martes, 8 de julio de 2014

SÓLO A TOMAR UNA COPA





Más o menos me puedo imaginar el ambiente por las películas o por lo que me han contado, pero nunca he pisado un puticlub. Mi firme negativa a acceder, bajo ningún concepto, a este tipo de antros me ha puesto a veces en situaciones muy comprometidas. Me refiero a dos o tres despedidas de soltero en las que mi postura no fue precisamente bien acogida por el nutrido grupo de borrachos empeñado en rematar la fiesta en el prostíbulo de turno. A pesar de todo siempre me he quedado fuera y lo más curioso es que al final, después del pulso y de las agrias acusaciones de estar aguando la fiesta, siempre ha habido dos o tres que se han quedado conmigo ¿Por qué será?

Mi actitud no es puritana, no se trata de eso; simplemente me repugna la prostitución y me niego a avalar con mi presencia tan degradante negocio, aparte de que las pobres lumis me provocan cualquier cosa menos excitación.

Con todo hay un detalle que me hace mucha gracia de los visitantes ocasionales a los burdeles. Con la singular excepción ya reseñada en este blog, puedo afirmar que no conozco a nadie en mi entorno que admita haber recurrido a los servicios de una puta cuando acude a uno de estos establecimientos. Quiero decir que muchos de mis conocidos me cuentan abiertamente que han estado en el Jamaica en una despedida o tras una juerga de alto voltaje, pero todos ellos sin excepción especifican que solo han entrado a “echarse unas risas y tomarse una copa”.

Yo pensaba que la prostitución era una de las actividades más lucrativas que existen, pero a la luz de este dato debo de estar muy equivocado. Si por lo que me explican, la peña entra solo a mirar, a reírse y a tomarse una copichuela (por muy cara que sea), tiene que ser una auténtica ruina. ¡Pobres rameras, toda la noche amuermadas en la barra, rodeadas de tipos como mis conocidos, que solo les dan conversación, les miran las tetas, se toman un Barceló-Cola y a casita! ¡Se van a morir de hambre las muchachas!

El caso más grotesco es el del primo separado de un amigo mío. A este sujeto, un gañán de tomo y lomo de una minúscula localidad de Tierra de Pinares, una vez le preguntó en la piscina su hijo de diez años:

- Papá, ¿qué es un puticlub?

- Eeeeeeeeh, estooooo… Pues hijo, es, cómo te diría, es un bar donde hay unas señoras que, bueno, cobran dinero por hacer compañía a señores que están muy solos, ¿sabes?

- ¡Alaaaaaa! ¿Y cobran solo por hacer compañía? 

- Pueeeees –bajando la voz- , a ver, Fernandito, majo, que tú ya no eres un crío… No es solo por hacerles compañía, entiéndeme, majo, sino por dejarse abrazar, tocar el culo, meter mano…y esas cosas que nos gustan a los hombres. ¿No has visto en la tele cosas así?

- ¡Alaaaaaaa! –exclamó Fernandito con la boca abierta- Y…. y… tú, que ya no estás casado, tú, papá, ¿alguna vez has entrado?

- ¡Hombreeeeeeeee! A ver, Fernandito, yo alguna vez, yendo con amigos, pues sí, a ver…. He entrado, sí, pero lo típico, por hacer la broma, por reírnos un rato y tomarnos una copa y nada más.

¡Cómo me enterneció tanta complicidad y tanta sinceridad con su hijo!

9 comentarios:

Aprendiz de brujo dijo...

Neri, efectivamente demuestras que no has pisado nunca un puticlú en tu vida. Actitud, que probablemente te honre.
Una vez, hablando con una cuñada mía que es una persona de hondas creencias y principios religiosos, me ofreció un argumento difícilmente rebatible: entrar a un puti , no solo atenta contra el sexto mandamiento, sino que alimenta y enriquece a gentuza de la peor calaña, y además contribuye a la explotación sexual.
Además hoy en día el acceso al coqueteo y al sexo gratuito es relativamente asequible para la mayoría de la gente.
Los argumentos son irrebatibles.
Bien. Desde ese día he restringido mi presencia en los lupanares a lo mínimo imprescindible-despedidas de soltero y otras fiestas de no guardar.Antes no era asiduo, pero si surgía un día no decía que no.Y reconozco que me lo he pasado bien. El formato, sobre todo en algunos, es atractivo. El cine además ha dotado de cierto sentimentalismo canalla al ambiente putero.Y Tolouse Lautrec y otras glorias también.
La realidad que subyace en ellos es repugnante, sin embargo.
Pero dicho esto, estás equivocado. Hay muchas formas de ser putero.
Yo tampoco pagué nunca por sexo. Que te lo creas ó no me la pela. Excitarme sí. Algunas veces bastante. Algunas prostitutas lo hacen muy bien.Otras veces, las más, me he echado unas risas.Y en ocasiones me he aburrido: las menos.
Te recomiendo que entres un día: verás que hay grupos de tíos haciendo el idiota y entre los diez sube uno ó ninguno, mientras el resto controla más ó menos su erección sin mayor problema.
Verás a un señor de unos sesenta rodeado de dos señoritas con copas de champán. Ese sube todas las semanas.
Y verás a un grupo de tres amigos, siendo abordados en turno rotativo, por las señoritos. Puede que alguno de ellos suba.Ó puede que ninguno.
Los lupanares son lugares muy ricos sociológicamente hablando.
Buen día a todos.

Al Neri dijo...

¿Lo mínimo imprescindible? O sea que imprescindible, ¿no?

Entonces entra usted a reírse de las putas, ¿no?

Aprendiz de brujo dijo...

Sí. Y a pegarlas y maltratarlas...Por Dios...
No, hombre de Dios. Habiendo intransigencia, clasismo, idiocia... quién va querer reírse de una puta?.Te echas una risas, sin humillar al personal.Aparte que muchas de ellas tienen mundo pa dejarte con el culo al aire de sobra. Otras no, claro.
Contigo también me echo unas risas...consideras que me río de tí?.

Aprendiz de brujo dijo...

Respecto a tu pregunta, te contesto: siempre es prescindible. Ahí te doy la razón. La postura moral íntegra es tomar tu actitud. Aunque me ofrece dudas el asunto. Si vas a una despdida de soltero y te pones inflexible, estás siendo moralmente irreprochable, pero de alguna forma estás "jodiendo" la fiesta al personal.
Ese personal está celebrando un acto especial, algo que no haces de forma regular y ponerte rígido en esa situación, puede reportar situaciones más indeseables que el mal moral que cometes entrando.Y después de todo puedes entrar y adoptar una postura absolutamente pasiva.
Y pesa sin duda en mi postura el hecho de que a mi esos lugares tienen un formato que me resulta agradable..
Si todos se metieran una raya, yo adoptaría tu postura.
Me escucho y me suena cínico el argumento. Tu actitud es loable sin duda.

Hay un argumento que en tu exposición que no valoras: la derrota de autoestima, que supone en el interior de muchos tíos, pagar por follar. Por eso hay muchos que no suben, y que van en ocasiones puntuales.

Ignacio dijo...

Los únicos lugares imprescindibles para el ser humano son una buena sala de conciertos de música clásica. Y una buena biblioteca. Lo demás carece de lógica y no es ni tan siquiera divertido.

Aprendiz dijo...

Aprendiz de Brujo, argumentos como el tuyo: hacer lo que todos para no destrozar la fiesta, es lo que provoca que en general la gente se acabe corrompiendo. No utilizo la palabra corromper por el ejemplo concreto, sino porque una persona se corrompe cuando hace lo que la masa aunque vaya en contra de sus convicciones, aunque sea decir una palabrota.

Cada uno tiene unos ideales y unos valores, que los tenemos por la educación recibida, o porque nuestra conciencia nos lo dicta. Hoy en día no existen unos patrones de conducta encorsetados y puede parecer que cada uno hace lo que le da la gana, pero esto no se contradice con que una persona, aunque haga algo contrario a lo que uno piensa, esté corrompida. La persona auténtica es aquella que hace las cosas por convicción, y que sabe ir contracorriente cuando algo se aparta de lo que piensa, aunque quede de pardillo.

Siempre he pensado, que tu, AdB, eras una persona auténtica, en general opuesta a mi modo de pensar, pero de convicciones propias, aunque ese argumento dice lo contrario. Ese tipo de argumento hace mucho daño a la gente débil, que justifica así su propia debilidad, cuando lo que están siendo es, y con perdón de la palabra "unos mierdas".

Aplaudo la actitud de Al Neri, porque ahí está la autenticidad de las personas. Sin embargo, yo no frecuentaría dichas amistades, y en tales compromisos de despedidas, me largaría antes de que se pueda crear tensión.

Aprendiz de brujo dijo...

Buenos días Aprendiz.
Aparte de que demuestras que no has comprendido del todo mi intervención, en la que se concluye que la posición ética de Neri es la loable, me sorprende que me juzgues a nivel personal, como lo has hecho.
Yo nunca lo he hecho contigo. No te he juzgado a ti, ni a tu coherencia ética, ni tu forma de entender la religión, ni el fenotipo que se intuye,(fácilmente) detrás de tus intervenciones.
Y no creo que lo haga. Paso.
Aparte de esto te diré humildemente, que uno se cuestiona, contrapone, conoce, escucha y al final decide.Y procuro decidir por mi mismo, pero sin orejeras, sin prohibiciones. Tengo la fortuna de relacionarme y conocer a gente muy distinta.
Gente que ve la vida de un modo diverso.Y eso te hace cuestionarte si en esencia liberalismo económico y cristiano son antagónicos -por poner un ejemplo; si se debe ser flexible en determinadas situaciones y adoptar una posición que no sea seguidista, pero si flexible y posteriormente darte cuenta de que ni eso...Del valor que tienen los actos "impuros", frente a los soberbios. Del poco derecho que tengo a juzgar las voces de una manifestación de parados desde él sofá de mi casa.
Que no me juzgue la fe de los carboneros, la ética de Puerto Malús y la moral de Bernarda Alba.
Que me llame mierda alguien más cualificado por favor. Y guardaré silencio.
Buena mañana, tocaya.

Al Neri dijo...

Señorita Aprendiz, tras un par de experiencias muy negativas en el sentido que cuento, decidí preguntar previamente a los organizadores de las despedidas si figuraban en el programa este tipo de expansiones, para que en su caso no contaran conmigo.

Aun así no es tan sencillo, Aprendiz. En mi corta experiencia sobre despedidas de soltero la decisión de terminar en un puticlub casi siempre ha sido espontánea, nunca planificada, y tomada, en el 100% de los casos, por una pequeña minoría integrada por algunos parientes del novio residentes en el medio rural, y siempre secundada por los demás para no dar la nota o no quedar como "mojigatos".

Las despedidas son un fenómeno sociológico digno de estudio por cuanto suelen juntarse personas de muy diversa catadura social, cultural y moral.

También le comento como cosa curiosa que un conocido mío siempre dice que "a robar y a putas siempre hay que ir solo". La tesis de Brujo de que los casados (o con novia) que van en grupo grande a estos sitios no suelen "subir" me parece bastante verosímil, pues a una persona con un mínimo sentido del decoro tiene que cortarle bastante que todos sus amigos sean testigos de cómo de cepilla a una puta estando casado o comprometido.

Aprendiz dijo...

"Siempre he pensado, que tu, AdB, eras una persona auténtica, en general opuesta a mi modo de pensar, pero de convicciones propias, aunque ese argumento dice lo contrario. Ese tipo de argumento hace mucho daño a la gente débil, que justifica así su propia debilidad, cuando lo que están siendo es, y con perdón de la palabra "unos mierdas"."

No sé dónde exactamente queda explícito que te esté juzgando personal y negativamente. Haya entendido bien o no tu comentario, lo que he dicho es que ese ejemplo no se corresponde al concepto que yo tengo de ti, lo cual no significa que deje de tenerlo. En ningún momento he dicho que tu seas el débil, si no hubiera utilizado la segunda persona, como he hecho en la primera parte del comentario.

De todos modos, aquí la única culpa la tiene Al Neri, que no me dejó leer tranquílamente en el despacho con los dos culos que ha plantado de foto, y fui a la carrera antes de que alguien me pillara y se imaginara cosas turbias...