miércoles, 8 de julio de 2015

TOPÓNIMOS REGIONALES


El problema de los topónimos en las regiones bilingües de España me parece sumamente complejo, y considero lamentable la demagogia y la manipulación ideológica en que se ha incurrido al respecto en nuestra historia reciente. Partiendo del régimen jurídico actual de estos topónimos, voy a analizar muy brevemente las diferentes situaciones que existen, las injusticias cometidas y cuál debería ser, a mi juicio, la situación ideal.

Desde la Transición el nombre de muchos municipios en las comunidades autónomas con otra lengua vernácula aparte del español ha sido objeto de encarnizados debates, que en teoría se han cerrado con la aprobación de las respectivas leyes de “normalización lingüística”. Resumidamente estas normas establecen el nombre no castellano como única denominación oficial de algunas entidades territoriales, entre ellas A Coruña, Ourense, Araba, Guipukoa, Bizkaia, Girona, Lleida e Illes Baleares, mientras que en otros casos se admite la doble denominación: Alicante/Alacant, Castellón/Castelló, Vitoria-Gasteiz o San Sebastián/Donostia.

¿Pero cuál es en realidad el topónimo originario de estas ciudades? ¿Cómo se llamaban cuando fueron fundadas y en qué momento y por qué se cambió el nombre? Son preguntas no siempre fáciles de responder, aunque, a grandes rasgos, podemos distinguir seis situaciones distintas:

1.- Municipios que tenían un nombre no castellano hasta que en algún momento de la Edad Media el territorio fue conquistado o anexionado por el Reino o la Corona de Castilla, usándose desde entonces y hasta hoy la versión en castellano. Los mejores ejemplos se encuentran en la actual comunidad valenciana, donde los reyes de Castilla modificaron los nombres de origen árabe de muchas poblaciones (Xátiva-Játiva, Alacant-Alicante…)

2.- Municipios que fueron fundados con un nombre en lengua castellana que después convivió durante siglos con la traducción o la transformación fonética de los vascohablantes. El caso más evidente es el de San Sebastián-Donostia.

3.- Municipios que fueron fundados con un nombre latino o castellano que se utilizó unánimemente durante siglos hasta que, con la llegada de la democracia, los nacionalistas impusieron su transformación artificial por motivos políticos. En este supuesto encajarían muchas localidades gallegas y vascas como A Coruña (La Coruña), Ourense (Orense) Saturtzi (Santurce) u Hondarribia (Fuenterrabía), así como las provincias de Guipukoa y Bizkaia, estas últimas con nombres primitivos en vascuence latinizado (Guipúzcoa y Vizcaya) cuya grafía ha sido alterada por los secesionistas para adaptarla al eusquera "unificado". Bilbao responde al mismo esquema, con el agravante de que “Bilbo” ni siquiera es hoy una denominación oficial; simplemente se trata de una invención que ha logrado difundir con éxito la Real Academia Vasca.  

4.- Municipios fundados con nombre navarroaragonés donde antes existía una antigua villa con nombre vasco. El ejemplo por excelencia es Gasteiz, refundada por el Rey de Navarra Sancho VI en 1181 como “Victoria”.

5.- Municipios con denominación histórica en lengua no castellana que, sin embargo, fue castellanizada durante los primeros años del régimen franquista. Son casos contados con los dedos de la mano y casi todos en Cataluña: Sant Boi de Llobregat (San Baudilio de Llobregat) y el barrio barcelonés de Poble-Sec (Pueblo Seco), entre otros.

6.- Municipios que han tenido varios nombres históricos desde la época romana, por lo que es imposible consensuar cuál es el correcto. Los dos casos más conocidos se encuentran en Cataluña. Uno es el de Lérida (Lleida), que en la España romana se llamó Ilerda; en tiempos de los moros, Larida, y Leyda tras la reconquista, y el otro sería el de Gerona (Girona), llamada Gerunda por los romanos y con una posterior evolución fonética. Ambos términos han sido indistintamente utilizados en Cataluña desde hace siglos.

¿Cuál debería ser en justicia la denominación oficial de estas poblaciones con independencia de la legislación actualmente en vigor?

En mi opinión, en los casos 1, 2 y 6 deberían mantenerse oficialmente ambas denominaciones, pues las dos cuentan con una amplia tradición histórica. Desgraciadamente en el caso 6 no es así, pues se han suprimido oficialmente los nombres en castellano (Lérida y Gerona).

En los casos 3 y 5 la denominación oficial debería ser únicamente la original (en el caso 5 así es legalmente)

En el caso 4 el nombre a mantener debería ser el consagrado por el Reino histórico correspondiente (en el ejemplo puesto, Vitoria).

Por último, y con independencia del nombre oficial que tengan todas estas ciudades y pueblos españoles, la Real Academia Española ha dejado bien claro que cuando se habla o se escribe en castellano lo correcto es emplear siempre la variante en esta lengua, igual que en español decimos Londres y Nueva York, y no London y New York.

7 comentarios:

nago dijo...

Admitiremos "pulpo" como animal de compañía, vaya a ser que nos llamen fatxas, maketos o qué le digo yo.... "reaccionarios" !válgamelseñor! No sé qué será peor; igual así to junto. Mis desvelos tengo.

Como soy de natural respetuoso con las opiniones de los demás, que les den porcull a todos y se llamen como quieran. Como si quieren cambiarle el letrero a Portugalete que con lo que me ha costado aprenderme a Varufakis ahora me lo cambian por Tsakalotos, y no sabía yo si este hombre era japonés o de Amoroto.

Le doy otra mejor que lo ha puesto usted muy fácil: San Salvador del Valle, ahora... TRAPAGARAN. ¡con dos cojones!

Escribió Juan Ramón: Volvoreta d'aliñas douradas" en El niño tonto. Ya las volvoretas no vuelan, Sr. Neri, ahora brujulean y se escriben con b; con b de burra.

Buscan permanentemente su identidad donde nunca la han tenido, y lo saben.

... pócritas son todos.


P. D. Pero bueno oiga! Que para eso los de Bilbao nos ponemos el nombre como nos sale de la boina, qué pues... Qué estábamos poniendo bote para pagar la deuda a Grecia, y ya están diciendo que nos sobran mil euros!!

alco dijo...

Desde un punto de vista práctico, los equipos de ayuda electrónicos y los mapas actuales llevan la denominación legal de cada municipio, por lo que cambiar nombres en indicadores puede confundir, especialmente a los guiris.
Otra cosa es la denominación que se dé en informativos, documentación oficial o privada (por ejemplo, actas notariales, etc). En este caso creo que deberían admitirse indistintamente las dos denominaciones de cualquier sitio. O mejor aún, únicamente la denominación en la lengua de redacción del documento. El criterio de la RAE es muy correcto. En los noticiarios de TV en la cadena regional catalana o en cadenas privadas de ámbito catalán no hay ningún problema para llamar Osca a Huesca, Terol a Teruel y Saragossa a Zaragoza. A nadie le extraña, así que tiene su lógica que una cadena que emita en lengua castellana llame Lérida a Lleida.
En el punto 5, los cambios de nombre que impuso el régimen franquista, a veces no fueron coherentes. Por ejemplo, no se atrevieron a cambiar el nombre de Sant Cugat del Vallés por San Cucufate del Vallés y dejaron la versión catalana. En cambio, un barrio de Barcelona llamado Can Tunis fué cambiado a Casa Antúnez. Lo de casa puede pasar, viene a ser el equivalente de can, pero ¿Antúnez?. Si este criterio se hubiese llevado al máximo, el pueblo de Maçanet de Cabrenys podría haber acabado en Demasiadolimpio de Cabritos.

Euskaldun dijo...

BIZKAIA
GIPUZKOA
EUSKERA
tambien quisiera comentar que "bilbo" ha sido rechazado para pasar a denominarse, por todos, incluida Euskaltzaindia Bilbao.

nago dijo...

Un post difícil éste Sr. Neri y sin embargo muy bien documentado y explicado. La Historia es la que es por mucho que algunos se empeñen en cambiarla y manipularla . Había que eliminar cualquier resquicio que sonara a español y se ha hecho, en la mayoría de los casos sin ningún rigor ni fundamento.

Ni bilbo ni Bilbao. Para mi será siempre.... Vetusta.






Al Neri dijo...

Gracias, Nago, me alegro que le interese el tema. Tiene razón en todo lo que dice. Yo últimamente ando muy quemado con lo de la ikurriña en el balcón del Ayuntamiento de Pamplona. El meme del bote para rescatar Grecia es buenísimo :-)

Interesante lo que dice Alco de los nombres franquistas. No me extraña. Si algo caracterizó a Francisco Franco no fue la coherencia, sino el oportunismo. Por cierto, de enorme interés (aunque no tenga que ver con el idioma) los cambios de nombres de municipios catalanes durante la II República para eliminar toda alusión religiosa. Algunos de estos cambios se mantienen hoy.

Euskaldun, gracias por su comentario. Yo tenía entendido que fue la Real Academia Vasca la que dictaminó que el nombre en vascuence debía ser "Bilbo". Si esto no es exacto le ruego me corrija aportándome algún dato o enlace, pues estoy muy interesado en todo lo concerniente a esta españolísima ciudad, fundada, como sabrá usted, por la Corona de Castilla en el siglo XIV. Muchas gracias de antemano.

jose luis dijo...

Durante la II Republica nomenclaturas religiosas fueron cambiadas, particularmente en Cataluña. Por la zona centro algunos pueblos con toponimo 'Real' se cambiaron por otros no monarquicos. Recuerdo Campoleal por Camporeal, Pozuelo de la Republica por Pozuelo del Rey, Molins de Rei por molins de llobregat, La localidad de Arganda del Rey no fue necesario ya que la denominacion 'delRey' es posterior, y era Arganda a secas. Adjunto dos enlaces por si fueran de su interes.

http://www.ub.edu/geocrit/sn/sn-133.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Cambios_en_la_toponimia_municipal_de_Catalu%C3%B1a_durante_la_Guerra_Civil_espa%C3%B1ola

Al Neri dijo...

Muchas gracias, José Luis.