(Genco Abbandando y Vito Corleone, fundadores de la Genco Pura Oil Company)
Don Corleone y yo estamos de acuerdo en que la libre competencia económica es muy perniciosa. Una de las cosas que más me gusta de El Padrino es su crítica descarada al liberalismo. El mensaje de fondo parece ser: La democracia y el libre mercado sólo generan mafia y corrupción.
Don Corleone y yo estamos de acuerdo en que la libre competencia económica es muy perniciosa. Una de las cosas que más me gusta de El Padrino es su crítica descarada al liberalismo. El mensaje de fondo parece ser: La democracia y el libre mercado sólo generan mafia y corrupción.
"Finalmente decidió dedicarse al negocio de la importación de aceite de oliva italiano, en asociación con su amigo de la infancia Genco Abbandando. Genco, que tenía experiencia en el asunto, cuidaría del negocio, efectuaría las compras y se encargaría de almacenar el aceite en el local de su padre. Clemenza y Tessio serían los vendedores, irían a todas las tiendas italianas de Manhattan, Brooklyn y el Bronx para convencer a los comerciantes de que compraran aceite de oliva marca Genco Pura. (Con su típica modestia, Vito Corleone se había negado a que el aceite llevara su nombre.) Vito, naturalmente, sería el jefe de la empresa —era quien había puesto la mayor parte del capital—y también intervendría en los asuntos especiales, por ejemplo cuando los comerciantes se resistieran a dejarse convencer por Clemenza y Tessio. En tales casos, Vito Corleone debería emplear sus formidables dotes persuasivas.
Desde entonces, y durante unos cuantos años, Vito Corleone vivió como cualquier pequeño hombre de negocios. Sólo se ocupaba de hacer prosperar su empresa, en aquel país de economía dinámica y en expansión. Era un buen padre y esposo, pero le quedaba poco tiempo para su familia. El aceite Genco Pura se convirtió en el más vendido de los que se importaban de Italia, y el negocio creció rápidamente. Como cualquier buen comerciante, Vito no tardó en comprender las ventajas de vender a precio más bajo que la competencia, con lo que logró que los detallistas compraran más el aceite Genco Pura que cualquier otro. Y al igual que cualquier buen comerciante, empezó a soñar con formar un monopolio y obligar a sus rivales a retirarse del negocio o forzarlos a unirse a él. Sin embargo, dado que había empezado con muy poco capital, que no creía en la publicidad y que, a decir verdad, su aceite no era mejor que el de sus competidores, no podía emplear los recursos corrientes en el mundo de los negocios. Tenía que apoyarse en la fuerza de su propia personalidad y en su reputación de ´hombre de respeto`.
Ya desde muy joven Vito Corleone era tenido por «hombre razonable». De su boca nunca salía una amenaza. Siempre empleaba la lógica, una lógica, por otra parte, irresistible. Siempre se aseguraba de que el otro obtuviera su parte de beneficio. Con él, nadie perdía. ¿Cómo lo conseguía? De forma muy sencilla. Como todos los hombres de negocios verdaderamente listos, sabía que la libre competencia era perniciosa, mientras que el monopolio, en cambio, era beneficioso. Así pues, procuraba conseguir el monopolio. Había algunos mayoristas en Brooklyn, hombres de genio y testarudos que no se avenían a razones, que se negaban a ver, a reconocer el punto de vista de Vito Corleone, aun después de que éste les explicara, detalladamente y con enorme paciencia, sus razones. Con estos hombres, Vito Corleone siempre terminaba haciendo un gesto de desesperación. Luego, Clemenza y Tessio se encargaban de resolver el problema: pegaban fuego a los almacenes o volcaban los camiones cargados de latas de aceite. Un milanés loco y arrogante, con más fe en la policía que un santo en Jesucristo, fue a las autoridades para presentar una queja contra sus compatriotas, infringiendo la milenaria ley de la ´omertà`. Pues bien, antes de que las cosas pasaran a mayores, el mayorista milanés desapareció, sin que nunca volviera a verle nadie, dejando esposa y tres hijos, gracias a Dios ya mayores. Ellos pudieron continuar el negocio de su padre, previo acuerdo con la Genco Pura Oil Company"
Desde entonces, y durante unos cuantos años, Vito Corleone vivió como cualquier pequeño hombre de negocios. Sólo se ocupaba de hacer prosperar su empresa, en aquel país de economía dinámica y en expansión. Era un buen padre y esposo, pero le quedaba poco tiempo para su familia. El aceite Genco Pura se convirtió en el más vendido de los que se importaban de Italia, y el negocio creció rápidamente. Como cualquier buen comerciante, Vito no tardó en comprender las ventajas de vender a precio más bajo que la competencia, con lo que logró que los detallistas compraran más el aceite Genco Pura que cualquier otro. Y al igual que cualquier buen comerciante, empezó a soñar con formar un monopolio y obligar a sus rivales a retirarse del negocio o forzarlos a unirse a él. Sin embargo, dado que había empezado con muy poco capital, que no creía en la publicidad y que, a decir verdad, su aceite no era mejor que el de sus competidores, no podía emplear los recursos corrientes en el mundo de los negocios. Tenía que apoyarse en la fuerza de su propia personalidad y en su reputación de ´hombre de respeto`.
Ya desde muy joven Vito Corleone era tenido por «hombre razonable». De su boca nunca salía una amenaza. Siempre empleaba la lógica, una lógica, por otra parte, irresistible. Siempre se aseguraba de que el otro obtuviera su parte de beneficio. Con él, nadie perdía. ¿Cómo lo conseguía? De forma muy sencilla. Como todos los hombres de negocios verdaderamente listos, sabía que la libre competencia era perniciosa, mientras que el monopolio, en cambio, era beneficioso. Así pues, procuraba conseguir el monopolio. Había algunos mayoristas en Brooklyn, hombres de genio y testarudos que no se avenían a razones, que se negaban a ver, a reconocer el punto de vista de Vito Corleone, aun después de que éste les explicara, detalladamente y con enorme paciencia, sus razones. Con estos hombres, Vito Corleone siempre terminaba haciendo un gesto de desesperación. Luego, Clemenza y Tessio se encargaban de resolver el problema: pegaban fuego a los almacenes o volcaban los camiones cargados de latas de aceite. Un milanés loco y arrogante, con más fe en la policía que un santo en Jesucristo, fue a las autoridades para presentar una queja contra sus compatriotas, infringiendo la milenaria ley de la ´omertà`. Pues bien, antes de que las cosas pasaran a mayores, el mayorista milanés desapareció, sin que nunca volviera a verle nadie, dejando esposa y tres hijos, gracias a Dios ya mayores. Ellos pudieron continuar el negocio de su padre, previo acuerdo con la Genco Pura Oil Company"
15 comentarios:
Lo más interesante del El Padrino me parece que es la negativa de Don Vito a ser un muñeco, un títere que se moviera manejado por otras personas.
Al final creo que es un buen criterio de clasificación para los hombres: los que se dejan manejar por otros (siguen las opiniones que les dan en los medios de comunicación, se rinden ante las adversidades...) y la gente peleona que lucha y no se resigna a vivir como un perro.
Recuerdo cuando Don Vito acude junto a su familia tras matar por primera vez a ese individuo del traje blanco cuyo nombre no recuerdo. Coge a su hijo Michael en brazos, aún un bebé, y en voz muy baja, en siciliano, le dice cuanto le quiere. O vivía como un perro o como un hombre. Eligió lo segundo aunque para ello se viera obligado a hacer cosas malas porque la gente buena, a veces, hace cosas malas.
De todas formas, sr. Neri, habiendo como hay tantos fragmentos de El Padrino, podía haber buscado algo con más chicha. No creo que ustedes estén en contra de la libre competencia por las mismas razones.
A mi la escena que más me gusta de El PadrinoII,(aún no he leido la novela), es aquella en que Vito es despedido por el tendero por indicación de Don Fanuci(el hombre de blanco del subdirector) y rechaza la cesta de comida que su jefe le ofrece como compensación y en señal de afecto. La magia aparece a casa, cuando llega a su casa y le regala una pera a su esposa como quien entrega un tesoro.Esa escena es un compendio de los valores ideales de un hombre: ternura, fortaleza, templanza.Parece que le dijera a su esposa no te preocupes, no pasa nada, no pasareis hambre ni necesidad alguna mientras yo esté a tu lado.Realmente me parece una visión idealizada de un marido, porque en la realidad no abundan.Cualquiera en su lugar hubiera llegado apesadumbrado al hogar a llorar en brazos de su mujer, previo paso por la taberna de los desconsolados.
Por cierto Neri no piensas lo crítico que sería D. Corleone con los hombres que se distraen en su trabajo, o quitan tiempo a su familia por escribir en blogs.
Gran obra, y una de mis favoritas. Debería ser de obligada lectura en todo MBA. También habla de respeto, valores, y por supuesto la familia.
Mi parte es en la que don Vito le aconseja a su protegido se convierta en un gran abogado puesto que 'un solo hombre con una cartera es capaz de robar más que cien armados'. De plena actualidad.
P. D. Siendo muy buena la primera, la película no es ni el 50% del libro.
Muy buena ha de ser la novela para ser 100 veces mejor que la pelicula, cuya primera parte y secuela son tan buenas como el mejor largometraje de la historia.
Pienso como J.F. Sebastián: la novela es muchísimo más interesante que las pelis.
Subdire, claro que no estoy en contra de la libre competencia por los mismos motivos que Vito, ni propongo las mismas alternativas. ¡Sólo faltaba!
Aprendiz de brujo: Seguro que Don Corleone aplicaría un severo correctivo a esos malvados que abandonan a su familia por un blog.
Las escenas que os han gustado son de las mejores. En próximas entregas pondré el extracto correspondiente del libro de las escenas que propongáis, aunque la del Subdire (Vito cogiendo a Michael) y la del Brujo (lo de la pera) no aparecen en la novela.
Nery me vas a terminar de convencer de leer el libro.
Es curioso como un ser realmente despreciable (imaginaos un Don Vito en vuestras vidas acojonandoos, extorsionandoos, usando la violencia más brutal contra vosotros si no os achantáis,...) puede generar tanta admiración. El personaje es simple y llanamente un criminal.
Y Aprendiz de Harry Potter, no has comentado nada de la frase, que como consejo, dice de Don Vito a Michael y que cita Sebastián, "un solo hombre con una cartera es capaz de robar más que cien armados" ;-)
F.A solo se puede decir, aquello que dice Clebarr,- santa verdad hijo, santa verdad.Es una sentencia difícilmente discutible, y como dice Sebastián muy aplicable al tiempo que vivimos.
F.A., como respuesta a tu comentario te pego una frase de Michael Corleone en una conversación con Kay. En la película Kay le responde que no sea ingenuo, que los políticos no son asesinos, y Michael dice: "¿quién es el ingenuo?"
"Tienes una idea muy equivocada de mi padre y de la familia Corleone. Voy a explicarte algo más. Mi padre es un hombre de negocios que trata de ganar dinero para mantener a su familia y ayudar a sus amigos necesitados. No acepta los dictados de la sociedad, porque tales dictados lo hubieran condenado a una vida indigna de un hombre de su inteligencia y personalidad. Lo que quiero que comprendas es que él se considera al mismo nivel que un presidente, un primer ministro, un juez del Tribunal Supremo o un gobernador de cualquier estado. Se niega a aceptar que alguien le imponga su voluntad. No quiere acatar las leyes dictadas por los otros hombres, unas leyes que lo
habrían condenado a ser un fracasado. Ahora bien, su mayor deseo es entrar a formar parte de esa sociedad, pero como miembro poderoso de ella, ya que la sociedad sólo protege realmente a los poderosos. Entretanto, actúa basándose en un código que él considera muy superior a las estructuras legales de la sociedad".
A mí también me da mal rollo la figura de Don Vito, pensar en sus desmanes y abusos, y su desprecio por familias y vidas ajenas a la suya. No me convence su "código superior", sea el que sea.
Aun así, no es el primero ni será el último caso de "malo" al que se coge cariño (ahí está la serie Dexter, por ejemplo, o los pollos del Equipo A: ¿quién les ha dado permiso para entrar en el garaje y hacer un tanque con el coche del abuelo?).
Por los pasajes que nos ha puesto Neri ni siquiera me parece que Mario Puzo nos lo quiera presentar como un héroe (dan una aparente sensación de objetividad, de simple descripción de hechos, sin interpretación alguna). Pero igual que el roce hace el cariño, supongo que "conocer" a un personaje desde ñajo y verle crecer y prosperar en base a una fuerte e indómita personalidad, es algo atractivo, aunque las "formas" que use no sean las correctas....
A mí me pasa igual con mi hijo de 3 años...
Recuerdo una frase que suele repetir Roberto Saviano el autor de Gomorra:
Le preguntan "La orientación empresarial de la mafia queda clara cuando usted dice que los chavales de la mafia no quieren ser Al Capone, sino Flavio Briatore.
-R.S.: Es que ellos quieren ser empresarios de éxito. Es la lógica de la burguesía liberada de todo freno. Lo quieren todo y deprisa. A cualquier precio. La lógica de los boss es la del neoliberalismo más radical. El beneficio lo justifica todo. La ética es el límite del perdedor."
Pues yo iba a decir que coincidía con Ignatus hasta que he llegado a la horrible blasfemia que ha dicho sobre el Equipo A (eso sí, buenísimo el comentario sobre el coche del abuelo). Desde que la he leído sólo me viene una cosa a la cabeza: hoguera, hoguera, hoguera ...
PD: Para echarse unas risas con El Equipo A.
Perdón, el enlace aquí.
Álvaro, lo del enlace te ha pasado por no practicar en mi súper-chachi blog ;-)
(estaba esperando para decirlo, y lo que has tardado en hacer algo mal, jodío)
Ahora en serio, qué hartada de reir me he pegado con tu enlace del Equipo A. Es genial. Gracias por ponerlo.
Ignatus - Me alegro de que hayas disfrutado de la broma sobre "El Equipo A". A mi me pareció una genialidad.
Respecto a mi gazapo, decirte que he practicado mucho (la blogosfera está llena de negritas, cursivas y enlaces míos) aunque no lo haya hecho en tu super-abandonado-blog. Como sabía que tu comentario jocoso estaba sobre mi cabeza cual espada de Damocles puse mucho esmero en no cometer ningún error, aunque claramente la presión ha podido conmigo ... (:P)
Buenas:
Volviendo al tema de la entrada aclarar que el libre mercado podría producir mafias sin leyes iguales para todos. Pero para uqe exista corrupción es imprescindible que exista el EStado; de hecho en países como Cuba, o Cora del Norte, donde no hay libre mercado no hay mafias -todos sabemos por qué-, pero están podridos de corrupción. También sabemos porqué.
Un saludo
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