Mañana tendrá lugar en el Campo Grande de Valladolid un acontecimiento muy importante para la Iglesia, para la Compañía de Jesús y para nuestra ciudad: la ceremonia de beatificación del Padre Bernardo F. de Hoyos, S.I., más conocido como el Padre Hoyos. El acto será presidido por el Arzobispo Prefecto de la Congregación para las causas de los santos y contará con la presencia del Nuncio apostólico en España, del Prepósito general de los jesuitas, de decenas de obispos y arzobispos, y de más de 700 sacerdotes y unos 20.000 fieles de todo el mundo.
Tras un largo y complicado proceso cuyo inicio se remonta a finales del siglo XIX, en enero del pasado año el Santo Padre reconoció el milagro de su curación de una joven desahuciada por tifus, salvándose así el último trámite para hacer efectiva la beatificación de este ejemplar jesuita que se celebrará mañana.
El padre Hoyos fue un joven sacerdote vallisoletano que en los albores del siglo XVIII descubrió, gracias a un libro, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y después de aparecérsele Nuestro Señor el 14 de mayo de 1733 y siguiendo sus instrucciones, dedicó su corta vida (murió con 24 años) a propagar con entusiasmo por España y por todo el mundo este culto, hoy de tan honda tradición en nuestro país y en Hispanoamérica.
En su aparición, Jesucristo manifestó al que será beato a partir de mañana: “Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes”, premiando así sin duda la inconmensurable labor histórica de nuestra Patria en favor de la Fe Católica.
La primera novena que celebró el Padre Hoyos en honor al Sagrado Corazón se celebró en nuestro querido Santuario Nacional de la Gran Promesa en 1735.
Quiero manifestar mi alegría por este reconocimiento hacia un hombre ejemplar en la Iglesia como el Padre Bernardo, por el que muchos sentimos devoción desde hace muchos años.
Tras un largo y complicado proceso cuyo inicio se remonta a finales del siglo XIX, en enero del pasado año el Santo Padre reconoció el milagro de su curación de una joven desahuciada por tifus, salvándose así el último trámite para hacer efectiva la beatificación de este ejemplar jesuita que se celebrará mañana.
El padre Hoyos fue un joven sacerdote vallisoletano que en los albores del siglo XVIII descubrió, gracias a un libro, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús y después de aparecérsele Nuestro Señor el 14 de mayo de 1733 y siguiendo sus instrucciones, dedicó su corta vida (murió con 24 años) a propagar con entusiasmo por España y por todo el mundo este culto, hoy de tan honda tradición en nuestro país y en Hispanoamérica.
En su aparición, Jesucristo manifestó al que será beato a partir de mañana: “Reinaré en España y con más veneración que en otras muchas partes”, premiando así sin duda la inconmensurable labor histórica de nuestra Patria en favor de la Fe Católica.
La primera novena que celebró el Padre Hoyos en honor al Sagrado Corazón se celebró en nuestro querido Santuario Nacional de la Gran Promesa en 1735.
Quiero manifestar mi alegría por este reconocimiento hacia un hombre ejemplar en la Iglesia como el Padre Bernardo, por el que muchos sentimos devoción desde hace muchos años.
6 comentarios:
Allí estaremos.
...bajo el agua, me temo.
Tengo entradas para la zona más próxima al altar... (es que algunos tenemos nivelón, ñej, ñej).
Que lo disfruteis. Muchos os acompañaremos en la distancia.
Yo seré uno de esos "muchos" ...
"Cor Iesu sacratissimum, miserere nobis!".
Felicidades a tod@s los pucelan@s por la fiesta de mañana del P. Hoyos... y os animo a visitar el Santuario de la Gran Promesa. "Construido a principios del siglo XVII. Era el templo para el público del antiguo colegio de Jesuitas, S. Ambrosio. El 14 de mayo de 1733, el Beato Bernardo Francisco de Hoyos, en el presbiterio de este templo, recibió del Corazón de Jesús la Gran Promesa: “reinar en España y con más veneración que en otras partes”. Expulsados los jesuitas de España en 1767, el templo se convierte en parroquial (S. Esteban). En 1933 (2º centenario de la Gran Promesa) pasa a ser Templo Expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús. El 15 de junio de 1941 es consagrado como Santuario Nacional de la Gran Promesa, y el 12 de mayo de 1964 Pablo VI le concede el título de Basílica Menor." http://www.archivalladolid.org/santuario/
¡Quien pudiera estar ahí!
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