Volvemos con el genio John Williams para recordar otra banda
sonora sin la cual qué duda cabe que la película no habría tenido ni parecida
repercusión. Raiders march, de En busca del arca perdida (1981), se convirtió
por méritos propios en un icono para toda una generación y en uno de los símbolos
culturales más emblemáticos de la década de los 80. Esta pieza, grabada por la
Orquesta Sinfónica de Londres, es para mí una de las más logradas y
expresivas de la historia del cine; no en vano ha sido imitada una y otra vez
por los compositores de soundtracks para el género de aventuras, igual que el
fascinante filme al que acompaña, que yo vi por primera vez siendo un mocoso en un reproductor de vídeo Betamax.
LA IMPERIOSA NECESIDAD.
Hace 16 horas
1 comentario:
sí señor, una gran pieza
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