domingo, 4 de agosto de 2013

DIARIO DE UN CAZADOR


Una de las novelas más bonitas que he leído en mi vida es Diario de un cazador (1955), de mi paisano Miguel Delibes. Suelo repasarla cada dos veranos (este tocaba) y siempre descubro algún detalle o giro coloquial nuevo. Probablemente sea la mejor obra del maestro. Se trata del relato en forma de diario de la vida cotidiana de Lorenzo, un joven vallisoletano apasionado por la caza menor, en el que van desfilando, de un modo sencillo y entrañable, sus preocupaciones, sus sentimientos, su noviazgo, sus amigos, su trabajo y, en primer plano, por supuesto, sus escapadas al campo durante la temporada cinegética.

Lorenzo, un muchacho de pueblo que vive con su madre viuda en la ciudad de Valladolid y trabaja de bedel en un centro educativo, es el personaje más intenso de la novelística de Delibes: un chaval noble, apasionado, lenguaraz y optimista hasta lo cómico, pero con un fuerte sentido de la dignidad pese a su condición humilde. Ejemplar típico de castellano de pura cepa, defiende su orgullo a capa y espada; es temperamental y algo primitivo; tiene un acusado sentido del honor; valora su libertad por encima del trabajo y lleva muy a gala no humillarse jamás ante nadie, resultando a veces chulillo e impertinente pero siempre admirable en su grandeza de corazón. En el año largo de su vida que plasma en su diario se entrecruzan grandes alegrías con durísimos dramas personales; se enamora de Anita, con la que siempre está “de monos”; se muda de casa y se lleva a matar con sus vecinos; sufre apuros económicos; practica el pluriempleo y sale los domingos con su amigo del alma, Melecio, a descolgar perdices en temporada, codornices en la media veda y azulones entre medias para que no se les oxide el gatillo.

Con Diario de un cazador, uno a veces se ríe a carcajadas, otras se sonríe y, en algunos pasajes, siente verdaderas ganas de llorar. Es un libro impactante e inolvidable que nos traslada a otra época (los años cincuenta) y a otra mentalidad. El machismo más acusado, la cerrazón y el fuerte clasismo provinciano de aquellos tiempos hacen migas en sus páginas con un sentido de la honradez, el orgullo, la amistad y el compromiso que yo, desde luego, hoy ya doy por extinguido. Estamos ante un irrepetible retrato de la Castilla profunda y de sus valores, pero, sobre todo, ante un homenaje a la lengua castellana en su máxima expresión. El tono rural y coloquial del habla de Lorenzo, sus muletillas divertidísimas y la manera de contar las cosas son deliciosos y constituyen sin duda la columna vertebral de la novela. Uno disfruta de verdad deteniéndose en sus frases expresivas y con hondas raíces, incluso en su machacón laísmo pucelano, y se siente orgulloso de haber nacido por estos lares. 

Quien no conozca la obra, que me haga caso y la lea este mismo verano porque pasará un rato muy agradable y nunca se olvidará de ella. Tiene además dos continuaciones de idéntica calidad, aunque para mí esta primera parte es la más redonda y emocionante.

6 comentarios:

Al Neri dijo...

Como no podía ser de otro modo e igual que en anteriores ocasiones, todos los "ebuqueros" interesados en recibir la novela en formato epub o mobi, pueden ponerse en contacto conmigo en donalneri@gmail.com y les daré unas valiosas orientaciones sobre cómo respetar los derechos de autor. ¡No destruyas la cultura!

Capitan Trueno dijo...

Lei a Delibes hace mucho tiempo, y aun tengo un grato recuerdo de lo intensas que son las personalidades de sus personajes, seguramente inspirados en la realidad castellana que todavia mantenia su personalidad y espiritu en los 50 del siglo pasado.

Uno de los ultimos verdaderos grandes escritores en la lengua Espanola, y unos de los ultimos relatos sobre la Castilla profunda.

Gracias por la sugerencia!

Carlos T. dijo...

Delibes demuestra ser un verdadero experto en caza, no sólo en su manera de narrar las sensaciones y su pasión por la misma, sino en algunos términos cinegéticos y campestres empleados, que en ocasiones requieren "tirar" de diccionario.

Comencé leyendo a Delibes con "La hoja roja" porque me resultó muy interesante la metáfora del título y, desde entonces, tiene un lugar privilegiado en mi librería.

trija dijo...

A mi de Miguel Delibes me encantó "los santos inocentes", esta no me la he leido pero hare caso de su recomendación este verano.

Y hablando de grandes novelas, ¿el club de lectura de "el conde de de montecristo" siigue en pie?

Un saludo.

Herejes sin Fronteras dijo...

Esta la leí yo por imposición del correspondiente profesor de kebgua y literatura (bendita imposición)y pese a la natural predisposición en contra de lo forzado, me gustó.
Más tarde leí "El hereje" y dada mi natural predilección npor la novela ambientada en otros tiempor (que no necesariamente novela histórica)conquistó mi condición de devoto partidario.
Un saludo

Al Neri dijo...

Trija, sí comentaré El Conde de Montecristo, pero no en breve porque me he atascado un poco.