viernes, 23 de octubre de 2009

RELEYENDO "EL PADRINO" (8): AL NERI


Al Neri, interpretado en las películas por Richard Bright, era un policía de Nueva York de origen siciliano, caracterizado por su fiereza y brutalidad, pero también por su honradez y sentido familiar y del honor. En el libro hay varios pasajes que resaltan su personalidad, como cuando propina una paliza a su sobrino por faltar el respeto a su madre (la hermana de Neri) o cuando golpea duramente a unos gamberros inmigrantes italianos “por deshonrar a su país”. El arma favorita del agente Neri era una enorme linterna, con la que atizaba a los delincuentes. Con esta linterna le abrió la cabeza al asesino de una muchacha, por lo que fue separado del servicio y procesado.

Enterada
la familia Corleone de esta injusticia y de las virtudes del ex policía, hizo uso de todas sus influencias para evitarle la cárcel y le invitó a incoporarse a su plantilla. En menos de un año Neri ya había vertido sangre por cuenta de los Corleone. Neri no entró en la Familia como soldado raso, sino como “especial” y su primer encargo fue organizar el asesinato del buscavidas Moe Greene en Las Vegas, por negarse a vender su parte de un hotel (“¿Te fijaste bien en él?” –le pregunta Michael al abandonar el hotel tras el enfado de Moe). Pero su actuación estelar es cuando ejecuta a Emilio Barzini, principal rival de la Familia, disparándole a bocajarro –en la película, mientras huye por una escalinata- , disfrazado con su antiguo uniforme policial.

En El Padrino II, en la parte de los años 50 que no aparece en la novela, Neri ha sido ascendido a Caporegime junto con Rocco Lampone, sustituyendo ambos al traidor Tessio y al desaparecido Pete Clemenza. En esta peli, Neri está presente en las grandes decisiones de los Corleone. Se le puede ver en las reuniones celebradas con Johny Ola (al que se autopresenta), con el Senador Geary y con Frankie Pentangeli. En la reunión para discutir la ejecución de Hyman Roth, informará a Michael y a Tom del rechazo de varios países de la petición de asilo del magnate de Miami. Al final de la película, será el encargado de ejecutar a Fredo en la intimista escena de la barca. Del metraje original de esta Segunda Parte fueron eliminadas por desgracia dos magníficas escenas: en la que comunica a Michael que han localizado por fin al pastor Fabrizio (el que atentó contra Apollonia) y en la que expulsa a golpes al gerente del hotel-casino Tropicana.

De esta segunda película siempre me ha llamado la atención que el papel de guardaespaldas de Michael (el que ejecuta en Cuba a Johny Ola e intenta eliminar en el hospital al judío Hyman Roth) fuera desempeñado por el actor Amerigo Tot, en vez de ocuparse Al Neri de estos “trámites”. Puede que los guionistas o el propio Puzo desearan mantener vivo a un personaje tan emblemático de la novela, prefiriendo así que fuera un desconocido a quien acribillaran las balas de la guardia de Batista. En cambio con Lampone no tuvieron tantos miramientos.

Por último, en la tercera parte de la saga, Al aparece como un personaje diluido, una especie de empleado de confianza de un Michel Corleone que ha dejado de ser un gángster para convertirse en un hombre de negocios. Su más larga intervención es para planear con Vincent y Connie el asesinato de Joey Zasa. También es curioso cómo se refiere a él Kay Adams justo cuando llega a la estación de tren de Sicilia (“¿Todavía tienes a Neri?, “Sí, lo necesito para que me abra la puerta del coche”). Su última aparición es para dar muerte al Arzobispo Gilday, en la Ciudad del Vaticano, tras un largo viaje en tren en el que se ve como lleva la pistola oculta en una caja de surtidos Cuétara.

5 comentarios:

Rocco Lampone dijo...

Neri se tocó la frente y respondió:

—A Moe Greene lo llevo grabado aquí.

Genial escena.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Por fin encuentro el momento adecuado para escribir un poco.

Me encantó este personaje en la novela. Según lo describen es el tipo de personaje al que personas con cierto carácter tienden a admirar. Amaba enormemente su oficio de policía y lo que significaba para él incluso una vez es reclutado por don Vito: recuerda con nostalgia cuando se viste su antiguo uniforme para dirigirse a ejecutar a Barzini. Neri es un hombre íntegro y con un gran sentido del honor inmerso en un mundo totalmente corrupto. Neri se niega a aceptar los legalismos absurdos y las excusas de la gente poco íntegra que lo rodea y le termina marginando e intentando destruir: ratas peleando con un león.

Precisamente creo que es la familia Corleone y concretamente en don Vito donde encuentra ese sentido -peculiar es cierto- de la integridad y del honor que la sociedad y su familia le niegan.

Aprendiz dijo...

Al Neri, no está bien dedicarse un post completito a uno mismo ehhh ;-) jajaja

Es curioso como se llega a admirar a un personaje de estas características, será que en el fondo nos gustaría ser así nosotros mismos, íntegros y que no nos temblara el pulso a la hora de cumplir "nuestro deber". Porque en realidad este tipo no es más que un asesino. Eso sí, un asesino con clase por lo que veo.

Aprendiz de brujo dijo...

Neri, me rindo a tu padrinofilia o padrinosofía. Macho te sabes hasta la marca de galletas de la caja donde lleva escondida la pistola...
A mi me parece que Neri pierde todo sentido del honor, ese que tenía como policía y protector de su heramana, cuando se presta al acto más vil de la familia Coprleone que es el asesinato de la prostituta que está con el senador en el prostíbulo de Fredo, para tener "sujeto" al Gary este.
Por cierto,yo creo que cogiste el Nick de Neri para ponerte la foto. Ese actor es más guapo que tú.Podías haber elegido a Luca Brasi...

Al Neri dijo...

Aprendiz de brujo, efectivamente es curioso el detalle que usted aporta de cómo Neri asesinó a la puta con la que se acostó el Senador Pat Geary, para que se la encontrara muerta en la cama y poder chantajearle, en una escena similar a la de la cabeza del caballo de la primera parte. Hay un instante en el que se ve a Al Neri secándose las manos en el baño para dar a entender que es él quien cometió el crimen.