domingo, 6 de julio de 2014

INTERESES CONTRAPUESTOS



Cuentas por ahí que el dueño de la pyme donde trabajas es un tío muy majo y te refieres a él como “mi amigo”. Dices riendo como un tonto: "mi jefe y, a pesar de ello, amigo".  Estás contento porque te trata “de tú a tú”, te delega un montón de historias y te demuestra su confianza contándote los problemillas de la empresa. Este año te has tomado unas cuantas copas con él, habéis quedado a cenar los dos matrimonios y visto juntos los partidos desastrosos de la Selección.

Pero no te has parado a pensar si te parecerá igual de enrollado el día que decida bajarte el sueldo porque ande achuchado o eso te diga; o cuando no le salgan las cuentas y prefiera amortizar tu puesto, o contratar a su hija, que termina ADE este año; o cuando tenga que cerrar y pretenda “llegar a un acuerdo contigo”, o sea no pagarte la indemnización legal. Sabes que todo eso puede suceder.

Entonces a ver si te quedan ganas de irte con él de cañitas. Incluso portándose como un caballero en el despido, a ver si te quedan ganas. 

En el canal de la amistad no puede haber interferencias tan fuertes como la pasta que tanto tú como él necesitáis para mantener a vuestras familias. Tarde o temprano…

Llámalo como quieras, pero no puede haber amistad cuando concurren intereses contrapuestos. Y entiéndeme bien, porque no te estoy diciendo que dos personas hayan de tener una posición idéntica para ser amigos, sino que una relación de dependencia, a corto o a largo plazo, es incompatible con la auténtica amistad.

No hipoteques tu afecto con un señor de cuyas decisiones depende tu subsistencia y menos cuando nunca las va a tomar mirando por ti.

2 comentarios:

Aprendiz de brujo dijo...

Por desgracia tienes más razón de lo que sería deseable.Lo que pasa e que controlar los afectos a veces no es tan simple.
Lo que está claro es que nuestro entorno laboral lo conforman gente muy importante para nosotros.
Son tus compañeros de fatigas, de cabreos,de satisfacciones. Gente que te conoce mucho mejor que tus propios amigos. Son piedras angulares de tu vida.(Hablo de trabajadores que llevan toda una vida en la empresa).
Lazos muy estrechos te unen a ellos, pero al final, tal y como reflejas, hay intereses contrapuestos. Y cada uno,(no solo el empresario) vela por sus intereses.Y hablamos de familias, hijos, frustraciones, proyectos, jubilaciones...
Estoy de acuerdo con el diagnóstico, pero no con el paternalismo, que desprende tu tono. Las relaciones humanas no son tan sencillas.
Buen post para empezar la semana.

sefo dijo...

Pues yo te diría que con las mujeres es distinto. Algunas se hacen "super-amigas" de su jefe y luego mira mucho por ellas...