Existe en nuestras sociedades una fobia generalizada a los “echufados”, sin que, sin embargo, esté muy claro el concepto. Por una parte casi nadie reconoce jamás haber sido beneficiado por un enchufe, pero a la vez es muy habitual calificar de enchufado a quien ha obtenido una ventaja o un beneficio (normalmente en el ámbito laboral) en vez de nosotros, aunque se haya obrado de la manera más equitativa. Abundantísimos son también los que critican con fiereza a quienes aceptan contratos, nombramientos o ascensos para desempeñar responsabilidades que a todas luces les quedan grandes cuando ellos mismos también habrían aceptado entusiasmados teniendo aún menos aptitudes.
No creo que nadie esté en condiciones de discutir que en el ámbito de la empresa privada rige una libertad de contratación absoluta y que resulta más complicado hablar de favoritismos. Un empresario ficha a quien le da la gana y con los criterios que considera oportunos. Es él quien se juega los cuartos y por tanto él sabrá si le conviene contratar a un mudo para atender el teléfono por muy sobrino suyo que sea, o ascender a directora de ventas a la maciza sin dos dedos de frente que se está cepillando después del curro. Quiero decir que en el sector privado parece más difícil lanzar reproches al contratador, ya que es él el dueño del chiringuito y, en principio, tiene derecho a meter a quien le apetezca a trabajar en la que no deja de ser su casa. Por otra parte, la recomendación es el modus operandi habitual en la selección de personal en la mayoría de empresas españolas, sin que ello me escandalice lo más mínimo.
Esto no quiere decir que en las empresas no haya amiguismos intolerables, solo que se dan más en los ascensos que en las contrataciones. A la hora de ascender a un empleado, saltarse reglas, escritas o no; principios éticos elementales; antigüedades (en ciertos casos) y méritos evidentes, actuando de forma subjetiva con total desprecio hacia la capacidad y la profesionalidad del resto de trabajadores con expectativas legítimas de promoción, debe considerarse una conducta muy grave aunque la protagonice el propio dueño de la compañía.
En las Administraciones la cosa parece más meridiana tanto en el acceso como en la promoción. En este caso, como el sector público pertenece a todos los españoles, todo el mundo tiene derecho a acceder a los puestos de trabajo disponibles de acuerdo con los principios de igualdad, mérito y capacidad. Por eso mismo, cualquier chanchullo tendente no solo a manipular procesos selectivos de concurrencia pública, sino a facilitar vías de contratación alternativas y flexibles (sin oposición ni concurso), es, además de una infamia, una infracción del ordenamiento jurídico, se castigue o no en función de oscuras conveniencias. Con los ascensos en la Administración pasa parecido, ya que, con algunas excepciones de las que naturalmente se ha abusado hasta el límite, el cauce habitual de promoción es el concurso de méritos, y no es de recibo poner a los colegas, a los afines políticamente o a los más serviles en los puestos que le parezcan al mandamás de turno, burlando el procedimiento a seguir y perjudicando el derecho de otros muchos empleados.
Por último, partiendo de que a cualquiera nos rebela ver a un sujeto gozando de un sueldo o de unas prebendas a los que jamás habría accedido sin ser amigo del jefe, con menoscabo a otras personas mucho más preparadas, me gustaría lanzar dos preguntas concretas que a mí a veces me han dado qué pensar:
1.- ¿Es igual de injusto dar un puesto a dedo, a un amigo, saltándose a la torera todo procedimiento y expectativa ajena, si el beneficiado es una persona brillante y sobradamente capaz de realizar esas funciones y así lo demuestra desde el primer día? (Porque a veces parece que lo que cabrea de los enchufes es que se ponga a inútiles en puestos de responsabilidad)
2.- ¿Son igual de culpables el enchufador y el enchufado? O mejor dicho: ¿hasta qué punto es responsable el enchufado de este tipo de situaciones tan indeseables? ¿De verdad puede exigirse moralmente a alguien, y más en estos tiempos, el gesto “honrado” de rechazar un puesto o un ascenso solo porque “hay gente mejor preparada y no quiero perjudicarla”? Quizá es muy noble rechazar un trabajo por saberse incapaz de desempeñarlo, pero parece de necios hacerlo pensando en no dañar a los más aptos cuando no está garantizado que cogerán a uno de ellos si uno rehusa.
15 comentarios:
gracias por animarnos a participar caballero. Entiendo que ambas preguntas se refieren a la empresa pública y le respondo al efecto.
Pregunta 1: Si ese candidato es el idóneo, sin duda superará al resto en un concurso abierto al mérito, así que veo igual de injusto coger a un inútil que a un crack. Ahora bien, si el enchufador es también un lerdo integral, seguramente su elección tampoco será muy juiciosa, y quizá tome a un Godoy por un Álvaro de Luna.
Pregunta 2: el enchufador es responsable, pues es quien en ese momento tienen una obligación de cumplir la ley. Sólo haría la excepción de cargos de especial responsabilidad, donde la aceptación de un cargo para el que no estamos preparados puede devenir en grave perjuicio para la sociedad.
Gracias, Zorro de Segovia. Ambas preguntas se refieren tanto a lo público como a lo privado, pues en ambos sitios pueden darse favoritismos injustos.
Yo creo que habria que distinguir entre 2 tipos de enchufismo:
El tipico concepto, enchufismo entendido como favoristismo a amiguetes o familiares sin talento o capacidades para el puesto: Ese es el enchufe claramente injusto, en especial cuando a quien se contrata es un notorio inutil, que de otra manera quien sabe donde estaria. En esta categoria se encuentra a muchos altos cargos de las administraciones publicas espanolas (normalmente seleccionados a dedo cuando sale algun concurso profesional, que no oposicion). Generalmente ademas, se trata de gentuza incompetente que adopta posturas de "rico nuevo" y todo porque pertenecian al sindicato "correcto", o a algun partidillo/lobby.
Luego se encontraria un utopico (por inexistente) favoritismo selectivo -legitimo- en el que ciertos criterios se tienen en cuenta a la hora de elegir entre candidatos de cualidades y capacidades semejantes.
Esos criterios, en un mundo mas justo, deberian ser primeramente la NACIONALIDAD y la RELIGION. Por ejemplo, a la hora de contratar a un portero de una finca, yo veo mejor que se contrate a un espanol que a un extrajero (por muy legal y honrado que sea). Lo mismo aplica para cualquier tipo de trabajo, claro esta.
Por tanto veo bien el segundo tipo de enchufismo (maxime si hay familia o parroquia comun de por medio).
Lo que no es de recibo es casos como el que presencie tiempo atras (cuando yo era catolico y vivia en Espana) en un colegio catolico espanol, donde habia una maestra dominicana (o de un pais de esos) habiendo como habia tanto titulado de maestro nativo en paro, o que los limpiadores de dicho colegio fueran mahometanos, moros. Si, si, como dije, se trataba de un colegio "catolico". Eso en mi opinion es un agravio comparativo y un insulto que clama al cielo, ya que estoy seguro que habria espanoles que harian tan buen trabajo o mucho mejor). Ahi si estoy de acuerdo en que cada uno ayude a los suyos, sin complejos.
A la primera pregunta: en una empresa privada pueden hacer lo que quieran los que la conducen, es privada. Si se dedican a promocionar a insolventes, ya lo acabarán pagando.
En una institución pública: hay plazas de libre designación, de carácter temporal. Como indica el nombre, pueden nombrar a quien quieran. Es posible que las ocupen auténticos indigentes profesionales, y en este caso lo pagaremos todos, desgraciadamente.
Las plazas públicas que no son de libre designación solo pueden ocuparse mediente procedimientos establecidos: oposiciones, concursos de méritos, etc. Es aquí donde el enchufe no puede admititse bajo ningún concepto.
A la segunda pregunta, la responsabilidad de colocar a un enchufado es exclusivamente del enchufador. Por más presión que haya recibido, la decisión ha sido suya.
Yo creo que confundimos confianza, con compromiso.
Tanto en la empresa pública como en la privada la confianza es un valor, y un criterio muy legítimo para contratar.
Trueno, recuerda que cualquiera podemos dar con nuestros huesos en el extranjero; y no nos gustaría que nos discriminaran sin más por razón de nuestra ideología, religión o nacionalidad.
Si un moro se adapta a los usos horarios, costumbres de un lugar; y cumple bien con su cometido, yo no miraría más allá. El problema puede surgir si no se adapta.
Yo reconozco que no contrataría a un gitano,(porque a día hoy no tengo fe en su capacidad de adaptación) pero a un extranjero o hindú o testigo de Jeova o cristiano ortodoxo, por el hecho de serlo...Por qué no?.
Este verano en Londres me sorprendió ver a muchas moras de dependientas en tiendas de ropa. No parecía que lo hicieran mal.
A mi desde luego el que me cabrea es el enchufismo a paletos e inútiles. Me irrita sobremanera.
Como comenta el Sr. Neri, esto en el ámbito privado debería jugar en perjuicio del mismo contratador, pero los casos que me han tocado cerca no han sido así, ya que el "director" no era el dueño, si no el gerente de la empresa, rodeado de familiares en los altos cargos (aunque no haya trabajo que realizar y sean "puestos fantasma") que paga el verdadero dueño-empresario desde el extranjero.
Totalmente en contra del comentario del Capitán Trueno: ya lo siento pero el "favoritismo selectivo -legítimo-", como lo define, que para usted consiste en nacionalidad y religión, puede ser, para el vecino de arriba, "pertenecer al sindicato "correcto", o a algun partidillo/lobby", como dice con despectividad en el párrafo inmediatamente anterior. Y para mí, el sexo y el color de los ojos. Por decir algo.
Me ha tocado hacer las maletas y buscarme la vida en el extranjero y agradezco que se me haya valorado y se me hayan dado oportunidades y ascensos por mis méritos y mi capacidad, por encima de compañeros del país, sin tener en cuenta mi nacionalidad, mi sexo, mi estado civil, mi color de ojos ni mi inexistente religión. Algo que dudo que hubiera ocurrido si hubiera sido inmigrante somalí en España, la verdad. Pero hay tanta gente que se pasa como gente que se queda corta, así que quien sabe. Lo que tengo claro es que aún queda mucho por hacer en este tema.
Ahora bien, a la hora de contratar confieso que no me parece nada del otro mundo (e incluso me parece legítimo) que un empresario fiche a alguien por "recomendación", esto es: tener un conocido (o que un buen empleado tenga un conocido) con las aptitudes que se buscan. Entiendo que de más confianza que contratar a una persona totalmente desconocida y ajena a la empresa. Repito, no estoy refiriéndome a paletos integrales, si no personas adecuadas para el puesto, pero al fin y al cabo es enchufe también. Supongo que con esto respondo a la primera pregunta del Sr. Neri, aunque dejo fuera del saco el ámbito público para el que no acepto ningún tipo de enchufe ni de "recomendación".
En cuanto a quién es culpable, en mi opinión es el empleador sin duda, que es quien pone al "enchufado" en el brete de tener que rechazar el puesto o aceptarlo aún a sabiendas de que no lo merece. Hará un feo por decir que no (¡qué desagradecido!), y si dice que sí, habrá que ver qué opinan sus compañeros...
Aprendiz, quiero que no te tomes a mal lo que voy a tratar de explicarte lo mejor que puedo. Entiendo tu punto, muy respetable, pero necesito explicarme mejor.
A lo que me refiero es que en un mundo mas justo, la gente deberia ayudar a los suyos, y las cosas irian mejor. Por ejemplo, los moros se ayudan entre si,los gitanos y judios igual. Y los catolicos? (Caritas me viene a la cabeza, no se por que) Los catolicos ayudan a "to' quisque".
Yo ahora no soy catolico,por lo cual no veo mal que se diera prioridad a catolicos para un puesto de trabajo en un lugar explicitamente confesional catolico, NO ALTAMENTE ESPECIALIZADO (y entre los especialistas, seguro que tambien los hay catolicos, de hecho). En aquella epoca, yo como fiel catolico-apostolico-romano, me senti fatal, claro esta. Pero no pretendi entonces que me hicieran portero de una mezquita, ya que seguro habia muchos moros dispuestos a hacerlo...y mejor que yo.
Respecto a mi situacion como emigrante, no es extrapolable por varias razones:
1-EE.UU. no tiene un paro bestial desde epoca de Don Pelayo, como sucede en Espana. Aqui, hasta el 2007 habia casi pleno empleo.
2-EE.UU. es un pais fundado por y para emigrantes (aunque algunos por estos lares parecen olvidarlo).
3-Yo trabajo en un puesto en el que el dominio perfecto del Espanol es requisito. Modestia aparte, muy pocos americanos pueden presumir de un Castellano peninsular como el que yo hablo. O sea, mi puesto es ALTAMENTE ESPECIALIZADO. Y aun asi, me las he visto jodidas para conseguirlo, vamos, que nadie me ha enchufado, ni me ha regalado nada.
4-La empresa privada no deberia hacer lo que le salga del gorro y contratar a "Tinin' o a Perico, porel hecho de ser recomendados, porque aunque su forma de constituirse es privada, cumplen una importante funcion publica, que afecta a la sociedad entera.
Por esa razon, en USA el gobierno se mete y obliga a las empresas u organismos privados a contratar a gente del pais primeramente, y a poner un anuncio por un cierto tiempo a tal efecto. Si pasado ese tiempo, el trabajo no es cubierto por un nativo, entonces se llama al emigrante. Asi funcionan las cosas aqui, y sinceramente, aunque me jode como emigrante, reconozco que es un sistema mas justo, que ojala copiaran los filantropos-salvamundos en Espana.
Recibe un cordial saludo.
Virginia, le respondo a sus comentarios:
"Totalmente en contra del comentario del Capitán Trueno: ya lo siento pero el "favoritismo selectivo -legítimo-", como lo define, que para usted consiste en nacionalidad y religión, puede ser, para el vecino de arriba, "pertenecer al sindicato "correcto", o a algun partidillo/lobby", como dice con despectividad en el párrafo inmediatamente anterior. Y para mí, el sexo y el color de los ojos. Por decir algo."
La diferencia es que son situaciones distintas. Ud. se refiere al ambito publico, donde normalmente se contrata a incompetentes para tareas que les vienen grandes. Yo me referia, fundamentalmente, al ambito privado, donde una institucion CONFESIONAL contrata a gente de otra religion y de otros paises, olvidando que teoricamente al menos, el hermano mas "projimo" es aquel que pertenece a tu fe, y en segundo lugar a tu pais. "La caridad empieza por uno mismo" tambien es un refran cristiano, por cierto. Y ojo, para tareas no excesivamente especializadas (que exijan, por ejemplo, el dominio del Tamazig o Arabe, o el toque de tambor dominicano), y para las que la cola de desempleados, capaces y del mismo pais y religion dan 3 vueltas a la ciudad de Madrid.
Por lo demas, estoy de acuerdo contigo en que no deberia haber enchufes a paletos en la admon. publica. Pero los hay, y a patadas. Sorry.
"Me ha tocado hacer las maletas y buscarme la vida en el extranjero y agradezco que se me haya valorado y se me hayan dado oportunidades y ascensos por mis méritos y mi capacidad, por encima de compañeros del país, sin tener en cuenta mi nacionalidad, mi sexo, mi estado civil, mi color de ojos ni mi inexistente religión. Algo que dudo que hubiera ocurrido si hubiera sido inmigrante somalí en España, la verdad."
Ya. Pero Ud. emigro legalmente, me imagino, y seguro que al igual que yo en los USA, tuvo Ud. que demostrar extra valia para conseguir un puesto.
La situacion del 90% de "inmigrantes" que hay en Espana (la mayoria ilegales a los que espana les da igual) no es homologable. El somali al que aludes probablemente solo piense en como robar al cristiano blanco que primero se ponga a tiro.
En lo demas, le remito a mi comentario a Aprendiz de Brujo, donde explique mis puntos.
Un saludo.
A ver,yo tengo un trabajo y entré por enchufe lo cual no me da ninguna verguenza confesar,¿debo sentirme mal?,¿debo dejar mi puesto para que lo ocupe otro,que quizás también entre por enchufe?,¿debo dejar de pagar mis facturas y acabar debajo un puente y acudiendo a comer a cáritas cada día?,pues va a ser que no,es mas esté bien o mal creo que soy una priviligiada por haber optado a ese puesto y tener mas o menos la vida resuelta que tal y como están hoy las cosas es como si me hubiese tocado la lotería,yo creo que cada uno debe coger lo que se le ofrece,yo no me siento para nada culpable de que esa persona me lo ofreciese,sin ni siquiera haberselo pedido,digo yo que en algún lugar aunque sea recóndito vió mi valía,pues eso.
Estimado Capitán Trueno, vuelvo al ruedo:
No me había planteado el tema de la institución confesional. Supongo que visto así, tiene sentido. Sin embargo y pese a todo... si yo fuera el empresario, contrataría a quien más experiencia pudiera aportar en el puesto, ya sea como limpiador o como maestro. Probablemente, dejado un poco de lado lo demás. ¡Qué capitalista!
Lo de "demostrar valía extra" no sé como se hace. Digo yo que la valía para un puesto, durante una entrevista, o se tiene o no se tiene (o se miente al respecto). En cuanto a después, no, tampoco he trabajado horas extra, ni me he esclavizado. Así que no tengo muy claro a qué se refiere :)
Efectivamente, soy legal, pero si en mi país no tuviera oportunidades para vivir mi vida con la dignidad que considero apropiada y no consiguiera un permiso para salir, le advierto que todavía no han construido leyes lo suficientemente altas para detener mis pies. Y sinceramente no creo que mi primer impulso fuera robar al primer cristiano rubio que se me pusiera a tiro :) Eso sí, antes de que me lo diga (que le veo venir...), le doy la razón en que la integración, o mejor dicho su prácticamente absoluta inexistencia, es un caldo de cultivo fantástico para la delincuencia.
En cuanto a “ayudar a los míos”... ¡ay, no sé cómo transmitirle cuan hondo me ha llegado este comentario! ¡Al alma! (si es que no carezco ya de ella). A patadas los hay, por estos lares. Yo creo que lo dice porque allá donde está usted, hay poca emigración de compatriotas, y tiende a sentir simpatía. No es mi caso. MUCHA gente se me acerca con la pretensión de que les ayude por el mero hecho de ser españoles (lea cristianos, si le parece mejor, que también he tenido un par). Muchos, “viva la vida” a los que de estar en España, les diría eso de “quita bicho”. Otros (aún peor me sienta) que a la legua se ve que sólo tienen intención de relacionarse con españoles (se acercan a mí pero ignoran abiertamente a mis compañeros hasta la falta de educación) y/o darse la fiesta. O que ni hablan papa de inglés, ni lo planean, “¿qué **** me pides que haga por ti”, me dan ganas de decir, “si tú mismo no haces el mínimo esfuerzo?”. Gente que espera hacer amistad con algún español que les resuelva la vida sin mover un dedo. Le repito (escalofriante): son la MAYORÍA. Pueden irse por donde vinieron. Dan mala fama al colectivo inmigrante español. Hasta el punto he llegado, mire lo que le digo, de hablar en inglés con mi pareja cuando en algún organismo público nos hemos visto rodeados de hordas de mis allegados, comentando y consultándose alegremente entre ellos las ayudas que van a pedir para vivir del gorro sin trabajar. “Qué suerte, Mengano, que nos encontramos en el avión y nos explicaste cómo pedir ésto; a ver qué nos dan”, me tocó escuchar la última vez que visité el Ayuntamiento. Vergüenza es lo que me dan a mí, una vergüenza honda y triste. Me da igual que los moros se ayuden entre sí, yo no pienso ayudar a ninguno de estos jetas. Tampoco lo haría en mi país. No son “de los míos”.
En cuanto al funcionamiento de USA, que no tengo ni idea, me pregunto si el estado obliga a contratar a la persona nacional (si tiene poder de decisión), o si, aunque tengan preferencia los nacionales, es la empresa la que decide si el nacional que se presenta a la entrevista se adecúa al puesto o no. Porque si es la empresa la que decide, al final es más o menos lo mismo, ¿no?. Quiero decir, que contratará a quien le de la gana, por más que tenga obligación de poner un anuncio durante cierto tiempo.
A Lozana andaluza. Si alguien se acuerda de ti porque reúnes los requisitos adecuados para desempeñar el puesto muy bien, y así lo haces, ¿qué más dará que seas tú o cualquier otra persona igualmente cualificada? A mí esto de las recomendaciones (en empresas privadas) no me parece nada del otro mundo, siempre que se trate de personas competentes para el puesto.
A pasar buen día, y perdón por el tocho! Me he quedado a gusto... :)
Muy interesantes todas las experiencias que han contado ustedes. Muchas gracias.
Me ha parecido muy enjundiosa la aportación de Aprendiz de brujo sobre la confianza. ¿Qué pasa si el que tiene que contratar no se fía un pelo de los objetivamente mejor preparados para el puesto y prefiere apostar por la confianza antes que por la preparación técnica, que, al fin y al cabo, puede llegar a adquirirse?
Virginia, voy a hacer unas ultimas apostillas sobre varios puntos que Ud. ha senalado. Ud. dice:
"Si yo fuera el empresario, contrataría a quien más experiencia pudiera aportar en el puesto, ya sea como limpiador o como maestro. Probablemente, dejado un poco de lado lo demás. ¡Qué capitalista!"
Y estarias, como capitalista, en tu perfecto derecho. Y tambien serias una mala cristiana. Lo siento. Por otro lado, como dije en mi anterior comentario, ESTOY SEGURISIMO QUE HAY ALGUN CATOLICO entre los solicitantes, haria tan buen o mejor trabajo como los no catolicos. Hay cientos de miles de catolicos titulados o no, en paro. Creeme.
Ud. dice: "Lo de "demostrar valía extra" no sé como se hace. Digo yo que la valía para un puesto, durante una entrevista, o se tiene o no se tiene (o se miente al respecto). En cuanto a después, no, tampoco he trabajado horas extra, ni me he esclavizado. Así que no tengo muy claro a qué se refiere :)"
Quiza viva Ud. en Inglaterra u otro pais de la UE, o mas facil de inmigrar. Pero le aseguro que aqui a los inmigrantes (legales, ojo) nos ponen el liston muy alto y debemos demostrar no horas extra (que yo no hago practicamente, y si las hago, me las pagan muy bien), sino en habilidades, titulaciones y experiencia superiores a las de un nativo. Tienes que sobresalir, vamos. Ser ESPECIALISTA o CUALIFICADO. Y no, yo no emigre para esclavizarme. Vivo muy bien aqui, gracias a Dios. Para esclavos, con todo respeto, en Espana, con sus jodidas ETTs...y quiza en el propio pais en que vives.
En cuanto a ilegales e integracion, la integracion es clave como dices. Es lo que me diferencia a mi -integrado, respetuoso con la ley, las costumbre y la gente de aqui- de la morralla tercermundista (con honrosas excepciones, que las hay) que lleva llegando a Espana desde hace 15 o mas anhos.
En cuanto a quienes son los mios, le explico, y le doy la razon: Los espanoles en el extranjero suelen crear "colonias de compadres" que no se integran con otra gente. Yo tengo amigos portorriquenos, mejicanos, americanos anglos, rumanos, etc. Y ayudaria antes a cualquiera de ellos, especialmente si es cristiano ortodoxo, antes que a la mayoria de mis compatriotas (aunque tambien hay excepciones notables, claro). Me referia, en definitiva, a ayudar al Espanol antes que al extranjero EN ESPANA, y sobre todo a ayudar primero al hermano en la Fe, sea esta la que sea.
Con respecto a la prioridad a los nacionales en USA, le cuento: El pretendiente extranjero DEBE por ley, poner un anuncio el, o su futuro empleador, por creo que son 15 dias, en un medio publico de comunicacion. Si al final ningun nativo se adecua, el extranjero puede optar al trabajo. Si no se admite a un nativo, y se ve que esta cualificado, el nativo puede demandar a la empresa, y el Departamento de Trabajo abre un expediente, y se caga la perra.
Esto no es Espana y sus chanchullos, no.
Pase un buen dia tambien! :)
Pues yo solo digo una cosa: el candidato moreno a Vicario de Cristo en la tierra está arrasando en la encuesta; y doy mi palabra de escaso honor de que un servidor solo ha votado una vez, (al moreno, por supuesto).Reconozco que mi voto se ha guiado por criterios estéticos, (creo que ninguno tenemos elementos de juicio mínimos, para optar por unos u otros).
El contraste maquelelesco-tenebrista del negro zahino con el cremicromatismo papal, me parece muy llamativo.
Jajajajaja! Muy buen apunte, Aprendiz! Ciertamente es una perspectiva interesante la tuya.
Bueno, yo, aunque no sea catolico, he votado tambien, y lo hice por el moreno tambien, jaja. Quieras que no, los obispos africanos suelen ser de lo mas conservador de la iglesia catolica.
Saludos!
No lo sienta, Capitán Trueno, que no practico ninguna fe. Quizás el capitalismo, vistos mis comentarios jaja ;)
Efectivamente aquí en Escocia la inmigración es fácil y la mezcla racial elevada. Y otra cosa en la que lleva mucha razón es que España ha tenido mayormente una inmigración de mano de obra pobremente cualificada, es una pena.
En cuanto a la cuestión planteada por el Sr Neri y Aprendiz de brujo, a mi me parece perfectamente legítimo contratar en base a la confianza. De hecho, creo que es lo que sucede normalmente; si no, con leer los currículums sería suficiente para llevar un proceso selectivo totalmente objetivo. Digo yo que también habrá gente muy bien preparada pero muy poco dedicada, muy jeta, que te da mala espina o que es marrullera. Y si una empresa está dispuesta a invertir en la formación de una persona (que al fin y al cabo es lo que va a suceder, porque esa persona no será productiva durante un tiempo) a mi me parece bien. Estoy pensando que de hecho, ojalá lo hicieran más empresas, para dar posibilidades de especializarse en nuevos campos. A veces es tan difícil moverse a otras áreas también muy interesantes, si se tiene poca experiencia previa...
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