Fernando Aramburu nos regaló el año pasado un verdadero novelón, no por su extensión, ya que se trata de una obra breve, sino por su calidad literaria y por su profundidad al abordar temas fundamentales de nuestra historia reciente y de la vida en general. Recibió el merecido Premio Tusquets Editores de Novela de 2011.
En 1968, Maripuy, una mujer de fuerte carácter casada con un apocado hombrecillo, se ofrece para acoger en su casa, como un hijo más, a uno de los tres niños de su hermana, que, abandonada por su marido, ha tenido que entregarlos a la beneficencia. Así es como Txiki, de 8 años de edad, se traslada desde un pueblo navarro al suburbio de San Sebastián donde viven sus tíos con sus primos Julen y Mari Nieves. Desde ese instante la infancia del pequeño quedará marcada por los dos dramas de esa familia: el embarazo no deseado de su descarriada prima y la captación de Julen por una ETA incipiente a través del párroco de la barriada.
Se trata de un relato desgarrado que se lee de un tirón y que te deja el corazón temblando. Con varios hilos argumentales, destaca sobre todos el papel del clero vasco en la radicalización de los jóvenes nacionalistas a finales de los sesenta. El donostiarra Aramburu arremete con crudeza contra estos sacerdotes, encarnados en el personaje de Don Victoriano, que se entregaban a labores políticas (en calidad de auténticos comisarios) en detrimento de las pastorales, discriminaban a los feligreses por razón de su ideología, envenenaban de odio a los jóvenes desorientados y sin horizontes, eran unos cobardes que tiraban la piedra y escondían la mano si venían maldadas, y, por si fuera poco, carecían de la mínima caridad cristiana al juzgar los pecados de las almas a su cargo.
Paralelamente se abordan con gran lucidez los convencionalismos religiosos y sociales que en aquella época costreñían a los padres hasta el punto de repudiar a los hijos o condenarles a una vida absurda y triste con tal de anteponerse al qué dirán y salvaguardar el honor familiar. Las relaciones conyugales y fraternales también tienen su sitio en esta magnífica novela, que incide en la importancia del carácter para afrontar dignamente las desgracias de la vida. Todo ello sobre un fresco inolvidable del San Sebastián de finales de los sesenta y principios de los setenta, y con una técnica narrativa muy original, basada en las cartas de Txiki adulto contando sus recuerdos al escritor y en las notas personales de este para preparar la novela, que nos desvelan sus impresiones sobre todo lo acontecido a esta pobre familia, arrancándonos al mismo tiempo una lágrima y una sonrisa.
Una lectura imprescindible de la que nadie se arrepentirá.
8 comentarios:
Como ya es habitual con los libros que recomiendo, los interesados en adquirir el ebook pueden escribirme un email y les explicaré donde pueden comprarlo legalmente, y les daré una charla en contra de la piratería, que destruye nuestra cultura. :-)
¡Gracias por la recomendación Al que procuraré seguir en cuanto pueda porque me atrae muchísimo! Excelente su recesión del libro y no es adulación gratuita.
Los curas vascos y su exacerbado y prosélito nacionalismo los tenemos aquí representados en Cataluña en este nido que es, por desgracia, Montserrat ¡pobre Virgen "Moreneta"!
Bueno, yo de "ebook" nada, a los de mi generación en general, nos gusta el tacto y el olor del libro nuevo en papel.
Un beso y un saludo muy viperino
Asun
Tomo nota del libro para una futura lectura. Si bien no soy muy asiduo al género de la novela, el argumento promete interés acerca de una época y un lugar que eran más grises que su propio cielo.
Respecto a lo de la piratería, coincido con usted, pero piense que hay cosas que hacen aún más daño a la cultura, como son los incunables de Ramoncín o de Nacho Vidal.
Un cordial saludo.
Lo apunto para leerlo... a ver cuando me compro un ebook...
Señor Neri, le agradecería mucho que volviera usted a reñirme acerca de lo dañina que es la piratería, porque se me ha vuelto a olvidar ;)
Un saludo
voy a intentar hacerme con él, en papel (no fotocopias, eh)
Feliz año a todos.
Lo tendré en cuenta y yo también le pediré a Nery que me indique por email donde comprar el libro. Creo que Carlos Tuñón no ha entendido bien el ofrecimiento de Nery, jaja.
Cierto, sefo. No lo había entendido bien. Ahora me queda claro.
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