martes, 29 de mayo de 2012

CHONIS CON DINERO

Aunque estoy de acuerdo con el Capitán Alatriste cuando afirmaba que matar de lejos es propio de asesinos y que, para no convertirse en uno, es preciso contemplar de cerca el rostro de una víctima que acuda a perturbar nuestro descanso el resto de nuestra vida, podría defender que uno de los grandes inventos de la Humanidad es el cañón. Instrumento utilísimo para solucionar de un plumazo los problemas causados por gentuzilla que no merece el honor de morir a espada. Elaborar una lista de objetivos más extensa que la de enemigos de Richard Nixon no sería problema. La dificultad radicaría en ordenar prioridades pero, entre ellas de seguro, figurarían de forma destacada los estudios de Telecinco y la casa de Gran Hermano.

Si lo que desean esos payasos son quince minutos de fama, así se asegurarían permanecer por siglos en la Historia. Pues algunos, por figurar, por ser tema de conversación, serían capaces de tolerar, incluso, que hablasen bien de ellos. Y no solo en este tipo de Realities; observo otros formatos, casi todos idénticos y del estilo a ¿Quién vive ahí?, Supercasas o Mujeres Ricas y, al final, todo gira en torno a lo mismo: engrandecer el propio ego e intentar ser envidiados.
Veo a unas marujonas, cuyo mayor mérito en la vida ha sido abrir bien la piernas ante algún tipo con posibles que les permita costearse sus estúpidos caprichos, que son, casi todas, seres cortados por el mismo patrón: el mismo acento, la misma ropa, los mismos gustos, el mismo perro patada colocado de la misma manera junto al mismo bolso carísimo. O bien, solteronas o divorciadas aburridas de todo, locas por comprar cualquier trapo, siempre que sea tremendamente caro, con el que poder presumir ante sus supuestas amigas y los posibles ligues de golf, pádel y Lacoste... O sea y tal, ¿no?

Dinero sí tendrán, no lo niego. Y mundo, y coches y estudios y viajes e idiomas... Y fajas. Pero les falta lo fundamental. No dejan de ser chonis de supermercado que, en lugar de tunear un Fiat Panda, han podido costearse un Mercedes SLK. Porque una mujer con estilo, con clase y guapa de verdad no necesita comprar un bolso de Loewe para adornarse. Es bella y atractiva incluso con un chándal. Y recién levantada y sin maquillar ensombrece al sol. Y arreglada, con sencillez, no digamos. Y destaca sobre las otras, sencillamente, con su porte y su mirada. Porque una mujer con clase transforma en un Balenciaga una falda de Zara y una blusa de Berska. Y causa lesiones cervicales con un vaquero de Blanco, unas botas de Maripaz y un jersey de Stradivarius. Y con un sencillo e inocente gesto lograría cualquier cosa de un hombre cabal.


Porque la clase no se puede comprar. Se nace con ella. Y el señorío no se encarga en la tienda gourmet de El Corte Inglés. Es un auténtico Rey Midas: la vida frente al oro. O aquel soldado de Calderón:

Aquí la necesidad
no es infamia; y si es honrado,
pobre y desnudo un soldado
tiene mejor cualidad 
que el más galán y lucido;
porque aquí, a lo que sospecho,
no adorna el vestido el pecho
que el pecho adorna el vestido.

11 comentarios:

nago dijo...

Sr. Subdire:
es la primera vez que leo de usted, algo taaaaan bonito sobre la mujer (seguro, seguro, que lo ha hecho más veces y soy yo la que no las ha leído)uuuuummmmmmmmmmmmm...ejem:S

Siempre me han gustados las sonrisas, tanto de unos como de otras. Creo que son la joya más bonita que puede lucir cualquier persona. (a no ser... que esté "mellá";))

Un saludo

nago dijo...

... y además no cuestan nada!

Aprendiz dijo...

Pues a mi me encanta ver los programas de las casas de esas chonis con dinero. Me gusta ver la vida de esas mujeres ricas, de hecho es de los pocos programas de la tele que me gustan, cuando me siento a ver la tele... Aunque realmente en general no me suele gustar como visten.

Al Neri dijo...

Bravo, Subdire. Efectivamente, la belleza y el estilo son algo natural muy difícil de falsear. Bien es cierto que conozco algún caso en que gracias a saberse vestir y maquillar han ganado muchos puntos, en la mayoría de los casos, la que es una choni recién levantada lo será también de noche toda emperifollada.

A mí me encanta la belleza natural, la esponteneidad en las mujeres.

sefo dijo...

A mí gran hermano me parece muy interesante porque es como un microcosmos para estudiar las relaciones humanas.

nago dijo...

uy! ahora que me leo...
quise decir que una de las cosas más bonitas que puede reflejar; transmitir; provocar atracción; a simple vista una persona para mí, ya sea chico o chica, es su sonrisa.
Quiero dejar constancia escrita de que gustarme lo que se dice gustarme, a dia de hoy, me gustan más las de ELLOS!

Es que me ha quedao raro jajaja...

Aprendiz de brujo dijo...

A mi me encantan las novias de Paquirrín.Tienen todas una sonrisa preciosa.

De mayor quiero ser Paquirrín.De hecho,menos en la pasta. nos parecemos en casi todo.Vale pisha?

La lozana andaluza. dijo...

Yo quiero ser una choni con dinero,mas ahora mismo que la prima de riesgo está en 540 puntos,es mas me pirro por ser choni las 24 horas y la cartera llena de billetes,la elegancia ya la compraré en las tiendas de alto lujo,que el poderío lo pongo yo.

EL FRANCOTIRADOR dijo...

Simplemente extraordinario señor Subdirector.

El chico de los tablones dijo...

¡Olé, sr. Subdirector! Cómo se nota que es usted un gentleman de los pies a la cabeza. Después de conocer ejemplos del uno y del otro extremo, yo también creo que es la mujer la que hace espectaculares a sus atavíos y no a la inversa.

Ramiro Semper dijo...

Totalmente de acuerdo con su magnífico post, señor subdirector. Está claro que la clase y el estilo no se compran. El señorío es algo que tiene que ver más con la cuna que con el catre.