Apenas quedaba ya en sus ojos un leve indicio de aquella inocencia virginal. Tras el abandono de Willy, Mari Tere se ahogaba en una riada de desesperación, ansiedad e inseguridades de la que intentaba salvarse agarrándose al vicio más común entre las mujeres: la ingesta de masivas cantidades de chocolate. Combinaba este vicio con la adicción a un tipo de hombre similar al que tanto daño le había hecho, de forma que se fue entregando secuencialmente a personajes pintorescos, reflejos más o menos distorsionados de aquel a quien tanto amó y ofreció. Mari Tere fue pasando por las manos de propietarios de coches estilo tunning de escasa altura moral y física, amantes de la gomina, de los pelos de punta, de tatuajes y pendientes y de los más diversos especímenes de bacalao siempre que no se tratara de un pez.
Su adicción al chocolate, acrecentada cada vez que Mari Tere cambiaba de novio-rollete o la dejaban, poco a poco fue esculpiendo en sus caderas y en su vientre marcas que se veían ampliadas gracias a los numerosos cambios de look destinados a atraer cierto tipo de machos: colores de pelo en los más variados amarillos luminiscentes; faldas y botas al más puro estilo regetón que dejaban al descubierto unas pantorrillas espigadas por momentos y unos muslos en los que la celulitis comenzaba a encastillarse. Por no mencionar las cortas y escotadas camisetas que parecían empeñadas en mostrar al mundo unos pechos aún turgentes y unos michelines cada día más flácidos que protegían por el frente y por los flancos el extraño símbolo oriental que su dueña se había tatuado en la parte baja de la espalda.
Perdido, por motivos primero académicos y después laborales, un contacto que a lo sumo se limitaba a un simple saludo de cortesía cuando no a un disimulado y mutuo desdén, me sorprendió hace unos meses una voz que me llamaba por mi nombre diminutivo desde las escaleras del Palacio de la Magdalena. Yo había acudido a Santander a un aburridísimo curso sobre sistemas de aseguramiento de calidad o algo parecido pues debo reconocer que únicamente me interesaba terminar el verano a gastos pagados en El Sardinero. Esa voz me resultó en un principio tan desconocida como la persona de quien provenía: una mujer que aparentaba ser unos cuantos o bastantes años mayor que yo tras sus patas de gallo, la ausencia total de maquillaje y su pelo corto y liso, teñido de un color rojizo, oscuro e indefinible para un hombre. Si no se hubiera identificado, nunca habría adivinado que Mari Tere se escondía debajo de esos ropajes amplios y estampados a juego con su pelo y con una horrible falda larga por la que asomaban unas sandalias seguramente adquiridas en el puesto ambulante de algún hippy. Resultó que Mari Tere, en la actualidad, trabaja como orientadora en un instituto de secundaria e iba a participar en la ponencia de esa tarde. Interrumpida la conversación por el comienzo de la charla, quedamos para seguir hablando durante la cena. Si ya durante la aburridísima conferencia me costó reconocer en la marisabidilla señorita Rotenmeyer a la modosita niña de años atrás, durante el trascurso de la cena comprobé que aquella encantadora chica no existía ni en cuerpo ni en alma. La ilusión que hace ya mucho tiempo me habría producido cenar con ella en el mirador de un elegante restaurante desde donde contemplar, románticos y nocturnos, el casino y la playa sólo era comparable con las ganas que tenía de terminar los postres para volver a mi residencia en solitario. ¡Mari Tere se había convertido en una progre! Los tres cuartos de hora de conversación resultaron una discusión eterna sobre trabajo, política, actualidad o lo que se terciara para rematar, ante mi insistencia a la hora de pagar, con el consabido «No te ofendas, pero ya veo que sigues siendo tan machista y tan facha como siempre.»
Sorprendentemente, unos días después recibí una llamada de teléfono. Era ella; se había tomado la molestia de buscar mi número entre los asistentes a su charla y me explicó que, aprovechando que iba a pasar dos días en la ciudad le parecía buena idea quedar a tomar algo para devolverme mi antigua amable invitación. A pesar de su enorme interés y de mi falta de tacto, intenté disculparme y explicarle con toda la mano izquierda que poseo, que es muy pequeña, que no me parecía muy buena idea pero que quizás coincidiríamos por ahí. Me costó enormemente acallar esa malvada y vengativa voz que desde el fondo de mi alma gritaba: «Ahora vete a buscar a quien ofreciste tu juventud, tu virginidad y tu belleza.»
Ojeando el periódico veo una foto de Willy, aquel a quien Mari Tere ofreció su juventud, su virginidad y su belleza. Le veo con su bella, rubia y jovencísima mujer unos pasos detrás de él. Ella le adora y le contempla con admiración. Ya le ha ofrecido dos hijos pero se adivina que sigue manteniendo un cuerpo propio de una modelo de lencería fina. Él, engominado, viste con traje y corbata todo lo elegantemente posible. Está rindiendo pleitesía a Zapatero en el salón principal del Ayuntamiento pues ya es concejal de urbanismo. Pero llegará mucho más lejos. Seguro.
Fin
27 comentarios:
Leo con frecuencia este blog,..y rara vez me decido a opinar, a dejar un comentario......solo quería desearle, Señor Neri, que tenga historias´con final más dulce que el de Mari Tere. A mi parecer el caso "Mari Tere" demuestra que las personas núnca son lo que nosotros queremos que sean...y la verdad...ni tienen por qué serlo.
Pues yo creo que aúnque el final tiene un sabor amargo es feliz,mire subdirector no nos engañemos Mari Tere tiene lo que se buscó nadie le puso una pistola en la cabeza para liarse con ese cabrito (bueno más bien cabrón),por lo que deduzco ese facha acabó siendo sociata.Y su reacción subdirector fue muy respetuosa y educada,pero se lo monta muy bien y bien que hace para irse de congresoso.AMUNT VALENCIA.
¿¿Y la historia es real?? que pena por Mari Tere.
He seguido la historia desde el principio, aunque hasta ahora no la había comentado. Me ha recordado a una frase que encontré de Jackson Brown, que dice: "Nunca olvides que basta una persona o una idea para cambiar tu vida para siempre ( ya sea para bien o para mal)".
Desgraciadamente conozco a muchas de esas pijitas, educadas en los valores cristianos, que han empezado como Mari Tere. Aún no se como acabará su historia, pero espero que mejor que la de esta chica.
Por cierto esta historia me ha tenido enganchado,¿habra más?.
Me ha gustado mucho el relato, Subdire, me ha parecido como una fábula, con su moraleja y todo. Yo creo que al final Mari Tere se casara con un rufián que la pondrá los cuernos hasta hartarse. Ya nos lo contará usted si llega a enterarse.
Alice, yo no soy el autor del relato, sino El Subdirector del Banco Arús. Somos cuatro los autores de este blog y en la parte inferior de cada post puedes ver quién la escrito. Muchas gracias por tu interés.
Pero qué rencoroso Subdirector!!! Tantos años que han pasado y aún guarda usted ese amargor que destila su relato, y lo peor que no es por ella, sino por su propia ineptitud speudoadolescente a la hora de emprender una gesta de conquista amorosa, se quedó usted paralizado y se agrió cual vinagre, tanto encono no es sano querido mio. Por lo que leo, deduzco que a usted nunca le gustó ella en sí, sino lo que aparentaba ser. Me pregunto si de verdad usted disfrutaría de la compañía indefinida una virgen frígida y tímida en la cama que sufre de jaquecas constantes y que con la excusa de que es pecado le negase a usted toda satisfaccipón fuera del deber conyugal una vez al mes, tendría usted el placer de contemplar ojos vírgenes forever, ó es pura hipocresia... "Una señorita en la mesa y una puta en la cama"...¿No es lo que quieren todos? Se ve que con el tiempo ella ha ido buscando su yo interior verdadero, con el que se siente agusto y que parece bastante majete. La misa de a una le venía impuesta. El Willy ese, al que se le percibe un poquito de envidia mala y cochina le hizo un favor, ya ella y usted que nunca hubieran congeniado en sus antagonismos... Más una maldición de gitana progre ciño sobre usted... Y es que se va a enamorar como nunca en su vida, como un loco de una superprogre rojísima... Y no podrá usted evitarlo.
Justicia divina, el final el justicia divina.
Mis disculpas al Subdirector por el cambio de identidad con Neri. Suelo leer la firma de cada post..pero acababa de leer otro de Neri y se lo atribuí a el,..enfins..que no soy cortita,...bueno solo un poco! Seguiré leyendo su blog con más atención,..que interés ya le pongo ;)
Por cierto! Aunque suelen tener más interés las cosas que "molestan",..(se lo oí decir un día a un periodista refiriéndose a las noticias que salen en la prensa)..a ver si nos sorprende con algún relato sobre alguien que se haya acercado más a lo que buscaba, alguna historia con final feliz.
Pobre Mari Tere.
En fin,son cosas que pasan.
La rueda del destino,quizás....
Estimado Subdirector:
En primer lugar, he notado un cierto resentimiento en su relato, como si su corazón hubiera estado dolido, ante la indiferencia que le mostró Mari Tere, algo así como yo no soy plato último de nadie. Aunque he de reconocer que en su lugar, también yo me hubiera sentido como usted.
En segundo lugar, el resultado era esperado, con tanto ir y venir en tanto resorte, se perdió tanto a si misma, que la única opción que le quedó es ser progre, que es la salvación de cualquier tarado o acomplejado, y si no pongo por ejemplo, a Cristina Almeida, mientras estaba soltera, participaba en todo debate o charla viviente con sus gritos e histerias, mi padre siempre gritaba un buen nabo eso es lo que le hace falta, al final, el tiempo como siempre suele ocurrir le dió la razón, y esta buena señora, se casó y ahora prácticamente no sale en ninguna parte, la verdad que es increible lo que cambia una "entrecomillada señora" cuando tiene el huerto bien regado, y lo que cambia otra cuando su huerto ha sido regado muchas veces y mal, me imagino que se sentiría como un campo encharcao.
Hoy reconozco que estoy un poco sarcástica, pero señor Subdirector, a Mari Tere, que le den, que usted vale mucho, y seguro que Dios sabia de la debilidad de Mari Tere y que no era mujer para usted.
Un gran saludin.
Muy buena la historia, Sr. Subdirector. Lo que tenía usted que haber hecho era haberse liado la manta a la cabeza, cogido la manguera y haber regado el huerto (utilizando la expresión de "porlafamilia ..."). Lo malo es que a esas alturas de verano las tomateras aún pueden dar fruto y a lo mejor se tenía usted que haber encargado del huerto una temporadita más, y eso ya no era plan. Que viendo cómo era la Mari Tere ésa, con un poco de suerte a los pocos meses se ve usted en la necesidad de formar una cooperativa de regantes de tan concurrido huerto.
Estoy con Pantera.
Subdirector, Al Nery, Leonardo, Dulcinea y más que ninguno Porlafamiliayporlavida: ¡sois mas antiguos que la carraca! y unos machistas. Cada uno puede cambiar y hacer lo que le de la gana.
No quise decir antes el final que yo imaginaba por si acaso acertaba, y veo que no iba desencaminado.
Mi idea era que la pobre Mari Tere, tras el trauma de haber sido utilizada, se volvía lesbiana, se encerraba en su mundo de estudios y progresía política, llegaba a Vicepresidenta del Gobierno y cambiaba la "Ley" de Matrimonios para poder casarse con María E. (en el enlace, la foto que esperaba que ilustrase esta última entrega)
Respecto al texto en sí, sin ser malo, me ha gustado menos que el 2º. No es el hecho de que previese el final que le iba a dar a la historia (a fin de cuentas, lo hasta aquí contado no era nada novedoso, lo importante era cómo se contaba), sino que le falta “algo”, no sé exactamente qué… Me parece que el anterior tiene expresiones más logradas e ingeniosas. En cualquier caso el conjunto se ha quedado escaso para el Planeta, pero puede valer para un certamen de cuentos o relatos cortos.
Respecto al "tema" que hace saltar a la gente, teniendo en cuenta que la felicidad es un estado mental más que material, en mi opinión no me parece que esta sea una historia triste de perdedores: de la Mari Tere nada se nos dice sobre qué tal lleva su progresía (sólo sabemos que trabaja y que ha prosperado más que el subdirector del banco arús pues da los cursos en vez de recibirlos); del Willy, que es un triunfador según su escala de valores... y el único que nos queda como perdedor, por su resentimiento e incapacidad seductora, es el propio escritor, que tan poco lo llevará tan mal cuando no tiene problema en contar de esta manera tan agradable su fracaso.
Vamos, que si para el subdirector ser "progre" es un fracaso es lógico que así nos lo presente: otros podemos pensar distinto, pero el que escribe es él y no me parece que se haya pasado en ningún momento. Peor veo que porlafamiliaporlavida me llame "tarado o acomplejado" y tampoco es tan grave.
Saludetes a todos.
Sefo, que cansina eres, y vuelve la burra al trigo. Luego dirás que la gente se mete contigo. Te voy a dar un consejo muy util, vete al buscador de google y prueba a buscar las siguientes palabras juntas: blog, feminismo, comunismo, sexo y relaciones sexuales. Seguro que te sale algun blog en el que te sentirias como pez en el agua participando, en vez de darnos la chapan aqui.
Finalmente no ha terminado en tragedia como me temía, sino más bien en melodrama costumbrista. No me esperaba el final, la verdad, aunque tras leerlo es cierto que es un desenlace muy típico en estos casos, sobre todo el de Mari Tere y el de Willy. Por cierto, desde mi punto de vista el protagonista queda muy dignamente.
Dulcinea, guapa, sigue viviendo en tu mundo de luz y de color.
Dulci he metido en google blog, comunismo, relaciones sexuales y sexo, valga la redundancia.Y me aparece un un blog que se llama "Tres por Semana". Desde luego que traviesona eres. Que cosas se aprenden contigo.
Nunca te acostarás,sin saber una cosa más. Nunca mejor dicho.
Un beso.
Yo también estoy con la Pantera.
No llego a entender por qué recalcan tanto que la MariTere se haya convertido en una progre y que por ese motivo la haya ido tan mal (según el autor del relato... que habría preguntarla a ella cómo se siente).
Así que me he tomado la molestia de buscar en el diccionario el significado porque personalmente creo que no es tan "peyorativo":
Progresar: avanzar, mejorar, hacer adelantos en determinada materia
Progre: adj. coloq. progresista ( con ideas avanzadas)
Por cierto, yo también tengo unas sandalias de esas de cuero hippy y son comodísimas!
Hola a todos, señores, señoras y señoritas.
Disculpen que haya tardado tanto en contestarles. No quiero excusarme en mis múltiples obligaciones y en mi mayor afición: hacer amigos. Ya hablaré de ella algún día cercano si Dios quiere.
Alice: Me gustaría escribir algo con un final más feliz pero, además de no estar seguro realmente de lo que así se pueda entender, ¿la vida real tiene finales felices? ¿Sobre todo las historias de amor o relacionadas con él? Por lo que yo sé el amor tiene más que ver, si es verdadero, con el sufrimiento que con el gozo.
Francotirador: Gracias por sus respetos. En efecto, como dice Aprendiz, al final puede que esta chica haya tenido lo que ella buscó. Son muchas las mujeres que se pirran por tipejos de mala calaña sin querer verlo y todo tiene sus consecuencias. No sé si habrá más historias pero tampoco quiero dar demasiados detalles sobre mi vida que, aun con ciertos ingredientes adulterados y otros artificiales, puedan ser leídos por personas próximas o cercanas o, aun peor, protagonistas. De todos modos, creo que no podré sucumbir a la tentación de aburrirles de nuevo a todos con otra tortuosa saga.
Aprendiz: Lo dicho para el Francotirador. Hay escenas supuestas y otras reales. Lo que sí es cierto es que me siguen gustando un montón las pijitas de misa de una. Lo mismo que el laureado y fusilado capitán Fermín Galán, me encantaría una burguesita bienpensante a la que convertir a mis ideas radicalmente revolucionarias.
Dulcinea: Lo dicho, cada uno debería recoger lo que ha sembrado pero, por suerte o por desgracia, no siempre es así. Yo, más que Justicia Divina, a la situación actual de Mari Tere la llamaría justicia poética. No así con Willy.
Natalia Pastor: El Destino es un gigante que está comiendo y nosotros somos moscas que volamos a su alrededor.Algunas moscas llegan a comer de su plato; otras de sus migajas y otras de su mierda. Si nuestra voluntad se empeña en luchar contra el gigante corremos el riesgo de que se enfade y nos aplaste de un manotazo.
Pantera: No se indigne usted tanto, señorita. Cuando Mari Tere era joven no era una progre, ni aparentaba nada. Simplemente era como era. Realmente, aunque no lo sé y por eso no lo cuento en el relato, creo que se hizo progre y feminista como reacción ante los hombres y, en concreto, ante el tipo de varón que le hizo sufrir. Pero al final, fíjese usted lo que terminó buscando. Y en cuanto a maldiciones gitanas... Llega usted muy tarde; por eso he vuelto a buscar jovencitas pijinas de misa de una y no progres amargadas como Mari Tere que parezcan mi abuela.
Anaroski: En efecto, a nadie creo que le agrade ser último plato cuando pudo ser primero. Y, bueno, no es lo mismo ser último plato de Silvia Jato o Paula Echeverría que de una mujer que vaya en camino de convertirse en Mercedes Milá (que también necesita un buen riego pues ya está más que cuarteada).
Ignatus: No le digo yo que la VicePellejos (hija del jefe provincial del Movimiento y GObernador Civil de Valencia) no le haya sucedido algo similar que a Mari Tere. Pero me cuesta mucho imginar que esa mujer haya sido medianamente bella alguna vez.
En efecto, la segunda parte es mejor que la primera pero quizás por los detalles escabrosos que tanto han gustado siempre a Al Neri.
Por cierto, dar cursos o ponencias no significa nada más que conoces a alguien. La de Mari Tere fue aburridísima. Y, para que coste, últimamente no doy cursos ni ponencias, "sólo" los dirijo y fiscalizo.
¿Willy es un triunfador? Materialmente sí, como todos los arribistas y chaqueteros pero ¿es válido triunfar a cualquier precio?
Meletea: Creo, pero no afirmo en ningún momento, que Mari Tere se volvió progre porque estaba sola (racionalizó su fracasos) pero nunca al revés. Por otro lado, las palabras tienen significado propio y connotación y son los progres los que se adueñan de ellas tiranizando el lenguaje (como la MinistrA MiembrA). Ser progre no es estar con el progreso (aunque sí progresar en el sentido de medrar o trepar) de la misma manera que se liberal no es equivalente a ser generoso o carca a ser viejo o feminista a femenina (cuantísimas feministas son un grupo de bigotudas andróginas y resentidas).
Cuatrivirato: Como siempre, gracias por su atención. Por lo visto coincidimos bastante en este tema. Algún día comentaremos delante de unos suculentos manjares cierto detalles con los que Al Neri disfrutará bastante.
Sefo: ¿Se pica usted? ¿Parece que se lo tomara como algo personal? ¿No nos conoceremos de algo? Creo que no pero siempre podría ser.
Hola, subdirector.
Sólo quiero agradecerle las líneas que me dedica y remarcar/explicar que en mi comentario dije "Willy es un triunfador según SU escala de valores", es decir la escala de Willy, no la de Usted, ni la mía, por lo que coincido con la observación que me hace al respecto.
Y también con lo que me dice de los cursos, pero ahí tengo que reconocer que lo dije por chinchar
un poco ;-)
Un cordial saludo.
Ohhhhh... ¡Sefo es Mari Tere!, ¡Sefo es Mari Tere!
Mira, niñata, por que no me dejas en paz de una vez y te limitas a dar tus opiniones de monja sin nombrarme, por favor? No dices mas que payasadas.
A mi me parece que Mari Tere cuando repartieron la autoestima y el orgullo esta distraida...
Y también a todo cerdo le llega su san martín...ya caerá el chulito de barrio...aunque en el relato parezca que no..
Y el tipejo este del banco con quien se acosto, o mejor, con quien no se acosto para ser tan triste. Quiza Mari Tere viva feliz al menos mas feliz que el hombre del banco. El sexo es para disfrutar no para analizar.
Mí queridísimo Subdirector, en primer lugar gracias por dar su versión que siempre es de agradecer... Pero tengo que matizarle que ante esta presunta afirmación que usted hace -"aunque no lo sé y por eso no lo cuento en el relato, creo que se hizo progre y feminista como reacción ante los hombres y, en concreto, ante el tipo de varón que le hizo sufrir." -Tengo que decirle que no me extraña que en su momento no se la ligara ni aunque la cociera pagándole todas las copas, porque denota que sabe menos usted de mujeres que del loable arte del Petit Point... Espero que tenga mejores presunciones de cara a su pareja porque si no, va a acertar usted menos en sus conclusiones con ella que un tuerto jugando al Tetris, y hay que salirse de uno, su ideosincrasia y unilateralidad masculina para llegar a atisbar un leve matiz del complicado género al que pertenezco. Por supuesto puede usted pensar, si es feliz con ello, que su conclusión es certera... Jajaja, pero hacía tiempo que no leía un disparate de tales dimensiones... Y eso sin conocer a Mari Tere!!! No sé por qué usted relaciona el término "progre" en general con amargada y algunas visiones peyorativas que se destilan de su relato, el hecho de que Mari Tere parezca su abuela, no conlleva que las progres sean inherentemente horrorosas... Aunque aún no atisbo a acertar muy bien que significa "progre" para ustedes cuando lo identifican con lo que según su criterio de pedanía y pueblo antiguo es lo peor... Que una chica no le hace caso a usted que estaba en el guindo y sí al espabilao de turno... Es progre. Que le gusta el sexo y lo practica, pero no con usted... Es progre, que engorda por el chocolate después de unas rupturas amorosas... Es progre, que le habla de política y la situación del mundo en una cena despues de 200 años sin verse y no siendo una geta que se aprovecha de su bolsillo y se ofrece a colaborar en la cena, es progre, progre. Me da a mí que usan ese término de forma bastante arbitraria. Ya que el hábito no hace al monje, si disfrutar de una alegre vida sexual y no tener ojos de virgen es ser progre, me encanta lo de ser progre...Y con mi "maldición" no le deseo que la progre de su vida sea un callo viejuno, jamás le desearía eso, que esté maciza para usted, delgada, pija y joven, nada de esto es incompatible con ser progre, que sea tal y como le guste, lo que le deseo es lo mejor...Que le de vidilla y más garbo que una reprimida de misal y pensamientos pecaminosos con putrefactos sin salida...
Pantera, jajajaja.
Todavía me estoy riendo. Y no es que es comentario me parezca irrisorio si no gracioso y simpático.
A punto de cumplir los 31, agradecería una delgada, pija y jovencita aunque votara al Partido Comunista. Ya me encargaría yo de darle lo suyo (de cultura política, se entiende ;-)
A sus pies, su más humilde siervo.
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