¿no debería Tráfico, si es una travesía lo suficientemente peligrosa, colocar un semáforo o unas bandas sonoras?

Meletea dijo...

Jajajajaja... no hablaré muy alto por si acaso... pero ya he renovado el carnet de conducir, y a mí todavía no me han puesto ninguna multa...
Ups, y tengo plus de peligrosidad por ser mujer!!

Me parece estupendo lo de los controles de alcoholemia, para que como decía Stevie Wonder "Si bebes, no conduzcas".

Lo de los radares, es otra historia bien distinta porque muchos (sobre todo los que están dentro de la ciudad o en sus accesos) parecen estar efectivamente sólo con fines recaudatorios.

Y una pregunta al aire: ¿por qué ese afán en fabricar coches cada vez más rápidos y potentes si cada vez los límites de velocidad son menores?
Como decía Teutates, si los coches no pasasen de los 120km/h, nadie se pasaría los límites de velocidad en las autovías.
Si es que en el fondo, de algún sitio hay que sacar dinero para las arcas públicas, no??