Los disgustos están acabando físicamente con S.A.R. Doña Cristina. Estamos desolados. |
Hoy se ha hecho pública por fin
la transcripción de las largas declaraciones de S.A.R. Doña Cristina como
imputada en el Caso Nóos. Son 120 folios con casi 600 evasivas a las numerosas
preguntas del juez sobre su papel en la Fundación Nóos y en la inmobiliaria
Aizoon. La hija menor del todavía Rey de España se ha escudado en el “no sé” y
en el “no me acuerdo” para escaquearse de aclarar su implicación en los delitos
de evasión fiscal y blanqueo de capitales de los que por segunda vez se la
acusa.
Una de sus afirmaciones más curiosas durante la comparecencia ha sido su total ignorancia en materia tributaria. Doña Cristina ha asegurado no tener conocimiento alguno sobre cuestiones fiscales y no saber distinguir siquiera entre el IRPF y el impuesto de sociedades.
Solo hay dos explicaciones posibles al hecho misterioso de que una señora licenciada en Ciencias Políticas (grado que incluye las asignaturas de Hacienda Pública, Economía, Historia Económica, Estructura y Política Económica, Organización Económica Internacional y Políticas Públicas) y que ha desempeñado varios cargos de responsabilidad en La Caixa, donde continua trabajando, afirme tener semejantes lagunas culturales. Una posibilidad es que le hayan regalado tanto la licenciatura como el puesto en una de las entidades financieras más importantes del país, y la otra es que se esté riendo en la cara del juez y de todos los españoles.
Y encima, cuando le preguntan si ha podido ser utilizada como tapadera fiscal al frente de la mercantil Aizoon, responde muy digna que “casi me ofende, Señoría”. Ahí el magistrado se tenía que haber callado en vez de aclarar, como un vulgar lameculos, que “no es mi intención ofenderla, señora, créame”. Me pregunto si habría tenido tantos miramientos con un jicho de Vallecas acusado de asaltar un supermercado. Me suena que la Constitución dice que la justicia es igual para todos.
Todo apunta a que la estrategia del letrado de Doña Cristina está pésimamente planteada. Yo le doy gratis este consejo jurídico: En vez de insistir en la confianza que esta enamorada dama tenía en su marido, la defensa debería basarse en su inimputabilidad a causa de una idiocia congénita heredada de su padre.
Más sobre la monarquía en La pluma viperina:
- Le han engañado
- El sueldo del Rey
- El Rey de copas
- Dando ideas al Rey
- Una afrenta intolerable
- ¡Chúpate esa!
Una de sus afirmaciones más curiosas durante la comparecencia ha sido su total ignorancia en materia tributaria. Doña Cristina ha asegurado no tener conocimiento alguno sobre cuestiones fiscales y no saber distinguir siquiera entre el IRPF y el impuesto de sociedades.
Solo hay dos explicaciones posibles al hecho misterioso de que una señora licenciada en Ciencias Políticas (grado que incluye las asignaturas de Hacienda Pública, Economía, Historia Económica, Estructura y Política Económica, Organización Económica Internacional y Políticas Públicas) y que ha desempeñado varios cargos de responsabilidad en La Caixa, donde continua trabajando, afirme tener semejantes lagunas culturales. Una posibilidad es que le hayan regalado tanto la licenciatura como el puesto en una de las entidades financieras más importantes del país, y la otra es que se esté riendo en la cara del juez y de todos los españoles.
Y encima, cuando le preguntan si ha podido ser utilizada como tapadera fiscal al frente de la mercantil Aizoon, responde muy digna que “casi me ofende, Señoría”. Ahí el magistrado se tenía que haber callado en vez de aclarar, como un vulgar lameculos, que “no es mi intención ofenderla, señora, créame”. Me pregunto si habría tenido tantos miramientos con un jicho de Vallecas acusado de asaltar un supermercado. Me suena que la Constitución dice que la justicia es igual para todos.
Todo apunta a que la estrategia del letrado de Doña Cristina está pésimamente planteada. Yo le doy gratis este consejo jurídico: En vez de insistir en la confianza que esta enamorada dama tenía en su marido, la defensa debería basarse en su inimputabilidad a causa de una idiocia congénita heredada de su padre.
Más sobre la monarquía en La pluma viperina:
- Le han engañado
- El sueldo del Rey
- El Rey de copas
- Dando ideas al Rey
- Una afrenta intolerable
- ¡Chúpate esa!
7 comentarios:
A mi juicio (muy mío por cierto) Veo en su consejo gratuito, una contradicción aparente. Incluso “constitucionalmente aparente” Porque la “Idocia” o “Idiotez” griego ἰδιώτης, idiōtēs, de ἴδιος, idios (privado, uno mismo). Empezó usándose para un ciudadano privado y egoísta que no se preocupaba de los asuntos públicos… En ese caso, la idiotez Cristina o de Su padre; está notoriamente y públicamente redactada en la Constitución en el Titulo II, con lo que si nuestro Rey no se preocupa (o está) en lo público hay algo que falla en esa Constitución, puede en quien o quienes la redactaran.
Particularmente creo que ni que el Rey eludiera participar del Estado (lo público) ni quienes la refrendaron dudaran su congénita participación. De hecho, estoy convencido que usted conoce a muchos Idiotas que se dedican a la política…
Me resulta curioso que Cristina esté defendida por el despacho de Roca Junyent (uno de los redactores de la Constitución)
Pienso que en ese caso lo que hace es defender la idiotez de Cristina, en el sentido de inculta, ignorante, no capacitada… Y que se apoya en ese argumento "legal", que también, y tan bien se ha utilizado en nuestro país, en los casos (ya que menciona La Caixa) de aquellos que firmaron _porque confiaban en el director de su sucursal_ cuando contrataban las Participaciones Preferentes. Muchos Jueces han exonerado a los “preferentitas” porque firmaron confiados. Si quieren Justicia igual para todos, pues que esa Justicia sea igual para Pepito Baldomero, Conchita Ahorradora (idiotas que firmaron porque confiaron) y también la Infanta Cristina.
Y diría que Cristina _ represetnada por sus abogados_ puede utilizar (como igual ante la ley) ese "derecho" a firmar por confianza o por amor.
Disculpe el rollo señor Neri, (o mi grado de idiotez) pero es que soy un romántico y a mí las historias de Amor entre princesas y jugadores de balonmano siempre me han apasionado.
Si le interesa, algo así expuse en un post que publiqué …
Un Saludo y buen fin de semana.
La Infanta recibió una preparación durante varios días antes de declarar, a cargo de Roca y asociados, excelentes abogados si eres cliente suyo. Estoy seguro que todo lo que dijo o no dijo es lo que más le conviene para ser desimputada judicialmente. Otra cosa es el efecto que su declaración ha causado a todo el mundo: seguramente su actual residencia en Ginebra pasará a ser definitiva y el puesto en La Caixa se transformará en otro de nivel parecido en alguna organización internacional tipo OMS o FAO. Aquí la acabaremos olvidando.
En cuanto a su marido: en mi opinión es bastante corto, digamos un poco tontito. Muy guapo y tiene a la Infanta bien pillada, pero aquí se acaba todo. No creo que haya hecho nada que sea ajeno a los borbones; lo habrá hecho mal, pero nada que no hubiera visto antes como se hacía. Seguramente le espera una condena de cárcel, a la que no ingresará nunca después de todas las apelaciones posibles y finalmente un discreto indulto (camuflado en un indulto general cuando ascienda a rey el próximo borbón).
De esta panda no va ninguno a la cárcel. Lamentable el papel del fiscal, quien le pregunta a la Infanta que si sabe la razón de su imputación, y cuando la Infanta le dice que no, dice que él tampoco. Si ya es complicado que alguien de estos pase por el banquillo, tener al fiscal de su lado tirando al mar la llave del calabozo, ya es de risa.
Como veo que a la infanta se le olvida todo,a ver si un día se levanta y no se acuerda que es infanta,y se va a trabajar 8 horas por el salario mínimo interprofesional,es decir 645,30 euros,al mes,y luego le queda una pensión de mierda como a la mayoría de los españoles.Pero no a esta se le olvida todo menos de dónde viene y los privilegios que tienes,anda que no ha formado nada,y el gasto excesivo que nos ha hecho a todos con su declaración para no decir nada,y luego dicen que en Andalucía vivimos del cuento,pos anda que ella.
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