sábado, 1 de agosto de 2009

CRACOVIA

Hace unos diez años, un conocido, que estudiaba Medicina y cursó una temporada en Polonia, me describió aquella nación como un país casi tercermundista. Ignoro cómo será el resto de Polonia pero, como deduzco del viaje a Cracovia que he realizado hace una semana, no hay duda de que aquella gente ha logrado progresar muchísimo desde la caída del Comunismo. Sin duda debido a su capacidad de trabajo, perfeccionismo e inteligencia. ¡¡¡Hasta los camareros del McPerro (perdón, quería decir McDonald's) hablan un inglés propio de Oxford!!!


La sopresa que esta ciudad me ha deparado ha sido mayúscula. Es una urbe tranquila a pesar de sus casi 750.000 habitantes. Poco masificada por los turistas que, mayoritariamente, son alemanes e ingleses por lo que casi nadie habla español. Cuidada y bien comunicada, es esencial no perderse el centro de la villa, donde destaca la encantandora plaza, su mercado de origen medieval donde adquirir joyas de ámbar a buen precio, o la Basílica de Santa María, impresionante templo gótico que ofrece la posibilidad de ascender a la torre más alta para contemplar la ciudad o conocer al trompetista que anuncia las horas. También merece la pena visitar la Universidad Jagellónica donde estudiaron Copérnico y Juan Pablo II, tremendamente venerado en la región; el Castillo Wawell y sus exposiciones de armas; la Catedral; la Ópera (copia de la de París aunque a menor escala) o la cueva donde la leyenda dice que vivía un dragón que se alimentaba de vírgenes. En España habría muerto de hambre.


En las cercanías es imprescindible descender a las minas de sal que, con ochocientos años de antigüedad, tienen nueve niveles con más de trescientos kilómetros de galerías, lagos, capillas e incluso grandes salones para eventos y una soberbia iglesia excavada en la sal y decorada con lámparas y esculturas también de este compuesto. Tanto las minas como el centro de Cracovia son Patrimonio de la Humanidad.

Y a menos de cien kilómetros se puede conocer el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau y las espantosas situaciones que se vivieron allí o que, al menos, nos dicen, ocurrieron, pues, tras la salida, cualquiera medianamente avispado podría plantearse ciertos interrogantes que, si bien no desmontan la versión oficial, sí podrían interponer diversas objeciones a la misma. Al igual que sucede si se visita el barrio judío de la ciudad, el ghetto o la fábrica de Óscar Schindler. Por cierto, si se desea visitar un cementerio judío o una sinagoga es imprescindible que los varones lleven cubierta la cabeza (ignoro si valdría también un sombrero tejano); de lo contrario, te obligan a ponerte una, literalmente, mugrienta kippa. Pero en fin, quien exige respeto a las creencias religiosas propias también debe mostrarlo hacia las demás por muy perversas y destructivas que hayan demostrado ser a lo largo de los siglos.

Aún así, recomendaría este viaje a todo el mundo. Merece la pena conocer la ciudad, a bordo de una magnífica calesa, por ejemplo; sus costumbres y folclore; su cerveza (no así su repugnante queso ahumado); escuchar a Bach o a Pachebel en sus encantadoras calles; sus terrazas cuidadas al detalle y económicas y, sobre todo, las impresionantes mujeres polacas: altísimas, guapísimas, rubísimas y elegantísimas y tremendamente femeninas las veinticuatro horas del día (hasta con mochila llevan tacones y vestidos).


Menuda decepción llegar a España, comenzando por las ocho horas de retraso del vuelo de Iberia y la pésima profesionalidad de esta compañía (hemos reclamado ante Aviación Civil). Al final, todo funciona mejor que España... Tarde o temprano me exilio.

14 comentarios:

Al Neri dijo...

Parece interesante su viaje, aunque a mí sinceramente nunca me ha atraído conocer Polonia (algo parecido me pasaba con la antigua Yugoslavia y el año pasado quedé maravillado). Dicen que Polonia es uno de los últimos reductos europeos del buen catolicismo.

En lo que sugiere de Auschwitz tiene usted toda la razón, pero cualquiera se mete hoy en día a matizar la historia oficial para tontos; le pueden comer vivo.

Yo no discuto ni justifico que los alemanes mataran o dejaran morir a un número importante de hebreos. Me parece una verdadera bestialidad. Pero lo que tengo clarísimo son cuatro cosas:

1- Que no fue una matanza organizada ni hubo un plan de exterminio racial.

2- Que la cifra fue enormemente inferior a la oficial de seis millones, que es ridícula por ser incluso superior al censo mundial de judíos en esa época.

3- Que en la Segunda Guerra Mundial y después ha habido genocidios tan horribles perpetrados por otros países y por EE.UU que no han alcanzado tal difusión propagandística por razones obvias. A los judíos el victimismo y la publicidad se les da de vicio y son capaces de enriquecerse a costa de la muerte de su madre.

4- Que otros colectivos (sacerdotes católicos, gitanos...) fueron víctimas en masa de los nazis y nadie da tanto el coñazo.

El punto 2 suele ser rebatido con argumentos del tipo "me da igual 6 millones que 5.000 personas, es igual de horrible". A mí no me parece que este argumento se sostenga ni jurídica ni moralmente. ¿Daría igual que ETA hubiera matado a 10.000 personas que a ochocientas y pico(cifra real)? Pues a mí no me lo daría.

La filosofía racial del nacional-socialismo me parece profundamente anticristiana y reprochable desde todos los puntos de vista, lo que no quiere decir que vaya a creerme las trolas de un pueblo que vive de manipular y de engañar a los demás.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Todo lo que suponga el exterminio de un cierto grupo de forma masiva es inhumano y nos hace darnos cuenta de lo abominable que puede resultar el espíritu humano cuando expulsa a Dios.

Pero coincido con usted, sr. Neri, en que en este tema existen muchos puntos oscuros y ciertas hipocresías como los restos del muro que hicieron los nazis para cercar el ghetto de Cracovia (los judíos han levantado uno en Palestina y nadie les tose).

Y con respecto a los campos de exterminio, aunque te ponen los pelos de punta y son monstruosos (supongo que como todos los campos de concentración), existen muchas cosas curiosas en el campo de exterminio. Por poner un ejemplo:

-Siempre debe acompañar al guía de la excursión un guía oficial del campo que comprenda el idioma en que se habla. Lo entiendo hasta cierto punto pues de otra forma se llenaría de neonazis diciendo vete a saber el qué. Pero vamos, que me dio la impresión de que existiera un guión oficial del que no se pudiera salir.

-Se ven fotos de una banda de prisioneros tocando a la entrada. Nos dicen que era para engañar a la Cruz Roja. ¿Tan tontos eran los de la Cruz Roja que no veían a doscientos metros a la izquierda las cámaras y los hornos?

-Las cámaras y los hornos que se visitan son reconstrucciones pues los nazis los dinamitaron en su huída.

-En el guió oficial se dice que sólo comían sopa de verduras siempre podridas porque las buenas que cultivaban los presos eran para los nazis. ¿Qué hacían, dejaban pudrirse las verduras para luego dárselas en sopa?

-No en Bikernau (donde había estufas que no debían encender) pero en los barracones de Auschwitz había calefacción. ¿No es una contradicción?

-Varios barracones eran hospitales para los presos. ¿No decían que a los enfermos los enviaban a las cámaras?

-Los aliados tenían multitud de fotos aéreas de estos campos. Si los exterminios masivos fueron en 1944, ¿cómo no se dieron cuenta de lo que estaban haciendo si allí ejecutaron y quemaron a un millón de personas en un año?

sefo dijo...

Polonia es un país bonito, fue muy castigado por la IIGM ylos nazis y despues por la URSS, pero su gente es maravillosa y los inmigrantes polacos en España son trabajadores y se adaptan muy bien a nuestro país.
No comprendo el interes del Subdirector del banco arús y de Al Nery en provocar sacando el tema del holocausto y tratando de hacerse los católicos pero dejando caer salvajadas antisemitas, una de cal y otra de arena como acostumbran. Si tan mal os parece el nazismo y el holocausto, decidlo sin mas y dejaros de mosergas y de racionalizar si fieron 6 millones, si hubo cámaras... y de tocar las narices. No se, da la impresion de que teneis un interes enorme en que los nazis no queden ante la historia como tan malos, que os va la vida en quitarle hierro a lo que hicieron. Me parece algo hipocrita y sibilino porque se ve que odiais a los judios.

Al Neri dijo...

Sefo, creo que no lo has pillado. No tenemos ningún interés en que los nazis no queden como malos, sino en que los judíos no queden como buenos. Es así de simple.

Aprendiz dijo...

A mí Cracovia me encantó cuando fui.
Hombre habrá evolucionado, pero es muy diferente a España, una cosa que me llamó mucho la atención es que apenas había coches.

A mí me pareció que había muchos españoles, me pasó que esperando en un puesto del mercado a que llegara el dependiente, se me ocurrió decirle a una amiga que como no llegara me llevaría la caja que quería comprar sin pagar, y justo oigo una mujer que me dice, ¡mujer, que luego tenemos muy mala fama los españoles! :s(obviamente no me la iba a llevar)

Yo de Auschwitz no puedo decir mucho, ni siquiera entendí nada porque el guía(un alemán), hablaba inglés. Pero es cierto que impresiona.

GAUDENCIO dijo...

Para los que no hemos podido todavía salir de vacaciones, un viaje bloggero muy interesante.
Un abrazo:
Gaudencio!

Álvaro dijo...

Subdirector - Muy interesante todo lo que cuenta, especialmente lo de los "monumentos polacos". Sea solidario con este humilde lector y cuando se "exilie" a ese bonito país, ¡no se olvide de hacerme un hueco en su expedición!

Teutates dijo...

Un buen consejo de viaje. Coincido con el señor Neri en que ciertamente no me he planteado como prioridad unas vacaciones en Polonia, pero tendremos en cuenta su opinión señor Subdirector.
Respecto al tema subyacente del holocausto, prefiero no oinar dada mi ignorancia, no he indagado nunca en este tema, y la información de la que dispongo, es la llamada aquí "oficial". Lo que si que me aventuro a decir, que como en todo argumento histórico, los intereses políticos e ideológicos, en este caso, estoy convencido que tergiversan la verdad de los hechos, que seguro nunca descubriremos.

Clebarr dijo...

Sí señor. Pérfida religión la judía.
Nada ver con nuestra humanización de la tortura, por ejemplo, en tiempos de la Santa Inquisición. Torturábamos y quemábamos, pero con estilo: Se pueden hacer barrabasadas con sotana, pero nunca con esos antiestéticos ricitos, ni esas patillotas que les dan aspecto de estúpidos.
Evidentemente no ha habido guerras de religión en la Europa civilizada, ni por supuesto, saqueos ni matanzas en la América recién descubierta, eso eran cosas de los malditos protestantes y anglicanos, holandeses e ingleses.
En fin, que el holocausto es un invento de pseudo-historiadores desocupados, que lo mismo les da por decir que desaparecieron (a lo mejor no desaparecieron, sino que se escondieron muy bien) cuatro millones de judios, que lo mismo mañana ven ovnis en el tejado de su casa.
En fin, vivir para ver.

Álvaro dijo...

De "Una voce Málaga":

13/02/08. El Sumo Pontífice recibió ayer a una delegación de rabinos y otros miembros destacados de la comunidad judía estadounidense. El Papa afirmó que "el odio y el desprecio por hombres, mujeres y niños, manifestados en la Shoá fueron un crimen contra Dios y contra la humanidad... toda negación o minimización de este terrible crimen es intolerable y totalmente inaceptable".

PD: Ya se que si el Papa no habla "ex cathedra" sobre una enseñanza dogmática en temas de fe y moral no es infalible, pero seguro que nos entendemos.

¡Un saludo veraniego!

Al Neri dijo...

Clebarr, a los judíos no les ha interesado promover guerras en Europa. A ellos les interesa tener clientes, no enemigos. La guerra no es inmoral en sí misma; creerse superior a los demás y esquilmar a los pobres y a los necesitados durante siglos, sí lo es.

Álvaro, cualquiera que le oiga creería que estamos minimizando los crímenes nazis contra los judíos.

Me imagino que cuando el Papa habla de "minimizar" no se refiere a poner en duda la cifra oficial, a pensar que murieron menos judíos que 6 millones.

Minimizar los crímenes es grave, en efecto. Tan grave como maximizarlos y exagerarlos con un fin exclusivamente financiero y político, que es lo que hace el lobby hebreo todos los días con su llamado holocausto.

Son unos putos plastas. Me recuerdan a la progresía española con el tema de la Guerra Civil, que no paran de dar la coñada. Le ponen la cabeza como un bombo hasta al Santo Padre.

Clebarr dijo...

No estoy de acuerdo contigo Neri. Esquilmar a los pobres y a los necesitados no ha sido obra judia. Yo apuntaría más bien a reyezuelos de tres al cuarto, empeñados en malgastar el dinero del pueblo en bailes de máscaras y santísimas cruzadas (financiadas muchas de ellas con dinero judío, por cierto).
A mi los judíos, me producen más que nada admiración. Hace 70 años eran sacados de sus casas con el único objetivo de exterminarlos y a día de hoy con una población de ¿10 millones? son capaces de tener el mejor servicio de inteligencia del mundo (salvo el de los yankees, tal vez), estar rodeado de vecinos amables, como Siria, El Líbano, Jordania,... y de ganar guerras en menos de una semana.
Creo, para terminar, que el estereotipo de judío malvado, egoísta y usurero que se ha dibujado siempre a lo largo de la historia es demasiado simplista.

Al Neri dijo...

Clebarr, sin duda con la imagen popular sobre los judíos pasa como con todos los tópicos: es exagerada e injustamente generalizadora. Sin embargo, el odio histórico a determinados colectivos suele tener un origen sobre le que merece la pena reflexionar.

En el caso de los hebreos, no creo que nadie discuta que durante la Diáspora, sus comunidades se asentaron en diferentes países europeos de cultura cristiana y se negaron tozudamente a adaptarse a los usos y costumbres locales, formando guetos cerrados en los que se respiraba un clima de superioridad y de desprecio hacia todo el entorno.

De igual modo los judíos se hicieron muy antipáticos por su negativa generalizada a realizar ciertas labores muy honradas, como trabajar en el campo, optando por la actividad mercantil, en la que no siempre se desenvolvían con la honestidad debida, y por puestos de trabajo asociados al poder político y económico. La vinculación del judaísmo con el préstamo a usura y su transformación en un poder en la sombra, sin ideales ni proyectos para la comunidad, vendido al mejor postor, dispararon desde el principio el antisemitismo en toda Europa.

Me parece demasiado casual que un mismo grupo humano suscite fobias y rencores en decenas de países del mismo entorno por motivos que van mucho más allá de lo religioso, sobre todo en las clases más populares. Atribuirlo a la envidia sí que me parece simplista.

El judaísmo y los judíos no me gustan, aunque reconozco que en esto también hay mucho de estómago, de sentimientos, que ni sé ni quiero explicar. Lo que tengo claro es que siempre se han comportado como unos fanáticos, han predicado el odio y se han diferenciado siempre de los cristianos en que estos habrán cometido abusos pero han emprendido grandes empresas relevantes y beneficiosas para toda la humanidad y no sólo para un colectivo.

Anónimo dijo...

Clebarr, lo que te deberias plantear es como un pais que emplea menos dinero que España a su ministerio de Defensa es capaz de mantener a raya a tantos paises como tu dices. Por cierto, viven tantos judios en Estados Unidos como en Israel y se les puede difenrenciar bien por las calles de Nueva York, son los que van descalzos, piden limosna y son maltratados por la policia.