lunes, 14 de febrero de 2011

HOY ES EL DÍA DE LOS ENAMORADOS


Las parejas principalmente se dividen en dos categorías: las que celebran el día de los enamorados y las que no. No es más que una cuestión de buen gusto.

El 14 de febrero es la efeméride hortera de los adolescentes en celo y de los tontolabas de cualquier edad que, porque lo dice la tele, pagan el triple por una rosa roja para su chati y hasta se aventuran –qué peligro- a redactar una carta o a componer una poesía cuya lectura al cabo de unos años les abochornará lo indecible y más aún si ya no salen con la destinataria de la cursilada. Yo si fuera mujer no podría aguantarme el descojone si mi chico me leyera con voz solemne, ante la luz de una vela, una de esas epístolas vergonzantes con un corazón rojo pintado.

Hasta en lo
más hermoso e íntimo, como es el amor entre un hombre y una mujer, nos dejamos manipular por clichés estúpidos y pautas comerciales. A mí de San Valentín no me jode que las parejitas se demuestren su cariño de una forma especial, sino ver a miles de tórtolos demostrándoselo todos de la misma manera, como manda El Corte Inglés. Una cosa tan personal, tan distintiva, tan cómplice, no pueden celebrarla tropecientos mil el mismo día, en manada y siguiendo religiosamente las consignas de un marketing casposo. Dejemos al menos lo más sagrado para nosotros al margen de mercaderes, charlatanes y fabricantes de sentimientos en conserva.

Una vez una novia se me presentó nuestro primer 14-F con un detallín y le pregunté si me había visto cara de celebrar eso. El amor -ellas lo repiten mucho- no solo se demuestra con hechos, sino también con gestos pequeños e incluso tontos que sorprenden y aportan algo más. Un amor verdadero lo conoces por los detalles, como los cruceros MSC, pero esos detalles los marcas tú con tu novia o con tu señora, con vuestro propio catálogo y vuestro propio calendario de fechas, frases, sorpresas y lugares.

19 comentarios:

Al Neri dijo...

Esta entrada se la quiero dedicar a A.J. y a Suso, que saben marcar su propio catálogo de fechas, frases, sorpresas y lugares... Ainsssss...

que dificil la vida sin ti dijo...

Admirado Sr. Neri:
Coincidimos plenamente en la percepción de la cursilería imperdonable del día de hoy.
Como mujer le aseguro que si mi marido me leyera algo que no fuera una receta (es médico) me plantearía seriamente que quizás no sea tan malo para estos casos extremos, el divorcio exprés:-)
Coincidimos en otras cosas en nuestros respectivos post. Si me lo permite reproduzco la dirección del mío asunbalonga.blogspot.com que confirma mi habitual "sintonía viperina."
Suya affma.
Asun

sefo dijo...

Esta bien eso de que no haya un día del amor y se tengan detalles cualquier día, etc, lo malo Nery es que mucha gente si no existiera san valentín no los tendría nunca, de verdad, y por lo menos es bonito que un día aunque sea sintiendose arrastrados por la masa de "borregos" te digan algo bonito, te hagan un regalo o te llven a cenar, que los tíos sois muy poco detallistas.

Aprendiz de brujo dijo...

Vilipendiado Sr. Neri:
Nunca he estado, ni estaré más de acuerdo con Usted.Sefo: desconfía de los hombres de rosa en un día como el de hoy; como de los bancos que te regalan la cubetería.

Mala conciencia...

Dulci:te quiero más que ayer, pero menos que mañana.

Anónimo dijo...

A mí San Valentín me gusta en una doble faceta: porque es un examen-recordatorio. Es un día en el que uno ha de revisar cómo va el pulso de su amor por su pareja.

Y porque es un día donde uno enfatiza, sin necesidad de acudir a un restaurante, floristería o gran almacén, un sentimiento que cultiva el resto del año.

Anónimo dijo...

No me cansaré de repetirlo: las parejas deben demostrarse que se quieren durante todos los días del año y no solo para San Valentín.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

No sé qué decirle. Se me antoja lejanamente ajeno. Y más con un gripazo del quince.

Anónimo dijo...

El viernes de la semana pasada mi marido me dijo que me quedara en la cama, él se levantó y llevó a los niños al cole. Cuando volvió preparó café y después de desayunar nos fuimos los dos solitos de compras.
No hace falta que ningún centro comercial me diga el día y la forma y las estravagancias. Sólo necesito tiempo y cosas sencillas.

Subdirector le deseo una pronta mejoría.

Aprendiz dijo...

Hoy he pasado por una floristería y había una cola de en torno a 20 hombres, me ha entrado la risa floja...

A mí sólo me gustaría que un chico tuviera una cusilería conmigo si supiera sobrellevar mis carcajadas. No lo podría evitar.

La verdad a mí ni me gusta ni me deja de gustar San Valentín, si el chico del que esté enamorada le gusta, me gustará, si no, pues tampoco me importará que no tenga ningún detalle. En cualquier caso él no debería esperar ningún regalo de mí.

Álex dijo...

He preguntado por curiosidad a mi madre si recuerda algo relativo a San Valentín cuando era pequeña y me ha dicho que sí, que cuando iba al cole (años 1940) ya era el día de los enamorados. No recordaba si se hacían regalos, poemas o algo por el estilo, pero algo de celebración ya había. El despliegue comercial actual lo veo más o menos lógico aunque excesivo, como tantas otras cosas. Habrá mucha gente que se limite a ponerse el barniz romántico por unas horas, pero imagino que también habrá gente que lo celebre con sentimiento auténtico.
Yo no celebro San Valentín, pero confieso tener un cierto cariño a la fecha porque sirvió, hace años, para que un buen amigo me preguntase si estaba enamorado y así pude contarle al fin que estaba enamorado de un hombre.
Que se recupere pronto de esa gripe, sr. subdirector.

El último de Filipinas dijo...

Lo que pasa es que es más fácil recordar San Valentín (te lo recuerdan por todas partes) que el aniversario de boda (aunque siempre queda el recurso de mirar el anillo de vez en cuando)

lanuor dijo...

Cualquier excusa es buena para comprar un pastel y atiborrarse, que es lo que hemos hecho en casa. Y estoy de acuerdo en que es una celebración importada de los yanquis (el halloween otra que tal. Pero ver hoy la cara de mi hija mayor al recibir su primera rosa y targeta de san valentín, no ha tenido precio. Me he emocionado y todo.

alco dijo...

Como cada año, desde que nos casamos, mi mujer y yo vamos a cenar a un restaurante determinado que nos encanta, en el Montseny. Es el único día que vamos a este restaurante. Simplemente esto, pero nos costaría prescindir del día.
Sr Subdire, la gripe de este año dura bastante más de lo normal y es muy puñetera, me pilló por Nochevieja. Tenga mucha paciencia.

Anónimo dijo...

Álex, sin pretender levantar polémicas y, mucho menos ofenderte, he de reconocer que la existencia de un verdadero amor entre personas del mismo sexo, una amor más allá del familiar o de la amistad, no creo que exista.

No niego una atracción, incluso, una entrega sacrificada… Hace un par de años un chico al que conozco, un buen amigo de una buena amiga, tuvo cáncer y su novio lo cuidó con verdadero cariño y entrega, que ya quisiera ver yo en algunas parejas heterosexuales.

Pero cuando hablo de amor, va más allá de eso…

Creo que el amor es, entre otras muchas cosas, complementariedad. Una complementariedad que supone que siendo iguales en muchas cosas, hay otras muchas donde uno completa al otro. Y esa complementariedad es tanto psíquica como física.
Y en esto la naturaleza es la mejor maestra.

Lo repito, no pretendo ni ofenderte, ni levantar polémicas.

Suso dijo...

¡Muchas gracias, señor Neri!

Y acierta usted en que soy sorpresivo en mis catálogo de fechas y sorpresas.

Me casé hace nueve años un 20 de abril, que me parece que me recipité, y para poder celebrar los cincuenta años, decidí tener un detalle con La Piedra todos los veinte de abril, así gano tiempo al tiempo.

San Calentín está bien para el Corte Inglés.

La tontalaba. dijo...

Pues yo,como soy mucho de sensaciones,el día de los enamorados,ya voy y lo bordo,me levanté temprano,y me fuí a comprar una tarta,en forma de corazón,y un vino aparente,para celebrarlo,también compré un detallito,que envolví yo misma,en un papel,rojo pasión fluorescente,con su lazo y todo,luego me puse en el balcón,y cuándo vi que llegaba mi pariente,puse la opera:el quinto elemento,de Iman Mula Tchako,para que ya subiera elementizado,yo creo que hay que celebrarlo todo,y dar,y recoger,de la vida todo,que luego se pasa la pasión y los detallitos,y nos vemos toda la vida,lavando,cocinando,y doblando calzoncillos,pa uno que llega,y se pone a ver la tele,y acabamos,levantandonos,y mirandonos al espejo,diciendo:otra vez,está aquí la imbecil de to los días,-pos va a ser que no_.

Álex dijo...

Pues tranquila, Sandra, que no me ofendo. Sé que es un tema difícil y tampoco pretendía iniciar ninguna polémica.
La primera vez que participé en este blog fue precisamente para hablar de manera muy personal sobre la homosexualidad. Como me extendí mucho en aquella ocasión, voy a intentar hacer un enlace con aquellos comentarios
Dice usted, Sandra, que no cree que pueda existir el verdadero amor entre dos hombres. Con toda humildad, le pido que lea mis comentarios en el enlace anterior (son de los últimos que aparecieron y están divididos en 2 partes que aparecen desordenadas, no sé la razón), porque de verdad creo y vivo que esa complementariedad de la que habla puede darse también entre hombres.
Un saludo cordial a todos

Dulcinea dijo...

Yo no tengo pareja pero si la tuviera tengo claro que no celebraría esa chorrada de San Valentín porque no necesito que nadie me dijera cuando y cómo tengo que demostrar mi amor a mi pareja. Además no me gustan nada las flores.

Aprendiz de brujo, te repites más que ayer pero menos que mañana.

Álex, majete, tú en cuanto tienes ocasión, a sacar el tema de los mariquitas y luego a disimular con que solo quieres dialogar y crear debate. No te quejes si luego te dicen lo que te tienen que decir de los maricas.

Álex dijo...

Gracias por lo de majete, srta. Dulcinea, ¡usted sí que es maja y resalá!
Me gustaría matizar que yo no he sacado ningún tema especial, sólo he contado una vivencia personal, igual que ha hecho usted al decir que no tiene pareja. También le digo que no creo haberme quejado nunca de nada de lo que se me ha dicho en este blog.
Y, por último, la realidad, aunque parezca sorprenderla, es que me gusta hablar, escuchar y entender.