miércoles, 14 de septiembre de 2016

UNA ANÉCDOTA DE LA PRE-TRANSICIÓN



Hoy voy a contar una divertida anécdota transicionera (más bien tardofranquista) sobre los Guerrilleros de Cristo Rey. 

En los últimos años del régimen, los movimientos clandestinos de izquierda, empezando por el PCE, estaban totalmente infiltrados en las fábricas, sindicatos verticales, despachos de abogados, asociaciones de vecinos y parroquias, con la creciente permisividad de las autoridades, que cada vez hacían más la vista gorda en su estrategia de ofrecer al mundo una imagen de España en vías de apertura y democratización. Oficialmente y de cara al exterior el franquismo pretendía mostrarse tolerante con las huelgas, asambleas y manifestaciones de signo izquierdista, pero por detrás del telón se servía de bandas de patriotas "incontrolados" para represaliar al rojerío. Entre los grupos que manejaban y financiaban los servicios secretos del Estado (el SECED) para llegar donde la policía no podía ni debía se encontraban, es cierto, los famosísimos Guerrilleros de Cristo Rey, muy activos en España entre finales de los años sesenta y principios de los ochenta del siglo pasado, pero lo que diferenciaba a los Guerrilleros de otros grupos de inspiración similar es que sus líderes pronto se hartaron del doble juego del Gobierno y comenzaron a actuar por su cuenta y riesgo, eso sí casi siempre amparados por la aquiescencia o al menos por la pasividad de las fuerzas de seguridad de la época, que miraban hacia otro lado o se mostraban negligentes investigando sus acciones delictivas.

No me voy a extender más explicando el origen y los métodos de los Guerrilleros de Cristo Rey, en teoría comandados por el ex divisionario condecorado Mariano Sánchez Covisa y comúnmente calificados como terroristas por los medios de comunicación. Llegaron a matar en Madrid a dos jóvenes comunistas en 1976 y 1977.

Mariano Sánchez Covisa fue el número 2 de los Guerrilleros de Cristo Rey. ¿Quién mandaba de verdad? Quí lo sá...


Pero la anécdota que quiero relatar tuvo lugar en Ondárroa (Vizcaya) en diciembre de 1970, tras una de las primeras y más conocidas acciones de los Guerrilleros. El párroco de esta localidad era el cura marxista y proetarra Emiliano de Iturraran, y ejercía de ayudante Jesús Garitaonandia, más tarde rector de la Basílica de Begoña. En resumen, ellos dos y otro sacerdote de la misma cuerda alentaron y coordinaron un encierro popular en la parroquia en protesta por la situación política y por el Proceso de Burgos. Pocas horas después de finalizar este acto reivindicativo, a las tantas de la madrugada, alguien llamó a la puerta de la residencia de los curas. Cuando el párroco abrió, fue inmediatamente encañonado por un grupo de jóvenes que penetraron en el piso al grito de “¡somos Guerrilleros de Cristo Rey!”. A continuación los clérigos presentes recibieron un concienzudo correctivo físico. Fueron golpeados con contundencia con palos y cadenas, se les desfiguró el rostro a culatazos de pistola y se les molió literalmente el cuerpo con sillas y otros muebles. Cosas de la pre-Transición...

Cuando huyeron los agresores, los curillas no podían ni arrastrarse. A muy duras penas consiguieron llamar por teléfono al médico y a la Guardia Civil. El primero llegó inmediatamente y les practicó unas curas de urgencia, pero la pareja de la Benemérita se demoró más de dos horas y se presentó con una sonrisa burlona, quitando importancia al incidente. 

—  Venga, padres, no sean quejicas, que no ha sido nada.

Les tomaron declaración informalmente, sin prestar demasiada atención e insistiendo en la dificultad de identificar a los autores de las palizas con “tan pocos datos”. Jesús Garitaonandia, que seguía sangrando por la boca y por la nariz, exclamó indignado:

—  ¿Pocos datos? Eran elementos de extrema derecha y además nada más entrar nos informaron de que eran “guerrilleros de Cristo Rey”. ¿Les parece poco?

Entonces el guardia más joven sugirió con acento andaluz cerrado: 

—  Oiga, zeñó cura… ¿eztá usté zeguro? Guerriyero y de Crizto Rey… ¡ezo no pega!

— ¿Que no pega? — bramó Garitaonandia— ¡Si hubiera estado usted aquí habría visto cómo pegaban!

8 comentarios:

Sinretorno dijo...

buenísimo!!!!

Sinretorno dijo...

y también muy acertado para ver la situación del clero vasco, que ha hundido todo aquello, menos mal que ahora les toca construir a Munilla e Iceta.

Al Neri dijo...

Sinretorno, la anécdota es muy verídica y se basa en el propio testimonio del cura Garitaonandia.

Tábano porteño dijo...

Aporto desde esta ribera del Océano tenebroso una anécdota acerca del más afamado de los religiosos protomarxistas argentinos, el obispo Angelelli (en algún momento más o menos próximo beato, si los deseos de don Francisco se hacen realidad), relatada por María Lilia Genta, hija de Jordán Genta, profesor de filosofía nacionalcatólico que cayera víctima de una atentado de la guerrilla de izquierda- (Aclaración: "fierros" se les dice popularmente en Argentina a las armas de fuego):


"Después de ver por la televisión pública la sentencia del tribunal que condenó al Comodoro Estrella (que está hace más de sesenta años en la vida de mi familia) por el “asesinato” de Angelelli, logré recuperarme lo suficiente como para transmitir algo que supe, en su momento, de primera mano por boca de uno de los protagonistas.

Lo que voy a contar ocurrió poco tiempo después de haber sido designado Angelelli Obispo de La Rioja (julio de 1968), tras consumar su traición y zancadilla al Arzobispo de Córdoba, Monseñor Castellano, a quien hizo perder su diócesis. El Padre Eliseo Melchiori, de origen chacarero, doctor por Roma, Capellán de Aeronáutica (llegó a ser Vicario General de esa Arma) estaba destinado en la Base Aérea de El Chamical, en la Provincia de La Rioja. Así las cosas, Angelelli lo llamó a Melchiori citándolo en el Obispado para hablar. Los capellanes militares dependen del Obispado Castrense pero es costumbre y norma no escrita que tengan cierto vínculo y aún una relación cordial con el Ordinario de cada lugar. De modo que el buen Cura Melchiori acudió prestamente al llamado del Pastor. La sorpresa fue mayúscula cuando, al quedarse a solas con el Obispo, éste le espetó:

- Che, Melchiori, vos que estás con los milicos, ¿por qué no sacás algunos fierros y me los traés para que yo pueda armar a los muchachos?

Esto ocurría, allá por 1968, antes de que estuvieran definitivamente constituidas y diferenciadas las organizaciones guerrilleras que fueron, después, en los 70, el brazo armado de la subversión. Tan tempranamente, pues, andaba el Obispo entreverado con la lucha armada."

http://sagradatradicion.blogspot.com.ar/2014/07/angelelli-y-los-montoneros.html
(Ciertamente, la famosa foto de la "Misa montonera" de Angelelli que ilustra esta nota es bastante elocuente de por sí acerca de las inclinaciones ideológicas de tal pastor).

Al Neri dijo...

Sí, Tábano, es un tema parecido al del clero vasco. Eso de La Rioja y Córdoba me mosquea, no em acabo de hacer idea de que allá hay ciudades y provincias que se llaman como las españolas... ¿Allí en La Rioja también hay buen vino? jeje.

Tábano porteño dijo...

En rigor de verdad, Neri, se considera que los mejores vinos argentinos vienen de la provincia de Mendoza... cuyo nombre también tiene relación con España, como el de la mayoría de las otras. Si le interesa, vea este breve apunte escolar con la sintètica explicación del origen de los nombres de las provincias argentinas (dejé sólo las que tienen nombres relacionados directamente con lo español... que son casi todas!):

Buenos Aires
En la primera fundación Pedro de Mendoza llamó al sitio Real de Nuestra Señora Santa María del Buen Ayre, para cumplir la promesa que hiciera a la Patrona de los Navegantes, que se hallaba en la Cofradía de los Mareantes de Triana y de la que él era miembro. En efecto, "Buen Aire" es la castellanización del nombre de la Virgen de Bonaria, es decir, de la Virgen de la Candelaria a quien los padres mercedarios habían levantado un santuario para los navegantes.


Córdoba
En 1573, Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva
Andalucía, cuyo nombre es un homenaje a su ciudad natal, la ciudad española de Córdoba en la comunidad homónima.


Formosa
Se especula que el Nombre “Formosa” deriva de una locución latina que significa “Hermosa” y que habría sido dado por los conquistadores españoles al navegar por el Río Paraguay.


La Rioja
Esta denominación es heredada de la comunidad española La Rioja, y su etimología ha sido muy discutida. Las principales teorías son: la que le hace corresponder con el río Oja, junto al que se encontraba la zona geográfica conocida originalmente con ese nombre; la que apunta al término “rivalia” que se traduciría como tierra de riachuelos; y la que indica que tendría sus orígenes en la lengua vasca como unión de los vocablos erria y eguia, que se traduciría como tierra de pan.

Mendoza
Los primeros españoles que ingresaron en el actual territorio mendocino lo hicieron a las órdenes de Francisco de Villagra, quien descendió desde el Perú por la ruta del Tucumán con el objetivo de unirse a Pedro de Valdivia en Chile. El 2 de Marzo de 1561 el capitán Pedro del Castillo fundó la ciudad de “Mendoza del Nuevo Valle de La Rioja” luego transformada en la capital provincial, dándole el nombre del gobernador de Chile, García Hurtado de Mendoza.

Misiones
Los antecedentes de la toponimia de esta provincia se remontan a la creación del Gobierno Político y Militar de Misiones o Gobierno de los Treinta Pueblos de las Misiones Guaraníes, por la Corona española para administrar los territorios que dejaron abandonados los jesuitas al ser expulsados de sus misiones en territorios que hoy forman parte de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.

Tábano porteño dijo...

(continuación)
Salta
El nombre de la ciudad de Salta no ha sido aclarado hasta hoy, siendo muy diversas las opiniones formuladas al respecto, inclinándonos hacia la que le atribuye un origen indígena.
La palabra Saccta, de pronunciación gutural fuerte y que significa “machacado, triturado”, puede haber sido pronunciada Salta por los españoles, debido a su fácil adaptación fonética de nuestro idioma. Pudo ese lugar haber sido también el sitio en que se machacaba y trituraba el producto de las minas que los Incas explotaban menos cerca de Salta, por ser el clima del valle apropiado para un asiento permanente de tales actividades. Otra voz quechua en que se puede buscar etimología de Salta es
Salcca, que quiere decir salvaje, huraño, adjetivo que pudo haber aplicado los conquistadores incaicos a los aborígenes del valle de Lerma, donde habitaban algunas parcialidades de los calchaquíes.

San Juan
El 13 de junio de 1562 Juan Jufré de Loayza y Montese, fundó San Juan de la
Frontera, en el valle de Tucuna, por orden de Francisco de Villagra, capitán general de Chile. La ceremonia tuvo pocos testigos: el reducido grupo de españoles que acompañaban a Jufré y algunos indígenas. Se leyó un acta, que fue firmada por algunos de los expedicionarios presentes. El acta de fundación de la ciudad la bautizó San Juan de la Frontera en honor del santo patrono San Juan Bautista y por llegar su territorio hasta la frontera con el Tucumán.

San Luis
Aunque se ha perdido su acta fundacional, se cree que la ciudad de San Luis fue fundada el 25 de agosto de 1594 por Luis Jofré de Loaysa y Meneses, teniente corregidor de Cuyo. La región formaba parte del corregimiento de Cuyo con cabecera en la ciudad de Mendoza integrando la Capitanía General de Chile dependiente del virreinato del Perú.
En 1596, después de haber sido abandonada, Martín García Oñez de Loyola, capitán general de Chile, mandó fundarla nuevamente. Entonces la ciudad recibió el nombre de “San Luis de Loyola Nueva Medina de Río Seco”.

Santa Cruz
Durante la invernada en San Julián, Magallanes envió al piloto Juan Serrano con la Santiago en viaje de exploración hacia el sur. El día 3 de mayo de 1520, Serrano entró en un río al que llamo “Santa Cruz”, por ser ése el día de la “Invención de la Santa Cruz”.

Santa Fe
La denominación de esta provincia argentina denota la herencia cristiana de la conquista española. Por orden de Martín Suárez de Toledo, gobernador de Asunción, Juan de Garay, en su carácter de Capitán y Justicia Mayor en la conquista y población del Paraná y Río de la Plata, fundó la ciudad con el nombre de Santa Fe de la Vera Cruz, el 15 de noviembre de 1573.

Santiago del Estero
El nombre de esta provincia se debe a que el 25 de julio de 1553 se funda la ciudad de Santiago del Estero del Nuevo Maestrazgo, por ser el día de Santiago Apóstol bajo cuya advocación se puso la ciudad.

Tierra del Fuego
Su nombre fue el dado por los hombres de Magallanes a la isla en 1520 pues habían visto fogatas en las montañas. Fue declarado territorio nacional en 1943; más tarde se convirtió en parque nacional a cargo del Ministerio de Marina, y en 1990 se transformó en provincia.

Anónimo dijo...

Por Dios, ¡qué tábano realmente es Tábano!