El Diccionario de la RAE nos da dos acepciones de la palabra “obrero”: “que trabaja; perteneciente y relativo al trabajador” y “trabajador manual retribuido”.
Aunque el término sigue figurando en el nombre de las dos organizaciones de izquierdas más importantes de España, el PSOE y CC.OO, para mí que en nuestros días está absolutamente desfasado, o ha quedado circunscrito su uso a la segunda de las acepciones del diccionario, para referirse a albañiles o a peones industriales sin cualificación.
Puede que en un principio, por razones etimológicas, se emplease el vocablo al hablar de todo tipo de trabajadores, pero muy pronto el marxismo monopolizó su uso en sus siglas, proclamas y panfletos, y los curritos conservadores (en su gran mayoría oficinistas) lo repudiaron como a la peste. Ya en los años 50 y 60 surgieron diferentes asociaciones o círculos “de obreros y empleados”, remachando en plan clasista esa diferencia supuestamente abismal entre la gente que trabaja sentada y con papeles, y los que están dando el callo en el andamio o en la línea de montaje.
Cuando yo era un chaval, tenía un amigo cuyo padre trabajaba en un puesto muy bajo de la cadena de RENAULT, y siempre me contaba que su padre se negaba a asistir al Primero de Mayo o a las manifestaciones convocadas por los sindicatos porque pasaba de juntarse “con esos obreros”. Él era un señor que votaba a la derecha, iba a misa los domingos y llevaba a sus dos hijos a colegios religiosos. Identificaba obreros con rojos.
Por el contrario, hace unos cinco años un ardoroso falangista me soltó un speech en plan “el Gobierno, a los obreros como yo nos está machacando”. Como se ganaba la vida en la sucursal de una Caja de ahorros, le pregunté qué entendía por “obrero” y me respondió que obrero es todo aquel que trabaja por cuenta ajena, para un empresario.
Pero hoy, ya digo, la palabrita chirría ostensiblemente, en parte porque casi nadie se siente identificado con esta marca que tanto ha manchado la izquierda con sus demagogias, porque nos suena a “pobre” y todos queremos ser ricos, y porque el sector servicios ha desplazado casi por completo a los sectores primario y secundario.
11 comentarios:
Yo entiendo por obreros los que trabajan en las obras, al igual que entiendo pintor al que pinta, o contable al que lleva la contabilidad. En general todos son trabajadores, al igual que los jefazos. Sólo que unos aplican un mayor esfuerzo físico, y otros intelectual.
Estos que están en la foto, desayunando sentados en una viga sobre el vacío sí son claramente obreros.
Si en lugar de los años 20 fuera una foto actual, el encargado de la obra estaría en la cárcel, el arquitecto también, los obreros temerarios despedidos y ya se habrían montado por lo menos cuatro comisiones parlamentarias para modificar la ley de prevención de riesgos laborales.
Yo desciendo de labradores. En su ambiente, la palabra obrero se usaba para designar a aquel que, en lugar de trabajar sus propias tierras, trabaja en las de otros. Así que usaban, y siguen usando el término, en sentido estricto pues no consideraban obrero al que, aunque pobre, sólo trabaja para él.
Eso sí, es curioso que mi abuelo, a los que trabajaban para otros pero no realizando un trabajo manual, léase desde funcionarios y administrativos hasta guardias civiles, les llamaba intelectuales.
Sin embargo, mi madre, por ejemplo, que siempre ha sido administrativo, siempre ha considerado, como yo, que obrero es el empleado por cuenta ajena. Aunque sea para la administración.
Al que trabaja en las obras se le llama albañil.
En el mundo laboral hay dos clases de personas: Empresarios (el que crea empresas) y obreros (los que trabajan para este/a sean del sector que sean).
Obrero es una palabra pasada de moda ya, ahora todos somos trabajadores y ya está, tiene connotación clasista y política.
¿Tiene algo de malo que una palabra tenga connotación clasista?
Las clases existen, solo hay que aceptar cada uno en la que esté, ninguna tiene nada de malo y cada uno es lo que es, y a mucha honra.
La expresión "pasada de moda" no está pasada de moda, pero es muy infantil pensar que algo no se debe usar porque está "pasado de moda".
yo diría que obrero es aquel que trabaja por que no tiene otro remedio. Luego podéis establecer todas las categorias que queráis, cura obrero, médico obrero, albañil obrero, pero todos ellos pierden su apellido en cuanto su categoría o autonomía económica se lo permite
Me parece interesante su entrada, pero creo que usted puede dar más de sí. Interpreto que son sólo unas anotaciones para salir del paso.
Obrero es todo aquel que trabaja para otro, independientemente del tipo de trabajo.
Tanto desde la izquierda como desde la derecha se menosprecia y devalúa la palabra "obrero". En el caso de la izquierda, convirtiéndola en un sinónimo de rencor y resentimiento social y,en el de la derecha, menospreciándola con el acomplejado desdén pequeñoburgués. Aquí nadie quiere ser obrero. Aunque no tengamos dónde caernos muertos.
Obrero es todo aquel que pertenece a la Obra.
Vale, ahora ya no se lo que soy. Autónoma y trabajando en concreto para una empresa, vaya lío.
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