domingo, 9 de noviembre de 2014

RELEYENDO "EL PADRINO" (28): PRÉSTAME CIEN DÓLARES




Me encanta esta parte de El padrino porque ahonda en la importancia de los detalles a la hora de hacer cualquier cosa. Generalmente los detalles son elementos accesorios que ni quitan ni restan valor objetivo al hecho principal, pero todos sabemos de su fuerte efecto psicológico. Los pequeños gestos que acompañan a una acción pueden hacerla grande aunque sea insignificante o quitarle todo el valor por muy importante que sea.

El comportamiento del Don con su viejo amigo Anthony también nos enseña que por muy pequeño que nos parezca un favor siempre debemos valorarlo y agradecerlo, pues sin duda hay mucha gente que jamás nos lo haría aun no suponiéndole esfuerzo alguno. 


"El hombre que Hagen acompañó en segundo lugar estaba atormentado por un problema muy simple. Se llamaba Anthony Coppola, y era hijo de un hombre con el que Don Corleone había trabajado en su juventud, en el tendido de una vía ferroviaria. Necesitaba quinientos dólares para abrir una pizzería y pagar el depósito de los muebles y enseres, incluido el horno especial, y por razones que no hacen al caso no querían concederle el crédito. El Don sacó de uno de sus bolsillos un fajo de billetes y contó, pero el dinero no alcanzaba.

—Préstame cien dólares. Te los devolveré el lunes, cuando vaya al banco —dijo a Tom Hagen, sonriendo. Coppola se apresuró a asegurar que con cuatrocientos ya se arreglaría, pero Don Corleone le dio un golpecito amistoso en el hombro.

—Esta boda me ha dejado un poco corto de dinero —le confesó humildemente, como disculpándose.

Don Corleone tomó el dinero que le entregaba Hagen, lo añadió al que había sacado de su bolsillo, y se lo tendió todo a Anthony Coppola.

Hagen no podía disimular su admiración. El Don siempre insistía en que, si un hombre es verdaderamente generoso, hace los favores de un modo personal. Seguro que Anthony Coppola se sentía halagado al ver que un hombre como el Don pedía prestado para él. Naturalmente, Anthony Coppola sabía que el Don era millonario, pero ¿cuántos millonarios habrían hecho por un pobre amigo lo que Corleone acababa de hacer?"

6 comentarios:

Suso dijo...

Cierto.

Voy a dejarle una perla:

Como sabrá, marcho en enero a Guatemala. El problema principal que tenía era cancelar la hipoteca que tenía: 115 mil leurazos.La casa la pongo en venta.

Durante estos años con Manuela, vinieron a casa de vacaciones las dos hijas de un buen amigo. Las dos se hicieron muy buenas amigas de ella: tenían una relación muy intensa, repleta de confidencias durante el curso.

Fui a ver a este amigo hace unas semanas y le pedí los 115 mil euros. Sin dudarlo,me dijo "dame tu número de cuenta y yo ingresaré cada mes el importe mensual de tu hipoteca hasta que vendas la casa y me devuelvas lo entregado".

La razón de ese acto de generosidad no fue el buen corazón de este hombre. No es un hombre que se prodigue, la verdad.Ni fue su amistad conmigo.

Fue Manuela. Durante todos estos años, las chicas fueron apuntadas a una hípica por cuenta de Manuela, para que aprendieran a montar a caballo ( Manuela era una amazona de primera). Las llevaba a todo tipo de excursiones,al cine, a comer aquí y allá, a su pueblo a conocer a su madre...en fin: ¡eran unos días de fiesta!.Y nunca pidió nada a cambio por esos días.

Es lo que usted escribe: por muy pequeño que nos parezca un favor siempre debemos valorarlo y agradecerlo. Eso es lo que hizo este amigo: yo le pedí como quien soy, él me dio como quien era. Gracias a alguien que también se entregó como quien era,

Al Neri dijo...

Gracias Suso, una historia muy bonita.
Le deseo lo mejor en esa aventura tan admirable y generosamente quijotesca.

Suso dijo...

Alli le espero

Anónimo dijo...

Joder! El Neri tb. con los niños ...
¡qué enteñable escena!

alco dijo...

Anónimo, todo es posible.
¿recuerda la película La Misión? quizá Al Neri tenga algo de Rodrigo Mendoza, o sea, Robert de Niro.

Al Neri dijo...

Alco, soy un poco más feo.