Saludo en un antiguo partido de la Copa América |
Tras su estruendoso varapalo en el Mundial, las “chicas” de la Selección Española “Femenina” de Fútbol han comparecido en diversos medios de comunicación para exigir el relevo del actual seleccionador nacional, Ignacio Quereda, al que acusan de machismo y de trato degradante. “Es como si tienes un jefe que te desprecia”, “va muchas veces por una línea autoritaria”, “nos trata como a niñas pequeñas, no como a profesionales”, "sus charlas y discursos siempre llevan la coletilla de ´chavalitas`”, “con unas está pendiente de lo que hacen y les corrige errores y de las otras pasa absolutamente”, han denunciado, entre hoy y ayer, las fracasadas futbolistas, explicando que si han callado hasta ahora ha sido para evitar represalias como las que supuestamente sufrió hace años la lesbiana Laura del Río por cuestionar los métodos de Quereda. Naturalmente a la hombruna Laura le ha faltado tiempo para unirse a la reivindicación de sus veintitrés ex compañeras.
Las jóvenes deportistas están muy molestas, las pobres, porque su seleccionador es un déspota que les hace bromas humillantes como “a ver quién hace de mujer y me pone el café” o las llama “gorditas”. Una vez, en pleno entrenamiento, le gritó a una delantera que le sobraban siete kilos. Fíjate qué drama.
Yo solo quiero preguntar si alguien se imagina a los jugadores de la Selección masculina lloriqueando en la tele porque Del Bosque se muestra imperativo, les llama “chavalitos”, les aconseja mantener la forma física o hace más caso a unos titulares que a otros.
¡Y luego pretenderán que nos tomemos en serio el fútbol de las féminas! Se deben de pensar estas mozas que los entrenamientos deportivos son una asamblea, una reunión de sociedad o un encuentro de amiguitas con derecho a roce. Supongo que les encantaría que la dirección técnica fuera asumida por una tía despampanante o por una fornida camionera, según los gustos, que les prodigara, como mínimo, tantos mimos y ternezas como los que ellas intercambian (presumiblemente) en las duchas del vestuario.
A lo mejor si no concibieran el equipo como una cama redonda en la que todo varón es un extraño sus resultados en los Mundiales habrían sido muy diferentes. Para mí que no acaban de enterarse de que, en fútbol, una tijera es una jugada acrobática y no esa cochinada que tanto les gusta.
Yo no es por ser mal pensado, pero me da en la nariz que este bollo... perdón, pollo contra Ignacio Quereda lo han montado con el único propósito de brindar al balompié femenino un protagonismo que jamás encontrará en los estadios por diferentes razones, entre ellas la casi total ausencia de espectacularidad y dinamismo de este marginal deporte que a nadie le importa un pito.
2 comentarios:
phabernos matao...
Pense q esto se había escrito hace muchos años, donde la ignorancia era atrevida.... sorprendentemente se escribió en 2015!!!! Cuanto odio!
Publicar un comentario