martes, 27 de agosto de 2013

RELEYENDO "EL PADRINO" (24): ¿QUIÉN ES EL INGENUO?"




La novela El padrino aborda directamente o de refilón varias cuestiones políticas muy interesantes. La más jugosa para mí es la legitimidad y la moralidad del poder establecido. El mensaje que Puzo lanza continuamente es que los políticos, los jueces y los hombres poderosos que aparentemente actúan dentro de la legalidad son iguales o peores que la organización de Don Vito Corleone. Insinúa que la democracia y el derecho no son sino una fachada de los chanchullos criminales de cuatro espabilados, una cantinela que se han montado para que nos comamos con patatas los tejemanejes de un grupo de gánsters que fingen defender el bien común en el Congreso o hacer justicia en una sala de lo penal.

Frente a esta realidad, el libro nos muestra a unos hombres que se niegan a seguir semejante juego y defienden a su manera sus propios intereses, sin ser más ni menos inmorales que los congresistas o que los magistrados de la Corte Suprema, y recurriendo a la violencia igual que ellos (guerra, CIA) cuando les conviene. Son personas familiares que aman a los suyos, tienen sus sentimientos y sus propios códigos de honor, pero, a diferencia del resto de mortales, no se dejan pisotear por unos mangantes con corbata y nombramiento en el boletín oficial.

Esta idea, desde luego matizable pero con mucho fundamento (y hoy más que nunca), se refleja en la película en la escena del reencuentro de Michael y Kay. El joven Corleone explica a su novia que su padre no es más que un hombre poderoso, como un presidente o un senador, y la encantadora Kay responde: “Cómo puedes ser tan ingenuo? Los presidentes y los senadores no matan a nadie”. Michael la mira fijamente y susurra: “¿Quién es el ingenuo, Kay?"


En el libro hay bastantes más referencias a este tema:





"—Ahora acudes a mi diciendo: «Don Corleone; quiero que haga justicia». Y no sabes pedir con respeto. No me ofreces tu amistad. Vienes a mi casa el día de la boda de mi hija, me pides que mate a alguien y dices —aquí el Don se puso a imitar la voz y los gestos de Bonasera—: «Pagaré todo lo que me pida». No, no. No te guardo rencor, pero ¿puedes decirme qué te he hecho para que me trates con esta absoluta falta de respeto?

—América se ha portado bien conmigo. Quería ser un buen ciudadano y que mi hija fuera americana —dijo Bonasera, con la voz ahogada por la angustia y el temor.

El Don aplaudió.

—Has hablado bien, pero que muy bien. Así pues, de nada puedes quejarte. El juez ha dictado sentencia. América ha dictado sentencia. Cuando vayas al hospital, lleva a tu hija un ramo de flores y una caja de bombones, eso la consolará. ¡Alégrate, hombre! Después de todo, no ha sido nada grave; los muchachos eran jóvenes y alegres, y uno de ellos es hijo de un político muy influyente. No, mi querido Amerigo, siempre has sido honrado. A pesar de que hayas despreciado mi amistad, debo admitir que para mi la palabra de Amerigo Bonasera vale más que la de cualquier otro hombre. En fin, dame tu palabra de que vas a olvidarte de todo, como harían los americanos. Perdona y olvida. La vida está llena de desgracias."

****


"—Lo que ocurre —dijo Michael—es que has visto muchas películas y has leído demasiados periódicos sensacionalistas. Tienes una idea muy equivocada de mi padre y de la familia Corleone. Voy a explicarte algo más. Mi padre es un hombre de negocios que trata de ganar dinero para mantener a su familia y ayudar a sus amigos necesitados. No acepta los dictados de la sociedad, porque tales dictados lo hubieran condenado a una vida indigna de un hombre de su inteligencia y personalidad. Lo que quiero que comprendas es que él se considera al mismo nivel que un presidente, un primer ministro, un juez del Tribunal Supremo o un gobernador de cualquier estado. Se niega a aceptar que alguien le imponga su voluntad. No quiere acatar las leyes dictadas por los otros hombres, unas leyes que lo habrían condenado a ser un fracasado. Ahora bien, su mayor deseo es entrar a formar parte de esa sociedad, pero como miembro poderoso de ella, ya que la sociedad sólo protege realmente a los poderosos. Entretanto, actúa basándose en un código que él considera muy superior a las estructuras legales de la sociedad."

12 comentarios:

Aprendiz de brujo dijo...

En mi opinión esa justificación que hace de la existencia de la mafia, y que es la idea central alrededor de la que gira la inigualable saga, es demagogia barata y nociva.
La mafia ha extorsionado y matado a débiles, poderosos, honrados, (Como el juez Falcone y muchos más); se ha apoyado en políticos corruptos y en indeseables cuando les ha interesado...etc, etc.
La mafia tiene una justificación moral nula. La mafia es crimen, extorsión y aparente defensa de la familia si estás dentro del redil, (muy al estilo gitano).
La mafia es la falta de escrúpulo moral absoluto. Una de las escenas más logradas de la serie es el asesinato de la prostituta del corrupto senador Garey,(ó como se escriba).
Pretender equiparar el poder político a la mafia me parece aberrante.
Yo también soy muy ingenuo.

Herejes sin Fronteras dijo...

Estoy de acuerdo con aprendiz de brujo, en cuanto a que es una saga inigualable y en cuanto a la escas justificación moral de la mafia.

Especialmente porque la justificación de un comportamiento criminal nunca puede ser "y tu más" (ya sabemos que nuestros amados políticos es el que mejor conocen pero así es)

Ls mafie es asesina, Sí. ¿Lo es también la política? Pues cuando lo es es igual de detestable.

Yo no me creo ingenuo, detesto por igual a los mafiosos (en este país antes llamado España hemos tenido mucha mafia, aunque de un tipo más "kale borroka") y a los políticos corruptos.

Moralmente son lo mismo y el grado de violencia que utilicen me es igual. ¿Quien es más detestable, el asesino que mata a un rival o el corrupto que robando el dinero de las ayudas al desempleo condena a la indigencia a centenares de familias?

Yo no lo se. Ni me importa, los detesto a ambos y como no soy tan malvado como ellos (a lo mejor resulta que si que soy ingenuo)lo único que deseo a mafiosos y corruptos (primos hermanos) es que se pudran en la cárcel.

Me congratula ver como el Papa Francisco, ha escrito uno de sus libros doctrinales dejando claro que la corrupción es uno de los cánceres de la Humanidad.

Los mafiosos en el fondo no son más que corruptos pero más macarras.

Saludos

Anónimo dijo...

Sr. Neri: copio abajo el enlace a la grabación de una entrevista que puede interesarle. Allí, el que es considerado por muchos el crítico de cine más influyente de Argentina, Ángel Faretta, habla con uno de sus alumnos sobre El padrino. Note los conceptos polémicos respecto del maquiavelismo, al que reivindica sin ambages. Por cierto, este crítico y escritor formó un grupo de discípulos que lo siguen con devoción cuasi religiosa (como puede un poco advertirse en el diálogo radiofónico).


http://comorobarelmundo.metro951.com/2013/03/08/angel-faretta-nuestro-padrino/

El tábano porteño

Brisa dijo...

Me vienen mil ideas. A ver si resumo alguna:

1.Todo político que ocupa un cargo alto, ES mafioso. Lo llamo "mafioso de guante blanco", pero en el fondo (en el país que sea), sin un guiño de la mafia JAMÁS se llega a un puesto de responsabilidad.

2. La mafia nació con el mundo. Siempre estuvo y siempre estará.

3. Si un hdp viola a mi hija (y tuviera los medios) primero lo visito a Don Vito y le pido que le corte los huevos (me permite el exabrupto sr. Neri?). Producida la debida castración, voy al juzgado, solicito las pericias pertinentes y me someto a proceso.

4. En mi temprana juventud fui muy amiga de un Michael Corleone. Encanto de muchacho, que lo estaban preparando para asumir el trono llegado el momento. La familia encantadora, me querían mucho y aun hoy tengo una excelente relación. Son muy fieles. Una vez que uno entra en su círculo, te protegen al máximo, y solo se sale "con los pies para adelante".

5. Don Corleone tenía códigos (los suyos, pero los respetaba).

6. El mafioso debe ser efectivamente muy inteligente, tener un buen olfato para elegir a sus amigos, y no tener cargo de conciencia. Solo pide lealtad y mutismo, ofrece protección a cambio de un "favor" llegado el momento.

Sigo trabajando, más tarde si puedo redondeo la idea.
Saludos

Aprendiz de brujo dijo...

Brisa, todo político que llega alto es una persona con pocos escrúpulos. Esto es extensible a otros órdenes de la vida, en no pocas ocasiones. Empresa, medios de comunicación...etc.
De ahí a equipararlos con la Cosa Nostra, es decir una organización que se enriquece a través de actividades deleznables en si, y que utiliza el chantaje, el crimen y la violencia para defender sus intereses, media un abismo.
La política apesta pero no es lo mismo, ni por asomo.Salvo los casos, -(más de lo que sería deseable, en que la MAFIA ha llegado al poder; ó el poder se ha infectado de la mafia.).
E intentar describir al mafioso como un rebelde inconformista contra los poderes establecidos, como se nos quiere vender de alguna manera en El Padrino, una falacia peligrosa.
La Mafia es y ha sido una lacra repugnante.Y no debemos dejarnos seducir por la parte "romántica", que tiene.
Si mañana violan a mi hijo, yo tampoco recurriría a una monjita de la Caridad para resolver la cuestión. Y?.
Y tu amigo mafioso es encantador. No me cabe la menor duda. Y?. Estoy seguro de que en ETA hay gente encantadora si les tratas personalmente. Asesinos leales a la manada y entrañables los ha habido siempre. Pero no dejan de ser basura humana, en mi humilde opinión.

Brisa dijo...

AdB, insisto, TODOS los políticos para llegar alto se codean con la mafia. Primero para financiar la campaña, luego para que los "ayuden" con algún problemita durante el gobierno, y finalmente para quedar impunes luego de gobernar y que les cubran las espaldas. Fíjese solo como ejemplo los 3 países más influyentes del mundo: USA, Rusia y China. Son bebés inocentes sus gobernantes? Premios Nobel de la paz precisamente?

Ud me dice que es más detestable el mafioso que el que ordena ataques clandestinos valiéndose de la impunidad de contar con la maquinaria del Estado? Son la misma lacra, una legitimada y la otra no. O ud aun cree que no se puede terminar con el tráfico de drogas, por poner un ejemplo? Pero echémosle la culpa a Colombia, es más conveniente que admitir que se financian sus campañas con dinero del narcotráfico... Trata de blancas, tráfico de órganos, juego clandestino, siempre un político detrás garantizando impunidad.
Y dejo acá porque me sube la presión.

Oiga, que tampoco hago apología de la mafia, no me entienda mal.

Aprendiz de brujo dijo...

Brisa, hay que partir de que entendemos por MAFIA.
Todos los políticos tiene que torear, ceder y no disgustar e incluso complacer a los poderes fácticos. Prensa, banca...etc.
Por fortuna la Mafia no es igual, ni está presente de igual forma en todos los países.
La MAFIA, tal y como la hemos conocido en Italia, o en USA, me parece un estadio de degeneración superior si cabe, a los poderes fácticos clásicos.
Sinceramente no creo que el nivel personal de vileza de Lucky Luciano, de Al Capone, sea equiparable al de un gobernante.
Los poderes fácticos por desgracia, van a existir siempre. La Mafia es un mal añadido al mundo, que muchas sociedades no han sufrido. Ó al menos no en toda su crudeza.

PS:Brisa,es necesario que nos tratemos de usted?

Herejes sin Fronteras dijo...

Doña Brisa, ni que el ser premio Nobel de la Paz garantizara algo.

Ahí tiene a uno de los últimos preparándose para atacar Siria, no juzgo aquí si tiene o no razón, solo que por muy justa que fuera la guerra, darle el premio Nobel de la Paz a ese.....

Y podemos unir a Arafat, Moshe Dayán, o el gram Kissinger.

Fue famosa la frase sobre él de nmo se que presidente gringo. "Sí. Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta."

Al Neri dijo...

Ni la novela, ni la película ni yo justificamos la existencia de la mafia. El Padrino (yo no) como mucho iguala a los criminales organizados y a los políticos. Es una novela que reflexiona sobre el origen, la legitimidad y los objetivos del poder, y concluye que la única diferencia entre los métodos de la Cosa Nostra y los de los gobernantes es que los de estos se encuentran amparados por la ley porque se supone que se utilizan para satisfacer el interés general (cuando solo es así hasta cierto punto y a veces hasta ninguno).

Lo que es indiscutible en todo caso es que en no pocas ocasiones la mafia y el estado han mezclado y compartido sus fines y medios hasta límites inimaginables. La Cuba de Batista, varios gobiernos italianos e incluso estadounidenses son buena prueba de ello. Podríamos poner más ejemplos como las intervenciones militares yanquis en países extranjeros. Si Obama interviene en Siria no será diferente a la matanza de Atlantic City del Padrino III, por ejemplo.

Tampoco puede negarse que ha habido políticos y estados que han defendido el Bien Común y han alcanzado logros valiosísimos para la sociedad, algo de lo que ningún mafioso puede presumir.

En mi opinión, los modelos políticos más susceptibles de sufrir infiltraciones de la mafia en sus diferentes modalidades son aquellos inspirados en el liberalismo económico. Y esto se ve muy bien en la novela de Puzo.

Brisa dijo...

AdB, es que lo trato de "usted" como para poner distancia, vio? Es que me da la impresión de que su imaginación vuela muy alto. Si en un par de intervenciones más "amistosas" de mi parte, ya salió ud. con que soñaba con las argentinas, con sus fantasías transatlánticas, y hasta se puso a describir sus dotes masculinas. Es que me da vergüenza hombre! Ud le tira los tejos a cualquiera (me da la impresión), y lo trato de ud como para que el foro no piense que consiento.
Pero bueno, si le rompo el corazón con tanta frialdad, lo trataré de "vos" nuevamente.

Que tengas un muy buen fin de semana!

Aprendiz de brujo dijo...

Brisa, desde el cariño: usted se flipa un poco. Tráteme como se sienta más cómoda, de verdad. Y discúlpeme si alguna vez la importuné. El auditorio ya sabe de antemano que usted es una dama y yo un golfillo fracasdo. No sufra que su reputación está intacta y la mía tocada de muerte.
Disfrute de su fin de semana.

Anónimo dijo...

disculpe Sra.: ni las demás somos "cualquiera", ni ello significa que consintamos.

Creo que es usted quien tiene demasiada imaginación.

Con todos mis respetos...

Atentamente

Nagore