viernes, 2 de noviembre de 2012

REGLA MARXISTA

La semana pasada escuché sin querer una conversación de trabajo que no iba conmigo pero en la que se dijeron algunas cosas muy interesantes que no me resisto a poner aquí. No sé muy bien qué tema se estaba tratando, pero en un punto de la charla uno de los participantes, el gerente de una prestigiosa empresa privada de Madrid que presta sus servicios en toda España, sacó a colación y comentó la conocidísima frase de Karl Marx:

Dé cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad.

El gerente, un tipo sin un pelo de tonto, explicó que desde el momento en que en la URSS y en las “democracias populares” de su entorno se implantó esta regla distributiva, todos los ciudadanos, por arte de birlibirloque, empezaron a perder su capacidad de trabajo y a tener todo tipo de necesidades. En todos estos regímenes los trabajadores más cualificados tendían a obtener un bajo rendimiento debido a su falta de motivación y, al mismo tiempo, se desarrollaba la picaresca y hasta surgían mafias para acreditar los más diversos estados de necesidad individual o familiar.

En román paladino: Cuando por razones mal entendidas de generosidad o de justicia, quien trabaja duro obtiene al final los mismos o incluso menos beneficios que quien no da palo al agua, al final aquel deja de esforzarse instintivamente. Y aunque no es exactamente lo mismo, cuando alguien con una gran capacidad de trabajo recibe el mismo premio por su labor que otro que no la tiene, el más capaz tenderá a abandonarse y a perder todo interés por demostrar su competencia.

Léase no solo en relación con el mundo laboral, sino con el sistema educativo y con cualquier otro aspecto de la vida.

3 comentarios:

C. S. dijo...

Sólo que la frase no es de Marx, es de San Buenaventura glosando la carta a los Romanos

Al Neri dijo...

¿De San Buenaventura Durruti? ;-) No tenía ni idea de su origen, C.S., pero es una idea repetida mil veces por el marxismo.

tomae dijo...

Dé cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad.

Para mi la clave está en la "coma" Sr.Neri, así nos encontramos con una frase subordinada donde el objeto de dar se encuentra explicado en la segunda frase "...según su necesidad"

La primera frase "según su capacidad" me recuerda a la parábola de los talentos, con lo que podríamos decir aquello de que hiciste con tus capacidades respecto a los demás ...

Aunque no tengo claro si es "a cada uno" tiene que incluir a uno mismo (quizá por aquello de que la caridad empieza por ...) y puede que aquí radique la cuestión del reparto.

De todas formas utilizar esos silogismos para organizar cualquier tipo de ámbito puede llegar a ser peligroso ... otra cosa es el comportamiento individual de cada uno así como sus capacidades y necesidades que para ello Quién las dio sabe mejor que nadie como las utilizamos.

Saludos.