Un día prometí que iba a hablar de la extrema derecha española, pero no va a ser hoy. Ahora sólo quiero comentar un aspecto relacionado con ella.
Si algo me ha irritado siempre de esta gran familia socio-ideológica ha sido su monomanía, su obsesión por un par de temas o “problemas de España” y su incapacidad de analizar cualquier otra faceta de la actualidad política sino es bajo este prisma neurótico. Desde principios de los 90, y por mimetismo con diversos partidos europeos, una de estas obsesiones ha sido la presencia de extranjeros en territorio patrio y las políticas migratorias.
El otro día tuve la desdicha de mantener una conversación con uno de estos ultraderechistas (o como queráis llamarlos), a cuenta del supuesto derecho prioritario de los autóctonos españoles para recibir cualquier tipo de asistencia sanitaria frente a cualquier inmigrante y más aún si es ilegal. Esta persona defendía con ardor que de acudir simultáneamente un español y un inmigrante ilegal a un servicio de urgencias, siempre debería pasar en primer lugar nuestro compatriota, con independencia de la gravedad de la dolencia de cada uno. O sea que si el español tenía un uñero doloroso y el marroquí (por ejemplo) había sido atropellado por un camión y precisaba de un trasplante de emergencia, debía ser atendido en primer lugar el del uñero. Y es más, si el moro quería ser salvado, que pagase, porque la Seguridad Social la financiábamos los españoles y bla, bla, bla.
No voy a dar mi opinión sobre el tema de la inmigración. No voy entrar en si extranjeros y españoles deben tener en todos los casos idénticos derechos sociales, educativos, culturales o de vivienda. Pero lo que me parece increíble es que alguien pueda poner su condición de español o su patriotismo por delante de los sentimientos más básicos de humanidad y de amor al prójimo cuando se habla de socorrer necesidades elementales, primarias, como el derecho a la asistencia médica o al alimento. ¿Qué mierda de patriotismo es ése que se regodea en orígenes raciales, culturales o históricos y se salta a la torera cualquier consideración humanitaria?, ¿cómo puedo fiarme de las ideas que representa un sujeto así, que es peor que el más siniestro de los rojos, de los socialistas, de los progres y de los criminales?
En un caso de vida o muerte como el que el “gran patriota” me describía, creo que a cualquier hombre o mujer de bien lo que se le ocurre es tratar de salvar a su semejante sin entrar en consideraciones ridículas sobre la nacionalidad, ni en cálculos chorras de cuánto cotizas o cuánto dejas de cotizar “para que se beneficien los extranjeros”.
Si de algo me siento orgulloso en esta España triste y averiada es de su sistema de sanidad pública, gratuito y accesible para cualquier enfermo, independientemente de su origen, condición e incluso cotización previa. Con todos sus defectos, este modelo me parece la encarnación práctica de los valores de solidaridad y de justicia y, en definitiva, un ejemplo para el mundo en general y para supuestos países avanzados como EE.UU. en particular.
Tengamos la opinión que nos dé la gana sobre la política de inmigración. Seamos todo lo restrictivos que queramos. Defendamos la repatriación de todos los sin papeles que nos apetezca… Pero mientras estén entre nosotros, justa o injustamente, comportémonos con ellos como personas antes que como españoles, como samaritanos antes que como fariseos y como hombres antes que como ideas andantes.
Si algo me ha irritado siempre de esta gran familia socio-ideológica ha sido su monomanía, su obsesión por un par de temas o “problemas de España” y su incapacidad de analizar cualquier otra faceta de la actualidad política sino es bajo este prisma neurótico. Desde principios de los 90, y por mimetismo con diversos partidos europeos, una de estas obsesiones ha sido la presencia de extranjeros en territorio patrio y las políticas migratorias.
El otro día tuve la desdicha de mantener una conversación con uno de estos ultraderechistas (o como queráis llamarlos), a cuenta del supuesto derecho prioritario de los autóctonos españoles para recibir cualquier tipo de asistencia sanitaria frente a cualquier inmigrante y más aún si es ilegal. Esta persona defendía con ardor que de acudir simultáneamente un español y un inmigrante ilegal a un servicio de urgencias, siempre debería pasar en primer lugar nuestro compatriota, con independencia de la gravedad de la dolencia de cada uno. O sea que si el español tenía un uñero doloroso y el marroquí (por ejemplo) había sido atropellado por un camión y precisaba de un trasplante de emergencia, debía ser atendido en primer lugar el del uñero. Y es más, si el moro quería ser salvado, que pagase, porque la Seguridad Social la financiábamos los españoles y bla, bla, bla.
No voy a dar mi opinión sobre el tema de la inmigración. No voy entrar en si extranjeros y españoles deben tener en todos los casos idénticos derechos sociales, educativos, culturales o de vivienda. Pero lo que me parece increíble es que alguien pueda poner su condición de español o su patriotismo por delante de los sentimientos más básicos de humanidad y de amor al prójimo cuando se habla de socorrer necesidades elementales, primarias, como el derecho a la asistencia médica o al alimento. ¿Qué mierda de patriotismo es ése que se regodea en orígenes raciales, culturales o históricos y se salta a la torera cualquier consideración humanitaria?, ¿cómo puedo fiarme de las ideas que representa un sujeto así, que es peor que el más siniestro de los rojos, de los socialistas, de los progres y de los criminales?
En un caso de vida o muerte como el que el “gran patriota” me describía, creo que a cualquier hombre o mujer de bien lo que se le ocurre es tratar de salvar a su semejante sin entrar en consideraciones ridículas sobre la nacionalidad, ni en cálculos chorras de cuánto cotizas o cuánto dejas de cotizar “para que se beneficien los extranjeros”.
Si de algo me siento orgulloso en esta España triste y averiada es de su sistema de sanidad pública, gratuito y accesible para cualquier enfermo, independientemente de su origen, condición e incluso cotización previa. Con todos sus defectos, este modelo me parece la encarnación práctica de los valores de solidaridad y de justicia y, en definitiva, un ejemplo para el mundo en general y para supuestos países avanzados como EE.UU. en particular.
Tengamos la opinión que nos dé la gana sobre la política de inmigración. Seamos todo lo restrictivos que queramos. Defendamos la repatriación de todos los sin papeles que nos apetezca… Pero mientras estén entre nosotros, justa o injustamente, comportémonos con ellos como personas antes que como españoles, como samaritanos antes que como fariseos y como hombres antes que como ideas andantes.
23 comentarios:
Muy bonito lo que dices Al Neri, yo pienso como tu, ante todo está la solidaridad y que todos somos personas, luego viene todo lo demás.
Besos
Yo soy del pensamiento primero Dios y luego todos los Santos...
Y eso de que estás orgulloso del sistema sanitario español pues me parece de alucinar...así nos están viniendo todos los extranjeros a operarse a España y mientras a mi me sangran mas de mi sueldo, las listas de espera son enooormes y si necesitas algo de urgencia vete a un privado...
El gasto social y sanitario se ha disparado gracias a la entrada de extranjeros.
Aunque creo que por razones humanitarias se debe ayudar a todas las personas independientemente de su raza creo que primero en casos similares se debe dar prioridad a los españoles sin lugar a duda.
De acuerdo con lo de la solidaridad,pero una cosa no quita la otra.
Es una barbaridad que exista el "turismo sanitario", y que vengan riadas de inmigrantes a ser tratados en España y a operarse aquí de forma gratuita.
Uno de los problemas del sostenimiento de la S.S es precisamente ese;que es imposible asumir una cuantía desbordada de costes,con las contribuciones(cada vez mayores)de los trabajadores y contribuentes.
Solidarios,si.
Idiotas,no.
Te ha salido un último párrafo genial, Al Neri, de diez. Los restantes de nueve alto. Si el otro día mostrabas tu faceta picarona al escribir sobre los escotes, hoy te has puesto serio, y de ...chapeau.
Totalmente de acuerdo contigo, y me quedo algo triste al leer alguno de los comentarios. No sé a qué Dios se refiere alojamora; sinceramente a ese Dios yo no lo conozco.
Un abrazo,
Alberto
Un día vi en una consulta a una mujer sudamericana que se quejaba airadamente del tiempo que llevaba esperando..y no veas como se quejaba!! los españoles que estábamos allí(esperando lo mismo que ella), la mirábamos atónitos, porque nos habíamos resignado a que el sistema funcionara lento...y ella que posiblemente en su país tenía que pagar por una sanidad muchísimo peor...tenía más derechos que nadie a ser bien atendida. Con esto quiero decir, que tampoco nos podemos dejar avasallar,...el termino medio no se si existe, pero estaría bien encontrarlo. Por otro lado el hombre del que hablas...espero que no trabaje en la seguridad social.
Un Saludo :)
Sr. Neri, una vez en la sala de espera, se debe atender en función de la gravedad y con independencia del origen. Pero el acceso a la sanidad pública debe estar garantizado antes a los españoles que a los extranjeros; o sea, lo mismo que pasa en otros países. Lo demás es injusto.
Sucede que es muy fácil ser solidario con el dinero de los demás, ¿verdad? Cuando el enorme gasto que genera la inmigración ilegal se "diluye" porque lo pagamos entre todos y no sólo entre los que presumen de solidarios.
¿Qué patriotismo es el suyo entonces, que penaliza a los españoles que llevan toda su vida cotizando y tienen que esperar meses para ser operados de un cáncer porque el sistema sanitario público está colapsado, entre otras cosas, por los inmigrantes ilegales? Inmigrantes que encima están respaldados por multitud de asociaciones que a la menor denuncian racismo si no se atiende a la abuela del primo de un tío que acaba de llegar del Altiplano de Bolivia (por eso de la reagrupación familiar, ya se sabe).
Si tan patriota es por eso, abra las puertas de su casa y dé cobijo a tantos inmigrantes ilegales como pueda. Entonces demostrará ser usted tan solidario como dice. Pero mientras lo haga con el dinero de los demás, no presuma de solidaridad y manos aún se permita el lujo de tachar de insolidarios y poco patriotas a quienes pensamos, como bien dice Alojamora, que "primero es Dios que todos los santos". Sólo faltaba.
Me parece muy acertada tu reflexión Neri, así como interesantes las aportaciones del resto de entradas. No voy a entrar a juzgar a sujetos como tu contertulio que sencillamente me parecen inimputables.El tema de la inmigración es muy complejo, pero la asistencia sanitaria gratuita es un logro indiscutible del que nos debemos sentir orgullosos. Acverca del tan manido tema del patriotismo siempre digo lo mismo: el amor a la patria me parece un valor de importancia, pero de categoría menor enfrentado a otros como la solidaridad, (dentro de un orden por supuesto y sin caer en fáciles demagogias).En definitiva me siento muy orgulloso de que en mi patria se reconozca la sanidad y la educación pública gratuita para todos,me siento muy orgulloso de mi himno, de mi bandera constitucional,(que deberíamos lucir sin complejos) pero más aún de que seamos uno de los paises que más ayuda aporta al desarrollo, aunque esta sea del todo insuficiente.
El tema de la inmigración precisa de una regulación. No podemos caer en falsos idealismos tampoco. Esto no puede ser la casa de tócame roque, y los emigrantes, igual que en su día hicimos los españoles, deben venir a trabajar y adaptarse lo antes posible a los horarios, normas y modo de vida español. Por regla general y salvo algun animalito que siempre anda suelto por ahí, creo que España es un buen país de acogida.
Buena entrada, con una gran reflexión. Aunque debes estar un poco decepcionado por que nadie haya entrado al trapo de tu provocación (que intencionadamente, suele tratarse de una frase por post): "¿cómo puedo fiarme de las ideas que representa un sujeto así, que es peor que el más siniestro de los rojos, de los socialistas, de los progres y de los criminales?". Te imagino al escribirla esbozando una pícara sonrisa esperando escandalizar al personal y generando polémica por ella... Esta vez los toros te han salido mansos amigo.
No sé, no sé, señor Neri, usted tiene razón en todo lo que dice salvo lo de que el sistema sanitario español, según dice usted de él, "...me parece la encarnación práctica de los valores de solidaridad y de justicia y, en definitiva, un ejemplo para el mundo en general y para supuestos países avanzados como EE.UU. en particular...".
Solidaridad, ninguna, si acaso llámelo humanidad con los necesitados y mala gestión con los que vienen de turismo sanitario y con los habitantes patrios.
¿Justo?, tampoco, estamos todos los días pagando justos por pecadores en esta nuestra sanidad pública, las urgencias son un puto caos y no solo por la atención a los inmigrantes, sino porque es un sitio al que se va incluso para que te miren un orzuelo, "...porque no cuesta..." y el que llega con el brazo roto, a esperar cinco horas (y me quedo corto)a que le hagan una mísera radiografía, y no digamos las cruentas listas de espera, así que de ejemplo nada de nada.
¿Ejemplo? ¿Conoce a fondo el sistema sanitario de EEUU? tienen uno de los sistemas sanitarios más avanzados y mejores del mundo,los mejores médicos, los mejores medios, con hospitales en los sitios más recónditos, eso sí, hay que pagar, o tener un seguro, salvo las personas mayores de 65, los minusválidos y los pobres que tienen acceso a los programas financiados con fondos públicos, Medicare y Medicaid.
Tiene que tener en cuenta que lo que nosotros pagamos a la seguridad social, no lo tienen que pagar allí y lo que pagamos es mucho, porque ese concepto en nuestra nómina es un 25% de lo que realmente pagamos, el otro 75% directamente lo paga la empresa por nosotros, cosa que allí no ocurre.
No digo que sea mejor o peor que lo nuestro, lo que si que digo es que es mucho más eficiente, y un servicio de mucha más calidad, y nuestro sistema tiene demasiadas deficiencias, agujeros y perversiones como para considerarlo un ejemplo por el resto del mundo.
Teutates te veo bien informado, mucho mejor que yo sin duda, pero las noticias que a través de documentales e incluso películas, (John Q, que no tiene un gran valor cinematográfico pero si habla de la problemática en cuestión), muestran una realidad muy triste de la sanidad norteamericana, que tiene la obligación de ser la mejor del mundo por ser el país que más recursos tiene.
Si las cosas fueran como las pintas, el asunto no debería ser caballo de batalla en la campaña electoral. Me parece vergonzoso y vergonzante que el seguro médico de un sujeto dependa de su estatus laboral.Mi prgunta, es la siguiente,(reconociendo mi ignorancia al respecto) el seguro médico para pobres de USA cubre un tratamiento completo de scaner, TAC, quimioterapia y cirujía para un enfermo de cancer en USA. En caso afirmativo, debo entender que las coberturas son superiores a las de un trabajadior a tiempo parcial o de baja cualificación?.
A pesar de abusos y deficiencias de nuestro sistema que reflejas en tu comentario y que comparto; a pesar de tener que aguantar a quince gitanos en la habitación de al lado y preguntarme siempre, quien es el que cotiza por todos ellos, me parace que nuestro sistema es un ejemplo.
Aprendiz de brujo. No estoy tan bien informado como para conocer cuales son exactamente las coberturas del sistema americano, por el cual yo tampoco abogo precisamente por lo que comentas. Lo que quiero transmitir es que el sistema español no es tan ideal como para ponerlo de ejemplo de nada, ni el americano tan malo como da a entender Neri. Y que, de hecho, los tiros en la sanidad americana van precisamente por mejorar la parte de "lo social".
Desde mi humilde punto de vista, aquí somos demasiado "sociales", y tendríamos que corregir nuestro sistema precisamente en sentido contrario a lo que tienen que hacer los americanos, para lograruna mayor eficacia general del sistema, que nos beneficie a todos, tanto a los que cotizamos religiosamente como a los necesitados que no cotizan, y que evite de alguna forma que no se pierdan recursos (que no nos sobran) en ir por ahí regalando sanidad por la jeta.
Yo creo que ese comportamiento que describes no es patriotismo, es nacionalismo. El patriotismo es un amor a la patria sin más (y sin menos) y desde luego no puede ser contra nadie, el amor no puede ser contra nadie. El nacionalismo es ideología artificial, es un sentimiento visceral y muy bien puede ser (y de hecho es) contra lo que sea.
Es una cuestión muy compleja: se trata de dar mayores prestaciones a extranejeros en detrimento de las nuestras. Estoy a favor de ayudar a toda aquella persona que la necesite pero sinceramente, y perdonad si soy egosita, primero los míos y luego los demás.
Saludos y enhorabuena por el post.
Chapó, Neri. Muy bueno el tema y muy bien explicada tu postura con la que coincido plenamente.
No quiero meterme en berenjenales, pero por su confesión religiosa muchos de los aquí presentes deberían preguntarse si Jesucristo miró la cartilla de los paisanos a los que dio pan y peces, o si les dio las mejores tajadas a los que llevaban con él desde el principio, dejando las tripas y raspas a los recién llegados. ¿Y no había una parábola de unos tíos que, tras pasarse el día currando en el campo, al final cobraban lo mismo que el que llegó una hora antes del cierre? Este Chuchi, qué cosas tenía… era un cachondo.
Únicamente unas apreciaciones más terrenales:
0 – La numero así porque esta es un poco teológica todavía: coincido en que “antes es Dios que todos los santos”. El problema es que ni de lejos soy Santo, mucho menos Dios. De ahí que esta frase no me sea aplicable. Felicito a quien sí se considera digno de aplicársela a sí mismo, por su envidiable nivel de autoestima.
1 – El “turismo sanitario” no tengo noticia de que sea algo tan extendido como lo señalado por algún comentarista: lo conozco porque lo vi una vez en “Hospital Central”. Nunca he coincidido en ningún hospital con un inglés operado del corazón en España, ni sé de nadie que haya compartido habitación con ningún caso similar.
2 – Todos hemos vivido montones de esperas médicas con gente impaciente diciendo tonterías a la puerta (eso cuando el que las decía no era uno mismo). De inmigrantes sudacas no me doy cuenta, en cambio sí recuerdo montones de viejos gruñones autóctonos: no los soporto. Supongo que cada uno se fija en las tonterías que hacen aquellos a los que no traga.
3 –Antes de que se me olvide: me mola mucho la frase de Embajador en el infierno de el amor no puede ser contra nadie.
4 – Que yo sepa, cuando cotizo a la Seguridad Social no es sólo por la sanidad: también lo es por mi jubilación, por mi paro, bajas,… derechos que sólo yo disfruto y que no se extienden a los que no cotizan, por lo que es equivocado pensar que se les da los mismos derechos que a nosotros. En cualquier caso, tiemblo de pensar que mirasen la cotización antes de atendernos, pues si acepto que tengo más derecho que el que no cotiza, no tengo ninguna defensa el día que curen antes al señor Neri que a mí sólo porque cotiza más cada mes. Y ya me jodería que cogieran a Neri antes que a mí.
5 – Aunque no viene al caso, me he acordado del bulo ese de que si llevas el carnet de donante de órganos encima, en caso de accidente te atienden el último para así sacar algo de provecho. Ala, a difundirlo por ahí.
6 – Como tengo que escribir mucho o si no no soy yo, aquí vuelvo a felicitar a Al Neri por su entrada.
Saludos
Estoy con Nery (cosa rara) y con Ignatus, que me ha encantado su comentario. Aprendiz me ha decepcionado un poco, hoy le ha salido la vena fachilla.
El comentario mas insolidario y racista me ha parecido el de Leonardo. Dices que una vez en la sala de espera debe haber igualdad, pero respondeme una cosa dejandote de rodeos: ¿dejarias pasar a la sala de espera al marroqui de la entrada que ha sido pillado por el camion si compruebas que no ha cotizado en su vida y que es ilegal?
Respuesta para Sefo: evidentemente, sí.
Ignatus...yo me fijo en las tontenrías que dicen aquellas personas que no trago..por las tonterías que dicen.
Lo de la sudamericana,
me llamó la atención, por lo energúmena que fué con la enfermera..Solo es una anepdota, con la que no pretendía generalizar si es que pareció eso.
Neri...Buena entrada!
No le quito ni le pongo una sola coma a tu post porque estoy totalmente de acuerdo con su contenido. Soy de derechas, siempre he votado al PP (cosa que posiblemente no haga en las próximas elecciones) pero la solidaridad creo que es un deber ejercerla y considero que de la vida de un ser humano, sea del color que sea, con papeles o sin papeles, incluso asesino o no, nadie puede disponer de ella, Dios nos la da y Él se la debe llevar
por tanto tiene prioridad a la hora de intentar salvarla.
Un abrazo
Jolin Al:
Si ya decía yo, que detrás de ese tipo duro se escondía un corazon como la Catedral de Burgos de grande.
Estoy contigo, por supuesto, es más importante la persona que la raza o el país. Y una vida en peligro tiene prioridad independientemente del color de su piel y del lugar de nacimiento, eso es civismo.
Aunque en otros aspectos, también te digo que la caridad empieza por uno mismo.
buenas noches.
Mi entrada no pretendía ser un análisis de los modelos de prestación sanitaria, sino una crítica a los que en cualquier caso anteponen su patriotismo a la solidaridad con las personas necesitadas.
La humanidad me parece un valor prioritario, pero hago mía la frase de Aprendiz de brujo: solidaridad, sí, pero “dentro de un orden, por supuesto, y sin caer en fáciles demagogias”, y la de Natalia Pastor: “solidarios, sí; idiotas, no”.
No me voy a poner a divagar sobre cuándo, cómo, qué y hasta dónde debe prestarse asistencia sanitaria a los extranjeros sin papeles. Lo que tengo muy claro es que me parece monstruoso vetar la entrada a urgencias o a un hospital a un señor enfermo porque no haya cotizado o sea inmigrante irregular.
Los límites deberían venir del sentido común y estoy de acuerdo en que en España pueden haberse sobrepasado de forma abusiva, cayendo en ocasiones en injusticias flagrantes. Una cosa es atender a un extranjero residente en nuestro país que se ponga enfermo o tenga un accidente (que es a lo que yo me refería) y otra muy distinta que nuestras listas de espera para cualquier intervención quirúrgica alberguen a ciudadanos de todo el mundo (no sólo de países en vías de desarrollo) a los que les sea más rentable operarse aquí y vengan únicamente a eso y a nada más, con el consiguiente perjuicio para los españoles. Una cosa es que una chica hondureña sin permiso de residencia pueda ser operada de apendicitis o dar a luz en el hospital como las personas y otra que su abuelo se venga un tiempo “de vacaciones” para operarse de cataratas, saltándose en la lista a decenas de ancianos españoles. ¿Quién pone el límite? Pues yo no, que no soy político.
Estoy de acuerdo con la reflexión de Aprendiz de Brujo sobre el sistema americano de seguros sanitarios. Cualquier ciudadano, independientemente de su nivel de renta, debería tener acceso gratuito a cualquier tratamiento u operación. Lo contrario me parece propio de un país bárbaro.
Básicamente, estoy de acuerdo con usted en todo, sr. Neri.Aunque el tema no me afecta demasiado por disfrutar de sanidad privada, aunque no deja de ser una incoherencia que los funcionarios no usemos la sanidad pública, máxime siendo un gran defensor como lo soy del sector público bien administrado.
Si bien es cierto que la caridad bien entendida, como dice Anarosky, comienza por uno mismo, los criterios mínimos de humanidad deberían incitarnos dar tratamiento sanitario asistencial y de urgencia a cualquiera antes de tener en cuenta otros criterios como nacionalidad, raza o nivel de renta. ¿Acaso no hemos atendido sanitariamente durante décadas a los turistas que venían a España a dejarse los cuartos como si España fuera, que lo es, una monarquía bananera? ¿O es que lo ingleses en las colas de urgencias de Benidorm no fastidían lo mismo que los rumanos de Vallecas?
Creo que el problema de fondo es otro: la inmigración, sus límites y los problemas de capacidad e infraestructura que conlleva. Por la caridad entra la peste y podemos encontrarnos que, por atender a todo el mundo, todos nuestros servicios públicos se saturen. En muchos casos ya no atendemos al "trabajador invitado" sino a toda su familia. Lo mismo pasa con las reservas de plazas en las escuelas, los subsidios,... Lo verdaderamente peligroso es el buenismo (tan alejado del concepto de humanismo y caridad) y los efectos del sistema de inmigración de España donde estamos echando a los de dentro para traer a foráneos.
Para tú tranquilidad Al eso no pasa,y como alguien ha dicho por ahí eso no es patriotismo sino nacionalismo,más propio de mentecatos como los de ERC,PNV o BNG.En la actualidad en los hospitales y centros de salud españoles eso no pasa sino más bien lo contrario,por supuesto antes va la gravedad de la dolencia,da lo mismo la nacionalidad y de donde sea,lo que me enfada es que y lo se porque lo se (no quiero entrar en detalles) te puedo asegurar que en las camas de los pasillos veras poco extranjeros casí siempre son españoles viejos,la verdad es que me descoloca un poco esta entrada,aunque por supuesto el ultra con el que intentaste hablar ,porque razonar con ellos es muy dificil,dijo una auténtico sandez de ahí a decir que pobres inmigrantes y que mal se les trata hay un abismo,desde luego si aquí se les trata mal no se porque siguen llegando.Han colapsado los servicios sociales,y han producido un aumento de la delincuencia y desde luego eso no es una opinión es un hecho.
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