miércoles, 28 de mayo de 2008

PROTUBERANCIAS CEFÁLICAS


Al hilo de una conversación de cafetería y de la entrada sobre la serie "Anillos de Oro", se me ha ocurrido un tema que plantear, que no por habitual deja de ser interesante: la infidelidad en el seno de la pareja.

Habría que empezar por intentar definir el término infidelidad. La definición de la RAE nos dice lo que todos sabemos (infidelidad según la RAE), sin embargo convendréis conmigo en que prácticamente cada persona define la infidelidad de una manera. O mejor dicho: ante un mismo acto, unas consideran que supone una infidelidad y otras no. Las hay que simplemente a una mirada a otra persona le llaman infidelidad, mientras otras afirman no ser infieles asistiendo con frecuencia a burdeles. Las primeras supongo que pecan de celosas; las segundas, de cara dura.

También existen, y ahora parece que con la ola progreta que nos invade están de moda, las parejas "liberales" en las que ambos miembros son infieles, lo saben y lo consienten, hasta el punto de que disfrutan con ello. Los intercambios de pareja son un buen ejemplo. En España ya están proliferando los locales destinados a ello. La cuestión aquí es que supuestamente ambos miembros de la pareja están de acuerdo: ¿es esto infidelidad? Seguramente no, precisamente por ese consentimiento mutuo. Lo que sí es es una guarrada.

Un problema añadido es la sospecha. ¿Qué sucede cuando una persona sospecha que le han sido infiel pero no lo puede demostrar? La prueba del nueve es palparse la cabeza en busca de protuberancias (cuernos, vaya). Sin haber tenido ninguna experiencia al respecto, yo creo que estas cosas se tienen que notar mirando a la cara. El problema es que los expertos infieles dicen que "hay que negar todo hasta las últimas consecuencias", con lo que el engañado debe decidir entre hacer caso a su intuición o creer lo que le dicen.

Algo que tengo bastante claro es que si una persona considera que su pareja le ha sido infiel, por mucho que la perdone, la confianza nunca se restablece del todo, por eso la solución más adecuada es la ruptura inmediata. En muchos casos es una solución traumática, pero más lo es vivir continuamente desconfiando del otro.

26 comentarios:

Anónimo dijo...

Al fin un tema diferente, y sin política, de por medio, enhorabuena por el caballero Leonardo.
Habría que analizar, que lleva a una infidelidad dentro de una pareja, no es un tema valadí, y no me vale la manida frase:"soy infiel por naturaleza", en todo hay un por qué, perdonar o no sería cuestión de análisis dentro de una pareja.
El intercambio de parejas, tríos, y demás a mi entender no tienen nada que ver con la infidelidad.

ignatus dijo...

En mi opinión, alisa, la naturaleza del hombre (varón) sí tiende a la infidelidad. Eso de que pensamos con la polla es algo que constato casi a diario de forma bastante generalizada.

No obstante, al igual que a ti, no me vale que alguien sea infiel amparándose en esa tendencia natural, pues el hombre, como animal racional, ha de saber gobernar sus impulsos y no actuar llevado por ellos. Eso nos diferencia de los animales y, a fin de cuentas y a modo de ejemplo, no nos cagamos encima sólo "porque me lo pide el cuerpo" (sabemos esperar al momento adecuado para hacerlo) e igualmente, no pegamos a la gente, ni robamos por muchas ganas que tengamos (estas últimas cosas a lo mejor no las hacemos por cobardía, pero en cualquier caso sabemos controlar el impulso).

Coincido en que hay que analizar la relación de la pareja para ver qué ha fallado y ha llevado a un miembro a "dejarse llevar por su impulso" o su deseo, sin considerar el respeto debido al cónyuge y el daño que se le puede causar.

Fin

Veneficus dijo...

Un tema interesante es el planteado por alisa, el del perdón. Hasta qué límite se puede perdonar. Y sobre todo, si se debe perdonar, ya que creo que alguien que ha sido infiel con alta probabilidad volverá a serlo.

Otro tema interesante, sería saber si la infidelidad se ve venir antes de que ocurra, o en sus primeras fases, cuando, como dice Leonardo, únicamente consiste en una mirada, o quizá en una ausencia de mirada.

Anónimo dijo...

Ha estado cerca R2, hay que localizar al amo Luck antes de que nos pillen esos malandrines.

Anónimo dijo...

pipi pi tu tu wiiii, tu pitu pitu
tu tu tu viru viru.

pi tu tu pitu pitu, viru viru.

Anónimo dijo...

Creo que el concepto de infidelidad, aunque nos movamos dentro de unos límites de más/menos, es algo entendido y asumido por la gente de manera unívoca. En cualquier caso, el infiel sabe que lo ha sido cuando la conciencia le remuerde.

En cuanto al tema del perdón, estoy de acuerdo con Leonardo en que probablemente la confianza no vaya nunca a restablecerse al 100%. Pero hay que ser prácticos: si el dolor causado por la desconfianza que colma al cornudo es menor que el dolor que provocaría la pérdida de la persona amada, entonces no cabe otra que perdonar. De lo contrario, poner fin a la relación sería lo menos costoso emocionalmente.

Anónimo dijo...

Al amo Luck no le ha puesto ninguna princesa unas protuberancias cefalicas con el Capitan Solo.

No seas bruto, R2.

Anónimo dijo...

Se sabe que:"el hombre(mujer) es el único ser que tropieza dos veces en la misma piedra" como indica el refranero castellano, caballero Veneficus, como bien usted indica.
Con lo cual habría que remediar la infedilidad, no creen??el cómo disculpen, pero mi sapiencia no dá para tanto.

Al Neri dijo...

Supongo que queda muy gallardo decir que dejaríamos a la novia o a la mujer si nos pusiera los cuernos, pero llegado el momento, ¿cómo reaccionaríamos de verdad? Yo, al menos, no estoy seguro.

Creo que J.M. ha dado en el clavo al decir que en estos casos la ruptura es lo menos costoso, lo más cómodo. El camino difícil es perdonar -o intentarlo- ,valorar las circunstancias o las necesidades de terceras personas, como los hijos, e intentar seguir la relación. De acuerdo que nunca va a ser como antes, pero en la vida no todo es perfecto, ni de color de rosa. A veces la gente se sacrifica por motivos superiores que hoy en día, en plena era del individualismo, son difíciles de comprender.

Por dignidad, nadie se merece estar con quien le pone los cuernos. Además el traicionado nunca recobrará la confianza, pero no creo que esto sea siempre motivo para cortar.

En cuanto al concepto de infidelidad, bueno... eso es algo que cada pareja debe baremar. Lo malo es cuando el baremo de él no coincide con el de ella. Los intercambios de pareja no es que sean infidelidad o no; simplemente es llegar a unos límites de egoísmo tales que se renuncia a la dignidad y al respeto por uno mismo y por la pareja a cambio de placer y de morbo.

En estas conversaciones de cafetería de las que habla Leonardo, yo muchas veces le he comentado el enorme "efecto oculto" que tiene la infidelidad, es decir que es un tema que se suele tapar muchísimo y llevarse con mucha más discreción de la que se cree, por lo cual no nos hacemos idea de la cantidad de infieles que hay, algunos incluso que jamás podríamos imaginar.

Rapajic dijo...

Una vez hablé en "Todo gira" sobre este tema, pero paso de enlazarlo. Si no recuerdo mal (aunque a lo mejor sí), lancé esta pregunta que lanzo ahora en "la pluma": ¿Masturbarse hasta llegar al orgasmo pensando en otra persona diferente de tu pareja es infidelidad?
Para quienes contesten que no: Si en ese preciso instante del onanismo apareciera esa persona objeto de nuestro deseo y que no es nuestra pareja, ¿nos la follaríamos?
Si la respuesta ahora es sí, vuelvo a preguntar: ¿Masturbarse hasta llegar al orgasmo pensando en otra persona diferente de tu pareja es infidelidad?

Meletea dijo...

Un tema interesante y bastante delicado el de la infidelidad en la pareja.

A mí tampoco me convence eso de que el hombre es infiel por naturaleza. Y de hecho, seguramente haya tantas mujeres como hombres sólo que quizás saben llevarlo con más discrección. Siempre hay un motivo y una historia detrás.

¿Perdonar? Como bien indica Al Neri puede haber circunstancias que te obliguen a ello... pero hacerlo de corazón, lo veo complicado. Creo que en el fondo siempre quedará una desconfianza en la otra persona muy difícil de superar.

¿Si se ve venir? Ojalá los dioses del Olimpo que todo lo ven fueran avisando pero, como suele decirse, el cornudo/a suele ser siempre el último en enterarse.
Y es que salvo que sea algo evidente y descarado, si ya vamos de partida desconfiando y pensando en que tu pareja te va a ser infiel... mal vamos!!

Anónimo dijo...

Yo viví una historia triste de infidelidad, pensaba que el chico era perfecto hasta que me entere de lo contrario por una amiga, y luego vi lo evidente. Tras tantos años, al principio pense que romper era tirar por la borda muchas cosas y pense fugazmente en hacer como si nada hubiera pasado, pero luego me di cuenta de que le despreciaba demasiado como para poder estar junto a el sin sentirme incomoda y hasta con asco. Era algo casi fisico, no lo podia evitar y creo que no hubiera podido seguir con el aunque le perdonara o aunque hubiera estado casada con niños pequeños o lo que fuera. Los infieles es como si fueran niños egocentricos que creen que siempre pueden gustar a mas gente ademas de a su pareja, y no se dejan llevar por el placer sino por el deseo de hinchar su ego.

Ingrid Dietrich dijo...

Yo diferencio entre una infidelidad puntual y exclusivamente física, que perdonaría sin dudar, ya que nadie es infalible y todos tenemos nuestros momentos de debilidad, pero jamás olvidaría. La infidelidad que me dolería infinito y no podría perdonar costando la relación es la que se daría si mi pareja se enamorara de otra persona, ahí se acabaría todo, aunque la infidelidad no se consumara en acto físico.

Manuel dijo...

El comentario de F.A. tiene su miga. Desde luego, si no somos dueños de nuestros pensamientos y nuestra intimidad, ¿qué nos queda? Nada.

Coincido plenamente con Sefo en su última reflexión: el egocentrismo es parte fundamental de la infidelidad.

Pantera Rosa, si perdonas sin dudar una infidelidad puntual y exclusivamente física, ten por seguro que muy pronto te la vuelven a jugar. Es lo mismo que cuando un niño pequeño dice una palabrota y sus padres no le reprenden seriamente: acabará siendo un malhablado.

Anónimo dijo...

Dificil tema este de la infedilidad.

Ya que aunque haya una definición cada uno la entiende de una manera...el margen de la fidelidad a la infedilidad puede ser mínimo o hasta el infinito...una simple mirada (aunque, ¿quién no ha mirado a otra persona de buen ver aún teniendo pareja?), un coqueteo o una relación sexual o un enamoramiento...

Lo que hay que tener claro es cada uno mismo como se toma la infedilidad y tener claro que tu pareja opina mas o menos igual porque si no llegan los problemas de los celos...

Yo personalmente creo (ya que nunca lo he vivido, que yo sepa) que no perdonaría la infedilidad porque valoro demasiado la confianza en una relación y eso quedaría roto...no volvería a confiar...

Enhorabuena Ignatus, prueba superada¡¡ un comentario mas o menos corto...aunque tengo que reconocer que me rio mucho con tus comentarios, estando o no de acuerdo con ellos, claro.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Pues no sé. Lo que quizás uno no pueda controlar sea el enamorarse de otra mujer distinta: somos dueños de nuestra razón pero no de nuestros sentimientos.

Lo de seguro creo que no se puede perdornar es el llegar hasta la infidelidad física -ahora, ¿qué entendemos por infidelidad física, un beso, consumar?- pues de nuestros actos físicos siempre somos dueños.

Es sorprendente como personas conocidas de las que nunca pensaste que pudieran ser infieles a su mujer o novia luego lo son. Y, encima, suelen repetir. Y lo peor es que hay mujeres que siempre les perdonan. Es más, parece que les gusta, como si pensaran << al final he ganado a la otra >>.

Anónimo dijo...

¿Que es la infidelidad?, ¿Realmente es tan mala?, es que animar al Getafe siendo del Fc Barcelona es tan malo.

Si te gusta Pedrosa,ese dia va cuarto y animas a Lorenzo y gana es tan malo. Es malo ser de Alonso y admirar a Raikonen.

En el amor, querer a otra persona es malo sin ser tu pareja, Yo quiero a Palpatine, R2d2 quiere al amo Luck. ¿Que pensará c3po?.


En el sexo. Yo os aconsejo masturbaros con el poder de la fuerza, es impresionante, ya pienses en tu pareja o en otra persona, lo realmente importante es que se te levante y darle al tema.

El problema es que a alguno no se le levanta ni con la tuya ni con la de los demás, ni pensando en ella ni en aquella.

Por cierto VIVA ESPAÑA Y SU MAGESTAD, a ese si que me han dicho que se le levanta bien y que deja bien alto el pabellón.

Anónimo dijo...

F.A, respecto a lo que planteas en tu intervención yo ya te di mi respuesta por adelantado:todo depende de si te sientes o no culpable y de si te remuerde la conciencia. Y me inclino a pensar que para la mayoría de los varones ese no es el caso.

Anónimo dijo...

Yo creo que sobre infidelidad no se puede teorizar. Hay que verse en el pellejo de cada uno, en cada momento.Es muy difícil especular con certeza sobre la reacción que tendríamos en caso de pillar a nuestra pareja en un renuncio. Cada caso es un mundo, lo que si mantengo es que en caso de infidelidad los de fuera no han de malmeter, sino apoyar la decisión que tome el perjudicado.La gente tiene la manía de adoctrinar al corneado y decirle lo que tiene que hacer, con soflamas a favor de la intransigencia del tipo, "si el mio me hace eso lo mando con su madre". La infidelidad es un mal del que nadie estamos libres.Todos podemos caer en ella o padecerla.
Respecto a lo que plantea F.A, prefiero no pensar en ello por higiene mental, vamos.

Al Neri dijo...

Hombre, J.M., hay mucha gente que tiene la conciencia acorchada y no se siente culpable haga lo que haga, y no por ello deja de ser infiel. El criterio para definir infidelidad no creo que deba ser cómo se siente el culpable.

Anónimo dijo...

No estoy de acuerdo con meletea, los hombres on muchísimo más infieles que las mujeres y es un mito que sean más discretas, Sencillamente son más maduras y están más centradas y le conceden menos importancia a conquistar para agrandar su ego (como ha dicho sefo)

Anónimo dijo...

Leia mi amor, cuando vas a poner unas protuberancias cefálicas a tus amorcitos por mi.

Uhmmmm, no veas como me pones, ya estoy saboreando tus ensaimadas entre mi casco.

Ven conmigo que te voy a dar Lado Oscuro.

ignatus dijo...

Gracias por tus ánimos, alojamora, pero no te confíes, creo que la brevedad del comentario fue debida a la pereza (yo, como siempre, tenía pensados cuatro folios, que paso ahora mismo a transcribir). Me alegra hacer reír de vez en cuando.

Respecto a la "pregunta/definición" de infidelidad de f.a., quiero decir que no me parece argumentación válida: el "pecar" de pensamiento no me parece tan grave como el "pecar" de obra y ese "obrar" no se va a producir si no le das la oportunidad. Me explico: es posible que si un día estoy sólo en casa y se me aparece un pibón en bolas en la cama y me pide "tema", yo pudiera ser infiel (si mi eyaculación precoz me lo permite, claro) pues ahí mi "instinto" podría llegar a nublarme. Pero, por suerte y por desgracia, eso sólo pasa en las pelis porno, no en la vida real. De ahí que para llegar a eso hay muchos pasos previos (tonteo, insinuación, "vamos a tomar algo", etc...) y en todos esos pasos cualquiera puede y debe controlarse. Alguno de esos pasos pueden darse inocentemente, pero créeme, no todos. Y dar esos "pasos" intencionadamente me parece más infidelidad que el onanismo con Belén Esteban (ay, qué grima ¿a que se os ha bajado a todos? Lo he hecho adrede porque sé que Al Neri se toca mientras me lee ;)

Por último, felicitar a Darth Vader por la versatilidad que tiene con el "poder de la fuerza": lo mismo sirve para el onanismo que para dar por culo a los Maestros Jedi irrespetuosos o hacer que llueva en el Latino ¡parece una navaja suiza!

Rapajic dijo...

Ignacius, mi "pregunta/definición" no va por dónde tú la llevas, sino por si quienes no son fieles no lo son porque no quieren, o porque no pueden...

ignatus dijo...

Hola, f.a. (y saludos al resto también, envidiosillos):
En realidad por donde tú señalas pretendían ir mis tiros, pero se ve que entre tanto párrafo, no he sabido expresarlo con claridad.

En resumen y centrándome en el punto que indicas, yo creo que el que es infiel lo es porque quiere, pues carecer de capacidad de decidir (incluso aunque se abra de piernas tu objeto de deseo) es algo que muy raramente ocurre (aunque se argumente mucho en los juicios para defender a los violadores, en general, afortunadamente, con escaso éxito).

Y si alguien realmente no puede "contenerse" (o no quiere y lo sabe) no tiene por qué ser infiel: vale con que sea sincero y no se comprometa ("lo siento, no quiero estar sólo contigo, porque me gustan todas") o bien que encuentre alguien que se lo consienta ("me gustan todas ¿te importa si me las tiro?"). En esta segunda línea podría ir lo del intercambio de parejas.

Es decir, la infidelidad está en el quebranto de la palabra dada.

Saludos

Anónimo dijo...

Darth Vader, ¡qué picarón es usted! ¡Y con su propia hija!, no se ha visto nada igual en la galaxia.