martes, 10 de febrero de 2009

¿ES LÍCITO?

«Sin la virtud de la justicia, ¿qué son los reinos sino unos execrables latrocinios? Y éstos, ¿qué son sino unos reducidos reinos? Estos son ciertamente una junta de hombres gobernada por su príncipe la que está unida entre si con pacto de sociedad, distribuyendo el botín y las conquistas conforme a las leyes y condiciones que mutuamente establecieron. Esta sociedad, digo, cuando llega a crecer con el concurso de gentes abandonadas, de modo que tenga ya lugares, funde poblaciones fuertes, y magnificas, ocupe ciudades y sojuzgue pueblos, toma otro nombre más ilustre llamándose reino, al cual se le concede ya al descubierto, no la ambición que ha dejado, sino la libertad, sin miedo de las vigorosas leyes que se le han añadido; y por eso con mucha gracia y verdad respondió un corsario, siendo preso, a Alejandro Magno, preguntándole este rey qué le parecía cómo tenía inquieto y turbado el mar, con arrogante libertad le dijo: y ¿qué te parece a ti cómo tienes conmovido y turbado todo el mundo? Mas porque yo ejecuto mis piraterías con un pequeño bajel me llaman ladrón, y a ti, porque las haces con formidables ejércitos, te llaman rey.»

San Agustín. La ciudad de Dios. Libro IV, 4.


Estoy firmemente convencido de que la legitimidad que confiere autoridad al poder establecido no depende solamente del origen de éste sino, fundamentalmente, de las actuaciones que realice. Estas actuaciones, sorteando las diferencias que puedan existir en aspectos administrativos o de organización, siempre deberían ir orientadas hacia la consecución del Bien Común y de la Justicia al margen de los muchos errores que, como humanos, los gobernantes puedan cometer.

De la misma manera, me afirmo en que si un gobern
ante o un estado no cumple con su cometido de forma tanto demente como deliberada, esto es, soslayando el servicio al pueblo y a la Justicia para entregarse a la satisfacción de sus propios intereses particulares, de grupo o de partido, o imponiendo leyes inmorales y tremendamente inhumanas y crueles, o manipulando todos los resortes a su alcance para disimular una tiranía tras el manto del Derecho y de la Razón, entonces es lícito, o incluso obligado, saltar por encima de unas leyes desvirtuadas para expulsar al tirano del poder. Y en función de lo graves que sean las atrocidades y los desmanes causados, así serán, aplicando el básico principio de proporcionalidad, los medios necesarios para defenestrar a los, en unos casos, corruptos y, en otros, corruptores. Y entre estos medios estimo, casi sin lugar a dudas, el muy honorable uso de los medios físicos.

De hecho, como condiciones básicas para legitimar el uso de la violencia, sólo contemplo unas simples premisas: causa justa, que los males causados no sean mayores que los que se desean evitar, posibilidades razonables de éxito y que nos encontremos ante el último recurso razonable: la ultima ratio.

Y ahora es donde lanzo el guante a los lectores de La pluma viperina, con la esperanza de que sean tan amables de recogerlo y profundizar en un debate que creo puede resultar enormemente interesante.

  • En primer lugar, me pregunto si es posible llevar a cabo grandes cambios sociales o políticos moviéndose dentro del marco estricto de la legalidad sin tener que saltársela o recurrir a hipócritas subterfugios. Sinceramente, salvo contadas excepciones, la Historia nos demuestra lo contrario desde el mismo instante en que César cruzó el Rubicón, hasta la caída de Sadam Hussein, pasando por la Revolución Francesa y un sinfín de ejemplos.
  • De la misma forma, me pregunto si, en pleno siglo XXI, sería aceptado llegar, incluso, al atentado personal con el fin desalojar al tirano. Antes de contestar, por favor, revisen el asesinato de Calígula, el ahorcamiento de Carlos I de Inglaterra por Cromwell o, al hilo de su reciente estreno en los cines, la operación Valkiria. Ejemplos traídos a vuelapluma.
  • También me gustaría debatir acerca de la legitimidad de un sistema político surgido del asalto al poder por medios violentos, teniendo en cuenta que éstos pueden variar desde lo incruento a lo trágico. Al hilo de esta cuestión podría poner en duda la legitimidad de todos los sistemas políticos mundiales tanto en su origen como en su sustento último, pues la ley es respetada por todos acudiendo al recurso último de la coacción: multas, actuaciones de los cuerpos de seguridad, prisiones...
  • Igualmente me cuestiono la rectitud de usar medios violentos, incruentos o no, no con la intención de asaltar el poder sino de desgastarlo o impedir que a la sombra de éste se comentan desmanes inconcebibles. Pensemos, por ejemplo, en los atentados cometidos por los abolicionistas yankis a mediados del XIX o, también en Estados Unidos, los atentados contra abortorios.
Si ha llegado hasta aquí, espero, estimado y paciente lector, que me haga usted el honor de acudir a mi reto, alimentando una discusión que anhelo sea tan fructífera como apasionada y respetuosa.

«Porque, ¿quién ha dicho –al hablar de "todo menos la violencia"– que la suprema jerarquía de los valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y de las pistolas cuando se ofende a la justicia o a la Patria.»

José Antonio Primo de Rivera. Madrid, 1.933.

45 comentarios:

Lanarch dijo...

Coño, una cita de la Falange XD

Sin firma, ¿por qué? XDDD

Natalia Pastor dijo...

Cuando yo estudié y terminé Derecho, hace ya casi quince años,uno de mis mejores recuerdos eran los del catedrático de Derecho Natural.
Insistía mucho en Norberto Bobbio y en su defensa de la desobediencia civil y del uso legítimo de la violencia.
Preguntas,Subdirector, si es posible llevar a cabo grandes cambios sociales o políticos moviéndose dentro del marco estricto de la legalidad sin tener que saltársela o recurrir a hipócritas subterfugios;tenemos el ejemplo de la Transición de 1978 en nuestro país.
Otra cosa son las revoluciones,que siempre han tenido su origen en hambrunas y en el descontento social.
Desde la Revolución Francesa a la de 1917 en Rusia, el nexo común es la falta de pan y alimentos.
De aquel "que coman pasteles si no hay pan",con desdén de Maria Antonieta, a los discursos de Lenin, el nexo común es el mismo.
A fin de cuentas, ¿que sucedería si las cientos de miles de personas que hacen cola en Cáritas,que no tienen para comer y alimentar a sus hijos,decidieran asaltar y robar los supermercados?.
¿Sería legítimo?.
¿Estaría justificado que los 350.000 "sintecho" que hay en España, salieran y marcharan como un solo hombre,en dirección a la Moncloa en busca de la cabeza de Zapatero?.
¿Y que ocurriría si los diez millones de pobres que hay en España, al margen de los sindicatos del pesebre,se movilizaran por su cuenta y se lanzaran a la calle en una especie de "intifada" por un trabajo digno y poder dar de comer a sus hijos?.
Grandes preguntas....

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Interesante, Natalia, pero de verdad que la Transición del 78 no hizo uso de un hipócrita subterfugio: el rey había jurado las leyes del Movimiento y manipuló las mismas para acabar con ellas. De hecho, ¿la Constitución nació de unas elecciones a Cortes Constituyentes o a Cortes Legislativas?

Y si no fue así, deduzco que todavía vivimos en el régimen del 18 de julio.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Lanarch, he tenido muchísimos problemas con el puñetero editor WYSIWYG del blogger que no podía funcionar peor, ni siquiera trabajando directamente en HTML.

Jose CM dijo...

Creo que está justificada la violencia y el atentado contra tiranos como Hitler, Stalin, Hussein o Castro.

Ya lo dijo John Wilkes Booth (lástima que matara al dirigente equivocado):

Sic semper tyrannis (Así siempre a los tiranos)

Al Neri dijo...

Yo creo que la unica legitimidad del poder está en la voluntad d ela mayoría de los ciudadanos y nunca en la violencia. En el caso de Hitler y otros dictadores, si ha habido violencia para derrocarlos es porque ellos iniciaron las violencias primero.

Al Neri dijo...

Si me parece peligroso confesarme republicano en un país donde las repúblicas siempre han venido de la mano del separatismo, del laicismo virulento y de la burguesía más vampiresca, cuando no de la extrema izquierda garbancera (como diría Natalia Pastor), imaginaros el miedo que me da definirme como pro-golpista cuando en España la mayor parte de los golpes y pronunciamientos militares se han utilizado para defender los privilegios y las fincas de cuatro ricos.

Aun así, comparto íntegramente los planteamientos del señor Subdirector, pero añadiría un requisito a mayores para legitimar un “reset” por las bravas de cualquier sistema político: Que tengamos muy claro que lo que vamos a implantar a continuación es realmente más justo y más humano que lo que nos hemos cargado. No vaya a ser que nos cepillemos a lo bestia un modelo de estado por criminal (aborto), porque pone en peligro la integridad territorial de España, porque falsea la participación popular, porque atenta contra la identidad e independencia de la Patria y porque no garantiza el trabajo y la subsistencia de los ciudadanos, e implantemos en su lugar un conciliábulo cutre de generales aliados con la caciquería y la banca para que la riqueza se reparta igual o más injustamente que antes, las chicas sigan quedándose preñadas a destiempo, pero abortando fuera, haya todavía menos cauces de participación, se manipule la información arbitrariamente y encima se abuse y se fusile con impunidad.

¿Qué es preferible, un gobierno arbitrario y asesino surgido de las urnas o uno que sea ecuánime y respetuoso con el ser humano pero que, por lo que sea, se haya implantado a tiros contra otro formalmente democrático? Yo desde luego me quedo con el segundo. Admito, eso sí, que la valoración sobre la justicia o injusticia de un régimen político a veces puede resultar muy subjetiva y depender demasiado de nuestras ideas y pasiones (uno puede defender o no el Alzamiento del 36 o el Castrismo cubano según le parezcan ideológicamente las situaciones anteriores a ambos regímenes). Por eso muchos abogan por las reglas del juego hoy vigentes, pues se piensan (para mí, ingenuamente) que así se impide que un determinado señor imponga su postura por encima de la opinión de la mayoría.

A mí, como la opinión de la mayoría me la suda bastante, aplaudiría con entusiasmo una buena sacudida, al margen de las urnas, a un sistema aberrante e irrespetuoso con la dignidad de las personas. Si los crímenes (disfrazados de ley) y atentados contra esta dignidad son graves y continuados en el tiempo, no me parecería de recibo esperar a unas elecciones o a obtener los consensos oportunos para actuar, ya que durante ese tiempo precioso podrían morir personas inocentes o incluso mi Patria para siempre. Ante el peligro y la duda, mejor entrar a tiros en la Cámara baja y luego, si se tercia, ya nos sentaremos a consensuar, ¿no os parece?

Una puntualización a Natalia Pastor (joder, la citamos más que a José Antonio): con la mano en el corazón, ¿de verdad consideras la farsa de la Transición como un cambio social y político profundo? Sabes de sobra que las bases del régimen que nos encasquetaron tras morir Franco ya estaban bien sentadas muchos años antes. España llevaba ya más de una década liberalizando las instituciones, abriéndose al exterior (ONU, CEE, FMI…) y pergeñando la Monarquía juancarlista. O bien entendemos que no hubo cambio profundo en el 78 o démosle las gracias por el mismo (o echémosle la culpa) al Generalísmo, verdadero artífice de la actual situación política.

Natalia Pastor dijo...

SUBDIRECTOR Y AL:
Evidentemente,la Transición del 78 fue un "cambio de piel",una mutación sobre si mismo del Régimen franquista,para poder,primero que el Rey pudiera convertirse en jefe del Estado, y segundo,que la llegada de la democracia se hiciera sin una ruptura brusca y sobre todo,de forma pacífica.

Anónimo dijo...

¿Es lícito?

Buena pregunta, pues yo creo que en determinados momentos, es lícito el uso de la fuerza, y la violencia, sobre todo, cuando una sociedad cae en el abismo de la más absoluta decadencia.

Hemos llegado al punto, en el que todo vale y todo está bien, y parece que nos hemos vuelto de corcho, que no nos corre sangre en las venas.

Muchas veces tengo la sensación de mirar a mi alrededor, y sentir cómo poco a poco se derrumba todo, y pero la gente parece estar alelada, atontada, drogada, no reacciona, creo que un chutazo de corriente vendría muy bien, para que la gente reaccionara.

Dicho esto, contestaré a sus preguntas.

Un cambio social y político no se produce de forma pacifista, y es necesario muchas veces cruzar la raya de la legalidad para hacer presión.

En cuánto a tu segunda pregunta, pues hijo, cómo sigan exprimiendo la naranja, que empieza ya a rajarse, no se en qué va a acabar la historia, y si tendremos nuevos episodios nacionales.

Anónimo dijo...

Me parece un debate interesantísimo pero como os vea la "Inquisición democrática" os cierran el chiringuito en un santiamén.

Por mi parte diría que el atentado del coronel Von Stauffenberg contra Hitler es muy clarificador al respecto. Eso sí, o se dan las circunstancias excepcionales que legitimen tan dramática actuación o estaremos ante una vulgar justificación de una acción ilegal y probablemente criminal que habitualmente tan sólo esconde intereses particulares nada honrosos.

Lázaro dijo...

Una frase sencilla y no mía: el medio justifica el fin.

Gurney Halleck dijo...

Dejaos de legalidades, de lo que es lícito y lo que no. ¿Ahora os sometéis a la razón? ¿Ahora utilizáis una balanza, poniendo en un platillo los crímenes que se cometen y en otro los que se evitan? No me lo creo. Pensaba que erais gente de fe y tradición. Que emprendíais las acciones en base a unos valores absolutos y una justicia superior a la humana y no evaluando los medios empleados y los beneficios a conseguir.

Ah... pero creo que se lo que os pasa... Tenéis “sed de gloria”. Sí, no os riáis. Nos ha tocado vivir en una época insulsa. En un mundo donde reina la tibieza y la monotonía. Y añoráis la épica de otros tiempos (que tenemos idealizada), cuando un hombre podía coger un arma e ir a luchar por algo y sentir que estaba haciendo algo por cambiar lo que estaba mal. Sentir que su vida no era totalmente irrelevante. Dejar su huella en la historia, auque sea una huella minúscula. Contribuir al progreso. Anheláis vivir “tiempos interesantes” (a mí también me pasa). Pero cuidado, los tiempos interesantes pueden ser una maldición (como leía en el blog de Meletea).

A ver si saco un rato y comento algo más y entro en materia que esto sólo ha sido una reflexión que me ha venido al leer al señor Subdirector y algunos comentarios.

Meletea dijo...

Señores, si no fuera porque creo que muchos de ustedes hablan mucho pero a la hora de la verdad habría que ver si tomaban las armas y eran capaces de clavar su puñal en el pecho de César como en la Antigua Roma... me darían realmente miedo sus opiniones.

Plantean que el uso de la violencia es legítimo si hay causa justa y los males causados en caso de no emplearla fueran mayores. Y ponen ejemplos como el de Hitler donde efectivamente parece que hubiera estado bien justificado su asesinato para evitar el de millones de judíos.

Pero salvo contadas excepciones, yo me pregunto: ¿causa justa y beneficios para quien? Porque en mi opinión (y coincido con lo que dice Petete) el poder debería estar legitimizado por la mayoría de los ciudadanos.

De acuerdo,ustedes parten de la premisa de que la masa de los ciudadanos estamos dormidos y sólo unos pocos (ustedes, que están despiertos) deben tomarse la justicia por su mano y hacer "lo que sea necesario" por el bien del conjunto de la población.

Pero, ¿realmente están tan seguros de que sus ideas son las mejores y que el poder que quieren instaurar beneficia a todos como parar recurrir a la violencia para conseguirlo? ¿realmente en nuestro siglo XXI hay tantos casos en los que no hay otra forma de provocar un cambio político en el poder?

En casos muy puntuales puedo entender su uso y hasta justificarla, pero personalmente, pienso que legitimizar la violencia como forma de conseguir cambios políticos y sociales sería como abrir la caja de Pandora a males mayores.

Rapajic dijo...

Sois muy graciosos y MUY INCOHERENTES. Os reconocéis Cristianos y a la vez defendéis el uso de la violencia e incluso del asesinato. ¿No es el quinto mandamiento "no matarás"? ¿O es que vuestro Dios y vuestra religión distingue a quien matar y a quién no? Ah, ahora lo pillo, cuando me interesa soy super cristiano y seguidor de Dios y Jesucristo y cuando me interesa defiendo el bien de los hombres y de mi patria con los medios que sean necesario. ¿Un consejo?: Revisad vuestros valores y priorizarlos, no sea que acabéis en el infierno...

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Partiendo de que los responsables de una guerra no son los que las declaran sino los que las provocan, recuerdo a los expertos en cristianismo ajeno el Catecismo de la Iglesia Católica:


2304 El respeto y el desarrollo de la vida humana exigen la paz. La paz no es sólo ausencia de guerra y no se limita a asegurar el equilibrio de fuerzas adversas. La paz no puede alcanzarse en la tierra, sin la salvaguardia de los bienes de las personas, la libre comunicación entre los seres humanos, el respeto de la dignidad de las personas y de los pueblos, la práctica asidua de la fraternidad. Es la ‘tranquilidad del orden’ (S. Agustín, civ. 19, 13). Es obra de la justicia (cf Is 32, 17) y efecto de la caridad (cf GS 78, 1-2).

2306 Los que renuncian a la acción violenta y sangrienta y recurren para la defensa de los derechos del hombre a medios que están al alcance de los más débiles, dan testimonio de caridad evangélica, siempre que esto se haga sin lesionar los derechos y obligaciones de los otros hombres y de las sociedades. Atestiguan legítimamente la gravedad de los riesgos físicos y morales del recurso a la violencia con sus ruinas y sus muertes (cf GS 78, 5).

2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a ésta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:

– Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.

– Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.

– Que se reúnan las condiciones serias de éxito.

– Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.

Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la ‘guerra justa’.

La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.

ignatus dijo...

Ayer, viendo una reposición del "Informe Semanal" de la época que trataba sobre el 23-F dijeron una cosa que me sorprendió mucho, hasta el punto de que pienso que pude oír mal: el de ese día fue el intento de golpe de estado número 26 en los dos últimos siglos (grosso modo, una media de uno cada 8 años)

Así que de lo aquí dicho, yo me quedo con una frase suelta de Al Neri: "la valoración sobre la justicia o injusticia de un régimen político a veces puede resultar muy subjetiva y depender demasiado de nuestras ideas y pasiones"... aunque a mí el "a veces" se me queda corto.

Saludos

Anónimo dijo...

En España el único caso clarísimo de golpe de estado justo para evitar la anarquía, el desorden y el comunismo es el que dio el Caudillo en 1936.

Anónimo dijo...

Vuestros casos teóricos de graves injusticias contra las que es preciso acabar a tiros no son más que eso, casos teóricos. Todos sabemos que en la practica los gobiernos tienen cosas buenas y otras malas y que es una locura plantearse derrocarlos con un golpe de estado porque no nos guste su signo politico o "creamos" que son muy injustos. Los ejemplos de Hitler, Calígula, etc, me parecen pura demagogia porque sabeis que no se dan en la practica, salvo 2 o 3 veces en la historia y en estos casos es justo derrocarlos casi como medio de defensa personal. Hoy en dia en nuestras democracias el que habla de golpes de estado es un fascista y punto.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Claro, un estado que asesina vilmente a más de 120000 personas al año y que manipula todos los resortes del poder: legislación, justicia, educación, medios de comunicación... es totalmente legítimo. Es más, que haga lo anterior es sólo una suposición teórica.

¿Qué más debe hacer, mandar a la policía a detener al jefe de la oposición para abandonar su cadáver dos horas después en el cementerio?

Lanzo una pregunta más. ¿Es lícito derrocar a un gobierno nacido de las urnas por una mayoría aplastante? Lo que piensen que no, que revisen como alcanzó el poder el Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Ignatus. Eso sólo en lo que se refiere a golpes de estado. Sublevaciones armadas en España desde 1.808 ha habido más de 120.

Lanarch dijo...

"Lanzo una pregunta más. ¿Es lícito derrocar a un gobierno nacido de las urnas por una mayoría aplastante? Lo que piensen que no, que revisen como alcanzó el poder el Partido Nacional-Socialista Alemán de los Trabajadores."

No es del todo exacto. Hitler no tuvo mayoría aplastante hasta después de ilegalizar a los comunistas (y de hecho, según leo en la wikipedia y yo no sabía XD en las elecciones inmediatamente anteriores a esas el partido nazi incluso bajó de votos).

Gurney Halleck dijo...

Es usted el rey de la hipérbole, señor Subdirector. O Caudillo de la hipérbole, si no le gusta la monarquía.

120 sublevaciones y 26 golpes de estado en España en 200 años... ¡Y usted quiere más!
¿De qué han servido? ¿Cuántos han contribuido realmente a mejorar la situación? ¿Cuántos tenían buenas intenciones y no buscaban ciegamente el poder?
No me extraña que haya habido tantos, con personas como usted, que ante la menor contrariedad quieren tomar el fusil.

¿Se persigue a la oposición en España? Otra vez el victimismo y el martirio. Tal vez se les acose más que a otros delincuentes, pero si no hubiera corrupción el acoso sería en vano. (Y yo todavía no he visto a la policía corriendo por las calles detrás de los jóvenes de nuevas generaciones del PP)

120000 asesinatos, supongo que se refiere al aborto. No entraré en si el aborto es un crimen o no (de eso creo que ya escribieron anteriormente y lo harán en el futuro, imagino). Pero lo que si diré es que acusar al gobierno de ser causante de los abortos es ridículo. El gobierno los consiente, pero... los que provocan el aborto son los padres del embrión, y ellos son por tanto los asesinos (según su perspectiva católica).

Cargar al gobierno esas muertes es semejante a cargar a la Iglesia católica las muertes por sida. Como no permiten el uso de preservativo no están trabajando activamente contra la propagación (de la misma forma que el gobierno no trabaja activamente contra el aborto) y según usted serían culpables de las muertes. Me dirá que la Iglesia pide que no se tengan relaciones sexuales y así no se corra riesgo, pero eso es una medida que considero pasiva y sería semejante a que el gobierno no anime ni incentive al aborto (sea pasivo).

Y por último: siempre el ejemplo del partido Nazi, que ganó por mayoría. Siempre critica usted a la masa, a la mayoría, desprecia a la chusma. No le niego que vivimos en una sociedad donde la mayoría está dormida, embaucada por algún partido o se autoengaña.

Pero esa minoría a la que usted pertenece, esa élite que se subleva para bien de todos los ciudadanos... se autoengaña igualmente. Esa élite está sometida a otros poderes, pero sometida igualmente. No hay más que mirar lo que escribe usted en el blog: repite consignas dadas hasta el hartazgo en los medios que le son afines. Son minoritarios, sí, pero no más despiertos, ni menos sometidos.

Ah, y para hacerle reflexionar sobre su desconfianza de las mayorías piense que hace cuarenta años, la mayoría (la masa, la chusma despreciable..., etc.) pensaba como usted.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Propaganda, hipocresía y demagogia progre: la dictadura de los bienpensantes, del prisismo.

Y con lo de perseguir a la oposición no me refería al PP. ¿Cuándo los he defendido? Si no al asesinato de Calvo Sotelo.


Otra cosa. ¿El causante del genocidio no era Hitler sino los que directamente construían los campos de exterminio?

Gurney Halleck dijo...

Claro que los causantes del genocidio fueron los que construyeron y manejaron las cámaras de gas. Y Hitler que les ordenaba hacerlo.

Creo que el gobierto no va obligando a las mujeres a abortar, ¿verdad?.

Así que con:
"¿Qué más debe hacer, mandar a la policía a detener al jefe de la oposición para abandonar su cadáver dos horas después en el cementerio?"
se refería a Calvo Sotelo. Ah.
Yo pensaba que sugería que a Zapatero sólo le faltaba hacer esto con la oposición para merecer el golpe de estado (y tener el paralelismo histórico que creo que desea).

Gurney Halleck dijo...

Subdirector, me ha hecho usted coger el catecismo de la estantería (donde lo tenía bastante olvidado, es verdad). Son muy interesantes los puntos que cita, pero ha omitido dos que me parecen también relevantes:

2302. Recordando el precepto “no matarás” (Mt 5,21), nuestro Señor pide la paz del corazón y denuncia la inmoralidad de la cólera y del odio.:
La cólera es un deseo de venganza. “Desear la venganza para el mal de aquel a quien es preciso castigar, es ilícito”; pero es loable imponer una reparación “para la corrección de los vicios y el mantenimiento de la justicia” (S. Tomás de A., s. th. 2-2, 158,1 ad 3). Si la cólera llega hasta el deseo deliberado de matar al prójimo o de herirlo gravemente, constituye una falta grave contra la caridad; es pecado mortal. El Señor dice: “todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal”
(Mt 5,22)

2303. El odio voluntario es contrario a la caridad. El odio al prójimo es pecado cuando se le desea deliberadamente un mal. El odio al prójimo es un pecado grave cuando se le desea deliberadamente un daño grave. “Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial...” (Mt 5, 44-45)

Me ha llamado la atención (como lego en la materia que soy) que los pasajes contrarios a la violencia estén referenciados al evangelio, mientras que los que tratan el castigo, el orden, la guerra justa, en definitiva los que explican cuándo es lícita la violencia, están referenciados a Santo Tomás, San Agustín, Gaudium et Spes...

Rapajic dijo...

Espero que cualquiera de los últimos comentarios de Gurney Halleck sean "comentario de la semana". Aunque tal vez tan sólo lo deseo porque muestran de una manera mucho más clara, argumentada y rotunda lo que yo insinué, que el personaje que firma esta entrada tiene una doble moral y la usa en función de lo que le interesa. ¿A quién rendirá esta vez cuentas? ¿A la patria o a Dios?

La pluma viperina dijo...

F.A., el firmante de esta entrada es una persona, no un "personaje". O relajamos el tono o tijeretazo.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

A usted, FA, seguro que no tengo que rendirle cuentas. Salvo que nos encontremos algún día en Valladolid; caso que hablaremos como se debe.

De verdad que estoy hasta las narices de usted y de su falta de modales, moderación, educación... ¿No tiene trabajo? ¿Amigos, aficiones, obligaciones...? ¿Tan triste y aburrida es su vida? Haga deporte, escuche música, lea, vaya al cine, quede con alguna chica para tomar un cubata o para ir al Zara de compras y déjese de intentar picar a la gente escondiéndose tras su monitor. Y si quiere emoción, busque una pelea de verdad, cara a cara, como un hombre. Aunque sea, rete a alguien a una partida de petanca o al parchís. ¿Qué le pasa? ¿Es muy bajito o muy feo o gangoso o tiene furúnculos peludos en la cara?

De verdad que siento auténtica pena por un individuo como usted que precisa de Internet para reafirmar una vida personal, de seguro, tan vacía. Y aún así, si su vida es tan triste que gira alrededor de su ego, sus blogs y chorradas similares (que sólo deberían servir para entretenerse y matar el tiempo), esfuércese por esmerar su bitácora y conseguir más visitas y no venga a aumentar las de la nuestra.

De todas formas, le recomiendo lo mismo que Galeno para remediar la histéria. ¡Ah, no! Que usted no tiene útero, tendrá que fumigarse por otro lado.

Y bueno, ya he acrecentado su ego un poco más. No le dedico más tiempo. Algunos tenemos que trabajar y a las diez he quedado para tomar unas copas. Por favor, no vuelva. Ya le hemos dejado claro que usted no es bienvenido en nuestra casa mientras no se sepa comportar.

Al Neri dijo...

F.A. y Subdirector: antes de que la cosa se vuelva a desmadrar como en diciembre, yo les rogaría que se contuviesen y se dejaran de piques y ataques personales.

Yo concibo el blog como un espacio para departir y exponer opiniones y no le veo sentido ni a comentar para molestar a los cuatriunviros ni a retar y provocar a los participantes. Se supone que todos somos personas educadas y equilibradas y el blog debería ser ante todo un lugar donde demostrarlo.

Insisto: es una idiotez que estemos aquí amenazando con censurar o no censurar. Por favor, no sigan por este camino.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Perfecto, sr. Neri. Pero como siempre he mantenido, los responsables de una guerra no son los que la declaran sino los que la provocan.

En cierta medida, la culpa es nuestra por no haber metido la tijera a este individuo en cuanto comenzó con sus desmanes. Pero no lo hicimos y pasa lo mismo que con los perros (léasele bien la frase: no le estoy llamado perro): si la primera vez que ladran no se les da una patada en la boca, se envalentonan y al final no dejan de ladrar.

Desde mi punto de vista, este señor es un verdadero troll un tanto desequilibrado y hay que tratarlo como tal. Yo me dedico al blog para pasar un buen rato y dialogar con gente normal y no para perder mi valioso tiempo con gentucilla de tres al cuarto.

Anónimo dijo...

Buenas noches:

La justificacion ultima de cualquier estado (o grupo humano de caracter politico) es la violencia.
Un estado no es mas que aquella entidad politica que tiene el monopolio de la violencia y que impide por la fuerza el uso de otras violencias.
Por lo tanto a mi entender la referencia al primer texto de San Agustin estan obviando este importante hecho.

Otra cosa es con que objetivos deba usarse el monopolio de la violencia.
Supongo que todos estaremos de acuerdo en que la violencia debe usarse al servicio de unos fines superiores, pero discreparemos de que fines son estos.
Cuando yo estudiaba derecho natural y filosofia del derecho casi todos los autores estaban de acuerdo en que habia unas leyes naturales pero ninguno se ponia de acuerdo cuales eran las dichosas leyes naturales.
Sinceramente creo que sera imposible definirlas claramente ya que en buena medida se redefinen con los tiempos y los avances tecnologicos.

Entrando ya en materia creo que el uso de la violencia en las democracias modernas (y en muchos estados y reinos antiguos)tiene un importante problema. Todo el que usa la violencia para imponer sus ideas queda deslegitimado a nivel nacional e internacional.
Los asesinos de Cesar no le sobrevivieron ni un año, a la muerte de Cronwell su regimen desaparecio, y no hay que olvidar que valkyria fracaso por el importante apoyo que Hitlesr tenia en todo el estamento militar aleman, asi como en su pueblo.
Por lo tanto a mi entender hay que ser cuidadoso con el uso de las armas ya que tras un breve periodo reafirmas lo que quisiste destruir.

A mi modo de ver lo que hay que hacer es ganar el terreno moral alto, ganar la batalla de los corazones y las mentes de la gente. Mientras esto no se gane no hay nada que hacer.
Creo que costaria mucho ganarlos pero merece la pena.

Un saludo

Anónimo dijo...

NATALIA PASTOR - Obviamente en la Transición se saltó la legalidad vigente y se recurrió a subterfugios, ¿o acaso las Leyes Fundamentales de Franco preveían una democracia de partidos?

SUBDIRECTOR - "...y si no fue así, deduzco que todavía vivimos en el régimen del 18 de julio...", buenísimo, aún no he parado de reirme.

PETETE - Entre los políticos eso de que "la unica legitimidad del poder está en la voluntad de la mayoría de los ciudadanos", está muy claro. De ahí su interés en lavarnos el cerebro mediante sus medios de comunicación afines para que nuestra voluntad sea siempre coincidente con la suya.

AL NERI - Alabo su sinceridad, aunque echo de menos más prudencia y ponderación en sus valoraciones. Respecto a considerar "la farsa de la Transición como un cambio social y político profundo", Sigfredo Hillers da una explicación bastante consistente justo en la dirección opuesta a la que usted hace. Se la recomiendo.

NATALIA PASTOR - A mi entender la Transición fue justo lo contrario a un "cambio de piel": fue una cambio de Régimen en el que se conservó la piel de uno al otro el tiempo necesario para que el cambio fuera lo menos traumático posible.

LÁZARO - "El fin justifica los medios" es el clásico argumento del tirano o del aspirante a tirano.

GURNEY - Lo de evaluar medios y beneficios posibles es precisamente porque se sirve a unos valores absolutos y a una justicia superior. Respecto a su concepto de "sed de gloria" me ha parecido acertadísimo, porque creo que se da en todas las personas cuyas conciencias no están abrumadas por cubrir las necesidades básicas vitales o aletargadas por tener estas cubiertas en exceso. Eso sí, no se suele canalizar hacia el golpismo.

MELETEA - Su último párrafo me parece muy sabio.

DULCINEA - jajajajaja...buenísimo.

SEFO - ¿2 o 3 veces? Hay que estudiar más historia ... Por cierto, acusar de fascista al que no piensa o actúa como uno es la típica acusación de un fascista.

SUBDIRECTOR - A mi entender es lícito si se dan las condiciones que lo hacen lícito, eso sí, me reitero en que es una solución extrema nada deseable. Y respecto a los males que usted detalla sobre nuestro sistema creo que son ciertos y terribles, no veo solución posible ni armada ni pacífica a todos ellos.

GURNEY - "...acusar al gobierno de ser causante de los abortos es ridículo...". No estoy de acuerdo, no sólo los consiente sino que les da un marco legal y los promueve, es decir, es cómplice necesario y por lo tanto tan culpable como la mano que lo realiza. Lo que es ridículo es comparar el tema Gobierno-aborto con Iglesia-sida, puesto que son dos relaciones de naturaleza diferente. Por otra parte se recurre siempre al ejemplo del nazismo porque, además de ser muy ilustrativo, es incontestable.

ANÓNIMO - Que un Estado tenga el monopolio de la violencia (legal) no quiere decir que la justificación última de su existencia sea la violencia. Aunque todo dependerá del concepto de Estado que cada uno tenga. Desde luego en el mío no es así. Por otra lado me parece que su último párrafo da en el calvo de toda esta polémica: ¡chaepau!

TODOS - Un cordial saludo a golpistas, fusiladores, escandalizados, pacifistas, fascistas, trolls, cuatriunviros y comentaristas varios de este blog.

refractario dijo...

Gurney Halleck: entonces si un gobierno despenaliza el asesinato de judíos o bien no lo persigue, ¿no tiene ninguna responsabilidad en lo que luego suceda?

Al Neri dijo...

Gurney Halleck.- Creo que nos juzgas injustamente dando por sentado que no nos sometemos a la razón ni evaluamos los medios. No sé de dónde te lo sacas.

Tu tesis sobre el aborto me parece poco sólida. Es imposible responderte mejor que Brigante, pero yo también te preguntaría: ¿Si el Gobierno sacara una ley que permitiera sacrificar bebés de hasta 6 meses si los padres acreditan, por ejemplo, no estar preparados psicológicamente para cuidarlo, ¿sería el Gobierno criminal? No olvides que no obliga a nadie a matar a esos niños, sólo abre la posibilidad...

Meletea.- Nos atribuyes afirmaciones que no hemos hecho y que ni siquiera se deducen de lo que hemos escrito. Aquí nadie ha dicho que quiera dar ningún golpe de estado ni tomarse la justicia por su mano.

Anónimo.- Me ha encantado tu intervención.

Lanarch.- Sin entrar en disquisiciones históricas, te diré que el pueblo alemán tuvo la oportunidad en las elecciones de mostrar su rechazo a Hitler por haber ilegalizado a los comunistas y sin embargo los nazis obtuvieron mayoría aplastante.

Álvaro.- Con mi habitual sinceridad, admito que me he picado un poco con su comentario, pues me inquieta que me llame imprudente una persona con su clarividencia. Ýo no creo que haya sido demasiado imprudente en esta ocasión, pero en cualquier caso creo que la actual situación de España se debe en buena parte a la "prudencia y ponderación" de mucha gente.

En cuanto a lo de Sigfredo Hillers , me gusta mucho este autor , aunque hace mucho que no le leo. Lo que sí recuerdo son sus interesantes tesis en "Una revolución pediente". Como usted seguro que tiene estas lecturas mucho más frecas que yo, le rogaría que me explicara por qué las opiniones de Sigfredo son contrarias a mi afirmación de que "las bases del régimen que nos encasquetaron tras morir Franco ya estaban bien sentadas muchos años antes. España llevaba ya más de una década liberalizando las instituciones, abriéndose al exterior (ONU, CEE, FMI…)". Gracias.

Anónimo dijo...

Queridos blogeros,considerando q un blog es un medio,donde uno pretende pasar un rato de asueto,en sus largas jornadas laborales,no exentas de quebraderos de cabeza,un sitio donde poder soltar un poco la lengua y la pluma,los momento de ingenio,y también los de mediocridad,q no siempre uno está inspirado,yo he tomado la determinación de no volver a entrar en este blog,no tolero la falta de respeto hacia las personas,la brabuconería,y mucho menos la denigración.Uno puede equivocarse a la hora de escribir,o expresar algo con lo q no todo el mundo esté de acuerdo,algo q hasta puede ser intolerante.Pero hay q saber saber decir las cosas sin ofender a nadie,sin hacerle pasar por el bochornoso trance de machacarle,diciendole q su vida está vacía,q no tiene inquietudes,ni amigos,y ni siquiera estatura.Como no tolero la falta de respeto,ni las formas ofensivas y denigrantes de dirigirse a una persona,opto por no volver a entrar.

Gurney Halleck dijo...

La comparación con matar judíos no creo que sea adecuada. El feto no puede sobrevivir sin su madre, no es una vida independiente, y los judíos sí. Veo el aborto más como una negación de socorro que como un asesinato activo. Y les ruego que no se aferren a la literalidad de mis palabras sino al sentido que trato de darles. (Ya me saltarán con que al feto se le trocea, etc. pero lo que trato de razonar es la responsabilidad del acto, nada más) Más acertado me parece lo de los niños de menos de 6 meses que dice Al Neri. Si una ley permitiera a los padres dejarles sin alimentar, obviamente morirían.

Pero Brigante, Al Neri: al final llegamos al problema de siempre. A partir de qué momento se considera al feto una vida completa. Un gobierno es criminal cuando permite que se cometa un crimen, por pasividad, dicen ustedes. Puede ser. Lo que quiero que vean es que depende del grado del crimen. ¿Es un gobierno criminal por dejar fumar a la gente? Están muriendo fumadores pasivos por cáncer de pulmón, ¿le podemos achacar eso al gobierno? Ciertamente tendrá un poco de responsabilidad. Si subimos de grado encontraremos el aborto: más responsabilidad. Y si subimos aun más, el consentimiento del asesinato: aún más responsabilidad.

Pero el verdadero responsable es en definitiva el que “empuña el arma” (y el que obliga a empuñarla). Aunque se consienta el asesinato de judíos... ¡Nadie debería asesinar en una sociedad razonable! ¿Por qué iban a hacerlo? Se que esto es una utopía anarquista: la gente conviviendo en paz y armonía sin leyes.

120000 abortos al año. ¿Sería lícito exterminar un millón de militantes socialistas (pro despenalización del aborto) consiguiendo así erradicar a los defensores del aborto, que no podrían llegar al poder al estar muertos? Piensen en el número de vidas que, en teoría, se salvarían. 100000 cada año, a la larga compensaría. Esto es sacar las cosas de contexto ¿verdad? Pues lo mismo me parece justificar golpes de estado para evitar abortos.

¿No es mucho más sensato convencer a 100000 madres de que no deben abortar? ¿Por qué siempre se desea tomar el poder para imponer lo que está bien y no se prefiere convencer de lo que está bien? (Lo ha dicho Anónimo antes) ¿Tan poca capacidad de persuasión tenemos cuando lo que defendemos es la verdad absoluta? Igual es que no hay verdades absolutas, no se.

Y Al Neri, no creo que os juzgue injustamente. Creo más bien que no ves lo que se escribe en el blog con la suficiente distancia. La ira y el odio que rezuman muchos comentarios... Es una apreciación subjetiva, claro, pero haga autoexamen del blog. Y para muestra un botón: esos últimos comentarios del Subdirector respondiendo a FA, totalmente desproporcionados y fuera de lugar. Y por lo que veo (lo digo por SUSI) no soy el único que piensa así.

Dejando por descontado que en el fondo de muchos de vuestros razonamientos se encuentra un dogma de fe (como es lógico para una persona religiosa), difícilmente compatible con la razón (pero eso da para una discusión mucho más larga).

Anónimo dijo...

AL NERI - Muchas gracias por el cumplido, eso sí, no se me pique que no pretendo yo eso. No le he llamado imprudente sino que echaba de menos algo más de prudencia en su exposición. Prudencia entendida así: "consiste en actuar con reflexión y precaución para evitar posibles daños, dispone la razón practica para discernir el bien y elegir los medios justos para realizarlos. Es el valor que nos ayuda con mayor conciencia frente a las situaciones ordinarias de la vida, nos ayuda a reflexionar y a considerar los efectos que pueden producir nuestras palabras y acciones, teniendo como resultado un actuar correcto en cualquier circunstancia", obviamente nada que ver con la cobardía o el apocamiento.

De hecho por lo que le he leído en este blog tengo la impresión de que es usted sincero, reflexivo, nada cerril y siempre abierto a un diálogo que busque la verdad, por lo que aún me llama más la atención esa "falta" de prudencia siempre tan necesaria, que aquí se concreta en una desafortunada expresión.

A mi parecer lo que no es acertado es que escribe 78 líneas muy ponderadas para explicar con precisión su postura pero coloca en medio esta sentencia: "A mí, como la opinión de la mayoría me la suda bastante,...", que puede llegar a dinamitar toda su concienzuda exposición. Este pensamiento que es perfectamente legítimo, considero que está muy mal expresado porque si su afán es dialogar y hacerse entender lo que está más cerca de conseguir es el efecto contrario. Creo que se puede decir lo mismo con una expresión mucho más acertada, a no ser que lo buscado sea pinchar o provocar al personal.

Respecto al texto de SH -del que yo seguro que he leído menos que usted- ya se lo he enviado por correo electrónico. A ver que le parece.

GURNEY – No le parece adecuada la comparación aborto-holocausto pero a mi entender lo que no es adecuado es comparar aborto-tabaco: uno fuma voluntariamente (aunque sea fumador pasivo) en cambio uno no se aborta voluntariamente a sí mismo. Además la desproporción que hay entre la posible muerte inducida por fumar, y la posible muerte inducida por la práctica de un aborto es tan abismal que hace inservible la comparación.

Por otro lado comparar un golpe de estado, que puede ser una cosa totalmente incruenta, con asesinar 1.000.000 de militantes socialistas para detener el aborto (genocidio por genocidio) tampoco parece una comparación muy afortunada. Respecto a lo de convencer a las madres para que no aborten me parece muy acertado, pero si uno cree que el aborto es un crimen no puede estar esperando a que todo el mundo entre en razón para evitar –aunque sea por la fuerza- que se sigan cometiendo crímenes. Es decir, primero impidamos el asesinato y luego expliquemos lo de no matar.

Por último, creo que su idea de una persona religiosa (católica) dista mucho de la realidad a tenor de lo que expresa en su último párrafo sobre el Dogma y su compatibilidad con la razón.

ignatus dijo...

Gracias, Susi.
Y no es ironía, no me alegro ante la idea de no volver a leer tus versos.

Te agradezco sinceramente que, donde otros dejan pasar las cosas y se callan ante los atropellos, tú "actúes" dejando de participar ("actuación por omisión", qué curioso ;-).

Y, sobre todo, agradezco que tengas el valor de exponer tus motivos, cuando lo fácil hubiera sido "irte" sin dar explicaciones.

Desgraciadamente la dinámica de este blog es cíclica y, previsiblemente, esa falta de respeto e insultos personales se seguirán dando regularmente, pues no ha sido este un hecho puntual. Eso de "la única norma es el máximo respeto hacia todos los participantes" es algo que no se aplica a los dueños del blog. Y también algunos comentaristas a veces "rozamos el larguero" (siendo benévolos). De ahí que no me atreva a instarte a que sigas escribiendo, pues volverás a disgustarte en el futuro. Pero me gustaría y no me importaría que cambiaras de opinión.

En cualquier caso gracias por tu valentía y ejemplo.

Un cordial saludo.

Al Neri dijo...

Gracias, Álvaro. Releyendo a Hillers por encima (menudos tochos), compruebo que los dos tenemos razón, sólo que nos referíamos a cosas distintas.

Sigfredo lógicamente defiende que la Transición fue un cambio radical con respecto a la tradición jurídica española (con el paréntesis de la II República) y tiene toda la razón.

En cambio, cuando yo me refería a que la Transición no supuso un cambio tan fuerte, me refería más bien al cambio social, político y económico, pues en efecto la clase política del tardofranquismo es la misma que la de los primeros años de democracia y las estructuras económicas no varían. Eso sí, jurídicamente se da la vuelta a todo: cambian las instituciones, llega la partitocracia y, como digo, se trastoca la tradición jurídica.

De todos los textos que usted me ha mandado, hay una anécdota deliciosa que a mí me demuestra hasta qué punto Franco contribuyó personalmente a la liberalización del Régimen (sirviéndose en buena parte del Opus, tal como se debate en la entrada siguiente a ésta):

"Personas muy allegadas a D. Blas Piñar me han confirmado la anécdota o dato histórico -que creo recoge López Rodó en uno de sus libros de "Memorias"- de una propuesta de "remodelación" de Gobierno que Carrero Blanco sometió a Franco a su consideración final o "placet", en cuya lista de nuevos nombramientos (Ministros) figuraba Blas Piñar... Franco le objetó: "Este no, que es un exaltado"...

También me estoy acordando entre risas de la peli "La escopeta nacional".

Anónimo dijo...

De nada, Neri, que para eso estamos.

Entonces estamos de acuerdo en todo, eso sí, permitame una matización: convendría no adjudicar a la institución eclesial llamada Opus Dei las actividades particulares de personas que pertenecen a la Prelatura, en este caso los famosos ministros tecnócratas de Franco. Por aquello de no confundir la parte por el todo, que ya sabemos todos que las simplificaciones las carga el diablo y no es plan.

Por cierto, la anécdota que destaca es para enmarcar.

Anónimo dijo...

Mi nueva entrada es para dar las gracias a Gurney Halleck, y a Ignatus,por sus amables palabras hacia mi persona,puede q yo también me haya pasado siendo tan tajante,pero no disculpo para nada la ofensa,a la hora de expresar,lo q se puede decir educadamente,sobre todo no tolero la bajeza del insulto.Q conste( en acta),q no conozco para nada a la persona aludida,aún así,creo q si es lícito en este blog,insultar a alguién,todos podemos ser f.a,en cualquier momento,y vernos agredidos,simplemente por opinar,q siga constando q aplaudo refutar cualquier opinión aqui expuesta,pero nunca el insulto.
Dado q hay personas q opinan como yo,volveré a entrar.

Anónimo dijo...

Una breve entrada para deciros que por un error puse anonimo y para firmar mi anterior intervencion.

Soy nuevo en estas cosas y os ruego que me perdoneis estos errores.

Gracias a todos por vuestras amables palabras a mi comentario.

Referente a la cuestion del aborto y la legalidad vigente, creo que el problemas no es legal (aunque sea su manifestacion mas visible) sino social o de valores.

Seamos sinceros, nunca se podra evitar por ningun medio que no haya algun aborto (o infanticidio), siempre los ha habido y siempre los habra. Va con una parte de la naturaleza humana.

Me preocupa mas la idea vigente de hijo como carga o forma de joderte la vida (con perdon), que creo que es la genesis de estos abortos unida a la idea de aborto como algo intelectual y artistico (oyendolo en la tele dan ganas de decir hagame uno a mi tambien que quiero ser guay).

Creo que habria que cambiar este concepto y ceder parte de nuestro hedonismo en favor de otros ya que en la base del aborto vreo que esta el egoismo.

Nos preocupamos mas de la guerra civil y de la generacion que por ley natural esta muriendose que por la siguiente generacion y esto es un claro signo de decadencia.

Un saludo

Miquelino Flynn dijo...

Me parece muy interesante el debate que se ha originado sobre la Transición, sobre si el cambio fue más o menos profundo, si realmente cambiaron los suficientes elementos como para poder decir que estamos en otra etapa o si por el contrario seguimos en el Régimen del 18 de Julio, que suena curioso dicho de esta forma pero hay quien piensa que sí.

En mi opinión habría que diferenciar tres conceptos: el Sistema, como la estructura que marcaría las reglas en todos los órdenes y que en nuestro caso sería el liberalismo capitalista; el Régimen, como la forma y la organización que adoptaría el anterior, en la actualidad sería la Monarquía Parlamentaria; y el Gobierno como la articulación del modelo desde el diseño de quien ejerce esa gobernación, hoy de corte socialdemócrata.

Tomando esta teoría como base podría decirse que el cambio que supuso la Transición estaría en el segundo nivel, el cambio habría sido de Régimen habiendo pasado de una Dictadura Militar al modelo actual de Monarquía Parlamentaria. Para estos cambios no son necesarias las revoluciones y así fue como ocurrió que el paso se hizo de una manera progresiva y pacífica, sin triunfos ni derrotas absolutas de ninguna de las partes implicadas. Las revoluciones, sin embargo, como ocurrió con la Francesa, Rusa, Americana... no se limitan al cambio de Régimen sino que implican al primer nivel, el del Sistema. Y sí que pasan por el triunfo de una de las partes que suele tomar todo el poder y desde ahí procede a cambiar la estructura y las reglas.

Este es un tema que se podría desarrollar mucho más y daría para una entrada por sí sólo o, incluso, para todo un blog. Pero sí he querido dar mi opinión porque estoy de acuerdo con el Sr. Neri y, al mismo tiempo, también con Sigfredo Hillers. Quizás el problema sea que se han entremezclado niveles.

Miquelino Flynn dijo...

En cuanto al tema de la legitimidad de la violencia estoy de acuerdo con la posición de algunos como el Sr. Subdirector o el Sr. Neri, en esa línea va lo que pienso y por no extenderme demasiado no creo que haga falta desarrollar mucho más.

Pero si he añadido un comentario más es para decir algo a mayores de un simple "estoy de acuerdo". Y es que me llama la atención la posición de aquellos que se cierran en banda a la posibilidad de este recurso en algún caso muy concreto y después de haberle analizado bien siguiendo las condiciones de las que ya se ha hablado. Toda esa retórica pseudopacifista se desmorona en cuanto nos fijamos en la realidad actual. El mundo en el que nos encontramos se ha construido sobre las cenizas, las ruinas y los cadáveres de los sistemas a los que se ha enfrentado y sobre los que se ha impuesto. Las revoluciones americana y francesa fueron los puntos de inflexión en la Historia que marcaron el inicio de una nueva etapa que se confirmó posteriormente con la victoria aliada en la II Guerra Mundial. Y estos episodios históricos estuvieron marcados por el uso de la violencia. Sin embargo pareciera que ahora, una vez que hemos llegado al punto al que pretendían llevarnos, ya se hubiera convertido en inmoral el recurso de la violencia. "Vale mientras me sirve a mi, a partir de entonces ya no vale", parece que es lo que se trata de decir. Creo que es un caso bastante claro de doble rasero. ¿O es que la violencia hay casos en los que sí es aceptable? Porque eso es lo que algunos pretendemos decir y se nos pone de vuelta y media. Otros lo piensan, no lo reconocen, caen en un caso de hipocresía y encima se presentan como autoridades morales. Qué curioso...

Por otra parte, si el recurso de la violencia puede deslegitimar el fin que se pueda conseguir, ¿qué sucede con el actual sistema? ¿Está legitimado? Muchas veces utilizando un discurso autocomplaciente se justifica el actual sistema al ser el menos malo (en otra ocasión se podría hablar de esta teoría del mal menor y la perversión en la que se basa). Si lo que hay más allá de nosotros, ya sea en el espacio (dictaduras, fundamentalismos, violaciones de los derechos humanos, represión...) como en el tiempo (más dictaduras, más totalitarismos, genocidios, campos de concentración...) son sistemas que juzgamos como el Mal por antonomasia nos permite convertir al actual, por eliminación, como el Bien. Pero parece que olvidamos que este mismo sistema que parece que se libra del Juicio de la Historia nació y se mantiene gracias a la violencia practicada contra quienes puedan plantear una alternativa, unas veces en forma de las peores campañas de bombardeo que se han dado contra la población civil (Dresde, Hiroshima, Nagasaki), otras en forma de invasiones de países (Iraq, Afganistán, Territorios Palestinos), bloqueos (Cuba), promoción de Golpes de Estado (Chile, Argentina) y tantas otras prácticas similares.

Miquelino Flynn dijo...

Aunque no es el motivo de la entrada me gustaría hacer una matización a uno de mis comentarios. Creo que es correcta la forma de clasificar el poder en 3 niveles (Sistema, Régimen y Gobierno) pero no estaría bien hecha la relación entre estas categorías y sus correspondencias en la realidad actual. La forma de Monarquía Parlamentaria entraría en el primer nivel como la estructura política del sistema actual de la mismo forma que el capitalismo lo hace con la estructura económica.

El segundo nivel, el de la forma en la que esas estructuras toman cuerpo, sería más abstracto ya que no se corresponde a ninguna nomenclatura oficial o legal ni se ajusta a ningún marco legislativo establecido. En nuestro caso se podría decir que el Régimen que tenemos es una forma de bipartidismo en el que se alternan los dos principales partidos (PPSOE) al que se añade la presencia de unas fuerzas nacionalistas que resultan claves en la formación de los Gobiernos que saldrían del tercer nivel.

Esto en el caso general puesto que como divididos que estamos en 17 taifas con su correspondiente poder cada una de ellas podrían verse casos de gobiernos autonómicos que se habrían ido transformando en auténticos regímenes. Tal sería el caso del PSOE en Andalucía, del PP en Castilla y León o de los partidos nacionalistas en Cataluña y Vascongadas. Precisamente en este último caso podríamos estar asistiendo un cambio de Régimen por el resultado de las últimas elecciones y las consecuencias que puedan tener. De hecho Patxi López ha respondido a la quejas del PNV recordándole que "no es el régimen ni la religión de Euskadi", aunque lo haya sido durante 30 años. Casi tanto como lo que duró otro Régimen.

Veremos a ver si se confirman las expectativas y se producen cambios reales en la política vasca (cambio de Régimen) y que no sea un "quítate tú para ponerme yo" (cambio de Gobierno), especialmente en lo referido a la relación de este territorio con el resto de España.

Quizás el desencanto social cada vez mayor por este Régimen bipartidista-nacionalista podría estar siendo uno de los factores de la aparición y crecimiento de partidos que se salen de lo establecido como Ciutadans o UPyD que supondrían una posibilidad de un cambio de Régimen y no simplemente de Gobierno que satisfaría esas inquietudes.