Conozco personalmente a muchos militantes del Partido Popular, con los que tengo distintos tipos de vinculación, que van desde
la amistad personal a la relación profesional, pasando por la de simples
conocidos, y si algo tengo claro, y resulta bien significativo, son las abismales diferencias
ideológicas que existen entre los afiliados de base y los cargos con
responsabilidad en el partido o en el gobierno.
Cuanto mayor nivel de responsabilidad ostenta un pepero, cuanto más cerca está de la cúspide o mejores relaciones mantiene con la élite del partido, más me cuesta enterarme, cuando hablo con él, de qué ideas políticas tiene. Yo diría más bien que estas personas carecen de ideas definidas de cualquier tipo, aferrándose siempre en su conversación a cuatro abstracciones ideológicas o a criterios de oportunidad. Son, por así decirlo, muy de centro, muy asépticos, muy diplomáticos, muy democráticos, muy sensibles, muy sostenibles, muy solidarios y muy conciliadores, no sé muy bien si porque se callan lo que piensan o porque realmente no creen en nada fijo o no creen intensamente en nada.
Cuanto mayor nivel de responsabilidad ostenta un pepero, cuanto más cerca está de la cúspide o mejores relaciones mantiene con la élite del partido, más me cuesta enterarme, cuando hablo con él, de qué ideas políticas tiene. Yo diría más bien que estas personas carecen de ideas definidas de cualquier tipo, aferrándose siempre en su conversación a cuatro abstracciones ideológicas o a criterios de oportunidad. Son, por así decirlo, muy de centro, muy asépticos, muy diplomáticos, muy democráticos, muy sensibles, muy sostenibles, muy solidarios y muy conciliadores, no sé muy bien si porque se callan lo que piensan o porque realmente no creen en nada fijo o no creen intensamente en nada.
Esta actitud, que todos vemos
cada día en los miembros del PP más mediáticos, contrasta demasiado con la de
los afiliados anónimos, los de a pie de calle, los que simplemente tienen el
carnet o, incluso, con la de muchos cargos electos de esta formación de
centro-derecha en pequeños municipios. De mis charlas con la mayoría de ellos
rápido deduzco que son gente “de orden” y más fachas que el Cid; que simpatizan, con más o menos disimulo, con el régimen franquista; que les repugna la
inmigración y que tienden a posicionarse sin cortarse un pelo a favor de los
sectores más favorecidos de la sociedad, exhibiendo un
conservadurismo impenetrable que solo se torna en liberalismo a la hora de
defender el laissez faire de los empresarios. Hasta los peperoni más infraempleados
y explotados siguen defendiendo que la patronal haga lo que le venga en gana, en una
especie de síndrome de Estocolmo similar al del negro Stephen (Samuel L.
Jackson) en Django desencadenado.
Así que no sabe uno a qué carta quedarse con esta extraña heterogeneidad. ¿Cuál es el verdadero espíritu de la formación liderada (en teoría) por Mariano Rajoy? Si entendemos que es el de sus dirigentes (y el del programa), habrá que convenir en que las posturas ideológicas personales de miles y miles de militantes de base se encuentran en las antípodas de las oficiales del partido. Si en cambio consideramos que el auténtico sentir del PP se encuentra encarnado por sus miembros más sencillos, por los concejales de los pueblicos de 500 habitantes y por las masas de afiliados que solo van a los mítines y luego al vermú, habrá que pensar que los mandamases están dismimulando sus auténticos objetivos, fingiendo prudencia por lo mucho que tienen que perder a diferencia de los peones. Cualquiera de las dos alternativas me inquieta.
Así que no sabe uno a qué carta quedarse con esta extraña heterogeneidad. ¿Cuál es el verdadero espíritu de la formación liderada (en teoría) por Mariano Rajoy? Si entendemos que es el de sus dirigentes (y el del programa), habrá que convenir en que las posturas ideológicas personales de miles y miles de militantes de base se encuentran en las antípodas de las oficiales del partido. Si en cambio consideramos que el auténtico sentir del PP se encuentra encarnado por sus miembros más sencillos, por los concejales de los pueblicos de 500 habitantes y por las masas de afiliados que solo van a los mítines y luego al vermú, habrá que pensar que los mandamases están dismimulando sus auténticos objetivos, fingiendo prudencia por lo mucho que tienen que perder a diferencia de los peones. Cualquiera de las dos alternativas me inquieta.
5 comentarios:
Yo creo que el lío no está en el PP.El lío está en la extrema derecha, donde se junta en nombre de "Dios y la Patria", gente que está/estáis a favor de la nacionalización de la banca y del intervencionismo económico, con liberales de tomo y lomo.
Y creo que al final ganan siempre estos últimos, que embarcan al resto en nombre de nuevo,de Dios y la Patria.
Ó los otros se dejan embarcar porque les molesta más una roja atea, que un miembro del consejo de Administración de banca, de misa diaria.
Yo creo que el PP es un partido ultraliberal con vocación de gobierno. Esto qué significa?. Que
su política económica se basa en la no intervención del Estado en la economía, (si me encuentras un pepero a favor de la nacionalización de la banca, me tiro por un puente); y con vocación de gobierno, es decir dispuesto a prostituirse de forma más o menos sutil ó civilizada en materia de inmigración, derechos civiles, aborto...etc, etc.
Que es lo que te puede chirriar?.Que los ultraderechistas liberales han encontrado acomodo en el PP, y se ponen la venda, cuando se trata de no tocar una coma de la ley del aborto socialista en ocho años, de la prevención genética de enfermedades, la descentralización administrativa y concesiones a los nacionalistas; u otra cuestiones similares, en las que el PP no duda en satisfacer a sectores muy importantes de su electorado, sabiendo que no van a perder un solo voto de sus incondicionales.
Sin embargo al PP le ha salido un grano en el culo muy jodido con Rosa Díez y los Ciutatans estos.
Yo creo que ahora mismo son sus mayores rivales, y sin duda su mayor fuente de preocupación.
PS: PERDÓN POL COÑAZO.
Brujo, sus dos primeros párrafos me parecen brillantes a excepción de colgarme a mí el sambenito de ultraderechista. Es cierto que los grandes conceptos de Dios, Patria, Religión, Tradición, Justicia, etc, se han utilizado muy a menudo para encandilar al personal y embarcarle en proyectos egoístas y caciquiles.
No tenía constancia del tema del artefacto puesto, que merece toda mi repugnacia y rechazo.
LA MISMA QUE LA MUERTE DEL RAPERO GRIEGO A MANOS DE LOS PERROS ASESINOS DE AMANECER BASTARDO.
El sectarismo dogmático se carateriza por sufrir más estupor por la violencia, dependiendo de quien sea el sujeto que la ejerce.
Yo creo que muchos de los que votan al PP lo hacen por el miedo a lo que pueda hacer el PSOE si gana... no por otra cosa en concreto.
Totalmente de acuerdo. El PP es un partido de votantes democristianos (derecha de toda la vida) manejado por un lobby de liberales que saben perfectamente que si fuesen en un partido escindido del PP no sacarían ni un 5% de los votos.
Hoy, como les va bien, unos y otros están bien avenidos. Veremos si dura.
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