domingo, 9 de junio de 2013

AMBICIÓN

La ambición, en una proporción razonablemente generosa, constituye uno de los ingredientes estrella del cóctel de la vida. Cualidad con dos caras de la moneda (en forma de virtud y de defecto) e íntimamente relacionada con la autoestima, fue socialmente ensalzada en el pasado incluso reciente, pero hoy en día se tiende a confundir con la avidez, y se encuentra deslustrada al menos de boquilla en esta sociedad ñoña y formalmente igualitaria. 

La delgada línea roja que separa la ambición personal legítima de la codicia de las aves trepadoras hay que buscarla en el derecho que todos tenemos a recoger el fruto de nuestro esfuerzo y a marcarnos objetivos ajustados a nuestra capacidad. El problema fronterizo surge de lo mal que solemos autoevaluarnos, incurriendo en modestias paralizantes o en soberbias ciegas que nos llevan a derrochar energías inútilmente. 

Solo aquellos que conozcan bien sus talentos y limitaciones, sean honrados consigo mismos y tengan el respeto al prójimo como bandera o como freno, podrán ser ambiciosos sanos, de esos que dejan volar sus sueños y luego se lanzan a cumplirlos.

9 comentarios:

nago dijo...

Temo al paso del tiempo. A aquellas oportunidades con fecha de caducidad. A las que la edad pone freno y por mucho que uno se empeñe y luche y se sienta capaz, ya no logrará.

Para todo lo demás...la satisfacción (o el consuelo) por lo logrado.

p.d. es que hoy me he levantaooo... y no me_hea_costaoooo...(ver la vida) mú flamencaaaa... y optimista :))

FeliZzzzzzz... domingo a todos!!!

nago dijo...

... y realista.

C. S. dijo...

Lo mejor que uno puede ambicionar es no ambicionar nada. ¡La de problemas, envidias, sinsabores, desengaños y humillaciones de los que uno se libera! Lo otro, siempre serán cosas que nos dejan, una vez conseguidas un agujerito que es imposible rellenar

Brisa dijo...

Qué sería de la vida si no tuviéramos ambiciones!
En la medida en que uno se abra paso sin "pisar cabezas" ni avasallar a los demás, lo encuentro legítimo y me parece inclusive muy sano.

Me gustó mucho eso de dejar volar los sueños y lanzarse a cumplirlos. Es que hay satisfacción más grande que mirar hacia atrás y ver esos sueños hechos realidad? Sin sueños ni ambición que nos mueva a concretarlos la vida sería tan poco digna de ser vivida.

Buen lunes!

Aprendiz dijo...

Me ha gustado mucho, es verdad que hoy en día la ambición es solo negativa. Yo me considero bastante ambiciosa, tengo altas miras, pero reconozco que soy bastante floja, sin embargo, si no fuera así de ambiciosa, acabaría siendo como es mucha gente, acomodada. Al menos cuando uno tiene ambiciones tiene algo por lo que esforzarse.

Zorro de Segovia dijo...

Impresionante ayer Nadal:

“No creo en grandes euforias ni en grandes dramas”, dice en la hora del éxito, sentado junto a la Copa, al hablar de su visión de la vida de un deportista.

“Cuando voy a entrenarme no voy a entrenarme por entrenarme, sino con una meta. Hay cosas que no sé si podré hacer, pero de lo que sí estoy seguro es de que puedo intentarlo.

El deporte sin metas es estúpido”, explica sobre sus ambiciones pasadas, presentes y futuras. “Soy una persona positiva, pero las dudas son parte de la vida. Los que no tienen dudas son muy arrogantes, nada está claro en este mundo”, recuerda sobre los meses que se pasó en el dique seco. “Hay que disfrutar las situaciones difíciles, los problemas, el salvar situaciones duras, encontrar soluciones para problemas. Es lo que hace el deporte especial”

La lozana andaluza dijo...

Bueno yo nunca he tenido ambición,y soy una persona bastante conformista con lo que me toque vivir,sobre todo porque es dificil cambiarlo,aún así creo que la vida me ha dado mucho mas de lo que merezco,por lo que creo que la suerte la tiene la persona,no lo que mueva para conseguirla,yo estoy totalmente convencida,y me considero muy muy afortunada,para no tener ambicion ninguna.

Al Neri dijo...

Gran campeón Nadal, Zorro, muy buen tío.

Clave lo que dice la señorita Aprenidz: por muy flojos que seamos y pocas capacidades que tengamos, si no nos acomodamos y tenemos metas siempre conseguiremos más que abandonándonos.

Aprendiz de brujo dijo...

Yo, en este caso estoy en la línea de C.S y Lozana. Mejor no ambicionar demasiado, si acaso superarse un poco cada día. Me gusta el espíritu del atletismo en este caso, deporte en el que se valora mucho la superación de la propia marca.
Sin embargo yo me doy cuenta de que voy a peor.