viernes, 4 de julio de 2008

PATRIOTERISMO FUTBOLERO

Se llevaba viviendo in crescendo desde que comenzó la Eurocopa y el domingo llegó a su cénit. Una ola de españolismo arrasaba España desde el Nervión hasta Canarias. Donde fueras, donde mirases, te encontrabas una bandera de España; muchas veces con el Toro de Osborne, ese sustituto ligth del Águila de San Juan. Incluso mi coche pasaba desapercibido. Hasta he llegado a pensar que nunca más me volverán a rallar la bandera cuando aparque en Madrid, aunque sea junto a la Escuela de Estado Mayor.

Y es que no hay como ganar para pasar a ser no sólo bueno, sino divinizado. Los periodistas, ésos que durante años han vilipendiado al seleccionador nacional de fútbol, ahora le han elevado al altar de los héroes. Olvidado todo lo dicho, todo lo insultado, todo lo vomitado. Luis Aragonés sabe cuándo dejarlo: pobre hombre si no fuera así y dentro de quince días perdiera un partido.

El domingo nadie consideraba facha llevar encima una bandera de España. Cuanto más grande, más guay. Lo importante era lucirla, agitarla más que el de al lado. Molaba hasta usarla de capote torero, de capa de Superman o incluso sentarse sobre ella o arrastrarla por el suelo. Menudo respeto a un símbolo que representa ese faro en las tinieblas que España ha sido en la Historia. Menudo homenaje a los millones de españoles que han sufrido más de noventa minutos, que han penado y muerto «sin un ochavo», por defender los valores encarnados en dos colores y tres franjas.



«El día que yo me muera,

si estoy lejos de mi Patria,

sólo quiero que me cubran

con la bandera de España.»






¿Qué magia tiene el fútbol -deporte que, por otro lado, no me gusta demasiado- para lograr despertar ese fondo patriótico en miles de personas? Una magia que no poseen otros deportes como el baloncesto o, incompresiblemente, el voleibol o el bádminton femeninos. ¿O es que esas miles de personas actúan dirigidas por una inteligencia superior y catódica que les dicta cuando ser tal cosa u otra? Me gustaría pensar -¿ser realista, iluso o ignorante?- que, en realidad, los españoles ansían sentirse orgullosos de serlo y que sólo necesitaban un aliciente de peso que no pueden conseguir con Almodóvar o los discursos en francés de ZP. Quizás ellos, no duden, que España sea una nación. Quizás ellos también se sintieron orgullosos, como declararon algunos socialistas, tras concluir «con fuerte viento racheado de levante» la operación Romeo-Sierra. Quizás sólo necesitemos encontrar una «empresa colectiva que comprenda todas nuestras diferencias y España volverá a ser grande corno en sus mejores tiempos».


«Dame otra vez las flechas de la guerra,

Que no quiero la paz sin alegría;

La esperanza es más ancha que la tierra,

La Patria es un combate cada día.»

15 comentarios:

Manuel dijo...

He de decir que me ilusionó ver tanta bandera rojigualda. Algunas aún cuelgan de los balcones.

Pero tras la euforia, vuelvo a la realidad. Muchos de los que portaban esas banderas habrían portado la de Sudáfrica si "La Cuatro" les hubiese dicho que ése era el país al que había que apoyar.

Así que no creo que estos últimos días nos haya inundado una ola de patriotismo, sino de borreguismo y obediencia a los mensajes simples y viscerales, que son los que entiende la mayoría de nuestros compatriotas.

La Vela del Ángel dijo...

De acuerdo contigo en que el domingo, uno de mis primeros pensamientos al ver el ambiente ante la final fue, "¿y esto hoy se puede? ¿hoy ha dejado de ser facha llevar la bandera?"
Difícil es analizar el comportamiento colectivo, y difícil es escudriñar en lo que nos mueve, pero si que es posible que para que todos nos sintamos orgullosos de nuestra patria, la que sea, necesitamos sentir en nuestras carnes que en algo importante somos los mejores. Por desgracia hoy el futbol es lo más importante de todo.

Al Neri dijo...

Extraordinario post, mucho más optimista que lo que corresponde a su forma de ser, Subdirector. Lamento decirle que no comparto su optimismo sobre las pasiones patrioteras del domingo.

Considero que en ocasiones como ésta, la mayor parte de los futboleros que celebran la victoria no piensan en misiones colectivas, ni en cosas que nos unan, ni en orgullos históricos. En ese momento ven a España y a la bandera como meros fetiches, objetos transitorios de deseo y exhibición eufórica, sin pararse a pensar ni unos segundos sobre su significado.

Evidentemente, es lógico que prefiramos que los premios y competiciones las ganen los de nuestra casa, los de nuestro pueblo, o los de nuestro país. Pero eso no es patriotismo, sino preferir y defender lo nuestro frente a lo de los demás (lo que me parece lógico y a veces hasta loable).

Esas reacciones patrioteras me parecen falsas por lo efímeras. Es lo que usted dice: mañana volveremos a ser unos fachas de tomo y lomo por llevar en el coche la cinta de la bandera con la medida de la Virgen del Pilar.

Además, muy mal andan los niveles de patriotismo cuando el único momento en que la gente está orgullosa de ser española es después de una simple Eurocopa de fútbol.

Todo esto lo digo con el máximo respeto a los patriotas que se han (nos hemos) alegrado tanto de esta victoria, y también con la conciencia de que cada uno tendrá su idea de lo que debe entenderse por patriotismo (aunque a mí algunos “patriotismos” excluyentes, racistas, insolidarios o deportivos me dan mucho de patadas)

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Efectivamente, lamento que muchos de estos superespañoles de fútbol no sacarían las banderas a la calle ni jurarían odio eterno al enemigo (vergonzosa la portada del Marca llamando a la venganza contra Italia por algo sucedido hace catorce años) si la morisma invadiera Ceuta o Melilla o, finalmente, ZP, a quien muchos habrán votado (¿quién es más tonto, el tonto en sí o el imbécil que le sigue?), diera la independencia a Cataluña o las provincias vascas.

Patriotas de fútbol, toros y pandereta. Quizás éstos sean más peligrosos por viscerales que un nihilista. De todas formas, el ambiente que hemos vivido estos días creo que era positivo y dejaba un hueco para el optimismo.

El amor a la Patria engrandece el alma si reside en el corazón y nace en la cabeza. Eso sí, a la masa no se le puede pedir, actualmente, más. La potencia de lo que puede llegar a ser y sentir está ahí. Todo está en saber encauzarla.

Que buenos vasallos si hubiera un buen señor.

Anónimo dijo...

Para mi el futbol levanta más pasiones que otros deportes, incluso el patriotismo, por varias razones, entre ellas que es un juego muy simbólico que se parece a una batalla de dos ejercitos que tienen un objetivo que conquistar, la portería contraria. Hay mucho espacio, ataques, defensa, lucha encarnizada, juego sucio, estrategia, acorralamiento. Es muy emocionante y muy representativo y por eso crea tantos aficionados y tanta pasión entre sus seguidores. creo que la alegría de ganar la eurocopa sí es patriotismo auténtico.

Ingrid Dietrich dijo...

Me hubiera gustado decir que vi patriotismo aquella noche, pero con sinceridad lo que vi fue a un montón de peña haciendo el cafre, a un montón de borrachos y gamberros que se creían en derecho de conducir a más velocidad de la cuenta, a hacer adelantamientos peligrosos y a berrear ó romper cosas por una selección futbolística que no ganaba nada desde que tengo uso de razón. Me gustó más la Medalla de Oro baloncestista en el Mundial de Japón, ganó España y no se formó el "pollo" del otro día.
Por otro lado creo que el patriotismo es algo mucho más personal y más interior que ondear una bandera, ó llevarla en el reloj ó bordada en la camiseta, me parece mál que se prejuzgue a alguien de facha sólo por sentir su bandera y abanderarla, como símbolo lo veo tan respetable como quien lleva otro tipo de símbolos de índole religioso, amoroso ó del tipo que sea. El verdadero patriotismo surge en situaciones en las que hay actividad pasional, febril y mental y motivación de hacer lo mejor por tu país, unos ideales que muevan a las personas a romper lo establecido, hoy el ideal de los que heredarán la tierra es tener mucho dinero, trabajar poco, ser "famosos" de forma televisiva y gratuita, la play, etc... Todo tangente, contante y sonante. España siempre fue caldero hirviente y peligroso de ideales de todo tipo que envevenaban en el mejor sentido y despertaban a los jóvenes dormidos, hoy anestesiados por tanta televisión y tanta basura consumista, nos hemos vuelto cómodos y lo peor de todo indolentes. ¿Hace falta otra dictadura para volver a despertar?

Al Neri dijo...

Fantástico, Pantera. Has conseguido emocionarme.

Isel dijo...

¿Otra dictadura para despertar? ¿He leido bien?
Cuidado con lo que se dice, de todas maneras, ¿Acaso no vivimos en otra forma de dictadura? no dictadura formal de no poder expresarete sino otra dictadura económica que nos arrastra y que quien, realmente, manda es quien más tiene. Ya nos hemos acostrumbrado a oir que se sea de derechas o de izquierdas la política económica es de matices... algo significará eso.
Claro que me gustarían "glorias pasadas" pero... alguno de los escribientes está dispuesto a dejar de vivir más o menos bien y sacrificarse por la patria? Espero que nadie defienda a estas alturas ciertos tipos de guerras. Que por cierto quien moría eran los de siempre y los que vivian bien seguian viviendo bien... o mejor.
Eso si que es patrioterismo...¿Dónde queda el pueblo que vive en esa patria?.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Hombre, ahora más que nunca viven muy bien aquellos que mandan a otros a morir en su lugar: Líbano, Afganistan, Irak o, sin ir más lejos, haciendo guardia en cualquier cuartel o control de carretera.

Históricamente, hasta bien entrado el siglo XVI, los reyes y los nobles se batían como los primeros en las guerras: ahí tenemos el ejemplo de los reyes medievales (Alfonso VI, Sancho el Fuerte,...) o incluso Carlos V o Juan de Austria o Francisco de Francia.

Sin embargo, no creo que el SAR El Príncipe Felipe haya comido mucho barro en la Academia General. Podía tomar ejemplo de sus parientes ingleses. Aunque lo mismo se podía decir para ZP o Aznar.

Anónimo dijo...

En este blog las voces disonantes no son bienvenidas. No sólo me han hecho censura sino que además no han avisado de que la han hecho. españa es un pais de reprimidos.

Anónimo dijo...

Para mi, lo que dice al nery de preferir y defender lo nuestro, lo de nuestra tierra, es el verdadero patriotismo y no otra cosa. Por alegrarse y celebrar por todo lo alto que gane la seleccion si es patriotismo.

Veneficus dijo...

Yo estos días de Eurocopa sí he visto que la gente se ha quitado muchos complejos respecto a la bandera y respecto a España. Realmente es una pena que haya tenido que ser por un partido de fútbol, aunque hoy en día, como dice princesa leia, el fútbol es lo más parecido a una batalla patriótica que viviremos la mayoría de nosotros.

Es curiosa la evolución de la gente en poco más de un mes. Antes de la Eurocopa vi a un chaval con una camiseta con una gran bandera de España, ante la cual se oían los típicos comentarios de "vaya facha", y tras un mes el raro era el que no llevaba algo rojo, amarillo o que pusiera España por algún lado. Tampoco deja de ser curioso que la gente lleva grandes banderas de Alemania, Reino Unido o el último país que ha visitado algún pariente más o menos cercano y no una de su propio país.

En cualquier caso creo que la Eurocopa para mucha gente ha sido una excusa para hacer lo que en otras circunstancias no tiene la valentía para hacer y es decir que se siente orgulloso de ser español y gritarlo a los cuatro vientos con una gran bandera de España.

Anónimo dijo...

Este pais ha sido desde siempre y lo sigue siendo algo de lo que avergonzarse. Inquisición, matanza de indígenas, dictador fascista, humillados siempre por franceses e ingleses, despreciados y ninguneados por rusos y americanos, utilizados por la iglesia,... vaya, una mierda de pais (excepto para la fiesta y la siesta)

La pluma viperina dijo...

Sr. Apátrida, LO QUE LA NATURALEZA NO DA, SALAMANCA NO LO PRESTA.

Quod Natura non dat, Salmantica non praestat.

Manuel dijo...

Sr. apátrida, este país es actualmente un auténtico cubo de basura precisamente porque está lleno de borregos acomplejados que encima no tienen ni pajolera idea de Historia.

En definitiva, este país es una puta mierda por lo que tiene actualmente, no por lo que tuvo o por lo que fue, que es lo más grande. ¡Viva España!