viernes, 3 de agosto de 2012

UN CAMBIO RADICAL

A lo largo de mi vida he conocido, y a veces vivido muy de cerca, bastantes cambios sorprendentes de ideas políticas. Unas veces han sido tipos inestables, pirados; otras veces una prueba de que los extremos se tocan (sobre esto habría mucho que decir); algunos pocos, los menos, han evolucionado de corazón, porque han vivido nuevas experiencias o han conocido a alguien que les ha trastocado las perspectivas, y, por fin, la inmensa mayoría ha cambiado de chaqueta simple y llanamente porque les interesaba medrar, sobre todo en la llamada Transición. Yo respeto hasta cierto punto todos estos cambios de tercio excepto los últimos. Cuando alguien se pasa de un partido a otro, para saber si es honrado solo hay que preguntarse qué gana con ello.

Pero la muda más disparatada e inexplicable (y por supuesto nada respetable) de la que jamás he tenido noticia es la del terrorista de ETA Iñaki de Juana Chaos.

Este guipuzcoano de 57 años, autor de 25 asesinatos y 60 mutilaciones en nombre de una Euskadi independiente y comunista, y hoy en libertad, es hijo de un médico mirandés muy conservador, oficial asimilado durante la guerra, afiliado al Movimiento y gloriosamente condecorado por el Caudillo. La cabriola política a la que me refiero es que a finales de los 70, y no mucho antes de ingresar en la marxista-leninista ETA, Iñaki estuvo afiliado a Fuerza Nueva.

Por lo visto se afilió en Madrid, durante su etapa de estudiante de Enfermería en la que residió en un colegio mayor de élite cercano a Moncloa recibiendo una más que generosa asignación mensual de papá, aunque sus simpatías por la formación profranquista le venían desde que hizo el PREU en Bilbao. Por aquellos tiempos, el aguerrido Iñaki vestía al más puro estilo “fuerzanuevero”, rematando el atuendo característico de los fachas de entonces con un brioso bigotillo fascista. Luego, al volver a Guipuzcoa, siguió con sus ideas y fue uno de los no muchos miembros del partido en Vascongadas.

Quien más nos ha contado sobre las simpatías de De Juana por Blas Piñar ha sido su familia política en una famosa entrevista en la revista Interviú en 2007. La hermana del duro etarra se casó con uno de los hijos del comandante José María Herrera, asesinado por la banda en 1979. Su cuñado y la madre de este tuvieron que rogarle encarecidamente que no montara ningún numerito en el funeral con sus amigos ultraderechistas, a lo que hizo caso omiso, pues él y sus compañeros de partido vocearon consignas patrióticas y mueras a ETA durante la ceremonia.

Sus compañeros de clase de entonces recuerdan que “a veces venían sus amigos de Madrid a verle. Eran gente muy facha. Venían vestidos de cuero, muy chulos. Algunos ya iban con la cabeza rapada en aquellos tiempos”.

Luego ingresó en 1982 en una de las primeras promociones de la policía autónoma y fue entonces cuando se supo que se había pasado a ETA debido un robo de armas en un cuartel de la Ertzaintza en el que partició. Por lo visto el tristemente célebre matarife del Comando Madrid fue abducido por un sargento de la policía vasca, Josu Guergue, también etarra e implicado en varios atentados.

Como declaró su madre cuando le preguntaron por qué ese giro tan radical de su retoño: “Han sido las malas compañías; tal vez una mujer”. Si es que las tías siempre tienen la culpa de todo.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

mira también federico jiménez losantos,comunista hasta la médula amíguísimo y algo más según dicen las malas lenguas de la bardem en aquellos tiempos...quizá fuera eso...

alco dijo...

Un cambio acojonante. Pero una pregunta. ¿Seguro que en su época fascista éste tipo era sincero? Quizá era un inflitrado. Admito que su padre era del movimiento, pero ¿y la familia de su madre? se lo digo por experiencia familiar propia, a los diez años de acabar la guerra civil, la gente se relacionaba con toda normalidad. Pasar de ser sinceramente fascista a ser sinceramente etarra es imposible, a menos que sea un sicópata. Esta debe ser la respuesta.
Me retiro hasta finales de agosto. Quizá sea el ultimo verano en que pueda irme de la calurosa y húmeda BCN, tal como va todo.
¡Buen verano a todos!

Al Neri dijo...

¡Pase unas buenas vacaciones, Alco! La madre tampoco era de la órbita vasca ni abertzale. Según Wikipedia era hija de un militar destinado en Marruecos. Probablemente la clave esté en cómo percibía Iñaki a Fuerza Nueva y luego a la ETA, como dos organizaciones que amparaban (salvando las distancias) el ejercicio de la violencia, que era lo suyo.

También choca, además del buen ejemplo puesto por el comentarista Anónimo, el caso de Pío Moa, que ha pasado de ser militante del GRAPO a historiador dedicado a desenmascarar las versiones izquierdistas sobre la República y la Guerra Civil. Por cierto, hace unas semanas me lo encontré de frente en El Corte Inglés.

Ramiro Semper dijo...

Estos cambios de bando son relativamente frecuentes aunque incomprensibles para los que basamos nuestro honor en la fidelidad a unos principios. Podría llegar a comprender la sana evolución que puede llevar a alguien intoxicado por la propaganda roja a, una vez desencantado, militar en el lado correcto. Hace unos días conocí a un falangista comprometido y militante que me confesaba su pertenencia al FRAP en los años setenta. Lo que resulta más difícil de comprender es que, como en el caso del asesino separatista, alguien se pase al "Lado Oscuro" después de haber militado en un movimiento patriota. Supongo que la causa habrá que buscarla en una psicopatía criminal o una personalidad excrementicia.

Anónimo dijo...

La mujeres tienen la culpa de todo?? Ya estamos con Eva y la manzanita, eh???