lunes, 1 de noviembre de 2010

VIVIR ARRIMADO

Entre unas cosas y otras, y aplicando una variación del más que pedante y hasta friki principio de indeterminación de Heisenberg, me cuesta mucho encontrar una ocasión para escribir una entrada en La Pluma. Y no será porque no tengo ideas en la cabeza, que me sobran, aunque cuando me decido a escribir sobre alguna de ellas, generalmente, ya no están de actualidad. Así que me he propuesto tratar temas poco actuales que no se pasen de moda cuando me decida a ponerme delante del teclado. Ya veremos cuánto me duran las buenas intenciones.

Uno de los temas que tengo en mente desde hace meses es uno de esos tabúes que la sociedad moderna, democrática y progresista ya no osa poner en duda. Recuerdo cuando hace algo menos de veinte años, se comenzaron a conocer casos de novios que antes de casarse se iban a vivir juntos, esto es, como dice mi abuela tan meridianamente clara y castellana, a vivir «arrimaos» . En una ciudad recogida y entonces tradicional, amancebarse con una tía o salir con una divorciada era como llevar tatuada la palabra marrano escrita en la frente. Me imagino a todas las marujas en la peluquería rasgándose las vestiduras y preguntando hasta dónde iba a llegar el mundo con semejantes inmoralidades. Hoy en día, sin embargo, supongo que esas mismas que antes montaban en cólera con cosas mucho más simples e inocentes hayan pasado a formar en las filas de la masa que no osa que algo tan moderno y sensato se ponga en duda: «Válgame Dios que antiguo e intolerante. Si la mitad de mis nietos viven así. ¡A la hoguera con él!».


Y es que tantos años de ingeniería social, de series y cine español en las que lo anormal se pinta de común y se vende como saludable, cuando no obligatorio, terminan dando sus frutos. Vamos, que hasta mi abuela ahora está a favor del concubinato aunque eso sí, nunca permitiría que un nieto que la visitara para presentarle a la novia durmiera (sólo dormir, sin más) junto a ésta en la misma cama bajo su santo techo.


Particularmente, el tema me resulta mucho más problemático de lo que parece e intentaré sintetizar. Antes quiero dejar claro que, cuando me refiero a la convivencia antes del matrimonio, este debe ser el católico pues el civil es una auténtica mierda (marimonio, divorcio express,...) sin sentido ninguno: un auténtico y ridículo paripé.
  • Como católico, aunque mal practicante, acepto las enseñanzas de la Iglesia en esta materia y considero que vivir en amancebamiento es un pecado y que si lo hiciera correría grave peligro mi alma inmortal.
  • En relación con el punto anterior, creo que la Iglesia intenta dictar unas normas temporales que no dejen lugar a la duda y que, si hiciera lo contrario, los creyentes, que somos unos pillos, nos comportaríamos como auténticos animales de bellota. Para vivir en pecado es necesario que se mantengan relaciones sexuales y, para ello, todos sabemos que no es necesario convivir bajo el mismo techo.
  • También es cierto, sin embargo, que la vida ha cambiado muchísimo en los últimos cincuenta años y que factores como el aumento de edad en los contrayentes, la falta de capacidad de sacrificio, el egoísmo sin límites de nuestra generación, etc., hace bastante más difícil que antes el lograr una sana conviviencia y un matrimonio estable y duradero.
  • Que también como cristiano, concibo el matrimonio como un compromiso de por vida y seguramente el paso más importante que puedan dar dos personas. Por tanto, no debería hacerse a la ligera y, en este sentido, «probar antes», podría aportar un pequeño plus de seguridad para no acabar cometiendo faltas más graves como divorcios, adulterios o, lo que es peor, amargar la vida a tu cónyuge o a unos hijos que nunca deberían pagar por los errores de sus padres.
  • No debemos dejarnos engañar tan fácilmente pues «probar antes» puede convertirse en una cómoda falacia, pues nada garantiza un periodo de duración indeterminada (¿quince días, dos años, un siglo?) y, además, las personas cambiamos. Seguramente todos conocemos ejemplos de novios que han vivido juntos durante años para terminar divorciándose al poco de contraer matrimonio.
  • Que para muchas personas, sobre todo hombres, el amancebamiento es la forma cómoda de no aceptar compromisos serios y no afrontar la madurez, escudándose en tonterías que ni ellos mismos se creen del estilo a «Yo no necesito un papel para demostrar mi amor y mi compromiso por Pili», cuando en realidad quieren la leche sin comprar la vaca. Cuando oigo estas chuflas me pregunto a quién intentan engañar: a mí, a la novia o a su propia conciencia.
  • Que nunca saldría con una divorciada y me costaría enormemente mantener cualquier tipo de relación seria y lícita con una chica que hubiese convivido con su novio. Y, seamos sinceros, no sé qué pensarán las mujeres (ni de esto ni de nada) pero la mayoría de los hombres, para casarnos, preferimos una a estrenar.

29 comentarios:

Isel dijo...

Desconozco que es para ti ingeniería social, si lo de estos años o lo realizado a lo largo de estos siglos por la iglesia, o las iglesias repartidas por este mundo.

Vivir antes con tu pareja puede ser debido a diversas razones, ya sea por ir conociéndose, económicas, por que te apetece, o todas a la vez. Probablemente la iglesia católica, que es la que más conozco, en su afán de control social ha monopolizado ciertos sacramentos y diabolizado otras cosas dentro del sentido común. Ellos quieren decir cuando se puede convivir, cuando se pueden tener relaciones sexuales, y no son pecado, cuando te podías divorciar si tenías el poder y dinero suficiente, en general. Un control excepcional bajo la amenaza del fuego eterno.
Convivir antes de que ellos lo bendigan, ¡qué pecado! ¡o qué control social...! El divorcio normal o el exprés... si no lo lo autoriza la iglesia... ¡qué pecado! seguro que Dios prefiere que sigas con una persona a la que no quieres porque ha cambiado o lo que sea, ¡seguro! Dios es amor pero si lo haces y te equivocas, te jodes.

Seguro que a Dios le molesta mucho que dos personas que se quieren vivan juntas y se respeten por un acuerdo mutuo.... seguro.
Respeta al prójimo, ama, sé solidario... alguien hace un par de milenios dijo algo parecido, hasta que unos institucionalizaron una organización de control social al calor del poder, con honrosas excepciones. Y algunos a eso lo llaman ser buen cristiano. Qué fácil es la vida así. Qué piensen otros por ti.

Aprendiz dijo...

Lo de vivir arrimado está ya demasiado aceptado. Es un mal paso en una relación porque en la mayoría de la gente es como la prueba del matrimonio por lo que desde mi punto de vista le da inseguridad a la relación.

Si durante esa "prueba" no han habido problemas serios llegarán al matrimonio (luego seguirán juntos o no), pero si en este periodo antes del matrimonio hay alguna época difícil -que yo no dudo la hay en una y varias ocasiones en todos los matrimonios-, dejarán la relación aunque de verdad lo suyo pudiera funcionar.

El noviazgo se entiende como un periodo de prueba en el que se conoce al otro, se ve si se congenia, si se tiene la misma visión de la vida... ahí todavía los problemas no son tan grandes porque no se comparte nada, cada uno tira por su lado. Pero no se puede estar toda la vida probando y menos cuando se empiezan a compartir tantas cosas, porque obviamente los problemas serán mayores.

El que después de vivir arrimado rompe una relación, no es porque esa relación particular no tuviera futuro, sino porque no saben esforzarse por una relación. A otra gente le ocurre también que aun sabiendo que esa persona no es la adecuada, prueban a vivir juntos a ver si así mejoran las cosas... En todo caso es engañarse.

Anónimo dijo...

-Tambien una mujer maltratada por un borracho cabrón, debe permanecer casada eternamente?
-No tiene derecho a rehacer su vida y a que la quieran porque está "usada"?
- O es que las que pagan su nulidad con un par de millones son más decentes?
- Un católico solo se puede casar con una católica?
- Si no pasas por el aro es que no vales?
- Sacrificio? mejor desde la libertad que no por cojones.

No quisiera a NADIE a mi lado porque un dia firmó un contrato.
Prefiero a quien continúa a mi lado simplemente por que me ama.

Nadie puede jurar amor eterno, es una completa hipocresía.

Aprendiz dijo...

Isel,

Que cada uno elija el porqué irse a vivir antes con su pareja me parece perfecto, pero la Iglesia tiene muy claros los motivos por los que no aceptarlos, que tu no los conozcas, no los entiendas ni te preocupes por ello no significa que tengan menos valor.

No utilices palabras tan bonitas como contrarias a la doctrina de la Iglesia, que tergiversar las cosas es fácil.

Anónimo dijo...

Cuando el amor se acaba, se acaba pa tol mundo, casado o no.
La capacidad de sacrificio está en la persona, esté casada o no lo esté, porque uno puede estar muy cristianamente bendecido y ser un completo calzonazos.

Hay amores "a prueba" que duran toda una vida.
Y no, no es que continúen "probando", es que sencillamente se están amando.

Y conste que a mí las bodas por la Iglesia me parecen muy bonitas.
Pero eso... no es un aval.

Anónimo dijo...

Sr.Subdirector, malo se le pone el ojo a la burra....A este paso y queriendo una a estrenar, lo lleva de culo. Salvo que comience a repartir su teléfono a la salida de la catequesis de comunión, y aún así luego no las deje mucho tiempo sin vigilancia, que se quitan el vestido largo, se ponen la minifalda cinturón y ya no hay quién las pare....aaaayyy que chicas estas. Por cierto ¿queda alguna de su edad sin estrenar?.

Aprendiz, hay casos y casos. Nosotros (mi marido y yo) tuvimos seguramente momentos muchisimo más duros viviendo juntos antes de casarnos que después y aquí seguimos.
Espero que sea para muchos años, pero también es cierto que no nos rendimos a la primera.....ni a la segunda......vamos que somos durillos.

Aprendiz de brujo dijo...

Completamente de acuerdo.
Yo respeto todas las posiciones,(del kamasutra claro)y me parece muy legítima tu pretensión de encontrar primera mano a tu edad, pero difícil te lo pones macho.
Y difícil se lo pones a tus sentimientos también.
Yo el único sitio donde he visto damas de tu edad "sin estrenar" es en tu imaginación, en el manicomio o en el Opus Dei,(esto último, en mi caso es literal).
y lo de la vaca y la leche...de veras uno tiene derecho a pensar lo que quiera,(aunque tu pongas es te principio en tela de juicio); uno puede ser víctima de sus propia forma de ser en ocasuiones,(a mi me pasa)o de una educación sexual trasnochada,(también la he tenido); pero nunca hay que hacerse trampas al solitario, o si no no jugarás una buena partida en tu vida.
Ese esquema de la leche, la vaca...personas adultas viviendo juntas o sin vivir... El primer requisito que exige ser critico con una realidad es conocerla.
Tu siguies anclado en algo, que te guste o no, no existe.Y es necesario conocer una realidad antes de criticarla.

Al Neri dijo...

Este tema es complicado y además se han producido cambios de costumbres y de mentalidades muy rápidos en los últimos años. Yo voy a sintetizar mi opinión:

1.- Por mis creencias y educación recibida, no niego un fuerte prejuicio hacia las llamadas “uniones de hecho”. Sintonizo muy mal con las parejas arrejuntadas, que me parecen progres, irregulares, dejadas, que hacen bailar su amor al son de las circunstancias y muchas otras cosas negativas.

2.- Independientemente de las ideas o de la religión de cada uno, considero que arrejuntarse, es decir renunciar a la regularización social y jurídica de la unión marital, es una actitud individualista que trivializa algo tan importante como el amor de pareja y excluye o dificulta voluntariamente el acceso a los derechos y protección social de los miembros de la pareja. Da la impresión de que quien se amanceba quiere eludir lazos fuertes y además privar de derechos a su novio o novia.

3- Por esto no me merecen la misma opinión todos los casos de arrejuntamiento. Sin entrar en el aspecto religioso ni moral, no tiene nada que ver renegar de la institución matrimonial y de los “papeles” y vivir de por vida y conscientemente en una especie de “furtivismo marital” que las parejitas que por mil circunstancias se ponen a vivir unos meses o unos años antes de la boda, que ya está incluso concertada.

Estos últimos casos suelen darse porque los novios no tienen dinero ahorrado para la boda, porque se han trasladado a trabajar juntos a la misma ciudad, porque les acaban de dar el piso y uno viene a la ciudad solo los fines de semana, etc… Pero tienen clarísimo que van a casarse. Pareciéndome mal estas situaciones, y dándome pena que algunos sujeten su decisión de convivir a circunstancias tan menores, creo que la gravedad no es como la del primer supuesto que he descrito.

4.- Según diversos estudios, las parejas que conviven antes de casarse se divorcian bastante más que las que no conviven.

5.- Creo que cuando los católicos opinamos sobre este tema deberíamos diferenciar –y no siempre lo hacemos- una crítica solo para católicos y otra para “el público en general”. Pasa como con el matrimonio civil, que a veces despotricamos sin más contra esta forma de unión cuando, como muy bien dijo Sandra una vez, lo ideal es que los que no creen en Dios o no están dispuestos a vivir un matrimonio en clave cristiana se casaran por lo civil. En este sentido creo que a menudo los matrimonios canónicos sí que son un “auténtico y ridículo paripé”.

Al Neri dijo...

6.- Hay que tener grandes precauciones al hablar de moral sexual y ver hasta qué punto ciertos comportamientos responden a la Fe y al deseo sincero de cumplir con la moral cristiana y hasta qué punto son meras parafernalias hipócritas y ridículas de cara a la galería o que –como dice Isel- solo se explican por la presión social de la familia o de ciertos grupos sociales.

En este sentido, yo defiendo que las parejas no convivan antes de casarse, pero con coherencia. O sea que me parece hipócrita estar evitando vivir juntos por lo que dirán los vecinos, o por no disgustar a mamá o a la abuelita y después llevar una vida marital yendo juntos de viaje, pasando el finde en el piso de uno de los novios, etc. Quien crea que no se deben mantener relaciones sexuales antes de casarse (que es por lo que está mal arrejuntarse), que no las tenga y punto, pero que no haga paripés que solo sirven para machacar su dignidad en una doble vida absurda en personas adultas. Yo puedo disculpar esta doble vida en cierta medida, ya que una cosa es acostarse con la novia antes de casarte y otra es que lo sepa todo el mundo cuando perteneces a un ambiente católico donde está fatal visto, pero reconozcamos que en cualquier caso es una hipocresía como un castillo y que estas parejas están cediendo a meras presiones sociales y no cumpliendo con su voluntad y con el estilo de vida en el que creen.

Ello por no hablar de situaciones peculiares como la del que “respeta” castamente a su “novia de casarse “y después se cepilla a otras amiguitas de mentalidad más abierta y alegre. Así es bien fácil mantenerse “virgen” antes del matrimonio.

7.- Me parece mucho más honrado arrejuntarse que vivir con tus padres entre semana chupando del bote y luego acostándote con la novia el fin de semana en tu pisito. Es indigno, humillante y, si se prorroga la situación por pura comodidad a pesar de tener dinero para independizarse, de tener más cara que espalda.

8.- El enorme incremento de parejas de hecho en los últimos años demuestra sin lugar a dudas que la razón principal para no convivir antes de casarse en tiempos pasados era la fuerte presión social y del ambiente. Antes la gente se acostaba mucho menos porque la Iglesia, los padres, el pueblo, los vecinos, los amigos, etc, estaban vigilantes con el palo. Estaba mal visto que la novia subiera a casa del novio, no se podía viajar juntos pasando noche porque te ponían de puta, etc, etc. En cuanto se han aflojado los tornillos, todo el monte ha sido orégano y la gente hace lo que de verdad le apetece. Esto ha traído como inconveniente que quienes desean cumplir de corazón los preceptos de la Iglesia cada vez tienen más difícil encontrar a alguien con esos valores, y como ventaja que hay mucha menos hipocresía que antes (aunque mucho más cinismo).

9.- Tristemente, en todo este asunto de las parejas de hecho hay un importante condicionante socioeconómico. Detrás de la estricta moral sexual de antaño había un noble deseo de proteger a la mujer de embarazos indeseados, ya que entonces las mujeres eran la parte débil de la relación (dependían de los ingresos de un varón y si eran “burladas” por un jeta se quedaban tiradas con la barriga y sin un duro). El acceso masivo de la mujer al mundo laboral ha contribuido a aflojar los lazos morales y a que se "pongan d emoda" las relaciones más flexibles, ya que, en caso de ruptura, ella trabaja igual que él y no se queda desamparada si no hay vínculo matrimonial.

alco dijo...

Su post expresa argumentos que pueden ser aceptados o debatidos, depende de las convicciones (o de su ausencia) de cada persona; pero en el último punto "Que nunca saldría con una divorciada .... preferimos una a estrenar." usted manifiesta muy poco amor y sí mucho amor propio. La madurez humana y sentimental todavía le queda lejos, Sr Subdirector; cuando llegue verá que todo lo que dice en su último punto es totalmente prescindible.

Dulcinea dijo...

El subdirector hace muy bien en querer una buena mujer honrada que haya sabido guardar su honra y su decencia porque este mundo de hoy en día está lleno de guarras que se acusstan con el primero que pillan por puro placer y quién te dice que cuando se casan van a dejar de hacerlo, eh?

ignatus dijo...

Neri, cuenta el chiste de la mujer recatada, anda, porfi.

Anónimo dijo...

Ignatus iba a preguntarte algo, pero me temo que destripo el chisto de la "recatada".

Isel dijo...

Estimado o estimada Aprendiz, no pretendo saber más que nadie, seguro que ignoro muchas cosas, pero opino que muchas de esas restricciones son junto con otras una forma de control social de una iglesia que muchas veces está demasiado cerca del calor del poder y que ha contribuido a mantener unas estructuras sociales tremendamente injustas. Dicho esto sin olvidar otros papeles de la iglesia, no se me entienda mal.

Sr Al Neri, leyendo lo que pone usted... creo que ha mezclado algunos temas y me gustaría responderle en condiciones, pero creo que nos liaríamos. A ver si puedo resumir.
Creo poco necesario tener que firmar unos papeles que bendigan mi unión, la vida es más compleja y hay ocasione sen los que dos personas quieren estar juntan porque se quieren y poco a poco van creando una familia, y en muchos casos se acaba "legalizando" dicha situación.
Evidentemente me parece ruin y de hijoputas irte a vivir con alguien para aprovecharte de esa persona ya sea económicamente o sexualmente, en cambio si convives con alguien por que hay un respeto y amor mutuo no lo veo mal, sea cual sea su situación.Probablemente tendríamos que ir a la motivación que lleva a las personas a tomar la decisión de compartir una vida juntos. Lo malo es que de los hp no te libras aunque haya papeles e incluso puede ser peor para una mujer, casarse con alguien que parece algo y después estar obligada a estar con un putero o borracho, con la salvedad que, igual, le dan más dinero por divorciarse, si es que usted está a favor.
Peor me parece tener que estar sujeto a una moralidad impuesta socialmente por estar "mal visto" y después irse a follar los fines de semana con la chavala o irte de viajecitos, pero eso sí, se ha cumplido... eso es un homenaje a la hipocresía.
Eso sí, lo que comenta de que como ahora es una "moda" lo de vivir juntos los que deciden no hacerlo están "presionados", para nada, la libertad consiste en eso, en elegir... y aunque a mi no me parezca mal convivir, tampoco me lo parece las elecciones de los demás y si hay alguien tan estúpido para pensarlo, pues que aprenda a respetar a los demás. Además que no es una moda, es la libertad de elegir como quieres iniciar una vida en común.

Acerca de lo que pone Dulcinea, me parece tan, como decirlo sin ofender... uf no me salen las palabras, lo siento. Solo comentarle que aunque no le gusten ciertos comportamientos, no los descalifique diciendo guarras o insinuando que son unas putas antes y después, si no quieren que entren a saco calificándola a usted. Qué cada uno viva la sexualidad como quiera, desde la libertad y el respeto. Pero eso sería otro post... que si tardáis lo pongo en mi blog ;)

Anónimo dijo...

Hay prostitutas más dignas que muchas casadas.
Al fin y al cabo, ambas, lo hacen por dinero.

La valía de una persona no se mide por su virginidad.

El concepto "nuevo" o "usado" se puede aplicar a la compra-venta de un coche, jamás a una mujer!!!

Al Neri dijo...

Nagore, ¿que tanto las casadas como las putas lo hacen por dinero? No sé qué matrimonio estará usted tomando de referencia, pero vamos, alucinado me deja.

Isel dice:"Creo poco necesario tener que firmar unos papeles que bendigan mi unión". Pues nada, no los firme, pero luego no pretenda que entre usted y su compañera o como quiera llamarla rijan los derechos y regímenes propios del matrimonio.

Subdire, lo que dice de la divorciada yo le comprendo, pero Alcor tiene razón en que su criterio nada tiene que ver con el amor. Aunque ya sabe que la pareja tiene mucho de mercadillo y que cada uno se cree derecho a "un producto equivalente".

Yo conozco madres a las que les daría un soponcio si su niña de 25 años se presenta con un divorciado, pero... ¡ay si luego su niña se casa. le sale mal y se divorcia! Entonces se vuelven progres de repente y están encantadas si sale con un separado o con quien sea para "rehacer su vida".

Y a petición de Ignatus el chiste:

Un médico soltero, ya de cierta edad, es destinado a un pueblo y decide hablar con el alcalde para que le presente alguna chica y echarse novia. Le insiste al regidor que quiere que sea una chica recatada.

El alcalde le presenta a una muy alegre y muy maja y el doctor decide casarse con ella. Al año comprueba abochornado que su mujer se tira todo lo que se menea: al peluquero, al sacristán, a todos los buenos mozos y, coño, hasta a los del equipo de ajedrez. Decide quejarse al alcalde:

- Pero oiga, ¿qué clase de putón desorejado me recomendó como esposa?

- ¡Pero si usted me dijo que fuera recatada!

- Pues, claro, hombre, y ya ve... ¡La más furcia del pueblo! ¡Menudo consejo! ¡qué entenderá usted por recatada!

- Pues mire, en este pueblo hay tres tipos de solteras: las decentes, las catadas y las recatadas...

Anónimo dijo...

Parece mentira señor Neri... no ha leído usted bien. He dicho "muchas", no "todas".

Entonces porqué la "separación de bienes"?
Si un amor católico y apostólico no debe tener fisuras y es para toda la vida... porqué se emplea con tanta frecuencia ésta fórmula?
Porqué cada vez se redactan más contratos prematrimoniales?
Es que ya no es suficiente con jurar amor eterno?
Quien tiene más inseguridad y miedo al fracaso?

Por cierto, el chiste... penoso.

Aprendiz de brujo dijo...

Neri yo creo que Nagore no se refiere ni a todas las casadas; ni a las que lo hacen pura y simplemente por la pasta.
Lo cierto es que hay un modelo tradicional de matrimonio bastante extendido y hasta no hace tiempo muy generalizado en el que si no se buscaba directamente la pasta, si que cobraba mucha importancia las consecuencias culturales, económicas y sociales de asociarse sentimentalmente a un sujeto determinado.
Eso es así.La premeditación en la búsqueda de una serie de características en detrimento de la libre y espontánea presencia de los cónyuges que exige el sacerdote en la propia fórmula sacramental ha existido sobre to y hoy aún subsiste en menor medida.
Yendo más allá, en la España rural de los años cincuenta y sesenta eran frecuentes las interferencias paternales en familias católicas a la hora de elegir socio sentimental.
Y sin ir tan lejos hoy hay gentes que reconocen sin problema que el hecho de que una persona esté desempleada puede ser un problema a la hora de elegirla como pareja.
Por supuesto, las prevenciones económicas de las que habla Nagore, en previsión de posibles fracasos son habituales en los matrimonios católicos.
En fin...

Álex dijo...

¡Viva Dulcinea! The very beast of this blog!

Respecto al tema del "arrimamiento", una vez más estamos con el problema de qué es para cada uno lo fundamental y qué es lo accesorio.
Para mi lo fundamental en una pareja, aunque parezca una obviedad, es el amor que une a esas dos personas. De ese amor, específico y diferente a otros "tipos" de amores, derivan el respeto profundo y el deseo de compartir la vida y formar familia (con o sin hijos), entre otras muchas cosas.

Cada pareja debiera ser capaz de saber en qué momento y cómo se va concretando todo. Eso sí, como apunta el Sr. Neri, con la coherencia de saber qué implica cada situación jurídica.

Las normas y costumbres, tanto sociales como eclesiásticas o de otro tipo, pueden ser una pauta para las parejas menos formadas en todos los sentidos. Entraríamos aquí, además, en otro tema: el del valor de las normas y su carácter relativo o absoluto…

Los comentarios que se han ido escribiendo aquí reflejan bien esa diversidad de opiniones sobre qué es fundamental o accesorio en una pareja y sobre la capacidad de las personas y de las parejas para acatar las normas o superarlas con el adecuado discernimiento.

Por cierto, quiero felicitar al Sr. Ignatus porque suele poner el punto de humor o de seriedad cuando es necesario.

Y también quería insistir al Sr. Subdirector en que suele arruinar un discurso aceptablemente trazado (aunque no esté de acuerdo, ni mucho menos) con unas frases de incorrección política bastante "barata"

Isel dijo...

A cada situación sus repercusiones, eso está claro, Al Neri, a pesar de algún caso en el que al fallecer la pareja la otra persona pide sus supuestos derechos alegando convivencia... Algo en lo que no estoy de acuerdo.

Anónimo dijo...

Gracias Aprendiz... eso es exactamente lo que quería decir, pero lo he expresado mal.

Era en contestación a Dulcineo por lo de "guarras que se acuestan con cualquiera por placer incluso estando casadas"

Pues mejor por placer que no por dinero que al menos las prostitutas no engañan a nadie!!!

Creo que ahora, lo he dicho bien... ;

Aprendiz dijo...

Nagore dice: "Nadie puede jurar amor eterno, es una completa hipocresía."

Quien dice eso tiene un concepto erróneo de lo que es el amor. Si uno es capaz de querer toda la vida a unos padres, a unos hermanos, a unos hijos.., no se va a poder querer toda la vida a tu marido o esposa? Precisamente los anteriores te vienen "impuestos", nadie elige a su familia pero la quiere, pues cuánto más a la persona que quieres y que has elegido para quererla toda la vida? Que vida tan inestable la de aquellos que se dejan llevar por sentimientos o por acontecimientos.

LANGOR dijo...

Buenas:

Mi granito de arena a la discusion.
Con independencia de la moral catolica, que no entro en ella, hay que tener en cuenta que la regulacion matrimonial actual es muy perjudicial para los hombres, por lo que en mi caso si me voy a vivir con mi novia no quiero que rija el resto de mi vida, por lo que creo que vivir arrejuntados y con cuentas independientes es a dia de hoy buena idea, al menos para un hombre


Un saludo

Anónimo dijo...

Por eso, porque las parejas casadas tienen derechos que no tienen las que solo conviven, estas son parejas de "segunda división".

Aprendiz de brujo dijo...

No es correcto quererse acoger a los derechos que te da el ordenamiento y no a los deberes.
estoy plenamente de acuerdo con la necesidad de regularizar jurídicamente las relaciones sentimentales.
Si uno decide no casarse por los motivos que oportunamente señala Langor, luego no debe exigir derecho alguno.
No sería equitativo.

ignatus dijo...

Alex, no me llames Sr. Ignatus que ese era mi padre... ¡Ah, no, perdón! Que se llamaba Abel.

Bueno, llámame como quieras. En cualquier caso gracias por tu mención.

Nagore, el chiste así leído pierde bastante. Yo esperaba que Neri se grabase con su cámara y subiera el vídeo: entonces sabríamos lo que es bueno viéndole poner cara de médico o de alcalde según lo requiriese el guión. ¡La traca!

Neri, gracias por acceder a mi petición. Si lo sé te pido pelas en vez del chiste.

Sobre el tema en cuestión, me parece que entre todos los comentaristas se han tocado demasiados palos y se ha quedado en ideas dispersas. Así pues, con la libertad de saber que no voy a desentonar ahí van mis divagaciones (sólo cuatro, no se asusten):

- El principio de indeterminación de Heisenberg está muy bien y es correcto: la demostración no deja lugar a dudas. Hasta aquí de acuerdo con la entrada principal.
Luego ya...

- En mi opinión es cierto que hoy día por diversos motivos (algunos señalados en la entrada) hay una incapacidad bastante generalizada para asumir compromisos. Desde los más sencillos como quedar para el fin de semana con unos amigos (¿cómo lo haríamos antes que no había móviles con los que llamarnos 3 ó 4 veces y decirnos a última hora que sí que podemos salir porque no tenemos otros planes?) hasta, por supuesto, darse un "sí quiero" para toda la vida. Ejemplos de ello son las dudas de LANGOR sobre la situación del varón, las capitulaciones matrimoniales que menciona nagore...

- Creo que por suerte el matrimonio ha perdido la característica de “sagrado” que, por imperativo legal, tenía antiguamente; pero por desgracia se ha caído un poco en el otro extremo y se ha llegado a banalizar.

- Y por último, creo que no debí empezar a hablar del tema porque al releerme no veo más que lugares comunes sin ninguna enjundia. En fin, Serafín.


Salud.

Zorro de Segovia dijo...

más o menos lo mismo que defendíamos la mayoría de mis amigos (hombres) antes de cumplir los 20 años. Algunos incluso hasta los 30. Pero es que en los 40, encontrar una "a estrenar" ... en fin. Que lo único que puedes estrenar con una chica a esta edad es un piso donde amancebarte, incluso sin pensar en casarte con ella.

Anónimo dijo...

En mi familia tengo parientes directos que hay vivido "arrimaos".

Mi hermano, antes de casarse vivió un par de años con mi cuñada.

Mi sobrino vive desde hace 3 años con su novia.

Reconozco que no comparto este modo de vida. Pero respeto a quien escoje esta opción, porque entiendo que no todos pensamos igual.

Eso sí, siempre he pensado y sigo pensando que lo mejor para una pareja es casarse... por la Iglesia, por lo civil o por el rito zulú. Cada uno según su ideología.

Pero la idea de una estabilidad, de una unidad familiar, creo que es un bien necesario y esencial para el ser humano. Y esa unidad familiar parte de un compromiso...

Es verdad que alguien me podría decir, que casarse es un papel y que hay matrimonios infieles y parejas "arrejuntas" muy fieles. Es verdad y no lo niego.

Pero el problema de que haya hambre en el mundo, no es que haya mucha gente, sino que los recursos están mal repartidos... el problema de que haya matrimonios infieles, no es la institución del matrimonio, sino las personas que componen ese matrimonio... la fidelidad de esas parejas "arrejuntás", no está en el arrejuntamiento, sino en esas personas concretas.

Creo y lo digo de corazón, que el casarse ayuda a vivir esa fidelidad entre la pareja... fidelidad que abarca muchos aspectos. Y es que si uno no es fiel cuando se compromete, mucho menos lo es cuando no hay compromiso de ningún tipo.

trujilloch dijo...

Para hablar de cualquier tema es necesario haberlo vivido, en carne propia, o en vivo y a todo color, para poder opinar al respecto con pelos y señales. Es por esto que me atrevo a dar mi opinión respecto a LA VIDA DE ARRIMADO:
1. Por necesidad económica. Por lo general es este motivo el principal factor por el cual la pareja se arrima a vivir en casa de algunos de sus padres, hermanos, tíos, compadres, primos o amigos de confianza. Muy pocas personas que se arriman a otros por gusto, pero también se dan casos así.
2. Por motivos de trabajo. Cuando la pareja es contratada para el servicio doméstico o administrativo de otros.
3. Por situaciones de emergencia. Terremotos, huracanes, inundaciones, etc.
En mi caso personal he vivido la experiencia de ser arrimado en varias ocasiones o etapas de mi vida, debido principalmente por necesidad económica.
Nunca he estado de acuerdo en vivir de esta forma, pues como dice el dicho: "El muerto y el arrimado a los tres días apesta".
En la primera ocasión me llevé a mi familia a vivir con mis padres, teníamos tres hijas, de 1,3 y 5 años de edad.
Mis padres en ningún momento estuvieron de acuerdo en que nos fuésemos a vivir con ellos, sin embargo, tuvieron que admitirnos sólo por no dejarnos en la calle.
Los conflictos que se suscitan son muchos, sólo mencionaré los más comunes:
a) Se rompe la estabilidad económica de los padres o de las personas que lo reciben a uno. Por obvias razones, aumenta el recibo de la energía eléctrica, el teléfono, el gas, el gasto doméstico, etc.
b) Tanto los arrimados como los "anfitriones forzados" se incomodan porque no tienen la privacidad necesaria en sus actividades cotidianas: para bañarse, para entrar y salir de la casa, para comer, etc.
Pienso que el que se casa, casa quiere. Las personas no deberían unirse en pareja o casarse, sin antes contar con una casa dónde vivir, con ingresos suficientes para tener una vida independiente, autónoma.
Sólo que se dan casos en que se comen la torta antes del recreo, resultando ella embarazada y por esta necesidad se arrejuntan o arriman con quienes ellos tienen más confianza.