domingo, 29 de abril de 2012

LA PROPINA


No trago la costumbre de dar propina. Me parece una práctica arcaica, palurda, humillante, contraria a los derechos de los trabajadores y que carece completamente de sentido con el concepto de servicio que rige hoy en día.

Jamás contribuyo al bote de los bares y rara vez dejo ni un céntimo en la mesa de los restaurantes, aunque me hayan tratado de mimo. Únicamente lo hago cuando así lo deciden mis compañeros de mesa o cediendo a la presión social en algunas situaciones muy concretas, cuando almuerzo con gente de poca confianza y no deseo dar la nota.

No se trata de ser agarrado, qué va, sino de entender que un camarero que sirve y atiende correctamente no hace sino cumplir con su obligación y ya recibe un salario por ello. Darle unas monedas me parece un acto condescendiente (como que le estoy haciendo un favor) que desvirtúa su profesionalidad. Y recibirlas se me antoja servil y perruno. Es una usanza que además contribuye a mantener los sueldos de la hostelería en niveles paupérrimos, ya que los empresarios pagan menos porque “también hay que contar las propinas”.

Hay quien lo defiende argumentando que es la manera de premiar un servicio personalizado, bien hecho y especialmente amable, pero yo siempre me pregunto por qué motivo entonces se da propina solo a los camareros, a los peluqueros y a algunos empleados de los hoteles y no, por ejemplo, a la dependienta de una tienda de ropa, al pescadero del mercado, al gestor que te hace la declaración de la renta o a la chica de la agencia de viajes cuando te atienden con primor dedicándote tiempo, paciencia y sonrisas.

Yo veo estas gratificaciones como una reminiscencia de señorito chulapo dando la palmadita en la espalda al limpiabotas o al mozo que carga con su maleta en la estación, como una mirada de desdén hacia ciertas profesiones por las que parece sentirse lástima, como el recuerdo de un pasado cutre y clasista que debería haber sido borrado en esta era supuestamente igualitaria a modo de único efecto positivo del viento democrático.

Pero no: al menos en los restaurantes, ya sean de cinco tenedores o de menú turístico, el aguinaldo sigue vigente como una lacra untosa que parece imposible suprimir aunque ya no pegue ni con cola en nuestro modelo de sociedad ni encaje con nuestra mentalidad y ni siquiera, en estos tiempos, con la capacidad de nuestro bolsillo.

jueves, 26 de abril de 2012

NEGOCIAR

Llevo siendo cliente de la misma compañía de telefonía móvil desde hace casi once años. Durante una buena temporada, mis facturas mensuales eran tan desmesuradas que, probablemente gracias a ellas, esta empresa pudo repartir exorbitados dividendos entre sus accionistas. Me estaban tan agradecidos que me anunciaban, cada dos por tres, que había sido premiado con tropecientosmil puntos extras para que adquiriera un nuevo terminal a un módico precio previa firma de la consabida permanencia de dieciocho meses. Pero los teléfonos de la oferta siempre eran un auténtica mierdecilla en comparación con los de otros que siempre obtenían unos terminales de última generación y suculentos descuentos en sus facturas aun consumiendo la quinta parte que yo.

Muchos me decían que no fuera tonto pues, a la vista de mi gasto en teléfono, con hacer un amago de portabilidad a otra operadora, podría obtener mucho más. El problema es que estas cosas siempre me han parecido propias de gitanos, semitas, proxenetas y gentes de mal vivir. 

Hasta que, por fin, el año pasado me decidí. Solicité la portabilidad a otra compañía que me ofrecía mejores condiciones y, efectivamente, la mía mejoró la oferta y me ofreció un aparato que parecía mínimamente decente. ¿Cuál fue mi sorpresa cuando comprobé que los que hicieron lo mismo en ese mismo periodo de tiempo habían conseguido algo mejor y que, en realidad, el teléfono que yo había adquirido era un puñetera basura que he tenido que sufrir durante más de quince meses?

Otros, muy duchos en estas lides del racaneo y del toma y daca, me mostraron, incluso, foros de Internet donde la gente difunde las ofertas que han conseguido obtener de su compañía. Y es verdaderamente alucinante: ¡¡¡Menudas estrategias... Si lo tienen mejor planificado que la invasión de Polonia!!! Algunos seguro que tienen genes de moro de zoco.

Por fin me decidí y, esta vez sí, amagué la portabilidad con otra telefónica, decidido a irme a cualquier precio si la mía no me ofrecía un móvil muy muy bueno. Y no era un farol. Y seguro que podría haber sacado a la mía mucho más de lo que he obtenido, aunque no está mal, si no fuera tan idiota y hubiera engañado a la teleoperadora. Pero soy tan tonto que le indiqué cuál era la oferta real original y encima consideré que la contraoferta que me ofrecían era justo.

Y es que nunca he servido para negociar en ningún campo. Porque no sé sonreír y hacerme el simpático con una chica que me caiga mal. O fingir que desprecio a una mujer para forzar que vuelva a mí como una corderita. Es más, cuando me encuentro con alguna mínimamente progre no me puedo contener y termino  soltanto lo más machista y políticamente incorrecto que se me ocurre.

Ni sé hacerme el tolerante con un proveedor que veo a la legua que quiere tangar a la Administración. Debo estar el la lista negra de decenas de empresas de proveedores de material y de servicios y de academias de formación.

Tampoco sé hacerme el simpático cuando viene de visita el libredesignado o el politiquillo de turno que te coloca en las narices una cagada pintada de amarillo diciéndote que es oro. Al final, o no aparezco o acabo siendo el único que habla para decir lo que todos piensan, contemplando como los más flexibles alcanzan muchas metas que me sé vedadas.

Y soy incapaz de decirle de forma convincente a la dueña de una cochera que un alquiler de setenta euros me parece muy caro cuando sé que, en la misma zona, cobran lo mismo o más. Y quedo como un idiota cuando me dicen que la camisa que he comprado por quince euros a una negra en el mercadillo seguramente podría haberla obtenido por diez. 

 - ¡Pero coño, si me pedía dieciocho y ya le he dicho que su compañero me la vendía por quince!
-  Pero tío: te pidió quince para que le ofrecieras menos.

martes, 24 de abril de 2012

EXPERIMENTO SOCIOLÓGICO

Queridos lectores: hoy os voy a proponer un interesante e infalible experimento sociológico cuya valoración haré al final para no condicionar su normal desarrollo. Seguid los siguientes pasos de forma sincera:

1º- Abrid vuestra lista de amigos de Facebook.

2º- Repasadla con calma, amigo por amigo, y a continuación escribid en un papel dos listas: una con los cinco contactos que consideráis más inteligentes y otra con los cinco que os parecen más cortitos intelectualmente.

Por favor, importante: ¡No miréis el paso siguiente hasta haber hecho ambas listas!

3º- Una vez acabadas las anteriores listas, y sin tocarlas, haced dos nuevas listas: la de los cinco contactos de Facebook que mejor os caen, o sea aquellos a los que tengáis especial cariño, y la de los cinco que menos simpatía os inspiren, los que por mucho que tengáis agregados no acabáis de tragar.

4º- Comparad y veréis como los amigos de la lista de inteligentes son los mismos que la de personas más queridas, y la de menguados mentales coincide con la selección de los cinco bordes que os caen peor.

No creo que falle más que en dos personas como mucho.

Moraleja: Somos peligrosa, escandalosamente subjetivos a la hora de valorar las virtudes y méritos ajenos.

domingo, 22 de abril de 2012

HOSTELEROS MAFIOSOS

Los empresarios de hostelería de mi ciudad me parecen unos mafiosos y unos sinvergüenzas.

De cuando en cuando en mi ciudad se celebra algún sarao gastronómico extraordinario organizado por empresas foráneas. Por ejemplo, hace meses pusieron en la Plaza de Toros el MarisGalicia, una especie de carpa itinerante que ofrece durante una semana o así los más deliciosos productos gallegos. Y este fin de semana se está desarrollando en un recinto ferial un evento cultural relacionado con la Feria de Abril andaluza, en el que habrá actuaciones, romerías, concursos de sevillanas y, naturalmente, tapeo a gogó regado con fino y manzanilla.

Pues bien, de estos acontecimientos tan interesantes, que tienen la virtud de romper la monotonía del ocio local y permitirnos disfrutar de cosas nuevas, nos solemos enterar por el boca a boca, o través de carteles o folletos promocionales de la organización, porque lo que es la prensa de aquí no dice ni Pamplona o, como mucho, hace alguna leve referencia en letra pequeña y escondida en las páginas interiores.

De esta Feria de Abril de la que hablo, y a la que pienso acudir mañana para degustar pescaíto frito, la única noticia que ha aparecido en el mayor periódico local ha sido en relación precisamente con las airadas quejas que la Agrupación de Hosteleros de la ciudad ha dirigido al Ayuntamiento por los perjuicios que estas celebraciones causan a sus intereses. Según ellos, estos festejos importados les hacen muchísimo daño, y el alcalde debería prohibirlos terminantemente.

Pero vamos a ver, ¿de qué va esta panda de sicilianos cutres? A mi modo de ver, los hosteleros de mi tierra son una gente mezquina y atrasada que lleva años ofreciendo lo mismo y cada vez más caro. Son incapaces de renovarse y adaptarse al mercado, con honrosas excepciones como el concurso anual de pinchos. Salvo unos pocos establecimientos, ofrecen calidades muy discutibles. Fueron los que más abusaron con el cambio al euro. Son los únicos en la Región que no dan una miserable tapa con la bebida. A base de presiones políticas innombrables han obtenido el monopolio gastronómico en las Fiestas patronales, desterrando al extrarradio y machacando al final con su Feria de Día la antaño exitosa oferta de las casas regionales. Y, para rematar su talante corleonesco, han conseguido, sospecho que untando a los medios, que no se hable del MarisGalicia, de la Feria de Abril ni de ningún acontecimiento “intruso” aunque sus organizadores paguen impuestos aquí, igual que ellos, y se limiten a ejercer sus derechos en el marco de la libertad de empresa y del libre mercado en el que mis palurdos paisanos comerciantes se ciscan cada vez que les conviene (también cuando se abre una gran superficie).

Hosteleros de mi ciudad preparándose para recibir la Feria de Abril de este fin de semana
Entendámonos, porque yo, como ya he dejado claro en numerosas ocasiones, soy muy crítico con el libre mercado y defiendo apoyar y compensar con medidas diversas al pequeño comercio, pero por favor… una cosa es amparar los intereses de los pequeños negocios familiares de aquí frente a la rapiña capitalista y otra que se cierren en banda a cualquier novedad, aunque sea de tres días de duración, y se dediquen a boicotearla salvajemente en perjuicio de los consumidores que, digo yo, también tendremos algo que decir.

Nada, que solo les falta cobrar a los andaluces que vienen este finde una cuota para “su protección”, como la Mano Negra en Little Italy a principios del siglo pasado, u obligarles a cegar el pozo y a sacar agua solo del suyo so pena de un perdigonazo de lupara, igual que en la Sicilia profunda de 1930.

jueves, 19 de abril de 2012

LAS IDEAS POLÍTICAS DE LA GENTE IMPORTANTE

Es una idea bastante generalizada la de que en los partidos políticos excluidos del arco parlamentario que defienden ideas actualmente con escasa aceptación social solo militan locos, tontos, "frikis", pringados e inadaptados.

Nada más lejos de la realidad. Si bien es cierto que lo minoritario tiende a atraer a lo marginal, en términos generales los afiliados a estas organizaciones políticas suelen ser simplemente gente honesta que apuesta por la ortodoxia doctrinal de sus respectivas ideologías y rechaza la adulteración de los principios en los que ha creído toda su vida. No son gilipollas, sino idealistas. No son inocentes, sino sinceros. No piensan que la política no deba adaptarse a los tiempos y a las circunstancias, pero huyen de las “renovaciones” que se hacen por puro interés, para estar en la palestra (que son casi todas).

Sin embargo en todos estos grupos se ha producido un fenómeno que es innegable. En la Transición casi todos ellos tuvieron entre sus filas a personas importantes: abogados prestigiosos, escritores, empresarios de éxito, notarios, catedráticos de universidad o cantantes famosísimos. Y, hoy en cambio, las mismas siglas de la radicalidad, de la pureza, de las muchas veces mal llamadas extrema derecha y extrema izquierda, solo cobijan a don nadies que nada pintan y a quienes nadie conoce, a humildes empleados, a estudiantes y a parados de larga duración.

Esta situación, que no se ha producido de un día para otro, merecería un sesudo estudio sociológico e incluso psicológico, y, en todo caso, sugiere una capciosa pregunta: ¿estos partidos puristas se han quedado en los huesos por culpa de la pérdida de efectivos y de líderes valiosos y renombrados, o, justo al revés, la huida de intelectuales se produjo cuando estos advirtieron la marginalidad y la escasa viabilidad de las organizaciones en las que militaban? ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?

Una vez más se trata de un problema de gregarismo y de instinto de conservación. Si a la muerte de Franco había personas socialmente relevantes apoyando ciertas ideas y a ciertos partidos se debía a que todavía no había sonado el pistoletazo de salida de las elecciones del 77; a que todas las formaciones políticas se encontraban aún, en teoría, en igualdad de condiciones, con el contador a cero, a la espera de que el electorado pusiera a cada cual en su sitio; a que todavía no se había implantado el bipartidismo salvaje en el que todo lo que queda fuera se percibe como marginal e inoperante; a que muchísima gente tenía aún ilusión en que sus ideales pudieran triunfar o al menos prosperar dignamente.

Cuando la realidad electoral despejó todas las incógnitas y se vio cuáles eran los dos únicos colores que pitaban en el terreno político y se repartían el mondongo, los señores importantes y conocidos, con un fuste que cuidar, con una carrera que salvar, dijeron adiós muy buenas a sus partidillos y se fueron con los grandes o a su casa.

Ya digo que la cosa no fue repentina y que algunos aguantaron al pie del cañón, defendiendo lo suyo, hasta bien entrados los años 80, pero los resortes del poder y los medios de comunicación son lavadoras industriales de cerebros, así que prácticamente todos terminaron abandonando, temerosos de ser señalados con el dedo como fanáticos (aunque objetivamente las ideas eran las mismas que antes), contribuyendo así a apagar las pocas luces que aún quedaban encendidas en los foros políticos más íntegros, leales y transparentes.

martes, 17 de abril de 2012

CRISTINA KIRCHNER Y MOE GREENE


Decidme, amigos padrinófilos, ¿a qué escena de la primera película os recuerda la noticia de la expropiación a Repsol por el gobierno argentino de parte de la compañía YPF en contra los intereses españoles?

Pues viendo el discursito y la actitud de la Kirchner a mí me ha venido a la cabeza la conversación entre Michael Corleone y Moe Greene sobre la venta del hotel-casino de este último:

"- El Casino pierde dinero. Nosotros lo llevaremos mejor.

- ¿Tú piensas que estoy acabado, Mike?

- No tienes suerte.

- Ja, vosotros, macarroni, me hacéis mucha gracia. Os hice el favor de traer a Freddy aquí cuando las cosas os iban mal y ahora queréis echarme…

- Un momento. ¡Aceptaste a Fredo porque los Corleone financiaron la marcha de tu casino y porque pedimos a los Molinari que te guardaran las espaldas! Así que ahora vamos a hablar de negocios.

- Sí, vamos a hablar, Mike, sabemos que estáis acabados. Los Corleone ya no podéis hacer el menor movimiento. El Padrino está enfermo y os han echado de Nueva York los Barzini y las otras familias… ¿Y qué queréis ahora, venir a mi hotel a quitármelo?, ¿es eso lo que pretendéis, Mike? ¡No! Llamaré a Barzini, pactaré con él y el hotel seguirá siendo mío.

- ¿Por eso le pegaste a mi hermano en público?"
 
En resumen, que la “peronista” platense se ha atrevido con esta operación tan hostil hacia España, a darnos la bofetada que el buscavidas de las Vegas propinó a Fredo a la vista de todos, simple y llanamente porque sabe que estamos acabados, que, pese a las bravuconadas de Rajoy, no podremos hacer ningún movimiento ni adoptar “medidas claras y contundentes”, que estamos enfermos y que las demás “familias” europeas no nos apoyarán.

domingo, 15 de abril de 2012

OPERACIÓN B.S.O. (14): LOCA ACADEMIA DE POLICÍA




Vamos a acabar la semana homenajeando una de las comedias más descacharrantes y famosas de la historia del cine: Loca Academia de Policía (1984), cuyo éxito de taquilla dio lugar, sin embargo, a seis secuelas de pésima calidad. En esta ensalada de disparates y de gamberradas del cadete Mahoney, Hightower, la negrita Hooks y el mortadelesco teniente Harris, destaca, como punto fuerte, la marcha compuesta por Robert Folk, a camino entre lo castrense, lo épico y lo burlón.

Tampoco podremos olvidar nunca el tango El Bimbo que siempre les tocaba bailar a los chivatos y a los pringados en el bar de maricones La ostra azul, amorosamente abrazados a un "oso" vestido de cuero de arriba abajo.



jueves, 12 de abril de 2012

DEVOLVER COMPETENCIAS


Aunque me parece que la solución que plantea es de perogrullo y que sus declaraciones son muy tardías, pues bien podía haberse atrevido a hacerlas en su campaña por la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2003, no niego mi entusiasmo al oír a Esperanza Aguirre defender la devolución al Estado de las competencias autonómicas sanitarias, educativas y de justicia.

Es una solución de perogrullo porque resulta indiscutible para cualquiera con dos dedos de frente que para empezar a remontar la crisis es conditio sine qua non suprimir, o, en su defecto, aligerar en buena medida las autonosuyas que surgieron de un delirio del profesor García de Enterría. La Aguirre lo ha podido decir más alto, pero no más claro: “Tenemos que acabar con esto porque nadie entiende, ni los analistas nacionales ni los internacionales, que tengamos distritos, ayuntamientos, diputaciones, cabildos, comunidades autónomas, Gobierno de la nación y Gobierno de la Unión Europea”. Por no entenderlo, no lo entienden ni los españoles. Ni siquiera los que por formación y por profesión conocemos al dedillo los entresijos y el funcionamiento de las comunidades autónomas. Es más: yo, cuanto más profundizo a diario en la materia, menos entiendo nada.

Pero quienes lo entienden todo de puta madre y defienden el modelo como gatos panza arriba son los beneficiarios directos de esta red de chiringuitos, es decir toda la purrela de presidentillos, ministrillos y demás cargos de pichiglás encumbrados en sus correspondientes reinos de taifas, así como su corte de contratistas, contratados Dios sabe cómo, constructores, enchufados y demás palmeros. No hay más que ver cómo se han puesto unos cuantos reyezuelos locales al conocer las tan recientes ideas de la condesa de Murillo: como si les hubieran pisado un callo.

Y es que ya lo dijo Groucho Marx: “La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos y aplicar las soluciones equivocadas”, así que aunque nuestros políticos conozcan de sobra la receta para aliviar a España en el durísimo desierto que atraviesa, es seguro que no van a aplicarla, simple y llanamente porque  están en juego el poder y los intereses de una casta de mangantes de la que no nos libraremos ni con agua caliente. Antes de que cierta gentuza se quede sin privilegios, recortarán sanidad, educación y derechos sociales. Antes de plantearse en serio reducir entidades y empresas fantasma, coches oficiales, contrataciones irregulares de amigos, comidas, viajes, dietas y gastos absurdos, prefieren meter la tijera a fondo (ya la han metido) al humilde sueldo de los funcionarios, y subir precios, impuestos y lo que haga falta.

Luego
está la dificultad práctica de llevar a buen puerto la sugerencia de la señora Aguirre, porque los que hemos valorado jurídicamente una posible devolución de competencias al Estado nos hemos echado unas risas y hemos pensado “¡vaya farol, Doña Esperanza!”. Las soluciones técnicas para plasmar esta "marcha atrás competencial" son, además de complejísimas, de muy difícil consenso. Para empezar los traspasos de funciones y servicios del Estado a las comunidades autónomas son la culminación de delicadas negociaciones bilaterales en el seno de las Comisiones Mixtas de Transferencias, por lo que uno se pregunta cuál sería el cauce formal para recular, ¿unas nuevas negociaciones y acuerdos, o una imposición unilateral por parte del Gobierno? La primera opción parece inviable si pensamos en las autonomías aquejadas del cáncer separatista o gobernadas por la oposición al PP. La segunda pasaría por una reforma sustancial, y yo diría que utópica (a pesar de la mayoría absoluta de Rajoy), de la Constitución, o bien por una interpretación forzada, o más bien ilegítima en este caso concreto, del artículo 155 de la Carta Magna, que dice: "Si una Comunidad Autónoma (…) actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno (…) podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general”. En todo caso sería preciso meter mano en profundidad a todos los Estatutos de Autonomía. Vamos, que se iba a montar un pollo muy principal.

Aun así, yo aplaudo a Esperanza Aguirre y la animo a seguir insistiendo en sus medidas que, aunque no draconianas (se me ocurren otras mucho mejores y más radicales), sí son complicadas de implementar, tal como he explicado, en el actual contexto social y político. Pero valor y al toro, que por mí encantado, y si es la Comunidad de Madrid la primera que devuelve la sanidad y la educación, muchísimo mejor, porque esta señora si nos descuidamos acaba privatizando hasta la Gran Vía.

martes, 10 de abril de 2012

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XXII): LOS DESERTORES DE LA DIVISIÓN AZUL


Bravos "guripas" de la División 250 en 1941
Al principio, nada más terminar la Guerra Civil, muchos comunistas más o menos significados durante la República se quedaron en España a la expectativa, bien por la tozudez de no abandonar su lugar de nacimiento o bien confiando en la promesa del Caudillo de que quienes tuvieran las manos limpias de sangre nada tenían que temer. El caso es que en poco tiempo, y sobre todo tras la promulgación en 1940 de la Ley para la represión de la masonería y el comunismo, esta gente empezó a inquietarse un poco y a notar que no se sentían como en casa. Decían ser interrogados y molestados a menudo por la policía o la Guardia Civil, que se les vigilaba o acosaba, que a algunos de los suyos los encarcelaban y les sometían a juicios sumarísimos con sentencias duras, y, en fin, que al final  bastantes marxistas decidieron voluntaria y sabiamente largarse por si acaso, porque siempre es mejor prevenir que curar y porque ellos notaban que aquí se les miraba raro.

Bastantes de estos rojos abandonaron la Península de tapadillo, cruzando a Francia por los Pirineos o embarcando clandestinamente en algún puerto del norte, pero unos pocos, los más fanáticos, los que adoraban a Stalin como si fuera Dios, decidieron poner rumbo a la Unión Soviética, donde daban por supuesto que podrían moverse como pez en el agua y progresar gracias a sus ideas y al igualitarismo ruso. Como el viaje era arriesgado y caro, y encima tenían a las autoridades vigilando con lupa cada uno de sus movimientos, no se les ocurrió otra idea que alistarse en la División Azul en 1941 para, nada más llegar a territorio soviético, pasarse de bando y luchar junto a sus amados camaradas, que les recibirían, como es natural, con los brazos abiertos.

Ya antes de los primeros choques de Novgorod, los comunistas españoles infiltrados en la unidad de voluntarios comenzaron a desertar atravesando las líneas enemigas. En total fueron 75 los que consiguieron pasarse y todos tuvieron idéntico destino. En cuanto contaron su peripecia a sus venerados rusos, el NKVD (la policía política) los trincó y los mandó al Gulag sin contemplaciones. Las autoridades soviéticas no se tragaron en ningún momento que fueran auténticos rojos, y ante la duda de si podrían ser fascistas españoles camuflados, los destinaron a los más siniestros campos de concentración, algunos en el Círculo Polar, donde estuvieron penando hasta los años 50, castigados a trabajos forzosos, en unas condiciones infrahumanas, con jornadas agotadoras de más de 12 horas y sin apenas alimento (tenían que comerse hasta la hierba o los hongos de las cortezas de los arboles). Conmovedor. Una verdadera lástima.

Según cuentan, los estalinistas, en atención a lo bien que sabían hacerles la rosca los rojos españoles, les fueron dando poco a poco algún privilegio o algún cargo de responsabilidad en los campos de tortura, como por ejemplo ser komandiers o responsables de un grupo de 40 prisioneros de la División Azul. Con el tiempo parece ser que los desertores republicanos y muchos reclusos falangistas terminaron haciendo buenas migas al congraciarse bien el anticomunismo fervoroso que, por razones obvias, empezaban a desarrollar los primeros y el talante crítico con el franquismo de los segundos.

Pero el hecho más lamentable, que a mí personalmente casi me hace llorar, se produjo cuando la República en el exilio parisino se enteró de que varias decenas de los suyos se encontraban recluidos en el Gulag. Rápido surgió una iniciativa diplomática y propagandística de la Federación Española de Deportados e Internados Políticos, gestionada por la anarquista FAI y apoyada por los socialistas, pero estas acciones, bautizadas como “campaña de Karagandá”, se terminaron yendo al garete debido al boicot del Partido Comunista exiliado, que manifestó que esos españoles prisioneros no eran verdaderos marxistas, sino espías al servicio de Franco y “falangistas disfrazados”.

Rojos españoles en el Gulag, sintiendo en sus carnes las bondades del marxismo
A los 20 supervivientes de esta entrañable aventura, en la que pudieron disfrutar del más genuino comunismo, no les dejaron regresar a España hasta 1954, una vez muerto Stalin, junto con más de 200 ex divisionarios. Su retorno se produjo exactamente el día 2 de abril de este año, cuando el buque Semínaris atracó en un puerto de Barcelona abarrotado de una multitud enfervorecida que daba la bienvenida a sus compatriotas sin distinción de colores en un sincero gesto de reconciliación nacional. Como declaró aquellos días el Ministro del Ejército y primer Comandante en Jefe de la División 250, Agustín Muñoz Grandes: “El Gobierno no establece diferencia alguna entre los miembros de la División Azul y los demás españoles que con ellos vuelven después de haber luchado en el campo contrario. Sean bienvenidos todos ellos”.

domingo, 8 de abril de 2012

DOS MUSEOS EN ZAMORA


Ayer hice una pequeña escapada a la hermosa, y para mí muy poco conocida, ciudad de Zamora, y, amén de recorrer su esplendoroso circuito románico y disfrutar su gastronomía, tuve ocasión de visitar dos museos que desde aquí recomiendo a todos los fieles de La pluma.

Uno fue el Museo de Zamora, en el Palacio del Cordón, cuya sección arqueológica me mantuvo un par de horas curioseando con vivo interés. Se trata de un recorrido por los utensilios domésticos utilizados en la provincia desde la más profunda Prehistoria hasta la Baja Edad Media, detallándose en diversos paneles explicativos la evolución de la cerámica, de los aperos de labranza o de las armas a través de la Edad de Piedra, la Edad del Cobre, la Edad del Bronce, la Edad del Hierro, la etapa de romanización y el Medievo. Piezas muy interesantes, y, sobre todo, muy bien contextualizadas para que los profanos como yo podamos disfrutar de la visita.


El segundo museo que visité (aunque ya lo conocía) fue el Etnográfico de Castilla y León, dedicado a las tradiciones, usos y costumbres de la Región. En él podemos encontrar una planta monográfica sobre la importancia del barro en los oficios, en la arquitectura y en la economía castellana; otra sobre educación, sociedad y lenguaje, en la que destaca un curioso mapa interactivo en el que pueden identificarse de forma muy divertida los distintos hablas y acentos en el territorio de la Comunidad Autónoma; una tercera sobre adornos, en la que se exponen objetos y decoraciones de una belleza extraordinaria, y un último nivel acerca de los ritos asociados al tiempo, a los ciclos agrícolas y a la meteorología (aquí destacan los vídeos y fotografías de muy distintas fiestas populares, algunas ancestrales). Además, en el sótano, hay una destacable colección de ingenios tecnológicos asociados a la agricultura, a la producción artesana y a la música.

Aproveché esta última visita para ver una exposición itinerante de fotografía que muestra escenas cotidianas y rincones olvidados de cientos de pueblos castellanos y leoneses, destacando, al menos para mí, varias instantáneas de la mágica capital segoviana del desaparecido fotógrafo Fernando Peñalosa.

viernes, 6 de abril de 2012

AL CRISTO DEL CALVARIO




En esta tarde, Cristo del Calvario,

vine a rogarte por mi carne enferma;

pero al verte, mis ojos van y vienen

de tu cuerpo a mi cuerpo con vergüenza.


¿Cómo quejarme de mis pies cansados

cuando veo los tuyos destrozados?

¿Cómo mostrarte mis manos vacías

cuando las tuyas están llenas de heridas?


¿Cómo explicarte a ti mi soledad

cuando en la Cruz alzado y solo estás?

¿Cómo explicarte que no tengo amor

cuando tienes rasgado el corazón?


Ahora ya no me acuerdo de nada,

huyeron de mí todas las dolencias.

El ímpetu del ruego que traía

se me ahoga en la boca pedigüeña.

Y solo pido no pedirte nada,

estar aquí, junto a tu imagen muerta,

ir aprendiendo que el dolor es solo

la llave santa de tu santa puerta.


Gabriela Mistral

miércoles, 4 de abril de 2012

EL ZEBRO

Seguro que si hacemos una encuesta casi nadie tendrá ni idea de qué es un zebro, y, sin embargo, este curioso animal ya extinguido llegó a ser muy popular, casi mítico, en la España medieval.

El zebro o ezebro (Equus hydruntinus) era una especie endémica de la Península Ibérica que podríamos describir como un asno salvaje solo que mucho más fuerte, veloz y arisco que el burro doméstico, además de que relinchaba en vez de rebuznar. Su pelo era gris, muy áspero, tenía todo el lomo atravesado por una franja oscura y sus patas presentaban rayas blancas y negras. Vivía en manada en las llanuras de prácticamente todo el territorio peninsular y se extinguió probablemente a finales del siglo XV o principios del XVI, aunque una crónica de caza de 1682 da testimonio de un zebro domesticado en la provincia de Badajoz.

Seguramente la causa de su extinción fue la competencia por los pastos con el ganado y su falta de adaptación a las zonas de montaña en las que tuvo que refugiarse y donde fue cazado de forma indiscriminada, ya que era una apreciada pieza cinegética sobre todo para los nobles.

De hecho, la mayor parte de la información que tenemos sobre este curioso équido proviene de viejos libros de monterías, entre los que cabe destacar Montería de Alfonso XI, de principios del siglo XIV, Relación de Chinchilla, de 1576, y diversos textos escritos en el Reino de Aragón.

Al principio los científicos supusieron que se trataba de simples pollinos asilvestrados, pero esta tesis quedó pronto en evidencia al descubrirse en España restos fósiles muy anteriores a la introducción del burro común por los fenicios en el siglo VIII a.c.

Debido a su violento carácter y a su tendencia innata a cocear y a morder, no fue posible en general su domesticación, aunque existen citas históricas puntuales de su doma y utilización como montura. El mejor ejemplo es el del El Romance del Rey Marsín, de 1500, en el que se describe al rey valenciano “fuyendo … en una cebra, no por mengua de rocín".

De esta bestia singular nos han quedado varios recuerdos imborrables. El primero es el nombre de las propias cebras africanas, a las que los portugueses bautizaron así en el siglo XVI cuando avistaron en el Cabo de Buena Esperanza a unos pequeños caballos que, por su tamaño y pelaje, les recordaban a las hembras de los ezebros de su tierra. Por otra parte no son pocos los toponímicos españoles derivados del nombre de esta especie: Cebreros (Ávila) Piedrafita do Cebreiro (Lugo), Vegacebrón (Asturias), Valdencebro (Teruel), Encebras (Alicante) o Las Encebras (Murcia), entre otros.

lunes, 2 de abril de 2012

LOS MUNDOS DE YUPI

Con crisis o sin crisis, y se mire por donde se mire, es absolutamente inviable que la totalidad de los españoles adultos, hombres y mujeres, tengan un puesto de trabajo a jornada completa. Ni de coña hay trabajo para todos. Igual que es imposible, tal como están concebidos la Universidad y el mercado laboral, que todos los titulados universitarios consigan un trabajo relacionado con sus estudios, o un empleo de oficina y de estar sentado.

Cuanto antes se mentalicen algunos de esta gran verdad, antes dejarán de perder el tiempo y antes saldrán de los Mundos de Yupi en los que a veces parecen vivir.

Sobre este mismo tema en La Pluma:

ENCUESTA SOBRE LA REFORMA LABORAL

Pregunta: ¿Cuál es tu postura ante la reforma laboral que acaba de entrar en vigor? (pueden marcarse varias respuestas)

Duración: 20 días.

Votos emitidos: 44


Respuestas:


a) Estoy muy de acuerdo y será muy eficaz para reducir el paro. 6 votos (13%)

b) No me gusta nada pero es la única solución para reducir el paro. 3 votos (6%)

c) Estoy en contra porque es un retroceso histórico para los derechos sociales y no logrará reducir el paro. 26 votos (59%)

d) Estoy en contra aunque hay alguna cosa suelta que se salva. 5 votos (11%)

e) Hay algunas cosas que me gustan y otras que no. 5 votos (11%)

f) Más tenían que haber recortado y liberalizado, dando más margen al empresario. 7 votos (15%)

g) No tengo suficiente información para opinar. 1 voto (2%)

h) Otras opiniones distintas. 1 voto (2%)


NOTA: En las encuestas en las que pueden votarse varias opciones, el % no representa el porcentaje de votos que ha obtenido cada respuesta sobre el total de los emitidos, sino el porcentaje de votantes que ha escogido esa opción.


Resumen de las consecuencias de la reforma laboral en La pluma viperina.