jueves, 6 de diciembre de 2012

HOY, REFERÉNDUM



Hace 34 años, un día como hoy, fue ratificada en referéndum la Constitución Española. Solo participó en el plebiscito un 59% del censo electoral y el proyecto fue aprobado por el 88% de los votantes. Casi mejor no echar cuentas.

Durante la campaña la televisión del Gobierno glosó machaconamente en los telediarios los artículos más floridos y los derechos más rimbombantes (hoy casi todos incumplidos) del Título I. La mayoría de los grandes partidos pidieron el sí. Las únicas formaciones mínimamente representativas que hicieron campaña por el voto negativo fueron Fuerza Nueva, Falange, los batasunos, los embriones del BNG, ERC y la extrema izquierda (PSUC).

Me pregunto qué pasaría si se celebrara hoy mismo otro referéndum para mantener la vigencia de la Carta Magna.

¿Votaríamos hoy los españoles a favor de la monarquía (Título II) después de los despilfarros y de los espectáculos bochornosos con los que esta institución nos ha obsequiado, los últimos la urdangarinada y la cacería de elefantes?

¿Bendiciríamos con nuestro voto el modelo parlamentario constitucional (Título III), es decir un Congreso de entre 300 y 400 diputados sanguijuelescos y un Senado absurdo e inoperante?

¿Apoyaríamos el Titulo VI sobre el Poder Judicial sabiendo a ciencia cierta que la justicia en España está totalmente politizada y en manos del Gobierno como consecuencia de la configuración del Consejo General del Poder Judicial que consagra el artículo 122?

¿Daríamos el visto bueno al modelo de hacienda del Título VII sabiendo como sabemos que la disposición adicional primera ha derivado en los insolidarios y nada igualitarios conciertos económicos vascos y convenio foral navarro?
El "escudo constitucional"

¿Ratificaríamos la organización territorial del Título VIII, es decir el modelo autonómico causante directo de la actual crisis, que ha sangrado a España hasta la extenuación, ha espoleado el separatismo y se ha convertido en la mayor fuente de desigualdades, duplicidades y despropósitos? ¿Diríamos sí a las caras y superfluas Diputaciones Provinciales?

¿Refrendaríamos el Título IX teniendo claro que el Tribunal Constitucional es un títere, un chiringuito politizado, vendido como las putas, que ha permitido, entre otras perlas, la libre entrada de ETA en las instituciones?

Y por último, ¿nos parecería hoy aceptable votar por un sistema de reforma constitucional (Título X) que bloquea a cal y canto cualquier intento de retoque o mejora de los artículos de la Norma Suprema que más pueden afectarnos a los ciudadanos?

Quién sabe. A lo mejor volvía a salir el sí porque los españoles tenemos más peligro que un chimpancé con dos pistolas. Yo estoy convencido de que el 90% de los votantes de 1978 ni siquiera había hojeado la Constitución y hoy me temo que andamos igual y que la gente votaría lo que dijera la tele o los dos grandes partidos.

6 comentarios:

El chico de los tablones dijo...

Creo que ni el más desinformado de los ciudadanos españoles, a pesar de no haber abierto una Constitución en su vida, es ajeno a algunos de los inconvenientes que usted glosa hoy. Las virtudes de la Carta Magna ya se encargaron de pregonarlas UCD y los medios; sus defectos camuflados los hemos ido descubriendo con la experiencia, con el transcurso de los años de democracia. Mucho ha llovido desde 1978 y la gente está muy quemada, sobre todo en lo que al modelo parlamentario respecta; pienso que eso en un referéndum se notaría.

En mi opinión, las mayores lacras (y las principales responsables de la situación delicada en que se encuentra España) son las que se derivan de la Disposición Adicional Primera y del Título VIII.

Capitán Alatriste dijo...

Pues yo no creo que la la Constitución sea mala per sé, sino que el problema hay que buscarlo en la diarrea legislativa (diarrea por la calidad, frecuencia y ligereza con que se ha producido) que ha venido después. Y es que en este país no sabemos gobernarnos partiendo de unos principios de alcance general sin hacer cada uno su interpretación más beneficiosa para sí.

Aprendiz de brujo dijo...

La Constitución fue muy beneficiosa para España, aunque no perfecta desde luego. La aprobó el 90% de los votantes catalanes. (Como han cambiado las cosas).
Los errores mayúsculos fueron posteriores.
Anda que.... vaya compañeros de viaje se buscaron los falangistas.O se encontraron, vamos.

El chico de los tablones dijo...

Pues siguiendo con la metáfora, amigo Alatriste, la Constitución no deja de ser el surtidor desde el cual la diarrea cae en cascada, salpicando a leyes y reglamentos... Si la norma suprema e inmutable es mala hace malas al resto, pues es en la Constitución donde encuentran su límite y fundamento. ¡No es que la Constitución sea mala per se, es que es calamitosa!

Capitan Trueno dijo...

El Pueblo espanol es un conjunto, en su mayoria, de seres abotargados enfrente de la television viendo futbol, teleshows y "comedias chorras", que se traga lo que le den, y aguanta lo que le echen. Sin ir mas lejos, el abrumador SI a la Constitucion Europea, que Francia y Holanda rechazaron (con mucha inteligencia, por cierto).

Si algun dia se pudiera, deberia haber Sufragio Censitario, restringido en esta ocasion a la gente con un cociente intelectual determinado. Asi no se votarian las cosas que se votan...

Gustav Becker dijo...

El día de la Constitución, Juan Manuel de Prada, rememorando las conmemoraciones del 200 aniversario de la Constitución de Cádiz, decía que es como si un enfermo de sífilis celebrase el día en que la contrajo. Yo llegaría aún más lejos (o mejor, más cerca) y aseguraría que celebrar el 6 de Diciembre es celebrar el día en que España contrajo la peor enfermedad que nunca tuvo y que hoy se manifiesta en toda su crudeza. Una Constitución no deja de ser una Ley de rango superior que, en este caso ni se cumple, ni se respeta y que se interpreta al libre albedrío