martes, 29 de diciembre de 2015

ESO SURGE


El otro día, brindando antes de las vacaciones de Navidad, una compañera de trabajo, soltera de 43 años, me confesó que le encantaría encontrar pareja. Me sorprendió tanta sinceridad en una mujer y más tratando estos asuntos, pero lo que me apetecía comentar es la frase tópica que añadió después: “Lo que pasa es que eso no se busca; eso surge, ¿no crees?”.

Pues no, no creo. No creo que esas cosas surjan, así por generación espontánea, si no hay una cierta predisposición, una actitud activa, no sé si de búsqueda meticulosa, pero sí al menos de acercamiento consciente a personas del otro sexo con intención de encontrar a alguien que nos agrade y se complemente bien con nosotros.

Yo siempre lo he definido como “tener las antenas puestas”. Desde muy jovencito me he encontrado personas que, por diversos motivos (estar centradas en sus estudios o trabajo, haber sufrido una ruptura reciente, ser asexuales, no encontrarse en la fase adecuada de su vida, etc), tenían las antenas de ligar completamente desconectadas, y por mucho que les surgieran oportunidades, o incluso por muchos pretendientes que aparecieran, la cosa jamás cuajaba; no captaban las señales porque tenían en off el interruptor del cortejo. En estas condiciones es complicado que “surja” nada. Son los que tienen el cable de su antena bien extendido y sintonizado quienes encuentran a su media naranja y pueden iniciar una relación.

Pero estas afirmaciones merecen su matiz. Lo de las antenas puestas puede sonar a “estar de caza” o “a la que salte”, y no es eso. Tampoco descarto del todo que una persona desmotivada, sin interés, en principio, por encontrar pareja pueda cambiar de repente de actitud al conocer a alguien que le impacte de verdad. Solo digo que la expresión “eso surge”, amén de parecerme muy tonta, no me convence, pues en esto de las relaciones sentimentales creo hay que aplicarse el refrán de “a Dios rogando y con el mazo dando”. Tú puedes, en abstracto, desear encontrar al hombre o a la mujer de tu vida, pero si te quedas en casa encerrado los fines de semana, no alternas habitualmente con gente de tu edad, o cuando sales o te presentan a alguien, no te fijas, ni das conversación, ni intentas, de alguna manera, “venderte”, ofrecer lo mejor de ti mismo o buscar la complicidad con quien te atrae, pues lo llevas crudo. Si no te arreglas un poco, si no tienes iniciativa, si no te esfuerzas por parecer agradable, si no eres hasta un poquito audaz, lo más seguro es que te quedes a dos velas. Eso es a lo que me refiero con lo de las antenas sintonizadas.

Pienso, desde luego, que encontrar pareja es una tarea activa, por muy feo que suene. Una vez otra amiga a la que le expuse esta teoría me contestó que claro, que era verdad que los que intentaban ligar todo el tiempo, al final “pillaban” algo, pero que no se trataba de estar con alguien por estar, de tener novio por tenerlo, y que una elección adecuada requiere tiempo, serenidad y una actitud reflexiva que no le parecía compatible con andar por ahí con las antenas desplegadas hasta el tope y atento a todas las emisiones, aunque tuvieran interferencias. Yo respondí que estaba de acuerdo y que nuestras posturas, se expresaran como se expresaran, no me parecían tan opuestas, pero que, en cualquier caso, tan peligroso es quedarse con el primero que te sonríe como mirar a todos con un microscopio y no conformarse nunca con nada, con unos u otros pretextos.  

Si algo tengo claro como el agua es que quien se propone vivir en pareja lo termina consiguiendo antes o después (salvo casos muy excepcionales y por razones que saltan a la vista de todos); que el nivel de exigencia no guarda relación con estar o no antenizado; y que hoy por hoy tienen parecidas posibilidades de fracasar una relación iniciada al buen tuntún, por casualidad o al calor de la pasión que otra muy bien meditada y cimentada en muchos años de responsable noviazgo.

14 comentarios:

Teutates dijo...

Todo es matizable Sr. Neri, y aunque estoy esencialmente de acuerdo con lo que usted expresa, digamos que el interruptor del on y el off del que usted habla, sería más bien un regulador de intensidad de señal. Estoy convencido que para una chavala despampanante, guapa, con una posición social y económica aceptable y una cabeza regularmente cabal, "eso surge" seguro, aunque tenga el regulador puesto al mínimo. y sin embargo para una chavala fionesca, sin estudios ni nada y con alguna mínima tara psicológica, por muchas parabólicas que tenga puestas, e incluso utilizando satélites de última generación, dudo que le surja alguna posibilidad de pareja estable. Lo mismo, como mucho, un afaire de 4 a.m. con el borrachuzo de turno que no es ya capaz de distinguir una pera de una castaña.

Al Neri dijo...

Fionesca, jajajaja. Es usted cruel.

Driver dijo...

En realidad somos más vagos que una estera.
A tenor de esta realidad surgen empresas que te "allanan el camino", de tal suerte que te consiguen citas tras un supuesto "descarte" de las opciones que a priori no son de tu palo.
No me cuadra esta opción.
Yo creo que dentro de la naturaleza humana está la posibilidad de equivocarse, de meter el cuezo, de crear nuevas realidades y de luchar por conservar y hacer crecer una relación. Y que tal vez la naturaleza intrínseca de una relación sea simplemente la capacidad de luchar por ella. Y que fuera de este ámbito sólo está un mundo imaginario, que al igual que Disneylandia, es un cuento de fantasía.
El amor para el que se lo trabaja.

Al Neri dijo...

No puedo estar más de acuerdo con usted, Driver.

Solo un pequeño matiz, aunque quizá usted no se refiera a lo que voy a decir. A partir de cierta edad las posibilidades de encontrar pareja se reducen. Los solteros se quedan descolgados de sus amistades de siempre, casi todas casadas y con niños, y su vida social se reduce drásticamente. Por eso muchos recurren a ciertos ciber inventos, como páginas webs de quedadas y de actividades para singles, para conocer gente en situación parecida a la suya y también, de paso, para ligar. No sé qué le parecerá a usted. Antes de la aparición de estas páginas (algunas de Facebook), estas personas a veces quedaban condenadas a una soledad muy jodida, pues ya digo que apenas tenían ocasiones para relacionarse con personas en su tesitura. Hay una parte patética en todo esto pero también un lado humano que me inspira comprensión y hasta simpatía, máxime cuando conozco varios casos de gente a la que aprecio. No solo se trata de ligar. Hay todo tipo de actividades. La gente se junta para correr, patinar, viajar, pasear en bici, hacer senderismo y en fin... hacer su vida un poco más agradable.

Adán Moreno dijo...

Para que el amor surja hace falta antes una predisposición a enamorarse, hace falta también tener un círculo social (desaconsejo que esas amistades salgan de redes sociales porque eso sería un círculo social virtual y por tanto fuera de la realidad), donde haya personas del sexo contrario y hace falta también que exista compatibilidad de gustos y caracteres. Finalmente la suerte también cuenta (que surja), es decir, ir al sitio adecuado a la hora adecuada y entablar una conversación distendida y simpática con la persona adecuada, y que surja la "química". ¡Ánimo, no es tan difícil!.

Driver dijo...

En realidad Sr. Neri, esas actividades a las que se refiere, no solo me parecen sanas,sino a todas luces apetecibles. Tal vez uno de los mayores avances que la informática nos puede proporcionar, tanto a nivel personal, como profesional.
De hecho yo las he usado, aunque en un estado muy primitivo (a capela, es decir, directamente entre cibernavegantes; sin intermediarios y con resultados dispares).
...
No obstante me gustaría romper una lanza por su compañera de trabajo, que dado el avanzado estado de descomposición de esta hipócrita sociedad, es más que posible que se vea baja de confianza y castigada con el prejuicio social que suele caer a los solteros, y mucho más a las solteras.
Le autorizo de antemano a que me llame idealista e iluso; pues soy consciente de mi pertenencia a ambos grupos.
...
En resumen. El Creador nos ha hecho libres y con la principal obligación de intentar ser lo más felices posibles. La sociedad nos regala una serie de prejuicios en base a unos criterios estadísticos, que aunque en realidad son variables, en la práctica se tornan crueles e inamovibles.
Igual que creo en le resurrección de la carne, creo firmemente en la resurrección de las almas.
Me explico.
Cualquier persona de cualquier edad y en cualquier situación personal, tiene la capacidad para sentir y vivir aquello para lo que ha sido creado, ser feliz.
Ya se que suena a utópico, pero cada día la realidad personal y profesional me regala ejemplos de personas que se han redimido y reorganizado su vida de forma satisfactoria.
Mi argumentación no es intelectual, sino más bien intuitiva.
Veamos la fuente de dicha intuición.
La Palabra nos es dada para redimirnos en vida, y va dirigida a pecadores, prostitutas, asesinos y como dicen en mi pueblo "gente de muy mala follá".
¿ A qué Dios le interesaría que los buenos fueran más buenos?
Cualquier Dios que se precie se esfuerza en redimir a los peores.
...
Una vez establecido este punto de arranque, sigamos con las preguntas.
La libertad nos es dada,¿ para qué exactamente?
La respuesta más simple que se me ocurre es para aprovecharla en aras de nuestra felicidad, con total independencia de nuestra edad y circunstancias.
...
Sí Sr. Neri, lo ha adivinado.
Leo mucho el Evangelio, lo leo directamente sin intermediarios y lo interpreto a mi manera.
Soy de los que cree que la salvación y la redención vienen a través de la Palabra y se desarrolla en esta vida.
De la otra, no dispongo de datos fiables.
Y en realidad; no me preocupa demasiado.

La partida principal se desarrolla en la Tierra; cada día.

Aprendiz dijo...

Soy de tu opinión Al Neri.

No creo que el hecho de ligar mucho signifique que haya surgido algo, hay gente que liga pero no le surge nada, por diversos motivos, y va dejando gente pasar.

Yo tengo una amiga de creo que 35 años a la que de vez en cuando le doy algún sermón. Mi opinión es que si una persona no tiene que casarse porque Dios así lo quiere, no se casará, pero si ella quiere casarse lo tiene que intentar, que luego uno se arrepiente de no haber hecho lo que estaba en su mano, y a partir de los 40 las mujeres lo tienen crudo, sobre todo si quieren familia.

Que por intentarlo no quede, y el intentarlo no significa que haya que estar a la desesperada, pero si receptiva y siempre buscando conocer gente nueva. Yo le digo a mi amiga que se busque nuevos amigos donde sea, porque siempre está el amigo de un amigo de un amigo que invitaron por casualidad, y que resulta que ese te gusta. Nunca se sabe, pero nadie va a llamar a tu puerta.

Aprendiz de brujo dijo...

Al final, detrás de cada encuentro y detrás de cada desencuentro hay una explicación racional. Nada surge porque sí, ni desaparece por casualidad.
La clave, lo que nos humaniza, es la falta de premeditación y de necesidad imperiosa a la hora de elegir.
Efectivamente si uno es tímido, casero, feo y tartamudo lo tiene mucho más jodido que si tiene las características opuestas. Hay que estar disponible y sobre todo dispuesto para el amor. Vivir al menos, un amor correspondido a lo largo de nuestra existencia, debería estar blindado constitucionalmente.

Un abrazo viperino. Feliz 2016 a todos.

Tábano porteño dijo...



"No creo que esas cosas surjan, así por generación espontánea, si no hay una cierta predisposición, una actitud activa"

Pues seguramente es así. Un talentoso escritor que Borges admiraba, Leopoldo Lugones, en un muy polémico discurso conocido como "La hora de la espada", dice:

(...("La gloria y la dignidad son hijas gemelas del riesgo; y
en el propio descanso del verdadero varón yergue su oreja el león dormido.
La vida completa se define por cuatro verbos de acción: amar, combatir,
mandar, enseñar. Pero observad que los tres primeros son otras tantas
expresiones de conquista y de fuerza. La vida misma es un estado de fuerza. (...)"


Y como los medios tecnológicos cambian, ¿por qué no podría ser hoy un medio de legítima conquista amorosa la internet?. Así parece haberlo entendido una institución milenaria:

https://www.aciprensa.com/noticias/solteros-del-ave-maria-cuando-dios-se-vale-de-internet-para-formar-familias/

Al Neri dijo...

Brujo, efectivamente, eso es lo que habría que blindar constitucionalmente y no las paridas que quieren los políticos...

Tábano, hombre, ligar por Internet puede ser lo que sea menos contrario a los valores evangélicos. No entendería por qué...

Aprendiz, lo que ante todo debemos tener en cuenta es lo que decía el maestro Umbral: "Gordo no se liga nada".

Esa es la palabra, Adán: predisposición. Por cierto, Driver, tengo mucho gusto en presentarle a Adán, un camionero de verdad, no metafórico como usted.

Driver dijo...

Muy amable por la presentación, Sr. Neri.
Sr. Adán; me alegro de conocerle.
Como bien dice el anfitrión, soy un camionero metafórico. En realidad soy un trabajador de la construcción. Uso el personaje de Driver como el de un camionero; porque intento escribir con un punto realista del hombre que lucha en la calle, se mueve mucho y va por libre por la carretera de la vida.
Yo sólo hago unos 100.000 km al año; muy poco para su oficio.
Un gran oficio.

Anónimo dijo...

Driver :ya llevás 4 intervenciones en el post : ¡a la barulla!

Anónimo dijo...

¡ Bonita forma de tratar a los visitantes !

Simplicio dijo...

Coincido plenamente. Para encontrar pareja no hay nada como estar con las antenas puestas. (Bueno, para encontrar pareja, para ligar o para un rollo de una noche.) Y con las posibilidades que ofrece el mundo de hoy, nada mejor que conectar a todas y cada una de esas antenas, empezando con Facebook, Grupos de Chat, etc., y terminando con Meetic, Tinder, Ashley Madison. Por no hablar de los tradicionales bares de copas y demás.

Si el mercado me lo ofrece, y en el mundo lo practican, ... no seré yo quien ande con las antenas desconectadas. Además, ¿no son los ordenadores multitarea? Pues yo también, y echo la caña en todos los charcos. Además, extraño sería que los peces de uno y otro lado llegasen a conocerse. ¿Qué más da que flirtee con una, dos, tres o quince al tiempo? No importa. ¿Y que tenga novia? Tampoco, en lo que ella no se entere (más bien, que no se enteren las tres que tengo). Y me dirán, ¿qué dice de todo esto su mujer? Pues la pobre no se entera, o si se entera no dice nada. Aunque también pudiera ser que a mí no me lo dijese, y mientras tanto se esté beneficiando al butanero, y sea yo cornúpeto. ¿Que si me preocupa? La verdad es que no, porque yo estoy muy contento con todas mis antenas puestas.