El grillo, cuyo simpático canto
ameniza nuestras veladas campestres veraniegas, es probablemente el insecto más
popular en España, aunque sabemos muy poco de él.
En España se han llegado a identificar cerca de 60 especies o subespecies diferentes de gríllidos, aunque los más frecuentes son el grillo campestre (Gryllus campestris), de color negro (en el vídeo), y el doméstico (Acheta domesticus), más bien marrón claro, que vive en los patios y jardines de las casas. Solo cantan los machos (frotando las alas) para atraer a sus compañeras. Ellos tienen dos “antenas” al final del abdomen y en las “grillas” puede apreciarse además una especie de rabito en el medio, el ovipositor. Habitan en una madriguera excavada en el suelo y, a diferencia de lo que suele creerse, no solo comen hojas y vegetales sino también insectos y carroña. Un amigo mío que odia la verdura suele repetir mucho el refrán: "De lo que come el grillo, poquillo".
Cuando era niño disfrutaba mucho de estos bichitos. En verano solía cazar cinco o seis y los dejaba en el porche, en una caja de zapatos con tierra y piedras, a modo de terrario, cubierta por una red de malla fina. Su cri-cri nocturno me parecía de lo más relajante, aunque por desgracia mis padres (que no estaban de vacaciones) no opinaban lo mismo y mis experimentos duraban como mucho 24 horas.
En España se han llegado a identificar cerca de 60 especies o subespecies diferentes de gríllidos, aunque los más frecuentes son el grillo campestre (Gryllus campestris), de color negro (en el vídeo), y el doméstico (Acheta domesticus), más bien marrón claro, que vive en los patios y jardines de las casas. Solo cantan los machos (frotando las alas) para atraer a sus compañeras. Ellos tienen dos “antenas” al final del abdomen y en las “grillas” puede apreciarse además una especie de rabito en el medio, el ovipositor. Habitan en una madriguera excavada en el suelo y, a diferencia de lo que suele creerse, no solo comen hojas y vegetales sino también insectos y carroña. Un amigo mío que odia la verdura suele repetir mucho el refrán: "De lo que come el grillo, poquillo".
Cuando era niño disfrutaba mucho de estos bichitos. En verano solía cazar cinco o seis y los dejaba en el porche, en una caja de zapatos con tierra y piedras, a modo de terrario, cubierta por una red de malla fina. Su cri-cri nocturno me parecía de lo más relajante, aunque por desgracia mis padres (que no estaban de vacaciones) no opinaban lo mismo y mis experimentos duraban como mucho 24 horas.
 |
| Grillo doméstico |
Pero lo que muy poca gente sabe
es que los gryllidae son un excelente termómentro, ya que la frecuencia de su
canto está directamente relacionada con la temperatura del aire, de modo que es
posible calcular esta con gran exactitud aplicando la siguiente fómula matemática
(en el caso del grillo silvestre, pues hay una formulación distinta para cada
especie):
Temperatura en ºC = [(nº cantos por minuto-40) / 4 + 18] / 1,8
Este dato tan curioso nos lleva una vez más a la reflexión sobre la utilidad de ciertos proyectos investigadores. Es imposible no preguntarse quién habrá sido el soplapollas que se ha pasado varios años contando los chirridos de los grillos de diferentes especies con un termómetro en la mano, y sobre todo, para qué nos sirve esta información y qué demonios nos importa más que para enterarnos de que cuando este insecto tiene calor canta más deprisa.
Temperatura en ºC = [(nº cantos por minuto-40) / 4 + 18] / 1,8
Este dato tan curioso nos lleva una vez más a la reflexión sobre la utilidad de ciertos proyectos investigadores. Es imposible no preguntarse quién habrá sido el soplapollas que se ha pasado varios años contando los chirridos de los grillos de diferentes especies con un termómetro en la mano, y sobre todo, para qué nos sirve esta información y qué demonios nos importa más que para enterarnos de que cuando este insecto tiene calor canta más deprisa.
Entradas
7 comentarios:
Que cuando hace mucho calor los grillos se ponen insoportables lo sabemos todos y casi que a cualquiera en una noche desesperada de verano durante esas olas de calor, se nos podía haber ocurrido contar los cantos por minuto y relacionarlo con la temperatura que marcara el termómetro, en una ecuación tipo y=x. Pero lo que yo no sé es de donde se le ocurre a este señor añadirle a la ecuación ese 40, el 4+18 y ese 1.8. Desde luego no sé para que nos sirve, pero si la ecuación es exacta, matemáticamente tiene su mérito.
Bueno, el diario La Nación de Buenos Aires, en la sección economía, trae la columna "Álter eco" que tiene notas como ésta:
http://www.lanacion.com.ar/1709279-vampiros-acdc-extraterrestres-y-la-conducta-en-el-bano-diez-estudios-insolitos
Me encantan... y el "cu" "cu" de los sapos por la noche y el sonido de la cigarra los días de calor extremo.
Si afinamos el oído podemos escuchar, cómo la naturaleza nos ofrece cada día, el concierto más bonito. Y gratis...
Yo aún diría más Nago, formular matemáticamente una realidad que se observa en la naturaleza es expresar una “maravilla” con otro tipo de lenguaje, que sin palabras lo puede decir todo e incluso puede ser entendido sin interpretación alguna. Algo así como observar una caracola y descubrir la fórmula aurea.
Pd .Aprendiz, para mí que ese 40 es un factor de corrección porque seguro que la fórmula del grillo funciona a temperaturas entre 25 y 42 grados (por decir algo) estoy convencido que el grillo a 58 grados más que un cri – cri cantaría criiiiiiiiiiiiiiiiii ...
Lo del dividendo ese 1,8 me da que es porque el tiempo y los grados utilizan medidas con bases diferentes la del tiempo en base 60, 1 minuto 60 segundos. Y los grados (de temperatura) en base decimal 1 grado 10 decimas de grado.
Tomae, nos ha sacado usted de las dudas que nos reconcomían a todos.
No os lo vais a creer pero yo tengo una amiga que denunció a un grillo que su vecina tenía en una jaula y no la dejaba dormir por las noches,cuándo vino la policía,dijo que era el primer caso que se encontraban en su vida de denunciar un grillo,pero así fue y consiguió que lo quitaran de la ventana.
Lozana, me alegro de verla por aquí. Yo conozco un caso parecido pero con un gallo que daba el coñazo todas las mañanas a los vecinos del centro urbano de una famosa localidad de Tierra de Campos.
Publicar un comentario