domingo, 22 de marzo de 2009

CON MAMÁ Y PAPÁ

Vaya por delante que las relaciones entre padres e hijos me parecen complicadas. Un sabio refrán castellano dice “entre padres, hijos y hermanos, que nadie meta las manos”, por lo que prefiero opinar sobre estos temas con precaución y dejando claro, antes de nada, que no es posible hacerlo con un mínimo de rigor sin estar a cada caso y conocer las circunstancias que rodean a cada familia.

Lo que quería comentar es un tema que se ha tocado por encima en las últimas entradas y comentarios: la edad tardía con la que muchos hijos abandonan el hogar familiar para vivir solos, casarse o “vivir en pareja” (utilicemos por una vez este eufemismo tan políticamente correcto).

Evidentemente, cada uno puede permanecer en el hogar paterno hasta la edad que le dé la gana siempre que a sus papis no les parezca mal. Otra cosa es que esto sea beneficioso para los padres y –sobre todo- para los hijos, o que sea honesto en determinadas condiciones. Ya digo que habría que ver cada caso.

Oteando la realidad circundante, y a riesgo de simplificar un poquito, voy a atreverme a trazar cinco grandes prototipos de personas de cierta edad (digamos entre 30 y 40 años) que permanecen en la casa-cuna. Os invito a comentar estas situaciones y a proponer casos distintos.


Caso 1.- Personas sin pareja, con plena independencia económica, que tienen muy claro por diversos motivos que no abandonarán la casa de sus padres mientras no conozcan a alguien y se casen o se “vayan a vivir” con él. La principal razón que alegan para no emanciparse es no soportar la soledad y, por lo tanto, preferir vivir con su familia que solos.

Caso 2.- Persona ennoviada y con dinero que permanece con su familia en tanto le entregan el piso, deja transcurrir un período razonable de noviazgo u organiza su boda o su casa. Esta situación puede alargarse engañosa y peligrosamente para transformarse en el Caso 5, sobre todo cuando les han dado el piso.

Caso 3.- Personas con o sin pareja que estarían encantadas de independizarse, pero carecen de independencia económica y no pueden hacerlo. En este saco hay casi siempre individuos muy particulares, ya que a ciertas edades carecer del mínimo poder adquisitivo para meterse en un alquiler modesto suele ser síntoma de muchas cosas y casi nunca buenas. Suele tratarse de sujetos resentidos y acomplejados que se llevan fatal con sus progenitores, normalmente ya mayores, tratándoles con despotismo y muy poco cariño, y desahogando con ellos sus frustraciones más íntimas. Pisan poco o nada en casa y no hacen vida en familia.

Caso 4.- Divorciados que tras la ruptura han tenido que volver al nido paterno por falta de liquidez para emprender una nueva vida. En estas situaciones, la frustración y el resentimiento descritos en el Caso 3 pueden llegar a multiplicarse por 4 o por 5.

Caso 5.- Personas con pareja y sueldo importante que no se casan ni se arrejuntan ni locos simple y llanamente porque están muy cómodos en su situación. Frecuentemente ganan más que sus padres; tienen piso propio; viven con su familia de lunes a viernes, pisando en casa sólo para comer, cenar y acostarse, y los fines de semana se van con su pareja al pisito para hacer vida marital. En el mismo caso, podemos encuadrar al típico listo que vive la ficción de estar independizado en su piso, pero come y cena diariamente en casa de mamá (o se lleva a su casa la comida en tapperware) y le lavan y planchan la ropa.

No voy a pronunciarme sobre qué casos me parecen razonables, cuáles de ser una persona con algo de jeta y cuáles de ser un mierda y un mezquino, por mucho que sus padres se lo consientan. Porque lo malo es que a veces son los padres, que tanto presumen de desear lo mejor para sus retoños, los que favorecen, por egoísmo, por comodidad, por miedo o por pena, que sus hijos treintañeros acaben convertidos en personas aprovechadas, superprotegidas e inválidas para tener una vida propia o para convivir con alguien.

Y para terminar, yo sólo tengo clara una cosa: mientras no te vas de casa de tus padres, sea cual sea la razón, nunca dejas de ser un niño de alguna manera. Los padres siempre verán a sus hijos como a críos, pero imagínate si viven con ellos hasta los 40…

16 comentarios:

Lanarch dijo...

Por curiosidad:

> ... o “vivir en pareja” (utilicemos por una vez este eufemismo tan políticamente correcto).

¿Cómo sería la frase sin corrección política?

Al Neri dijo...

Amancebarse.

Anónimo dijo...

Creo,q aún pudiendo haber muchisimos motivos,por los q un hijo no se vá de casa,algunos a los q claramente aduces,en mi opinión hay dos perfectamente diferenciados.
El primero es por puro egoismo,la casa de los papás es gratis,la nevera siempre está llena,no se paga luz,ni tlf,ni comunidad,etc....etc...,la comida siempre está en la mesa,y la ropa lavada planchada y colocada.
Pero hay otro motivo,del q no podemos olvidrnos,es la actual permisividad,tanto paterna como materna,la excesiva tolerancia de los padres hacia los hijos.Q los padres se van de vacaciones,pues el hijo te mete a la novia en casa,por otra parte ya no existe los horarios de llegada,como antes q tenías q estar en casa antes de las 10,como la canción de Serrat,ahora salen a partir de las 12,q es cuando hay marcha en la calle,aunque también es cierto q son otros los tiempos.
Lo q está claro,es q los hijos deben permanecer en el hogar familiar,bien mientras esten estudiando,o bien mientras nos necesiten,para eso somos sus padres,y por supuesto nuestra casa es la suya,pero es también cierto q deben independizarse,buscarse la vida,tener su propia intimidad,su propia casa,ya sea comprada o alquilada.
Cuando una persona deja el hogar de sus padres,donde está totalmente protegido,y mantenido,da un gran paso,q le ayudará a abrirse camino en la vida.
Por otra parte los padres,tampoco debemos tolerar,q nuestra casa se convierta en un hotel,con sirvienta para nuestros hijos,así no solo nuca se irán,lo q es peor,jamas llegaran a ser autosuficientes.
Ahora bien,si llegan a los 40 años,y siguen en casa.Elemental querido watson,como diría Sherlock Holmes,siempre les podemos pegar una patada en el culo.

Aprendiz dijo...

Uih Susi, estoy totalmente de acuerdo contigo.

Besos

Teutates dijo...

Realmente yo solo distingo tres grupos.
1º Los que piensan de forma materialista y comodona y se quedan en casa de los padres porque les da la gana. (cómo con mamá no se vive en ningún sitio)
2º Los que por sus circunstancias no pueden dar el paso de independizarse, incluso aun teniendo recursos económicos suficientes, (cargas familiares, minusvalías...) (estos son los de !A ver cuando coño me independizo¡.
3º Los semis, que son aquellos que están a medias, tienen cierta independencia porque no viven con sus padres, pero dependen completamente de ellos o incluso de su mujer-esposa/hombre-marido a la hora de abordar los inconvenientes de vivir fuera del nido familiar. (Yo con mis padres hasta que me encuentre un/una sirviente/a que les sustituya.

Anónimo dijo...

Buenos dias:

Tambien hay que tener en cuenta otra cuestion que no se debe olvidar y que en mi caso personal me impide marcharme.

La inseguridad de mis ingresos de autonomo.

Me explico, yo no me voy de casa salvo que me compre un piso (para mi alquilarlo es tirar el dinero, prefiero ahorrar y comprar) y para comprarlo deberia de meterme en una hipoteca de la leche (y todavia estoy pagando la de montar mi negocio).

Pues bien no hay que olvidar que mis ingresos de autonomo no son fijos y la hipoteca si por lo que yo no me puedo independizar hasta que tenga ahorrado lo suficiente para que la hipoteca no sea tan grande. (Si yo fuera funcionario ya estaria emancipado).

A mi me parece que lo que el señor Al Neri critica y con razon(con su permiso claro)no es mi caso, sino aquel que teniendo un sueldo en lugar de hacer algo provechoso con el se lo dedica a vicios y a vivir como Dios a costa de sus padres.

Un saludo

Anónimo dijo...

Aprendiz,totalmente de acuerdo conmigo,¿ ves?,al final acabaremos siendo amigas.

Al Neri dijo...

El caso que ha puesto Teutates merece la pena añadirlo: gente con padres enfermos o con discapacidad.

Langor, el caso que planteas me parece muy razonable. El problema es que hoy en día es complejo llegar a tener unos ingresos completamente estables y entiendo que puede ser muy cómodo poner esa excusa para no independizarse. Por esa regla de tres, habría gente que nunca se iría de casa...

En cuanto a lo de que alquilar es tirar el dinero... pues digo lo mismo. Si todo el mundo se espera a poder comprar para irse de casa de sus padres, a algunos les pueden dar las uvas o no llegar nunca. Creo que hay una falsa premisa de suponer que no nos podemos independizar salvo para vivir igual o mejor que antes.

Anónimo dijo...

Estimado Al Neri:

Con todos los respetos me parece que no es una excusa.

Parto de la base de que estoy de acuerdo contigo en que a ciertas edades todos deberiamos estar emncipados, pero te puedo asegurar que he visto bastantes casos en mi trabajo (y trabajo bastante en la finanza) realmente penosos por seguir la idea de la emancipacion sin los menores calculos o previsiones financieras.

Me parece un poco injusto por tanto plantear una idea de este tipo fuera del contexto social que vivimos.
España tiene un problema economico muy serio que hace que esta situacion sea mas frecuente de lo que parece (y es curioso creo recordar haber leido un informe que dice que en EEUU, pais por excelencia de la emanciapacion, la tasa de retorno al hogar de los padres se esta disparando con la crisis).

Por tanto una cosa es la excusa tonta, en lo que estoy de acuerdo contigo y otra es tirarse por la ventana financieramente por un ideal como el que estas presentando.

En la vida hay muchas cosas que serian deseables y correctas a todos los efectos, pero si los medios estan limitados debemos de trabjar con este hecho.

Y te repito que si fuera funcionario yo estaria emancipado.

Un saludo

Anónimo dijo...

Perdona:

otro tema seria porque hemos llegado a esta situacion economica y de desproporcion entre sueldos y precios, pero eso seria otro tema y daria para muy largo..

Un saludo

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Estoy de acuerdo con usted, sr. Neri. Es más, creo que, llegada cierta edad debería ser casi obligado emanciparse de los padres salvo casos de fuerza mayor: minusvalías de los hijos o de los padres...

Lo contrario creo que va contra la naturaleza humana que, tarde o temprano, nos impulsa a ser dueños de nuestra propia cueva auqnue para todo hay excepciones.

Claro que es dudo. Por cuestiones de trabajo salí de casa a los 24 años y me costó. Al principio me llevaba la comida para toda la semana de casa de mi madre. Los viernes le devolvía unas fiambreras vacías y ropa sucia que lavar y planchar. Pero poco a poco fui pasando de hacer esto y opté por la muy saludable independencia. Tanto es así que volver a casa en vacaciones me resultaba tan duro (no digo que no se acrecentara mi egoísmo al vivir solo y tener que aguantar únicamente mis propias normas) que, al final, me compré casa. De esta forma pago una hipoteca para vivir los fines de semana y un alquiler para vivir entre semana (no trabajo donde vivo). Ojalá lo hubiera hecho antes.

Si es cierto que los fines de semana casi siempre como en casa de mi madre y que ésta no me deja ni quitar el plato de la mesa (antes no me trataba tan bien) pero acabo harto de comer solo el resto del tiempo. De hecho mi madre (y mi abuela) insiste en que le lleve la ropa a lavar y cosas similares. Ni loco, mi madre no es mi criada. Es más, me dijo que iría a limpiar mi casa y le contesté que si lo haciera le quitaría la llave.

También es cierto que hay mucho comodón y mucho inutil que no sabe ni hacerse un huevo frito. Lo llevarán claro cuando se casen o cuando se amanceben.

Anónimo dijo...

Pues para mí, la cosa queda en dos grupos.

El expuesto por Tetuates, y el de soy un perfecto inútil. Y es que se puede ser un inútil de muchas formas, inútil para buscar trabajo, inútil para buscar novio/a, inútil para comprar un piso, inútil para saber administrarse, inútil para aprender hacer las cosas de casa, inútil para relacionarse con amigos. Y es que a muchos amigos nuestros o incluso familiares, se les ha educado en ser nobles, y no abandonan el territorio pero ni de puñetera coña. El otro día hablaba con una amiga. Edad 36 años, la misma que yo, y me decía, tía es que no me voy a poder comprar una casa en la vida. Y yo no me pude aguantar y me descojoné en su cara. Además es como Roma, todos los perfiles aquí descritos conducen a ella.

Dos carreras universitarias, más dos máster, un curso de postgrado y tres idiomas. Es decir, un curriculum académico de infarto. Trabajo indefinido en una buena empresa en la provincia de Cádiz, única niña de dos hermanos, familia perfil medio alto. Con novio, también de perfil medio alto, pequeño de nueve hermanos, hijo de madre viuda con varias propiedades, con empleo en la Administración Andaluza, Licenciatura y varios cursos de postgrado. Ingresos entre ambos, 4.200 euros, y me dice, que no se puede permitir pagar una hipoteca. Claro, es normal. En invierno al Caribe, en primavera me voy a algún lugar de Asia, en verano a Europa, y en Navidad turismo nacional, por supuesto en hoteles de primera calidad. Además, me encanta irme a cenar a restaurantes donde el precio mínimo por persona es de cincuenta eurazos, toda la ropita de Purificación, Tommy o Ralph. Además mi suegra está encantada, si está en la casa de Cádiz, nos vamos a la de Sánlucar, y si está en la de Sanlúcar nos vamos a la de Cádiz, mi suegra me paga el teléfono, la electricidad y el agua, mami durante la semana me prepara la colada y me la plancha, y encima tengo la poca verguenza de decirle a mi amiga pagando una hipoteca, con tres hijas, y un colegio privado, que a mi no me llega. Pues hija, si me llega a mí y somos cinco, está claro que a tí no te llega porque no te da la gana, y lo digo así y me sale de dentro, no me da ninguna pena. Eso es un Viva la Virgen en toda regla.

Pero aún hay un caso peor, el típico desahuciado de la LOGSE, sin estudios, con cara de bobo y que no sabe hacer nada, ahora eso sí, chatear, jugar con la XBox, y salir de copas los fines de semana, durante toda la semana es el perfecto chupóctero en casa, que no se quita ni el plato de la mesa, suele ser el más pequeño de la familia e hijo de padres que han sido muy severos con los hermanos mayores, ahora les ha cogido viejos, y crean el perfil del perfecto inútil, tras todos ellos el mismo denominador, se vive muy bien cuando te lo ponen todo por delante y no teniendote que preocupar nada más de dar pena para recibir más mimitos y condolencias.

Buenas madrugadas.

ignatus dijo...

Me parece especialmente importante lo que señaló Al Neri en un comentario: la "falsa premisa de suponer que no nos podemos independizar salvo para vivir igual o mejor que antes".

Parece que ahora hay que irse cuando se tiene todo atado y bien atado y no toleramos el prescindir de nada que tuvieramos antes.

En fin, que en general creo que se se puede resumir en lo ya dicho por los comentaristas: inmadurez, comodidad, jeta, cobardía ante lo desconocido... Y, de alguna manera, creo que se llega al problema de haber sido educados en la sociedad de los derechos pero no de las obligaciones y responsabilidades.

Chao

Jesús Sanz Rioja dijo...

Yo pasé de vivir con mis padres a que mis padres vivieran conmigo.

Dulcinea dijo...

Hoy está muy complicado, por no decir casi imposible independizarse a no ser que ganes un sueldazo y aun asi por muy buen sueldo que ganes, metete en un piso y te deja el sueldo temblando. Vivir en casa de los padres es algo que algunas veces no te queda mas remedio y llevarse bien o mal con los padres no depende nada de eso si no de como sea la persona.

Aprendiz dijo...

Pues yo creo que hoy en día independizarse está igual de complicado que siempre. Sólo que por lo que se ve, nadie se quiere ir de casa hasta (como dice Al Neri) se asegure vivir igual o mejor que antes.

Lo de la amiga de porlafamiliaporlavida es tener la jeta mas dura que la mojama. Pero en realidad es lo que le pasa a la mayoría. Vivir en casa de los padres y gastar todo lo que se gana en los vicios.

Es lo que le pasa también a la gente a la hora de casarse, no lo hace hasta que la casa está perfectamente amueblada y no tenga la mínima inestabilidad económica.

El caso es que a mí la excusa de Langor no me parece razonable, porque salvo algunos trabajos, nunca se va a tener plena estabilidad laboral y encima ganando mucho, por lo que nadie se iría de casa.

Lo que nos deberíamos de dar cuenta (y la crisis nos va a ayudar bastante en esto), es que estamos aconstumbrados a vivir demasiado bien, a tener todo lo que queremos, a derrochar... y esto nos lleva al egoísmo, la comodidad y la inmadurez.

Besos