domingo, 22 de febrero de 2015

FOTÓGRAFOS DE PRENSA




Está claro que la fotografía profesional ya no es y cada vez será menos un negocio. La irrupción del formato digital, el abaratamiento de los equipos y el efecto Internet han disparado el número de aficionados y además han supuesto que tomar una instantánea de alta calidad deje de ser privilegio de unos pocos iniciados con amplios conocimientos técnicos para estar al alcance de cualquiera con una camarita decente y un mínimo de interés. A los que tienen abierto un estudio fotográfico y viven de cubrir bodas y otras celebraciones familiares yo les auguro un futuro tristísimo, y a los fotógrafos de prensa en cierto modo también.

En efecto, el periodismo gráfico está sufriendo las consecuencias de esta democratización de la fotografía y de la difusión de millones de imágenes anónimas (y muy buenas) en las redes sociales. Una de las pruebas más irrefutables es esa práctica tan extendida últimamente entre los medios de comunicación, tanto escritos como televisivos, de pedir al público que envíe por email sus mejores fotos de eventos culturales, monumentos o paisajes. Así el periódico o la cadena de televisión de turno reciben a diario y sin ningún coste un ingente número de magníficas instantáneas de sus lectores o telespectadores que utilizan para ilustrar sus noticias y reportajes sobre el tiempo, deportes, conciertos, fiestas o celebraciones públicas. Todos sabemos que en los canales españoles de televisión hay programas meteorológicos o de sucesos de máxima audiencia basados prácticamente en el material gráfico remitido gratis et amore por pobres aficionados anónimos que, salta a la vista, valoran muy poco su habilidad con la cámara, pues se conforman con el dudoso honor de ver su obra en pantalla o en papel de imprenta para gloria y beneficio de los grandes holdings de la comunicación. 

Pero no se trata de lo mezquina que pueda parecerme esta estafa con todas las letras, en la que los entusiasmados paisanos regalan al periódico local sus más bellas imágenes de la Semana Santa de Zamora, y la cabecera no solo no tiene el más mínimo detalle material con ellos, sino que encima se hincha a vender ejemplares gracias al súper reportaje de cien fotos artísticas escogidas entre las dos mil recibidas. Lo verdaderamente alarmante es que andado un tiempo los medios prescindirán de fotógrafos profesionales en sus plantillas y se nutrirán de una amplia y difusa cantera de colaboradores a los que quizá ni conozcan, con los que contactarán a través de Internet y suscribirán (en el mejor de los casos) contratos mercantiles con escasas garantías, si es que toda esta actividad no acaba desenvolviéndose en las negruras de la economía sumergida.

5 comentarios:

El chico de los tablones dijo...

Con las instantáneas que aderezan el espacio de la Meteo me había planteado alguna vez este tema, pero nunca con tanta profundidad. Cuando usted empieza a desarrollar una idea no hay quien lo pare, Neri. Enhorabuena por la reflexión.

Sin embargo, a los estudios fotográficos especializados en la BBC (bodas, bautizos y comuniones) no les auguro un futuro tan negro por dos motivos:

1. Contratar un fotógrafo profesional es una demostración de poder adquisitivo. Puede parecer una tontería, pero después de todo la envidia y la imitación de conductas son el motor del capitalismo.

2. ¿A qué invitado puede apetecerle estar toda la boda cámara en mano, pendiente de lo que hacen los novios? Tras la ceremonia viene la celebración y a uno le apetece divertirse, no que le cuelguen un marrón.

Teutates dijo...

Si y no... Creo que efectivamente la fotografía digital ha hecho daño al sector de los profesionales, pero más por el intrusismo profesional de muchos que trabajan en negro y sin tener negocio oficialmente abierto, que por el hecho de que el acceso a esta tecnología haga que todos nos hayamos convertido en "tirafotos". Hay que recordar que una cosa es apretar el botón de la cámara, y otra muy distinta el entregar a agencias o a clientes de las BBC un trabajo digno, para lo cual se necesita, no solo hacer buenas fotos con la cámara, sino también, un conocimiento y una pericia elevados en retoque fotográfico; y eso amigo Neri ya no lo hace cualquiera.

Al Neri dijo...

No me convence mucho, Chico de los tablones. Ya habrá otras formas de demostrar poder adquisitivo. En cuanto a los fotógrafos espontáneos y voluntarios, no se puede hacer a la idea de cuántos surgen por generación espontánea en todo lugar y circunstancia.

Teutates, muy correcta su matización de que los "tirafotos" no son fotógrafos, pero no se olvide de que la fotografía profesional no existe como tal, ya que para ser fotógrafo de prensa no se exige necesariamente titulación y mucho menos para montar un estudio privado (así les va). Con frecuencia los fotógrafos "profesionales" son simplemente aficionados autodidactas que han decidido vivir de ello, a veces por no tener nada mejor, por cierto. Hay muchos fotógrafos aficionados (es decir que no viven de hacer fotos) mucho mejores que los "profesionales".

Si no hay profesionalidad homologada, no puede haber intrusismo.

Otro debate es el del dinero negro. Sin entrar en él, sí le diré que en la era de Internet resulta muy difícil poner puertas al campo en ciertas formas de obtener ingresos y de contactar la oferta y la demanda. En todo caso a veces los fotógrafos con establecimiento abierto se quejan de vicio y su único problema real es que no han tenido el salero, ni la iniciativa ni la habilidad de digitalizar adecuadamente sus negocios. Hay servicios fotográficos por Internet(álbumes, reportajes, etc) perfectamente legales y que pagan sus impuestos, y están arrasando con los negocios tradicionales.

Si algunos fotógrafos no hubieran abusado tanto con los precios hace unos años a lo mejor ahora no les pasaba lo que les está pasando.

Por último, respecto a los fotógrafos o a cualquier otro profesional con "negocio oficialmente abierto" que se quejan del "intrusismo" y el abuso de los que "trabajan en negro", me imagino que ellos jamás habrán hecho ninguna operación en negro ni habrán pagado con sobres jamás a ningún empleado o colaborador, pues en caso contrario es mejor que se callen la boca, ¿no cree?

Es verdad que para ser buen fotógrafo es importante esa pericia y conocimientos elevados que usted dice, y muy cierto, amigo Teutates, que eso no lo hace cualquiera. Pero convendrá conmigo en que esas cosas tan complejas puede hacerlas hoy en día muchísima más gente que hace veinte años sin necesidad de recurrir a nadie.

Teutates dijo...

Si hay una certificación profesional de fotógrafo, con un programa lectivo, eso sí, muy anticuado en el que se sigue dando mucha importancia al revelado de películas, y sin embargo no aparece nada sobre el manejo de software de revelado digital. Otra cosa muy distinta es que esa titulación se exija para entrar en este mundo, o sea necesaria para dedicarse profesionalmente a ella.
Estoy de acuerdo con usted en casi todo lo que dice, menos lo de que no se pueden poner puertas al campo. Sí es posible si los aparatos del estado estuvieran a lo que tienen que estar, y los propios profesionales legales (independientemente de su título) denuncian y se hace caso a esas denuncias. Y si hacen operaciones en negro los que se quejan, efectivamente que no se quejen tanto.

Anónimo dijo...

Lo de los periódicos es una anécdota al lado de lo que ocurre en Internet. En Internet todo el mundo sube de forma gratuita sus fotos, hasta fotógrafos profesionales. Ninguno parece ser consciente de que así enriquecen a Google y otros gigantes de Silicon Valley (ya más ricos que muchos Estados), mientras que ellos se empobrecen cada vez más y pierden el trabajo.