jueves, 24 de mayo de 2012

DIME QUÉ ES

A principios de los años ochenta se puso de moda organizar entre los alumnos de parvulitos concursos de dibujo en los que, ¡oh casualidad!, todos los niños resultaban premiados. Para recoger el premio, los orgullosos padres tendrían que acudir junto a sus criaturitas al salón del algún hotel de la ciudad durante la tarde del sábado. Y claro, si éstos eran un pardillos con poca experiencia y todavía se les caía la baba contemplado los palotes que con los que su hijo había emborronado un papel, acudirían como moscas atraídas por un papel adhesivo repleto de miel.



Y, aunque no viene a cuento, me llama muchísimo la atención como los niños de hoy en día, con 10 años hacen dibujos propios de bebés, siendo incapaces de colorear fuera de los bordes de los dibujos cuando, en mis tiempos -comentario propio del abuelo cebolleta- en quinto de EGB ya dibujábamos láminas con rosas y animales usando aquellas técnicas de la cuadrícula y el difuminador. Y, en tiempos de mis padres, con esa misma edad, les exigían la tinta china y el tiralíneas en el dibujo técnico y la plumilla en el artístico. En fin, debe ser parte del proceso de subnormalización de la democracia y su buenismo infantilista. Francamente, creo que el final del fracaso escolar pasa por retomar en las escuelas la Enciclopedia Álvarez de mi madre que, por cierto, le sustraje hace años y guardo con celo en mi casa: compendio de cultura y didáctica aplicada sin parangón en la actual telaraña de psicopedagogía blandurria.

Volviendo al tema, mis padres picaron el anzuelo y, la consabida tarde del sábado, además de unas medallas de hojalata, para mí y mi hermano, con una cinta muy patriótica para colgar al cuello y presumir al lunes siguiente ante los centenares de niños que lucirían premios similares, a mis padres les encasquetaron una colección de libros.

Y, saliéndome por la tangente, se me ocurren dos cosas. Primero, no recuerdo que mi hermano dibujara nada y, sin embargo, también le dieron una medalla. ¡¡¡Lagarto, lagarto!!! Y, ¿estoy desconectado del mundo o ya no hay vendedores de colecciones de libros de Espasa-Calpe y del Planeta-Agostini, dispuestos a embaucar al personal regalándoles una vajilla completa si adquirían cien libros de los que no leerían casi ninguno?

Y otra vez volviendo al tema, que estoy muy cebolletas, bendita la hora en que mis padres adquirieron dichos libros. Se trataba de la llamada Enciclopedia Temática Argos, editada en Francia pero perfectamente traducida e ilustrada al español. Sus diez volúmenes te explicaban cómo funcionaba desde un secador eléctrico hasta una turbina de gas; biografías de personajes famosos como Magallanes o Casanova o los cometidos de ciertas profesiones y las cualidades que se consideraban necesarias para llevarlas a cabo.

Si bien es cierto que era excesivamente pretencioso que niños de cinco o seis años se enfrentaran con el funcionamiento de una caja de cambios o con la Revolución Francesa, en poco tiempo y durante muchos años, me ofrecieron muchísimos ratos de descubrimiento y aprendizaje. Aún hoy, estos libros ocupan un lugar destacado en el salón de mis padres y, de vez en cuando, los uso como medio de escape y material de consulta si, por ejemplo, quiero revivir las hazañas de Orellana. Y, para ser sinceros, dan mil vueltas a la dichosa Wikipedia.

A estas alturas de mi vida, dudo que algún día vaya a tener hijos. Sin embargo, espero que me llegue la oportunidad de compartir estos libros con algún sobrino y enseñarle el magnífico regalo que sus abuelos nos ofrecieron.

11 comentarios:

Ramiro Semper dijo...

Aquellas enciclopedias eran de mucha más calidad que la estupidizante Wikipedia, llena de complejos políticamente correctos y tendenciosa y sectaria como suele ser habitual en todos los productos de la subcultura giliprogre.

Al Neri dijo...

Me he reído mucho. Aunque sus padres, cómo picaron, ¿eh? Tiene que dedicar un post a la gloriosa Enciclopedia Álvarez.

Wikipedia, Semper viene genial para consultar temas inocuos, como por ejemplo para saber sobre la avestruz o el Monte Perdido del Pirineo, pero si consultas temas de cierta actualidad o con carga política, da bastante asco, efectivamente.

Por cierto, ahora hay una consigna muy subnormalizante en Educación que consiste en decir que los niños no deben aprender a leer hasta los 6 años, desaconsejando a los papis enseñarles en casa. Tras una cortinilla de humo pedagojeta sobre la edad ideal para aprender, en realidad, por lo que me han contado, debe de esconderse la comodidad de los maestros de primero de Primaria de no tener niños con diferentes niveles que les obligue a esforzarse de forma personalizada.

marian dijo...

Que razón tiene Sr.Neri y si encima tus hijos tienen inquietud y leen te dicen que no lo fomentes.

alco dijo...

Los maestros de primaria están obligados a seguir un curriculum que han creado en las direcciones generales de ordenación educativa de cada CA, dentro del curriculum marco creado por el Ministerio. Si no se ajustan a estas normativas, lo pueden pagar caro. Recuerden la maestra expulsada del colegio español de Andorra por enseñar a leer a niños menores de 6 años. Así que cada palo aguante su vela, y no asignemos gandulería a maestros que cumplen lo que les mandan.

Al Neri dijo...

Marian, recuerdo que un día nos lo contó usted.

Alco, no digo que los maestros sean vagos por no enseñar antes a los niños a leer. En efecto hacen lo que les manda el Sistema con un criterio absurdo, pero bueno. Digo que pueden ser cómodos por aconsejar a los padres no enseñar a sus hijos a leer en casa, para así tenerles a todos a los 6 años partiendo de cero, que es más fácil.

alco dijo...

Sr Subdirector, la frase "A estas alturas de mi vida, dudo que algún día vaya a tener hijos" no la olvide, porque es probable que dentro de unos años le parezca increíble haberla escrito. Los hijos llegan cuando han de llegar, dentro de una relación de pareja estable y con proyecto de futuro. Intuyo que usted tiene instinto paternal, y a los treinta-y-tantos le queda mucho recorrido vital por delante, así que su pronóstico quizá sea poco probable.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Le agradezco sus palabras, caballero, pero creo que es una predicción segura casi al 95%.

Aprendiz dijo...

jajaja Subdire, no cambias!! lo que tienes que hacer es buscarte una buena novia, y no es por nada, pero yo tengo una perfecta para ti aquí en el sur de tu edad. El defecto que tiene es el mismo que tienes tu, que es super exigente. Pero yo me estoy encargando de eso...

El Subdirector del Banco Arús dijo...

No sabe usted, señorita, en que alta estima la tengo. Pero yo soy caso perdido.

Además, después de cierto episodio de mi vida, dudo que una mujer llegue a gustarme lo suficiente. Entiéndame bien, en comporación con otra, con ELLA.

Aprendiz dijo...

Ainss Subdire, nadie es un caso perdido salvo que quiera. Dudo que no haya mujeres a las que puedas querer igual o más que a "ELLA", simplemente te has aferrado a su recuerdo y la tienes idealizada. Pero bueno eso es otro tema que sería interesante para un post.

Al Neri dijo...

Subdire, me va a subir el nivel de azúcar con sus romanticadas de seductor de mesa camilla.