martes, 12 de enero de 2010

¡HOMICIDIO EN PRIMER GRADO!

Los que hemos estudiado Derecho o utilizamos las normas jurídicas como instrumento habitual de trabajo a veces tenemos el defecto de descojonarnos cruelmente de los errores que comenten los profanos en la materia (periodistas incluidos) al manejar nuestra terminología. Estos gazapos son muy frecuentes, ya que el derecho no es como la física cuántica, que solo hablan de ella los iniciados, sino que representa una faceta fundamental de la actualidad y de las relaciones sociales, por lo que normalmente charlan sobre juicios o sobre impugnaciones desde los magistrados del Supremo hasta la dependienta del Mercadona. Y claro, te partes el eje (para tus adentros, porque una cosa es ser un cabrón y otra un estúpido pedante que va dando por ahí lecciones a quien no tiene por qué aprenderlas).

Una de las típicas y más divertidas inexactitudes que se cometen es la confusión entre los términos “demanda”, “denuncia” y “querella”. A la peña le da lo mismo demandar a quien le roba a punta de navaja que denunciar al que no le paga el alquiler de la plaza de garaje o querellarse contra la empresa que le ha despedido de forma improcedente. Pero no es el único patinazo jurídico. Los hay mucho más sonados y cómicos, como por ejemplo el del gitano de un famoso clan de narcotraficantes de Castilla y León que preguntado por la juez de lo Penal si tenía algo que añadir, respondió sin pestañear: “Sí, señoría: ¡me acojo a la Quinta Enmienda!”. A la Quinta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Con dos cojones. Y es que el cine procesal americano ha contribuido mucho a distorsionar la imagen popular de la justicia.

Hasta aquí todo correcto: tíos que no entienden ni papa de derecho o que, como en el caso de los gitanos, no saben hacer la “o” con un canuto, dicen una burrada cuando hablan de leyes. Pero lo que me parece vergonzoso es que personas que sí deberían conocer estas cuestiones o al menos documentarse como es debido metan la pata hasta el fondo y encima ante el gran público. Me estoy refiriendo a Celda 211, la última película de Daniel Monzón.

Lo peor del cine europeo en general y del español en particular es que es asquerosamente pretencioso para las mierdas que suelen rodarse. En el caso de Celda 211, un film que decepciona mucho, no podía ser de otra manera. Durante la hora y media larga que dura la historia se intenta dar una imagen realista y cruda del mundo carcelario: el FIES, los funcionarios, el trapicheo con drogas, las relaciones entre presos, la violencia… Vamos, que parece un publi-reportaje de Instituciones Penitenciarias, una continuación de El coro de la cárcel de La Primera. Pero de repente, el kie de la prisión de Zamora, apodado Malamadre e interpretado por el genial (no en esta ocasión) Luis Tosar le pregunta al joven protagonista, un Ayudante de Prisiones que se hace pasar por preso:

- ¿Y tú por qué estás aquí?

- ¿Yo? Por homicidio en primer grado.

¡Homicidio en primer grado! Igual que el gitano de la Quinta Enmienda, lo mismo. Yo creo que el gilipollas del guionista, para inspirarse, se ha visto simplemente una sesión de cine carcelario y de thrillers judiciales de Hollywood. Unas horitas repasando Cadena perpétua, La fuga de Alcatraz y Tiempo de matar, y hala… a escribir diálogos para Celda 211, sin que ni el director, ni el equipo, ni los supuestos asesores que siempre contratan se percaten en ningún momento de que eso del homicidio en primer grado no existe en España, donde lo más parecido se llama asesinato, y de que van a hacer el ridículo ante miles de espectadores que no es que esperen encontrarse con un documental sobre derecho, pero sí les gustaría, ya que se intenta reflejar una realidad social, que hubiera un mínimo de rigor y se cuidaran estos detalles tan elementales. Insisto en que la torpeza es especialmente grave en tanto que el personaje que pronuncia la frase no es un macarrilla analfabeto que pulula por el patio, sino un tipo que se acaba de sacar unas oposiciones con temas de derecho penal.

Los detalles pueden carecer de importancia, pero son una buena pista del cariño y el interés que se ha puesto al realizar cualquier tarea, ya sea profesional o de cualquier tipo. En este caso, Daniel Monzón ha demostrado no estar a la altura, y no solo por esta minucia, sino por toda la peli en su conjunto, que resulta floja, antinatural y pésimamente interpretada, sobre todo en el caso de Tosar y de Resines, un gran actor completamente abrasado por la serie humorística
Los Serrano.

17 comentarios:

ignatus dijo...

No he visto la peli, pero por lo que dices, el personaje que dice lo del primer grado debería saber por su oposición que eso no existe, aunque, como está haciéndose pasar por preso, pudiera estar justificado que lo dijera precisamente para no dar muestras ante los convictos de su conocimiento superior al requerido por su papel de preso.

Saludos.

Rocco Lampone dijo...

En mi caso el cine español hace años que me pota hasta decir basta.
Entiendo que es un prejucio, pero lamentablemente, es un prejucio basado en mucha porquería desfilando ante mis ojos.
Pero celda 211 si que quería verla...by the face, gracias a nuestro querido mulo o, en este caso, por gentileza de unos coleguitas de Castellón...

Buen detalle el que aporta, Caporegime Neri.

Pedro dijo...

Totalmente de acuerdo, Sr. Neri.

Yo, como abogado, también estoy acostumbrado a ese tipo de "errores", pero no por ello me he acostumbrado. No soporto lo de denunciar a aquél que no me paga o querellarse contra el inquilino (no se te ocurra insinuar que es un arrendatario), Y sí, es exigible a un director de cine y a un guionista que se documenten un poco y eviten ridículos como el que comentas.

Buenísimo lo del gitano acogiéndose a la Quinta Enmienda.

Al Neri dijo...

Ignatus, si hubiera dicho homicidio o asesinato a secas no habría quedado como que sabe más.

Yo creo que diciendo homicidio en primer grado corría más riesgo de que le pillase Malamadre, que con tantas condenas seguro que estaba muy versado.

Lampone, no es un coñazo total pero es bastante malota.

marian dijo...

Querella debe ser de las palabras más utilizada en tv hoy en día.
Gracias por la aclaración de ese detalle de la película.

Aprendiz dijo...

Pues mira que voy poco poquísimo al cine, pero esta la he visto (claro que iba sin tener ni idea de que era española) pero no me desagradó (bueno desagradable puede ser) pero digo que no estuvo tan mal.

Chirly dijo...

La putada de esa clase de errores es que a quien los percibe "le saca de la película" y para mi eso es uno de los peores errores en que puede incurrir una mala obra, bien sea de teatro, cine, o títeres.

Por lo demás, permítame que le diga que eso le pasa a usted por ver cine español. Son ganas de jugar a la ruleta Rusa...

Teutates dijo...

Pues yo la vi el otro día y no me pareció que mereciera tantos desprecios. Es una película que te mantiene en tensión desde el principio hasta el final, aunque si que es cierto que, a parte de los errores jurídicos, algunas escenas también son poco creibles o están cojidas con hilos.
Respecto a los errores que se cometen en cine o televisión respecto a otras profesiones, no me quiero ni imaginar lo que se tienen que reir los médicos y en fermeras con House, Hospital Central, Urgencias...

Pedro dijo...

Hace tiempo me hice la misma pregunta que se hace Teutates en relación a series como Hospital Central, House y otras.

Pregunté a un médico y a una enfermera (por separado) y me dijeron que no, que estabsn muy bien documentados y que no solían decir barbaridades.

Reconozco que supuso una grata sorpresa para mí.

eligelavida dijo...

Ja, ja, ja... Qué bueno lo de la Quinta Enmienda!

La peli no la he visto. Un saludo!

Pedro dijo...

Lo del gitano y la Quinta Enmienda me ha recordado a la anécdota que circulaba por los Juzgados cuando yo empezaba.

Estaba un compañero con su cliente en un Juicio de Faltas. El cliente observó que cada vez que el letrado se dirigía al Juez decía "con la venia de Su Señoría". Entonces él, que no tendría la conciencia muy tranquila, pensó en tratarlo igual para ganarse su simpatía y cada vez que contestaba a una pregunta que le formulaban, dirigía su mirada al Juez y le decía "Su Señorita". De la cara de desconcierto se pasó al esfuerzo por aguantar la risa y, al final, el Juez se enfadó y se dirigió a éste diciéndole "como vuelva a llamarme Señorita le expulso de la Sala"

Al Neri dijo...

Lo de la Quinta Enmienda lo he estado buscando en Internet y no he encontrado la referencia que yo leí en su día, hace bastante, sobre el gitano de Valladolid, pero he encontrado otro caso idéntico también protagonizado por un caló.

Pedro, muy graciosa su anécdota :-)

Teutates, no sé qué más pide para que la peli sea mala. Es totalmente inverosímil, por no entrar en sus pinceladas reivindicativas en contra del régimen de los FIES. Pero esa es otra historia.

Chirly, lo ha definido usted exactamente: esos errores tan gordos te desambientan totalmente, te sacan de la peli y ya no la disfrutas.

Aprendiz, pues si no te desagradó esta peli... luego no te atrevas a criticar al cine español, porque hay muchísimas mejores que esta.

VANESA dijo...

Muy bueno este caso pasó en los juzgados de Madrid,el abogado le pregunta al gitano ¿ le dispararon enmedio de la refriega?,y el gitano contestó: no me dispararon entre la refriega y el ombligo.

Teutates dijo...

Pregunta el Juez al acusado:

- ¿Así que robó las barras de pan porque tenía hambre?

- Sí, señor juez.

- ¿Y por qué además se llevó el dinero que había en la caja?

- Porque no sólo de pan vive el hombre

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Se me cuelga el navegador y ya es la tercera vez que escribo este comentario.

Decía en los anteriores que vi esta peli porque en Navidad no quedaban localidades para Avatar y que, no me disgustó e, incluso, entretiene a pesar de que vaya empeorando según avanza, de lo sobreactuado de los actores -común en todos los españoles, sobre todo en las actrices españolas que no suelen, siquiera, declamar correctamente- y, sobre todo, de los agujeros en el guión.

Pero, por ejemplo, estaba bien pensado que los rehenes fueran etarras porque todo el público deseaba que se los cargasen.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Y con respecto a lo que usted dice del desconocimiento de lo mínimo del Derecho, tiene toda la razón. Yo aún no distingo claramente una denuncia de una querella (creo que en esta última calificas los hechos) de una demanda (¿eso no es cuando una madre pide que un hombre reconozca a sus hijos?)

Desde hace varios años, viendo que el mundo cada vez es más legalista (se nota que, cuando los políticos sabían leer, la mayoría eran de Derecho) se deberían incluir temas de introducción al Derecho en asignaturas de Secundaria o, incluso, una asignatura completa y no mamarrachadas como taller de artesanía y gilipolleces similares.

Piden temas de Derecho en la mayoría de las oposiciones, por ejemplo. Y para moverse con la Administración, con el banco, etc., sería conveniente saber ciertas cosas (desde buscar e interpretar básicamente una ley hasta elevar una instancia o poner un recurso y cosas de esas) que lo picapleitos parecen querer mantener como una ciencia oculta.

A./ dijo...

No sabía que se siguiese diciendo "kie" (=kamerad in ewigkeit) o amigo en la eternidad. Supongo que en la cárcel las modas pasan más despacio.