Una de las estupideces más graciosas de la SGAE, de los defensores de la Ley Sinde y de las sanguijuelescas editoriales, discográficas y productoras de cine es su manía de calcular sus pérdidas “por culpa” del pirateo sumando el precio de mercado de todos los ebooks, discos o pelis obtenidos ilegalmente. Suelen hablar de miles de millones de euros “no ingresados” como consecuencia de las descargas por Internet.
Su gremialismo y su avaricia les hacen perder por completo el sentido de la realidad, dando por descontando que si la gente que piratea no pudiera piratear iría a El Corte Inglés a comprarse la obra en cuestión al precio abusivo al que la venden, o, dicho de otro modo, que si consiguieran acabar con la ciberpiratería incrementarían sus ventas en el mismo número de unidades que el de descargas evitadas.
Y, claro, uno se muere de risa con sus cálculos, porque es evidente que si no nos dejaran bajarnos cosas cuando nos diera la gana, rara vez las adquiriríamos en la tienda. Simplemente, iríamos más a la biblioteca, veríamos menos cine y oiríamos menos música. Solo disfrutaríamos de lo que nos pudiéramos pagar, o nos regalasen o prestasen, o sea de muchísimo menos que ahora.
Yo mismo a lo mejor me veo cien películas al año, y gracias al invento del ebook, leo decenas de novelas actuales que me interesan. ¿Os pensáis, talibanes de una propiedad intelectual del siglo XIX, que me gastaría en ello lo que pedís en las salas y en las librerías? Ni de coña.
Su gremialismo y su avaricia les hacen perder por completo el sentido de la realidad, dando por descontando que si la gente que piratea no pudiera piratear iría a El Corte Inglés a comprarse la obra en cuestión al precio abusivo al que la venden, o, dicho de otro modo, que si consiguieran acabar con la ciberpiratería incrementarían sus ventas en el mismo número de unidades que el de descargas evitadas.
Y, claro, uno se muere de risa con sus cálculos, porque es evidente que si no nos dejaran bajarnos cosas cuando nos diera la gana, rara vez las adquiriríamos en la tienda. Simplemente, iríamos más a la biblioteca, veríamos menos cine y oiríamos menos música. Solo disfrutaríamos de lo que nos pudiéramos pagar, o nos regalasen o prestasen, o sea de muchísimo menos que ahora.
Yo mismo a lo mejor me veo cien películas al año, y gracias al invento del ebook, leo decenas de novelas actuales que me interesan. ¿Os pensáis, talibanes de una propiedad intelectual del siglo XIX, que me gastaría en ello lo que pedís en las salas y en las librerías? Ni de coña.
A ver si se enteran estos tíos de que todos podríamos seguir viviendo si dejaran de cantar, de rodar o de escribir novelas (son los únicos libros que se piratean). Que para acceder a sus creaciones, si quisiéramos, ya oiríamos la radio, o veríamos el peliculón cuando lo estrenara Antena 3, o le pediríamos el bestseller a un colega dentro de tres años, que no tenemos ninguna prisa. Que no son nadie, coño, que nos alegran un poco la vida y punto; que hace quince años no había emules, ni torrents ni webs de descarga directa y no nos daba ningún pampurrio por no conocer todas sus creaciones.
Deberían verlo de otra manera: gracias al pirateo accede a sus obras muchísima más gente que antes, y esta forma de acceso que tanto les cabrea favorece el descubrimiento de autores y que se terminen comprando determinados libros o discos cuando de otro modo no se habría dado la oportunidad. Mi afición al cine, por ejemplo, se ha enriquecido y desarrollado precisamente gracias a mis prácticas furtivas en la Red. Bajándome y viéndome pelis y más pelis tengo ocasión de conocer y apreciar mejor a muchos directores y autores, lo que me incita a pagar mi entrada de cine cuando estrena alguien que me gusta (y me gusta gracias a ser un proscrito).
Y también que se hagan a la idea de que su negocio, debido a los nuevos tiempos y tecnologías, ya nunca va a ser tan rentable como antes. Si la Metro-Goldwyn Mayer, la editorial Planeta o Apple Records lo ven muy chungo y creen que si seguimos bajándonos sus cosillas acabarán en la quiebra, pues, oye, qué le vamos a hacer, que monten una frutería a ver si tienen más suerte.
Deberían verlo de otra manera: gracias al pirateo accede a sus obras muchísima más gente que antes, y esta forma de acceso que tanto les cabrea favorece el descubrimiento de autores y que se terminen comprando determinados libros o discos cuando de otro modo no se habría dado la oportunidad. Mi afición al cine, por ejemplo, se ha enriquecido y desarrollado precisamente gracias a mis prácticas furtivas en la Red. Bajándome y viéndome pelis y más pelis tengo ocasión de conocer y apreciar mejor a muchos directores y autores, lo que me incita a pagar mi entrada de cine cuando estrena alguien que me gusta (y me gusta gracias a ser un proscrito).
Y también que se hagan a la idea de que su negocio, debido a los nuevos tiempos y tecnologías, ya nunca va a ser tan rentable como antes. Si la Metro-Goldwyn Mayer, la editorial Planeta o Apple Records lo ven muy chungo y creen que si seguimos bajándonos sus cosillas acabarán en la quiebra, pues, oye, qué le vamos a hacer, que monten una frutería a ver si tienen más suerte.
13 comentarios:
Con la ventaja de que un libro o película descargada lo dejas al primer bostezo, mientras que pagando por ello aguantas por aquello de amortizar la pasta desembolsada.
Sr.Neri, se lo digo susurrando que no me oigan los de la SGAE, me compré el ebook y estoy disfrutando como una enana.
Yo tengo unos amigos que tienen un grupo y están encantados con la piratería, ya que han colgado sus discos en programas tipo emule y demás y ahora son bastante conocidos en el mundillo este tan complicado.
La piratería ayuda a descubrir quien está en esto por amor a la música o al placer de escribir y quien está en esto por el único placer de ganar pasta y enriquecerse.
En lo que a la lectura respecta, yo sigo anclado en los libros de papel amarillento, tinta y encuadernación recia de la biblioteca de toda la vida, así que las descargas no me han incentivado a leer más.
El préstamo de libros en la biblio ya es gratuito, así que las pocas veces que he comprado uno ha sido por mi excepcional devoción hacia el autor. Vamos, que si mis padres tuvieran que haber pagado un canon a los SGAEs de las narices por todos los libros que yo devoraba de niño, no sé si habrían podido hacer frente a la hipoteca...
Sin embargo, en lo que al cine se refiere me ha pasado igual que a usted: antes las contadas pelis que veía era bien porque las echaban por la tele dos o tres años después del estreno, o bien -muy rara vez- previo paso por taquilla. Ahora, en cambio, veo mínimo una a la semana.
Si antes podíamos vivir con una peli buena al mes, creo que podremos volver a hacerlo.
Es cierto que los avances y cambios tecnológicos van a terminar modificando radicalmente los modelos de negocio existentes en el mundo del ocio, el arte o la cultura. Yo creo que ya se está en ello y que la fuerza de esos avances es tan grande que no va a haber control ni propiedad intelectual que se pueda interponer.
Me gustaría añadir que esos mismos avances están cambiando o van a cambiar muchas otras cosas: la economía, los negocios, la manera en que se relacionan las personas, los grupos, incluso las naciones... Así que puede que sea necesario mantener la misma amplitud de miras que tenemos con la cuestión de las descargas en otros ámbitos.
Saludos a todos.
¿Las naciones?, ¿en qué aspecto cree, Álex, que las nuevas tecnologías pueden llegar a afectar al concepto de nación?
Marian, ¿cuál se ha comprado?
correcto, en principio cualquier actividad intelectual lo que pretende es conocimiento y a ser posible reconocimiento de la misma,el tema es que existe una industria detras que la ha prostituido, de hecho no escuchamos o leemos la mejor musica o lectura sino la mas promocionada y ya no digo de las peliculas donde encima la prostitucion subvencionada si esta legalizada de hecho lo idoneo seria que un autor pudiera colgar su obra y cualquiera por un precio justo pudiera bajarsela obviando a los mercanchifles que se lucran del cuento de nunca acabar
He dicho que los avances tecnologicos pueden cambiar la manera en que se relacionan las personas, los grupos, incluso las naciones. No creo que el concepto de nación vaya a cambiar, pero sí puede hacerlo, por ejemplo, la percepción que la gente tenga de ese concepto. Todo va muy rápido, así que igual que los "autores" se están quedando atrás respecto a los avances, lo mismo podría pasarnos casi en cualquier terreno.
Me decidí por el "Bq Cervantes".
Pues a mí es que me encanta leer un libro de papel y pasar las páginas, aunque sea un poco incómodo en la cama. Y además todos los libros que leo son comprados, así que en mi casa de momento los escritores siguen teniendo negocio.
Pero la música... me parece un atraso comprarse un disco, la verdad, que den más conciertos. Yo creo que el emule favorece mucho a grupillos pequeños de las ciudades que dan conciertos en pub y discotecas, porque la gente se puede descargar su música y hacerse más conocidos. Es obvio que nadie compraría sus discos, pero sí que irían a ver música en directo.
Que se aguanten. Es como todo en la vida, hay que adaptarse a los tiempos. Me pasa como a la mayoría de los que han comentado. Antes ibas muy poco al cine y ahora menos, pero veo más películas. ¿Que se acaba esto? Pues vuelvo a ver pocas películas en el cine y no pasa nada.
¿Y cuando irrumpió el cine? ¿No se cargó otros espectáculos?
El objetivo de la derecha apoyando la piratería es acabar con todas y cada una de las voces discordantes con su retrógrada forma de ver el mundo que surgen de una parte importante del colectivo creativo. Vuestra limitada aceptación del cambio, de lo nuevo, además, os genera un pleno desinterés por todo aquello que no tenga relación directa por ese pasado que tanto anheláis. La piratería acabará con la producción de libros, películas, música, comics... no directamente apoyados por los ostentadores del poder económico. Sólo tendrá difusión lo que interese ser difundido. Así que dejaros de chorradas.
Eso que dice el último ánónimo parece interesante. ¿Podría poner algún ejemplo?
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