Cuando estábamos en Séptimo, los compañeros del curso siguiente nos empezaron a acojonar:
- Verás el padre Pajas el año que viene qué interrogatorio te hace. ¡Vete preparándote, chaval!
Por entonces al padre Tobías, que era el espiri de Octavo, no le conocíamos más que de vista, porque las aulas de ese curso estaban situadas en otro edificio anejo al nuestro, en el caserón principal de nuestro viejo colegio.
Al año siguiente le conocimos bien. Era un jesuita bajito de sesenta y muchos tacos, con una gran calvorota flanqueada por unos restos dignos de pelo canoso y por una mancha oscura en la piel. Llevaba unas gafas de pasta gruesa, de esas que se oscurecen con el sol, y era el único cura del cole que vestía a diario chaqueta y corbata (azul marino riguroso)
El padre Pajas nos parecía un señor activo, sonriente y vivaracho que se desplazaba por los pasillos a toda velocidad deteniéndose de vez en cuando a saludar a algún chico con una colleja cariñosa o un achuchón en el hombro. No daba clase de nada (sólo tutorías) y tenía su despacho al principio del pasillo del curso.
Le encantaba hacer fotos en todos los eventos del centro, desde fiestas colegiales y comuniones hasta representaciones teatrales o verbenas. Era el fotógrafo oficial, por así decirlo, y se pasaba la vida con la cámara en ristre abordando a grupos de chavales junto al Jardín, o en el Patio de las Columnas, o a la puerta del salón de actos, para inmortalizar caras, promociones, recuerdos…
Una de sus peculiaridades más divertidas era que siempre llevaba un libro en la mano, el que estuviera leyendo en ese momento, y en todas las Eucaristías de la capilla pequeña se ponía detrás a confesar, en unas sillas, y colocaba el libro de modo que tapara su cabeza y la del alumno penitente, evitando con tan sabia medida que algún curioso pudiera leerles los labios y descubrir pecados ajenos.
- Me acuso de que contesto a mi madre, dejo todos los deberes para el domingo y en el patio me meto con un compañero...
- ¿Sí?, vaya, vaya, vaya –tenía una vocecilla como para doblar a un personaje del Señor de los Anillos- . Hay que ser obediente y esforzarnos, esforzarnos lo que podamos por mejorar en esas cosillas, ¿verdad? – Y entornando sus ojos miopes, preguntaba:- ¿Y de pureza qué tal andamos? Ya tenéis una edad...
El tema sexual le preocupaba mucho al espiri. En sus tutorías una vez nos puso unas filminas muy cutres de los años 70 en las que salía mucha gente en pelotas.
- El cuerpo, chicos, es una cosa bella, sana, incluso el desnudo… Pero es un templo, un templo de Dios, ¿verdad?, y no podemos darle un mal uso, un uso que ofenda a Dios.
A partir de octubre, comenzó a llamar a todos los del curso, uno por uno, a su despacho. Cada mañana mandaba sacar a cuatro o cinco del aula donde estuvieran.
- Chamorro, sal un momento, majo, que vas a ver al padre Tobías.
Y según salía por el pasillo de clase, los que ya habían pasado por el despacho del cura, le guiñaban el ojo a Chamorro y le daban palmetazos en la espalda.
- ¡Vas a salir hecho un hombre!
El páter te recibía con una gran sonrisa y te hacía sentar. El despacho era típicamente jesuítico. Libros hasta el techo, cristos de artesanía en la pared, recuerdos de las misiones, carteles de pascuas y una foto bien grande de la Virgen del Colegio.
- Bueno, bueno, bueno, pues aquí tenemos a este chico tan majete, a ver si nos conocemos un poco más tú y yo. Porque las referencias, extraordinarias, oye. Que me han hablado muy bien de ti tus profesores; me han dicho que eres un fenómeno.
Luego te preguntaba si estabas a gusto, a qué se dedicaba tu padre, qué te gustaría ser de mayor, qué deportes preferías y quiénes eran tus amigos de clase. Y lo apuntaba todo el muy jodío en una libreta del año catapún.
Cuando te habías confiado y andabas ya un poco suelto hablándole de fútbol o de que te encantaría ser periodista deportivo, sacaba un libro viejísimo de anatomía que tenía guardado en un armario y te lo abría en las narices por la página del sistema reproductor.
- Bueno, te voy a mostrar unas láminas muy instructivas porque ya tenéis una edad que, bueno, tú empezarás a hacerte preguntas, a tener tus curiosidades, ¿verdad?
Mientras hablaba, te iba señalando las fotos y dibujos de las partes pudendas masculinas y femeninas: que si esto es el pene, que si esto el glande, que si esto el prepucio…
- Verás el padre Pajas el año que viene qué interrogatorio te hace. ¡Vete preparándote, chaval!
Por entonces al padre Tobías, que era el espiri de Octavo, no le conocíamos más que de vista, porque las aulas de ese curso estaban situadas en otro edificio anejo al nuestro, en el caserón principal de nuestro viejo colegio.
Al año siguiente le conocimos bien. Era un jesuita bajito de sesenta y muchos tacos, con una gran calvorota flanqueada por unos restos dignos de pelo canoso y por una mancha oscura en la piel. Llevaba unas gafas de pasta gruesa, de esas que se oscurecen con el sol, y era el único cura del cole que vestía a diario chaqueta y corbata (azul marino riguroso)
El padre Pajas nos parecía un señor activo, sonriente y vivaracho que se desplazaba por los pasillos a toda velocidad deteniéndose de vez en cuando a saludar a algún chico con una colleja cariñosa o un achuchón en el hombro. No daba clase de nada (sólo tutorías) y tenía su despacho al principio del pasillo del curso.
Le encantaba hacer fotos en todos los eventos del centro, desde fiestas colegiales y comuniones hasta representaciones teatrales o verbenas. Era el fotógrafo oficial, por así decirlo, y se pasaba la vida con la cámara en ristre abordando a grupos de chavales junto al Jardín, o en el Patio de las Columnas, o a la puerta del salón de actos, para inmortalizar caras, promociones, recuerdos…
Una de sus peculiaridades más divertidas era que siempre llevaba un libro en la mano, el que estuviera leyendo en ese momento, y en todas las Eucaristías de la capilla pequeña se ponía detrás a confesar, en unas sillas, y colocaba el libro de modo que tapara su cabeza y la del alumno penitente, evitando con tan sabia medida que algún curioso pudiera leerles los labios y descubrir pecados ajenos.
- Me acuso de que contesto a mi madre, dejo todos los deberes para el domingo y en el patio me meto con un compañero...
- ¿Sí?, vaya, vaya, vaya –tenía una vocecilla como para doblar a un personaje del Señor de los Anillos- . Hay que ser obediente y esforzarnos, esforzarnos lo que podamos por mejorar en esas cosillas, ¿verdad? – Y entornando sus ojos miopes, preguntaba:- ¿Y de pureza qué tal andamos? Ya tenéis una edad...
El tema sexual le preocupaba mucho al espiri. En sus tutorías una vez nos puso unas filminas muy cutres de los años 70 en las que salía mucha gente en pelotas.
- El cuerpo, chicos, es una cosa bella, sana, incluso el desnudo… Pero es un templo, un templo de Dios, ¿verdad?, y no podemos darle un mal uso, un uso que ofenda a Dios.
A partir de octubre, comenzó a llamar a todos los del curso, uno por uno, a su despacho. Cada mañana mandaba sacar a cuatro o cinco del aula donde estuvieran.
- Chamorro, sal un momento, majo, que vas a ver al padre Tobías.
Y según salía por el pasillo de clase, los que ya habían pasado por el despacho del cura, le guiñaban el ojo a Chamorro y le daban palmetazos en la espalda.
- ¡Vas a salir hecho un hombre!
El páter te recibía con una gran sonrisa y te hacía sentar. El despacho era típicamente jesuítico. Libros hasta el techo, cristos de artesanía en la pared, recuerdos de las misiones, carteles de pascuas y una foto bien grande de la Virgen del Colegio.
- Bueno, bueno, bueno, pues aquí tenemos a este chico tan majete, a ver si nos conocemos un poco más tú y yo. Porque las referencias, extraordinarias, oye. Que me han hablado muy bien de ti tus profesores; me han dicho que eres un fenómeno.
Luego te preguntaba si estabas a gusto, a qué se dedicaba tu padre, qué te gustaría ser de mayor, qué deportes preferías y quiénes eran tus amigos de clase. Y lo apuntaba todo el muy jodío en una libreta del año catapún.
Cuando te habías confiado y andabas ya un poco suelto hablándole de fútbol o de que te encantaría ser periodista deportivo, sacaba un libro viejísimo de anatomía que tenía guardado en un armario y te lo abría en las narices por la página del sistema reproductor.
- Bueno, te voy a mostrar unas láminas muy instructivas porque ya tenéis una edad que, bueno, tú empezarás a hacerte preguntas, a tener tus curiosidades, ¿verdad?
Mientras hablaba, te iba señalando las fotos y dibujos de las partes pudendas masculinas y femeninas: que si esto es el pene, que si esto el glande, que si esto el prepucio…
- El prepucio, hijo, es muy importante que lo echéis para atrás cuando os bañáis o ducháis, por higiene, ¿verdad?. Porque se acumula mucho la suciedad y puede haber infecciones.
Luego le tocaba el turno al cuerpo de las tías, al desarrollo mamario, a los labios mayores y menores, a la vagina y al himen, que podía romperse con deportes vigorosos o montando a caballo o en biclicleta. A estas alturas uno no sabía si reír o llorar.
- Bueno, bueno, y todas estas partes de la máquina tan perfecta que es el cuerpo humano cuando cobran su dimensión más valiosa es en el contacto del hombre con la mujer, cuando se dan el uno al otro con amor, en el seno del matrimonio. –Te miraba fijamente: - ¿sabes a qué me refiero?
- Sí, padre Tobías, a hacer el amor- querías dejar claro que no eras bobo.
- Bien, bien, bien… Claro que, bueno, tú sabrás que al placer de ese contacto, que Dios ha permitido para incentivar esa unión, también puede llegar uno solo, egoístamente, a través de atajos, o sea frotando el pene mucho rato seguido, ¿verdad?, con la mano, hasta que, bueno, se produce el placer que está destinado para otra cosa… Es lo que vosotros llamáis pajas, ¿sabes?
- Ya – tragabas saliva y pensabas “tierra, trágame”.
Luego le tocaba el turno al cuerpo de las tías, al desarrollo mamario, a los labios mayores y menores, a la vagina y al himen, que podía romperse con deportes vigorosos o montando a caballo o en biclicleta. A estas alturas uno no sabía si reír o llorar.
- Bueno, bueno, y todas estas partes de la máquina tan perfecta que es el cuerpo humano cuando cobran su dimensión más valiosa es en el contacto del hombre con la mujer, cuando se dan el uno al otro con amor, en el seno del matrimonio. –Te miraba fijamente: - ¿sabes a qué me refiero?
- Sí, padre Tobías, a hacer el amor- querías dejar claro que no eras bobo.
- Bien, bien, bien… Claro que, bueno, tú sabrás que al placer de ese contacto, que Dios ha permitido para incentivar esa unión, también puede llegar uno solo, egoístamente, a través de atajos, o sea frotando el pene mucho rato seguido, ¿verdad?, con la mano, hasta que, bueno, se produce el placer que está destinado para otra cosa… Es lo que vosotros llamáis pajas, ¿sabes?
- Ya – tragabas saliva y pensabas “tierra, trágame”.
- Vosotros ya estáis en unas edades que, bueno, es natural que se dén estas cosas, siempre con medida y hasta una edad razonable, qué sé yo, los 17 años como mucho, ¿verdad?, porque luego ya más tarde es una cosa muy obsesiva, enfermiza… Además te diré, porque lo han estudiado los médicos, que si se llega a abusar, se acaba notando mucho… Tú ves a un chaval que abusa y… se lo notas, se lo notas en la expresión de la cara. Porque se hunden las mejillas, se quedan los ojos vidriosos, como de tonto, y cambia hasta el tono de la piel. Y luego las energías… Se quedan sin fuerzas para estudiar, para los deportes…¡Un desperdicio de energías!
En aquellos momentos tú no sabías si mirarle fijamente o humillar la cabeza como un toro en el descabello, no te fuera a notar los ojos vidriosos o la piel de color aceitunado y sospechara que le dabas al manubrio.
- Y tú te preguntarás si hacer eso es pecado, ¿verdad?
- Pues es que no sé…
Y es entonces cuando el Padre Tobías te soltaba la chaqueta más famosa de todo el colegio, esa de la que nos seguimos choteando cada vez que nos juntamos un grupillo de compañeros.
- Yo, hijo, aquí te voy a poner un ejemplo que me lo vas a entender muy bien. Tú imagínate una tarde calurosísima de junio que estás dos horas jugando al frontón –los jesuitas siempre ponen muchos ejemplos de deportes- . Pues, eso, acabas extenuado, sudando y muerto de sed, ¿verdad? Y vienes al despacho con la lengua fuera y me dices: padre Tobías, estoy que me muero de sed. Y yo entonces saco una jarra grande de agua fresca, con hielos, la pongo encima de la mesa y te digo: aquí te dejo esta jarra, hijo, pero voy a salir y no quiero que bebas hasta que vuelva en un par de horas… Entonces, si cuando regreso tú has bebido de la jarra, ¿qué pasa?, ¿has hecho mal?, ¿te puedo reprochar algo? Pues en ese estado, majo, se podría llegar a comprender…
Pero este alarde de comprensión no era más que una astuta jugarreta de despiste, una trampa para engatusar. Porque justo después te preguntaba a bocajarro:
- Bueno y tú, ¿cuántas veces lo haces a la semana, más o menos?
Completamente pálido, te tocaba hacer cálculos a toda velocidad para dar una cifra que no sonara muy depravada pero que tampoco fuera demasiado baja, porque ya te habían dejado claro que eso se notaba en el careto y no era plan de tomar al padre Tobías por gilipollas.
En aquellos momentos tú no sabías si mirarle fijamente o humillar la cabeza como un toro en el descabello, no te fuera a notar los ojos vidriosos o la piel de color aceitunado y sospechara que le dabas al manubrio.
- Y tú te preguntarás si hacer eso es pecado, ¿verdad?
- Pues es que no sé…
Y es entonces cuando el Padre Tobías te soltaba la chaqueta más famosa de todo el colegio, esa de la que nos seguimos choteando cada vez que nos juntamos un grupillo de compañeros.
- Yo, hijo, aquí te voy a poner un ejemplo que me lo vas a entender muy bien. Tú imagínate una tarde calurosísima de junio que estás dos horas jugando al frontón –los jesuitas siempre ponen muchos ejemplos de deportes- . Pues, eso, acabas extenuado, sudando y muerto de sed, ¿verdad? Y vienes al despacho con la lengua fuera y me dices: padre Tobías, estoy que me muero de sed. Y yo entonces saco una jarra grande de agua fresca, con hielos, la pongo encima de la mesa y te digo: aquí te dejo esta jarra, hijo, pero voy a salir y no quiero que bebas hasta que vuelva en un par de horas… Entonces, si cuando regreso tú has bebido de la jarra, ¿qué pasa?, ¿has hecho mal?, ¿te puedo reprochar algo? Pues en ese estado, majo, se podría llegar a comprender…
Pero este alarde de comprensión no era más que una astuta jugarreta de despiste, una trampa para engatusar. Porque justo después te preguntaba a bocajarro:
- Bueno y tú, ¿cuántas veces lo haces a la semana, más o menos?
Completamente pálido, te tocaba hacer cálculos a toda velocidad para dar una cifra que no sonara muy depravada pero que tampoco fuera demasiado baja, porque ya te habían dejado claro que eso se notaba en el careto y no era plan de tomar al padre Tobías por gilipollas.
42 comentarios:
Juas juas, Sr. Neri. Vaya con el padre pajas...
Yo recuerdo, en mis años de instituto, que teníamos un curita de la Milicia de Santa María que casi siempre nos preguntaba por nuestras Gallardas Maniobras, pero siempre con sutileza, y sin darle más importancia que la justa. Y después, a lo necesariamente importante, que no era eso, claro.
Luego llegaron años en el Betis, donde todo giraba en torno al falo: uso, disfrute, imaginería y formas varias de representación.
Mira que están obsesionados con las tías y los rabos, joder.
Muy buena entrada. Muy entretenida.
Podrías completarlo con alguna de las respuestas curiosas que le pudieran dar a la pregunta de "¿cuántas?". Por ejemplo, que alguien le hubiera dicho "Yo 25 a la semana, pero no se preocupe que a los 17 años lo dejaré"
O "yo ninguna, Padre, Tobías, a mí me las hace la seño de inglés/el compañero de pupitre/algún familiar..."
Y en 8º había uno en mi clase que ya follaba (y lo contaba): supongo que de haber estado con los jesuitas tendría que haberle dicho "Padre, yo no me hago pajas, siempre la meto en caliente"
En fin, que supongo que al menos saldrían todos vivos.
Lo dicho, buena historia bien contada. Saludos.
Mi querida Dulcinea, dime si mis obsesiones, mis desviaciones, mi pensamiento monotemético, mi inmadurez afectiva, mi tetomanía y hasta mi eyaculación precoz, no merecen tu indulgencia plenaria con los antecedentes educativos que he tenido?. Ahora comprendes todo o parte de mis patologías severas?.LLevo un suoperavit pajillero de casi 20 años sobre el horario previsto por el Pater.
Por cierto Neri, en el fondo no era mala persona este hombre.
Muy buen relato. La verdad es que la obsesión del clero con el sexo ha sido algo que, con frecuencia, ha rozado lo grotesco. Creo que gran parte del anticlericalismo actual tiene su origen en esta fijación patológica. Personalmente, nunca he entendido la gran importancia que la clerigalla ha dado siempre a la abstinencia sexual. Supongo que será por el celibato, no sé.
jejejeje, muy bueno me he reido muchisimo, el cura esta fenomenal reflejado, hablan igual y me ha sido facil ponerme en situacion. Yo puedo entender la preocupacion de los curas por los temas sexuales, lo que no entiendo es como pueden ser tan torpes para hablar de dichos temas, vamos no se puede ser mas inoportuno y mas patoso. Coger fama de preguntar esas cosas y que me apodaran asi a mi me daria verguenza si fuera profesor en un colegio.
Supongo que la hª es real o tiene mucha parte de real, "verdad"?
Desde luego tú y el subdirector habeis tenido unos profesores un poco zumbadillos.Este Padre Pajas (menudo susto al leer el título,je,je,je)representa en una sola persona las contradicciones de la Iglesia católica por un lado su hipocresia en ciertos aspectos y en otros su compresión.
Un post un poco guarro y explícito. Y tú, aprendiz de brujo, que sepas que lo tuyo no puede ser solo por el padre Pajas, tiene que haber algo más (caerte de la cuna de pequeño, sufrir abusos...)
Me muero de risa Señor Neri.
Como compañero de clase del subdirector (yo sufri al Pata y otros tarados) solo nos hubiera faltado un padre pajas para inducirnos un suicidio colectivo.
Estoy de acuerdo en que parte del anticlericalismo que existe hoy en la sociedad es por una vision excesivamente restrictiva en este tema (y ya se sabe lo que se reprime tarde o temprano sale por otro sitio).
Siempre me ha llamado la atencion en muchos miembros de la iglesia (y generalmente de sus ordenes mas rigurosas) la aficion que tienen con el sexto mandamiento.
Que yo recuerde del tema hay al menos nueve mandamientos mas y algunos me parecen bastante mas importantes, como el quinto...
Un saludo
¡yo le admiraba señor Neri, pero ahora ya veo que estaba equivocado! ¡es usted un mal educado!
Pero entonces, que me aclare yo. Para los Jesuitas hacerse pajas antes de los 17, a parte de dejarte chupadin, chupadin, ¿es pecado o no?
Jajajaja, la verdad es que la anecdota me ha hecho gracia, por suerte, jamas ningun sacerdote me ha metido en ningun aprieto semejante.
Un cuartel cualquiera de España, el lunes a primera hora el alférez nos suelta antes de la instrucción:
-Qué empanaos me venís joder. ¿Qué? ¡¡Echando polvos este finde eh..!!
-¡Qué va mi alférez! Tan sólo un par de solitarios...
En ese momento el alférez G. vuelve el rostro con la risa contenida.
Dices tú de mili.
Yo hasta 1º de B.U.P. no llegué al Colegio y por tanto, me perdí las sesudas explicaciones del Padre Elías acerca de como hacerse un pajote en condiciones.
Mis pinitos en tan adictivo tema fueron las pelis porno que alquilábamos en el videoclub y ¡como no!, gracias a las revistas donde conocí a mis chicas del "Playboy" o del "Penthause".
Muy al contrario de lo expuesto por nuestro afamado comentarista "Aprendiz de Brujo", yo en cuanto cumplí los 17 años, dejé de darle a la zambomba como un poseso, abandoné a mi pequeño cíclope a su suerte y gracias a eso conservo un cutis y una vista excelente...
Dulci, no te equivoques: ni caidas de cuna, ni abusos, ni gaitas.Si allá en Zumarramala te hubiera cogido la hermana Goicoechea y te hubiera dicho que podías hacer solos de Eric Clapton, hasta los diez y siete y que a partir de ahí continuaba tu vocación de guitarrista, el pecado venial devenía en costumbre sumamente preocupante, serías como yo. Con una sola diferencia: en vez de tener la mano con forma de argamboy,(COMO ES MI CASO)tendrías tu angelical anular(o índice, según el caso)como el dedo de ET.
Si al mirar a la hermana Goicoetxea, te dieran ganas de decirle venga ya Hermana, a quien quiere engañar usted, desde los diecisite lleva dando más recitales que Andrés Segovia. Quite la biografía que tiene de Iñaki de Loyola en primera línea de estantería y sáqueme de una SANTÍSIMA vez ese incunable de NadiusKa, que asoma bajo el Nuevo Testamento, serías como yo,- un personaje cuasialmodovariano y tu Nick sería Kika y no Dulcinea.
Ten caridad cristiana y comprende que detrás de mis taras hay una ikastolización sexual aguda.
Por cierto, repito: Tobías era una buena persona y no veo tan malas sus enseñanzas.En todo caso un poco insostenible su discurso, pero nada más. A mi me parecía un buen hombre.
Sabía yo que este post iba a ser motivo de expansiones y procacidades.
Caporegime Lampone, explique a los no iniciados qué es eso del Betis, por favor. Yo no lo hago porque si no, me dicen que estoy obsesionado con ello.
Ignatus, me pilla el Padre Tobías con cinco años más y le pregunto yo a él después.
Aprendiz y Dulcinea, repórtense de una vez, coño, que están siempre con lo mismo.
Txriripitiflautiko y sobre todo Langor, aunque el post ha querido ser un homenaje y no una crítica anticlerical, reconozco que la preocupación del clero (no me atrevo a decir la Iglesia) por el Sexto Mandamiento siempre me ha parecido desproporcionada en comparación con su interés por otros pecados que en ningún sitio se dice que sean menos graves. Pero esto es tema para otra entrada.
Sefo, en efecto considero legítima y positiva la preocupación de los Padres por nuestra integridad sexual, pero su torpeza con el asunto era infinita, cayendo, como se ha dicho, en lo grotesco y a veces en el efecto contrario al deseado (despertando un morbillo y el cachondeo al respecto).
J.F. Sebastián , los militares no pueden ser más cutres con estos temas. Me quedo mil veces con el Padre Tobías.
Clebarr, sin duda es usted un enfermo.
Yo flipo con que un tío se ponga a preguntar chaval por chaval lo que hace o deja de hacer sin ser ni siquiera una confesión, y encima entrar en detalles de cuántas veces... Y ya lo de apuntarlo en la libretita... Una charla para todos sobre pureza hubiera estado mejor y no se hubiera comprometido a nadie.
Hombre Langor, que yo sepa por ahí la gente tampoco va matando, por otra parte tengo por seguro que esa obsesión que parece tener la Iglesia por el 6º Mandamiento, es más que nada eso, que parece. Del que más se oye en misa los domingos es del 1º, otros como el 4º, 7º, 8º y el 10º, parecen ser de aceptación común para todos como forma de poder convivir en sociedad. Y sin embargo el 6º, que también es un Mandamiento, por lo tanto su incumplimiento es un pecado grave, la gente no le da la mínima importancia, y menos mal que hay algunos que se la dan y lo recuerdan, que si no muchos ni se acordarían que es un Mandamiento.
No entiendo a qué tanta burla sobre un tema tan importante como la formación integral de los adolescentes en los colegios católicos. Quizás este cura pertenecía a otra época, pero la esencia de lo que quería transmitir, no sé si mejor o peor pero con recta intención, sigue vigente hoy en día. A pesar de toda la propaganda hedonista que hoy lo niega, la masturbación obsesiva en una etapa de crecimiento y desarrollo como es la preadolescencia y la adolescencia causa daños psicológicos pero también físicos, por supuesto, ya que estar todo el tiempo “haciéndose pajas” por supuesto que consume el cuerpo y produce signos evidentes (ojeras, estar chupado, tener los ojos acuosos e inexpresivos y tener la piel algo grasienta, de hecho salen granos por ello o incluso mucho vello en las manos o brazos). El sacerdote creo que hacía muy bien advirtiendo de estos daños porque a veces por ignorancia hay chicos que se encharcan en este vicio cenagoso y luego no consiguen salir. La masturbación desmoraliza a los muchachos, los hace sentirse sucios, disminuye mucho su rendimiento académico y puede llegar a provocar impotencia o incapacidad para concebir hijos ya que el semen se puede agotar cuando se abusa de esta práctica en la juventud. También les obsesiona con el sexo, les hace perezosos y disminuye su fuerza de voluntad.
Soluciones muy recomendables son utilizar camas con un colchón duro, madrugar mucho, evitar bañarse (sólo duchas), mantenerse ocupado todo el día con un horario bien organizado, hacer deporte regularmente, no convertir la habitación del adolescente en un “gueto” que esté todo el día cerrada. Este estilo de vida es saludable y contribuye a prevenir las tentaciones aunque depende mucho de la fuerza de voluntad y también de estar bien informado, por eso este jesuita cumplía una misión muy importante en ese colegio.
Me llama la atención la diferencia entre congregaciones y las preocupaciones de éstas. En mi colegio no existía nada parecido a un espiri a pesar de ser de frailes. En realidad, muchas veces daba la impresión de que los frailes no tenían intención alguna de mezclar la religión con su negocio.
Recuerdo que, en segundo de BUP, un día llegó el tutor y comenzó a preguntar aleatoriamente a ciertas personas cosas como los Mandamientos, la Salve, el Credo... Y casi ninguno lo sabía. A continuación el tutor dijo: "Durante la comida un hermano me ha dicho que algunos de 2º de BUP no se sabían los Mandamientos. Y yo no quise creerlo".
Estoy casi seguro de quién era ese otro fraile; curiosamente, el único que no impartía Religión en el colegio (creerían que era demasiado carca) y que aprovechaba las clases de Latín a primera hora para dar una charla sobre religión católica.
Con respecto al tema tratado en la entrada. Sí recuerdo la obsesión que tenía un catequista de confirmación (numerario del Opus en su día aunque ya se ha salido) sobre el tema. Siempre quería quedar con los chicos a otra hora (en un bar, tomando una fanta de limón) para hablar. La mayoría poníamos excusas para no ir, sobre todo teniendo en cuenta que los dos o tres a los que convenció siempre acabó interrogándoles sobre el mismo tema. Estaba obsesionado con el tema de la pureza; es más, parecía que no conocía los otros nueve mandamientos.
Tanto, tanto, para al final dejarlo.
Pues yo tuve la desgracia de que me pilló la LOGSE en pleno apogeo, encima en un colegio “laico” y fue justo lo contrario:
-Charlas topeguays animando al personal a masturbarse cuanto más mejor
-Exhortaciones a desechar “falsas creencias y tabúes del pasado” y así poder "disfrutar de nuestro cuerpo”
-Talleres donde nos instruían en el arte de colocar el preservativo
-Repartos a discreción de preservativos de colores para que folláramos con quien quisiéramos
-Llamamientos a ser tolerantes con otras “opciones” como los homosexuales
Todo esto sin ningún consentimiento por parte de nuestros padres. Ah! Al final de las charlas le daban un pequeño alivio a nuestras conciencias diciendo que “si no queríamos no era obligatorio aún tener relaciones sexuales”, tras lo cual nos quedábamos todos un poco más tranquilos.
Alucinante. Ahora resulta que el mayor pecado que puede cometer un hombre...¿es tocarse el pito?
Dormir en colchones duros, duchas de agua fría, madrugones,..., a ver si va a resultar que el librarnos del exceso de carga va a ser una afrenta a Dios.
Dejaros de gilipolleces, que seguro que a nuestro señor le importa tres narices cuantas veces nos sobemos al día.
Dentro de los pecadillos que uno puede cometer, este no llega ni al 0,0000000000000000000001%.
Estimado Sr. Neri, paso a cumplimentar su petición.
El Betis es como se ha dado en llamar al Opus Dei en estos universos bloggeros. Estuve unos añitos, donde pude comprobar cómo a pesar de que decían que el sexo era una preocupación menor (6º o 7º lugar segun ellos), luego en el día a día veías que era un eje importante en sus conversaciones, platicas, confidencias y confesiones. Y siempre intentaban sonsacarte todo suavemente, para luego conchavear, revolver, sin ser que fuera algo excesivo...
Sr. Neri, no sabía yo que un Caporegime intrépido y astuto como Ud. tenía obsesiones.
¿Dicen que se obsesiona Ud. con er Betih?
Buenas tardes:
Coincido plenamente con Mandelrey y Rocco.
Por mucho que Aprendiz me diga en mi trato con el Opus (no muy extenso por cierto, por lo que quiza mi opinion no sea plenamente fiable) la obsesion con el sexto presente en sus miembros es realmente impresionante.
Pueden decir que es poco importante, pero si juzgamos por la cantidad de referencias no parece asi.
Eso si, como en España no hay termino medio, nos vamos al extremo reflejado por Abel.
En fin asi parece que es España un pais de extremos, en que no se acepta la idea de virtud aristotelica como medio entre extremos...
Un saludo
Aprendiz, es cierto que oficialmente la Iglesia no carga las tintas con un determinado pecado en especial, pero haciendo recordatorio y balance, desgraciadamente creo que desde l punto de vista sociológico, el clero ha contribuido mucho a estigmatizar a quien cometía faltas sexuales (embarazos no deseados, relaciones prematrimoniales, masturbación...) y, en cambio, no ha tenido esa misma beligerancia hacia quienes explotaban a sus semejantes, hacia los envidiosos, hacia los avariciosos u otros pecadores de diverso tipo. Piensa que a una chica preñada había muchos curas que la ponían de golfa para arriba y predisponían a los vecinos a marginarla y condenarla, por lo que tenía que irse del pueblo, y en cambio un embustero, un terrateniente que esquilmaba a los vecinos, un usurero o un esclavo de la gula podían vivir tan panchos, jugando al dominó con el Padre sin ningún problema.
También tengo la sensación de que los niveles de presión eclesial hacia los pecadores sexuales casi siempre ha variado mucho en función del estatus socioeconómico del vicioso. A los pobres curritos si se salían de la raya lo más mínimo, se les daba leña inmisericorde incluso en público. en cambio a los ricos y poderosos que mantenían amantes en pisitos y demás, a veces no se les decía ni pío.
Rocco, es que un día me dijeron que estaba muy obsesionado con el Betis y que hablaba mucho de él en el blog, lo cual no es cierto.
Anónimo, usted se habría llevado muy bien con el Padre Tobías.
Subdire, no hable del Betis, hombre, que si no nos dicen que estamos obcecados.
Abel, ese tipo de deseducación que nos cuenta es una cochinada, una indecencia. España es un país de locos que salta de un extremo a otro en menos de diez años.
Manderley, creo que la pureza juega un papel relevante en la moral católica, sin ser por ello su eje principal. Además la responsabilidad en el pecado depende de muchos factores que normalmente no alcanzamos a valorar debidamente. Como ejemplo de la desproporción que había al juzgar los errores sexuales, recodar que muchos chavales de hace años solían decir que si haciéndose una paja se codenaban eternamente, era mejor chivar al completo, ya que el castigo era el mismo.
Manderley, menos mal. Vaya peso de encima que me has quitado, que estos talibanes del Neri y compañía me quieren mandar al subsótano quinto al lado de Satanás.Vamos donde más calorcico hay y todo por un quítame esas pajas.Neri tú dices que esto no es eje central. Menos mal porque si fuera por el número de tocamientos íbamos a estar usted, Enrique San Francisco y yo junticos en el infierno. Al lado de Belcebú por los siglos de los siglos...Y ni beneficios penitenciarios, ni reinserción posible, hágame caso.Le propongo Neri que haga una segunda parte acerca del tema, o mejor, igual que hicieron con los maricones una semana entera dedicada al asunto:al fin y al cabo es cuestión que a todos nos pilla muy de cerca,(de hecho mucho más cerca que el mariconismo). Podría empezar por la masturbación y el propósito de la enmienda. A mi ese tema me apasiona.
pd: Neri: entre Usted, Enrique San Francisco y yo, quien es el más guapo?.
La experiencia de la Iglesia Católica es la que les lleva a saber que vivir el sexto mandamiento en la adolescencia y juventud es trascendental, ya que es a esas edades donde la marrana inlinación del onanísta tocamiento incide más sobre el individuo. Con el agravante de que no ser capaz de controlarlo lleva a muchos a apartarse de la fe y la práctica católica y, ante la incapacidad de dominar tan sucio instinto, construirse morales y éticas paralelas más permisivas del todo incompatibles con la doctrina católica.
En pocas palabras, que los que decis que la iglesia se ha pasado con este tema, es que sois y/o habéis sido unos pajilleros irredentos que, lejos de aceptar con humildad vuestra condicón de pecadores de la pradera, os reveláis contra vuestra Madre la Iglesia tildandola de represiva.
Esa es, sin duda, la razón por la que son tan pesados en ese trema los del Betis -que por otra parte son a día de hoy los únicos de toda la Iaglesia que tienen las cosas claras de verdad-.
Me quito el sombrero, Chirly. Magistral.
Cierto Chirly, siempre y cuando uno sea catolico y reconozca el magisterio de la Iglesia, estoy de acuerdo.
Los que no lo somos podemos pensar que es muy represivo y que la moral sexual de la Iglesia, en esta y en otras varias cosas (preservativos a voz de pronto) esta totalmente desfasada.
Estoy de acuerdo con Chirly en una cosa, o se es o no se es, no se puede ser a medias.
Si Chirly o cualquier otro que haya opinado se considera catolico y trata por todos los medios de actuar como un catolico en la medida que la flaqueza humana se lo permita lo respeto plenamente.
Yo no lo soy y por tanto considero estas practicas totalmente obsoletas y totalmente desfasado con los tiempos modernos.
Un saludo.
No se exceda Sr. Neri, que yo tampoco necesito su admiración.
Y a Ud. LANGOR: Si usted no es católico puede, efectivamente, pensar y hacer lo que le salga de la punta de una de las tres imágenes con los que el Sr. Neri ha iluminado su entrada de que es objeto nuestra discusión.
Aunque dado que no le afecta, lo más normal es que se abstenga de formularse juicios y emitirlos tan ligeramente. Ma viene al recuerdo el tono editorial que mantuvo el grupo Prisa durante la elección del actual Papa: Que si el nuevo papa debería ser así, que si deberia ser más nosécomo, que si la iglesia deberia aprovechar para... ¡no te jode! ¡como si por elegir un Papa progre que aprobara el aborto, la homosexualidad, el sacerdocio femenino, el uso de anticonceptivos o cualquier otra depravada mamarrachez que se les ocurra iban ellos a hacerse fieles católicos! No nos engañemos, para los enmigos de la iglesia sólo hay una iglesia que ilumina: la que arde.
Disculpe, que es que me embalo y me pierdo. Quería explicarle que aunque no la entienda o no la comparta La iglesia Católica, a traves de su doctrina, propone al fiel un plan de vida integral que le ayuda a ser bueno y feliz a lo largo de toda su vida, desde que es un niño hasta su amcianidad. Pero que no está exento del sacrificio y el esfuerzo que suponen la práctica de ciertas virtudes tanto cristianas como humanas. Detrás de lo de las pajas hay un tema de dominio de las bajas pasiones; de nuestro yo animal. Persigue un señorío de uno mismo del cual el cristiano necesitará a lo largo de su vida para ser fiel a ese plan.
No lo dice la Iglesia, lo dicen las mujeres con ancestral sabiduría: "los tios piensan con la polla" y es que es verdad, que si uno no se domina es capaz de hacer de su vida un lío de lios y aventuras, un caos del "ahora hago lo que me apetece" que no conduce sino a soledades y fracasos de toda índole: familiar, profesional, social, etc...
¡Control señores, control! ¡Y déjense la manos quietas, que no son chimpancés, coño!
Chirly, ya hablaremos Ud. y yo sobre los pajilleros, caballerete...
Oiga, Chirly, cuando le dije en La boca chancla que no necesitaba su admiración, emulando a Fernán Gómez, estaba de coña, por supuesto.
En fin, para no ser un tema muy transcendental creo que estáis batiendo el record de entradas.
La única manera de abordar esto es con sentido del humor: "Pérdida de la fe cristiana, bajos instintos, infierno,duchas de agua fría, madrugones y colchones duros...,". No, coño. Hacerse una paja es frotar tu pene con la mano y soltar lastre, ni más ni menos, ni menos ni más.
Solemne gilipollez..., es que no doy crédito. Ser adicto a "Gran Hermano" o fan de "Karmele Marchante" es mucho más perverso que atentar contra el sexto mandamiento, sin ningún género de dudas.
Buenos dias:
Por alusiones me veo obligado a contestar a Chirly
Priemro, cada uno puede formular en este pais juicios sobre cosas que no le afectan, se llama libertad de expresion. De hecho este blog esta hecho en muy buena parte para intercambiar opiniones sobre asuntos que a nadie nos interesan nada. Esta entrada seria un ejemplo, el padre pajas les importa a poca gente.
En segundo lugar, como siempre ha dicho el cuatriunvirato, aqui se puede opinar lo que se quiera siempre y cuando se mantenga el respeto. Creo que como blogero ocasional tanto el Subdirector como el Sr Neri me han leido varias veces y podran refrendar que mis formas y mi respeto hacia ellos creo que ha sido siempre correcto.
Tercero ¿que tengo que ver a ciertas criticas al Papa?. A mi no me meta que yo no he dicho nada y personamlmente soy contrarias a ellas.
Cuarto. Lo que cada uno haga con su yo animal sus mas bajos instintos o como lo quiera llamar es asunto privado, de uno mismo y de nadie mas, ni de señores de la Iglesia ni de señores de la LOGSE progres. Quede claro que no comparto tanto una cosa como otra.
Quinto. Si usted le parece adecuado el Plan de la Iglesia, me parece excelente le aplaudo y le animo a que le siga lo mejor que pueda, pero no me exija que lo siga yo.
Un cordial saludo.
Por cierto que estoy de acuerdo con usted señor Clebarr
Muy en sintonía con lo expresado por Chirly, debo darle la razón en que todas las críticas que se están vertiendo aquí hacia nuestra Santa Madre Iglesia demuestran que los autores de estas críticas son unos onanistas compulsivos, igual que los mandriles. Yo aconsejo a estos críticos que se planteen una forma de vida sana. A veces basta con un poco de fuerza de voluntad, hacer ejercicio, cansarse, no dejarse llevar por una vida muelle y relajada, intentar estar con gente... No sé la edad que tenéis, Langor, Clebarr o Rocco Lampone, pero siempre estáis a tiempo de cambiar y de dominar vuestras pulsiones, no tanto por que lo diga la Iglesia sino por vuestra propia autoestima y dignidad personal. ¿Os gusta sentiros como macacos todo el día dale que te pego? Tal vez deberíais pensar en la mujer que en un futuro comparta con vosotros la intimidad, ¿creéis que le gustaría saber que tenéis esas inclinaciones. Pensad en reservaros para la mujer que amáis, a lo mejor es una buena motivación.
No entiendo porque llamáis betis a la Obra, es una falta de respeto. La Obra no está onsesionada con la sexualidad ni con la masturbación, simplemente este tema forma parte de la formación para adolescentes, que es una edad crítica por las razones dadas por Chirly. Después a matrimonios o a gente de 40 años no se les habla de ello, ya que no es necesario, o al menos eso parece, porque vosotros parecéis ya de cierta edad y es parece claro que estáis atascados todavía con ese tema.
Querido anónimo:
En primer lugar decirle, por alusiones, que si lee detenidamente mis comentarios verá que no puede desprenderse de ellos crítica ninguna a la Iglesia. No me meto con su doctrina, ni con sus planteamientos.
En segundo lugar, no se de donde saca el que seamos, o sea yo, un onanista compulsivo, un mandril; y que no llevo una vida sana. Ni mucho menos de donde diablos saca el tema de la dignidad personal.
En cuanto llamar betis al betis no es ni mucho menos tan ofensivo como llamar a un tipo mandril, onanista, indigno, poco sano, con inclinaciones, con poca autoestima, macaco, y demás lindezas que ustéd, supongo que con santa desvergüenza, no duda en llamarme.
Por cierto, Sr. Chirly, recojo su guante y acepto debatir sobre pajilleros con una Hendricks en la mano.
A ser posible, no en el café Compás...
Juas juas
¿En el café Compás? Mucho pucelano derechoide y pajillero veo yo por aquí...
En fin, a lo que vamos. Yo me rindo. Si es verdad lo que ha comentado "Aprendiz" antes por aquí, creo que yo estoy perdido sin remisión. Al igual que "Aprendiz de Brujo" llevo un montón de años de más sacando brillo al sable, respecto a la edad estipulada por el buen padre Jeremías.
Supongo que compartiré el mismo sótano infernal que "Aprendiz de Brujo". Allí, solito en mi caldera, esperaré a Arrabal, Almodóvar y Pepiño Blanco (esos sí tienen pinta de pajilleros) y así al menos seremos cuatro para echar un mus.
Rocco, completamente de acuerdo con todas tus opinioes.De lo único que pecas es de ingénuo y de novato, cuando hablas del respeto con que se emiten determinados juicios por parte de esta entrañable carcundia de la que estás rodeado.
Ojo que ellos se ofenden mucho por su beticismo y a mi me da una risa que no veas cuando me llaman depravado,macaco, simio...etc, porque no acierto a entender si hablan en serio al asociar el uso y/o abuso de la masturbación, con la falta de autoestima o tal argumento está extraido de algún monólogo de Leo Harlem. O sea anónimo si pretendías hacer una coña provocativa, te felicito por tu brillantez. Si eres más bético que Lopera y te crees lo que dices, creo que deberías hecértelo mirar.
Bueno claro, luego están las recomendaciones peregrinas estas de hacer deporte, vida sana.Joer si es por eso se te ha olvidado recomendar a la peña que no haga exámenes. vamos que abandonen sus estudios. Todos mis records personales los he batido a final de curso.
Pero vamos que llevo haciendo deporte toda la vida, me ducho todos los días, he estado rodeado
de un número razonable de amigos y de gente...En fin he seguido El Camino, y he llegado a las 15.000 pajas en mi vida.No sé, sus recetas no funcionan conmigo.
No sé yo creo que estás de coña, en cuyo caso te felicito.
Clebarr, ya sabes que somos macacos machacasables sin remisión...
Por cierto, comparto tu punto de vista sobre las adicciones a Karmele Marchante (Dios me libre) y a Gran Marrano (sin palabras)
Aprendiz de brujo, en cuanto a los beticos, ya sabes lo que hay. Sutileza férrea, cuando no insultos directos con ánimo de apostolizar y con todo el derecho del mundo a ponerte a caldo (según ellos)
Buen fin de semana a todos.
Como siempre de acuerdo con usted señor Rocco y varios mas que ya ni me acuerdo.
Si con un tema que no le importa nada a nadie y que para mi es un cachondeo terminamos con estos insultos sin motivo alguno como lo de anonimo pues acaba y vamonos.
O es una coña un poco excesiva (quiero pensar esto, en cuyo caso me rio y punto) o si de verdad cree que la dignidad de una persona esta en su pene (me da lo mismo que piense que por no tocarselo o por terminar en el lado oscuro con el sable rojo) me parece que tienen un serio problema con la idea de dignidad.
Y lo de la referencia a la mujer que amas y todo eso... jo lo mejor del chiste, espera que se lo cuente a una muy amiga que tengo que se muere de risa.
Un saludo
Rocco, ¿hablas tú de insultos? hombre no intentes engañar al personal que no somos tontos...
Ay, mamá, qué risas me estoy echando. Sobre todo con eso de anónimo de que "el semen se agota si se abusa en la juventud" y con el último comentario de Aprendiz de brujo y sus 15.000 pajas (nota mental: si algún día le conozco en persona, darle un beso en la mejilla, y nunca, nunca la mano)
Intentando quedarme con la parte seria del asunto, quiero señalar alguna cosa que se me ocurre.
Quizá la obsesión que se le achaca a la Iglesia con el tema, se debe al concepto erróneo del que parten y del que Chirly es buen ejemplo al llamar a la masturbación "la marrana inlinación del onanísta"(sic). Si se piensa que es una "marranada" y no una inclinación natural y universal, mal se empieza y mal se puede instruir sobre ella, siquiera para pedir una necesaria moderación.
Me quedo en fin con lo insinuado por Langor de que (generalmente) en el medio está la virtud, pues ciertamente las burradas que le contaban a Abel_25 tampoco las considero de recibo.
Un saludo con mi mano izquierda.
Aprendiz, créeme cuando te digo que no intento engañar a nadie, pero en esta ocasión no abrí la boca ni insulté a nadie hasta que anónimo dijo que era, sin saber nada de mi, onanista, macaco, mandril, sin autoestima, blando, disoluto, etc., etc,.
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