sábado, 3 de septiembre de 2011

EL SANADOR DE CABALLOS

De cuando en cuando cae en nuestras manos una novelita sencilla, sin pretensiones, pero muy entretenida, que nos deja, al terminarla, una sonrisa en los labios y muy buen sabor de boca. Es el caso de El sanador de caballos (2008), de Gonzalo Giner, que recomiendo vivamente.

Giner es un veterinario amante de la Edad Media que nos cuenta una fábula preciosa ambientada en plena Reconquista, a finales del siglo XII y principios del XIII, protagonizada por el joven castellano Diego de Malagón y por su fiel yegua Sabba.

Tras perder a su padre y ser secuestradas sus hermanas por los almohades durante la Desgracia de Alarcos (1195), Diego viaja a Toledo, donde aprende el oficio árabe de albéitar (sanador de caballos), que después perfeccionará en un monasterio cisterciense y ejercerá en Aragón y en Cuéllar, sin olvidar jamás la idea de rescatar a sus hermanas de los sarracenos. Al final, su coraje y su inteligencia le llevarán a convertirse en espía del rey Alfonso y a infiltrarse en Sevilla en los meses previos a la gloriosa batalla de las Navas de Tolosa (1212).

Las virtudes más destacables del libro son su amenidad, su profundización en la importante profesión de veterinario medieval y su riqueza de datos históricos sin llegar a hacer denso el relato. Personajes como Alfonso VIII de Castilla, Alfonso IX de León, Sancho VII de Navarra, Pedro II de Aragón, Abu Yusuf, su hijo Miramamolín o el Obispo de Toledo Rodrigo Jiménez de Rada desfilan con soltura por las 700 páginas enseñándonos muchas cosas y sin aburrir jamás. Lo mejor, la exhaustiva descripción de los preparativos y del desarrollo de la batalla de las Navas, con especial hincapié en el papel desempeñado por los ultramontanos, de los que ya hablé en su día.

Como aspectos negativos voy a señalar tres: el autor chupa demasiada rueda de la estela de Ken Follett y su género de novela medieval de oficios; la historia de amor de Diego con la bella noble Mencía ha llegado a subir el nivel de azúcar de mi organismo hasta límites peligrosos (a ellas les encantará), y, por último, me ha parecido vomitivo el intento políticamente correcto de Giner de vendernos la expedición de los reyes cristianos de 1212 como una batalla contra la tiranía de Al-Nasir, en defensa de las libertades políticas del pueblo, mostrando a los andalusíes no almohades como seres dialogantes y enemigos del fanatismo.

Los guiños a la multiculturalidad de folleto son bastante incómodos pero no desmerecen la calidad de la obra ni mucho menos me incitan a desaconsejarla. ¡Yo sí que soy un demócrata!

11 comentarios:

El chico de los tablones dijo...

Un amigo mío me recomendó esta novela hará un año. Desde entonces, sigue atascada en mi lista libros pendientes.

Por cierto, ¿cuántos libros lee al mes, sr. Neri? ¿Doce? ¿Quince? Sin duda es usted la sapiencia hecha persona.

Al Neri dijo...

Jajaja, en absoluto, Chico de los tablones, leo muchos menos libros de los que quisiera y además soy un lector muy lento. Renozco que el tema del ebook me ha animado a leer más, quizá porque es más cómodo y no hay que ir a la librería ni a la biblioteca.

Lo que le confieso que me encantaría es escribir yo una novela, pero no tengo ni tiempo, ni tema ni talento.

El chico de los tablones dijo...

Permítame corregirle, sr. Neri: no tiene tiempo ni tema. Talento le sobra.

Yo también me planteé en su día escribir una novela corta. Fue durante el verano de después de la Selectividad, que es el más largo y ocioso de la vida del estudiante actual.

Recuerdo que, cuando el verano siguiente retomé las treinta o cuarenta páginas que llevaba mecanoscritas, la trama me pareció una completa chorrada infantil y deseché el proyecto por absurdo.

Yo todavía soy un pipiolo. Usted, en cambio, seguro que tiene mucho que enseñar al mundo. Anímese e inténtelo.

Yo le compraría el libro, en serio se lo digo, jejeje.

Anónimo dijo...

Te recomiendo "Señores de Vizcaya, caballeros de Castilla". Trata, desde un punto de vista ficticio, sobre la vida de los hermanos Haro (uno de los cuales fundó Bilbao). No es que sea una obra maestra, pero a mí me resultó entretenida.

Zorro de Segovia dijo...

tomo nota. Estoy algo hastiado de novela histórica y me estoy tomando un descanso, pero regresaré pronto.

Anónimo dijo...

Me la apunto, estoy acabando una de Javier Sierra y después va esta. Necesito pasar el mal trago de la que me dejaron la semana pasada puagggg.

alco dijo...

No es precisamente la entrada, pero al lado hay una encuesta sobre el futuro de Gadafi.
Dejo aparte cualquier criterio político, pero este señor que lleva un peinado (y una cara) copiado de Jesús Quintero, usa chilabas amariconadas y además es un broncas se merece que lo embadurnen, lo emplumen y lo paseen por el desierto en un burro. Lamento que esta opción no la hayan considerado en su encuesta.
Sr Neri, si alguna vez necesita tema para escribir un relato, le sugiero que lo ambiente en un entorno funcionarial. Hay personajes secundarios para varias novelas.

Boti dijo...

Leí el verano pasado "El sanador de caballos" con alguna reticencia, ya que no soy dada a leer autores españoles contemporáneos (ni cine, ni series....), ya se imaginará usted porqué, son monotemas, los rojos son buenos, los otros los malos. En fin, me animé y la verdad es que me sorprendió gratamente.
Hace unos días terminé de leer un nuevo libro del mismo autor: "El jinete del silencio", que al igual que el que usted comenta, tiene que ver con el mundo de los caballos (Gonzalo Giner es veterinario, de ahí que sea un tema recurrente en sus obras). Esta vez está ambientada en el siglo XVI, en plena efervescencia del comercio con las Indias. Tampoco me ha defraudado, le recomiendo que si tiene ocasión la lea y luego nos cuenta su opinión.
En fin, aprovecho para expresarle mi admiración por su blog, le sigo desde hace poco, pero comparto la mayoría de sus opiniones, y me hace pasar ratos agradables y entretenidos. Un saludo.

Al Neri dijo...

Bienvenida, Boticaria y muchas gracias. tengo en lista "El jinete del silencio", ya le diré.

Vikingo, a ver si lo localizo porque tiene muy buena pinta.

ignatus dijo...

"... cae en nuestras manos una novelita..."

"Miramamolín (y otros) desfilan con sotura por las 700 páginas..."

Novelita dice. ¡Y son 700 páginas!

¡Novelita de 700 páginas!

¡Setecientas!

Novelita...

ignatus dijo...

... 700 páginas...