Descubrí estos tebeos cuando tenía 6 años. Había sido hospitalizado debido a unas fiebres reumáticas cuyos coletazos marcaron gran parte de mi niñez. En la habitación del hospital, a veces conectado a la botella de suero, y casi sin poder andar a causa de una fuerte inflamación de la rodilla, un niño no podía divertirse únicamente contemplando la vega del Carrión en una primavera verde y espléndida. De vez en cuando me traían números sueltos de comics Marvel que mi primo había desechado; pero poco tenía de entretenido leer un capítulo suelto de una larga historia que, además, era demasiado niño para comprender y disfrutar. De hecho, ni siquiera de mayor me llegaron a atraer semejantes frikadas.
Una tarde, mi tía me trajo un pequeño tebeo con el ratón Mickey en la portada y los más simpáticos y originales personajes de Disney. Contenía pequeñas historias, casi siempre completas, en las cuales el ratón Mickey, cuyo nombre castellanizado, Don Miki, bautizaba el «semanario juvenil», daba vida a un detective y periodista que resolvía los más variados enigmas del presente y del pasado partiendo de su afición a los viajes y a la arqueología. Historias en las que un niño descubría que en el Mediterráneo existía una isla llamada Creta donde vivió un Minotauro. Que en México los mayas habían construido enormes pirámides y que en Australia, nuestras antípodas, además de canguros, vivían unos extraños seres muy similares a alargados patos peludos que se llamaban ornitorrincos. O que en Argentina, en una enorme pradera conocida como la Pampa, donde los gauchos lanzaban unas bolas para cazar y bebían mate, Goofy intentaría montar a lomos de una especie de avestruz: el ñu.
Desde ese día, todas las semanas, en lugar de propina, pedía a mis padres que acudieran al quiosco para comprarme el Don Miki. Los últimos números costaban unas 125 pesetas que en aquellos años daban para muchas bolsas de Monchitos. El aliciente de la mañana del domingo era conocer las últimas aventuras de Donald, Daisy, sus sobrinos, su afortunado primo Narciso y su avaricioso Tío Gilito que disfrutaba nadando en la fabulosa fortuna acumulada el El Depósito.
Es uno de los recuerdos más queridos de mi infancia. Estoy firmemente convencido sus historias, junto a mi querida Enciclopedia Básica Argos a la que DM dedicaré la siguiente entrada, incentivaron mi curiosidad y mis futuras inquietudes intelectuales. Puede, incluso, que marcara el tipo de libros que me gustan en la actualidad.
Cuando dejaron de publicarse en 1989, yo llevaría acumulada una colección de bastante más de un centenar de ejemplares a los que perdí la pista completamente hasta que, el otro día, mi madre dejó en la mesilla de la habitación que aún conservo en su casa, uno de los últimos números. La mujer se lo había encontrado rebuscando en cajas de una antigua mudanza y pensó que me ilusionaría verlo.
Y era cierto: me ilusionó. Pero el ojearlo de nuevo y releer las historias que un día me supe casi de memoria, me produjo otra sensación que no sabría describir fielmente.
10 comentarios:
A mí no me gustaba Don Miki. De tebeos me iba más Mortadelo y Filemón, y Zipi y Zape. Había uno que estaba bien con formato similar a Don Miki que se llamaba "Copito".
¿Le gustaban los "Pequeños Castores"?
Lo que son las cosas, yo fui socio del "Club Don Miki" durante unos cuantos años y aún tengo por ahí la colección completa de manuales de los Jóvenes Castores y unos cuántos más.
Mi favorito creo que era el Tío Gilito, me caía simpático y me encantaba la imagen de su depósito.
Ah, y Rubalcaba siempre me ha recordado a los apandadores...
Explíquenos si quiere, sr. subdirector, qué sensación tuvo al releerlo.
Saludos a todos.
No tuve los libros de los Jóvenes Castores pero me habría encantado. Sobre todo, porque en Don Miki, de vez en cuando, aparecían sus historias.
La sensación al releerlo fue agridulce. Hacía mucho tiempo que no tenía la sensación de que el tiempo se me escapara entre los dedos. Hace 25 años que compré ese número y, de repente, me pareció que fuera ayer.
jejeje cómo pasan los años no? yo todavía no puedo hablar de algo que comprara a hace 25 años, porque no había nacido ;-) pero también me llegará!!
Yo al igual que Al Neri soy más de Mortadelo y Filemón, de Zipi y Zape y de 13 Rue del Percebe, estos últimos me encantaban!! aunque apenas tuve un par de comic de estos. Los de Don Miki es la primera vez que los escucho...
Pues mi preferido de los tebeos era don carpanta.
A mí me gustaban todos: mortadelos y donmikis. Incluso los Víbora y Címoc que eran para adultos, aunque entendía más bien poco.
De los Don Miki lo único malo era cuando metían esas historietas peor dibujadas, con una historia tontorrona en la que siempre Goofy o Donald iban al campo a ver a la Abuela Pato, a Clarabella o a algún otro personaje secundario. Historias en las que siempre se escapaba alguna cabra y se caía/robaban una tarta del alféizar de la ventana...
Por suerte, como señalas, se compensaba con las Miki Detective y otras del Tío Gilito liando a Donald para que consiguiera algún extraño objeto con tal de fastidiar a su rival en la riqueza Rockerduck (¡incluso aunque perdiese dinero!).
Ese sentimiento extraño y agridulce que señalas, Subdirector a mí difícilmente me pasaría con los tebeos pues nunca los he dejado, pero no me es ajeno.
Gracias por la entrada. Un cordial saludo.
Yo también leía el Don Miki, pero creo que los que cazaban y bebían mate en Argentina eran los gauchos. Los guanches estaban por las Canarias. :D
Vaya metedura de pata, don Saturnino. Por supuesto que era loa gauchos y no los guanches. Me apresuro a corregirlo y a pedir disculpas.
A mí me gustan y gustaban mortadelos y don mikis :-) De hecho hay bastantes aficionados en españa a los autores de estas historias (la mayoría italianos, y muchos de ellos reconocidos guionistas y dibujantes de Italia, ya sean haciendo Disney u otros).
Planeta estuvo a punto de lanzar hace 2 años una recopilación llamada Don Miki Story, pero al final no pudo ser :-(((
emmmh... ¿seguro que el ñu es un avestruz?
Lo imaginaba de otra manera...
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/fb/Blue_Wildebeest,_Ngorongoro.jpg
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