miércoles, 30 de noviembre de 2011

HISTORIAS DE ESPAÑA VIEJA (XXI): GUADALAJARA NO ES ABISINIA


Como ya dije en la entrega XVIII de Historias de España vieja, los izquierdistas suelen sobredimensionar la participación nazi-fascista en nuestra guerra civil para restar mérito a los militares del bando nacional. Si entonces hablé de Hitler y de su avión Junker, hoy vamos a recordar un episodio muy concreto protagonizado por el Corpo Truppe Volontarie de Mussolini.

El amariconamiento generalizado de los fascistas en la guerra española se manifestó en varios hechos concretos entre los que destaca la tibia rendición que pactaron, sin ninguna legitimidad, con los separatistas vascos (que fue anulada felizmente por el Caudillo dando a los gudaris su merecido) y su retirada más que vergonzante durante la Batalla de Guadalajara frente a la VIII División de Enrique Líster y las Brigadas Internacionales. Su huida de los comunistas en Brihuega más bien pareció la desbandada de una camada de conejillos a la llegada del zorro, dejando atrás en su carrera docenas de vehículos y carros de combate, y abandonando todas las posiciones ganadas en los días previos.

La bochornosa "hazaña" de los voluntarios camisas negras fue objeto de escarnio entre los soldados del bando nacional y la población civil, y hasta nuestros días han llegado por tradición oral multitud de chascarrillos al respecto. El más conocido es la versión improvisada de la canción Faccetta nera que circuló a partir del 37 por todos los frentes.

Faccetta nera es un famoso himno fascista (puede oírse en el vídeo) compuesto en 1935 como homenaje a la legítima pero no muy honrosa invasión de Etiopía por Italia. El estribillo de la canción original es así:


Facetta nera (carita negra)

bella abissina, (bella abisinia)

aspetta e spera, che già l´ora si avvicina (espera, espera, que la hora se avecina)

Quan noi saremo (en que estaremos)

tui fronte a te, (frente a ti)

noi ti daremo una altra legge, un altro rè. (te daremos otras leyes y otro rey)

Faccetta nera, (carita negra)

sarai Romana (serás romana)

e pé bandiera tu cia vrai quella italiana. (y por banderá tú ya verás la italiana)

Noi marceremo insieme a te (marcharemos junto a ti)

e sfileremo avanti al Duce e avanti al Re! (desfilaremos ante el Duce y ante el Rey)





Pues bien, los españoles cambiaron la letra y cantaban de esta guisa:



Desde Jadraque

hasta Sigüenza

chaquetearon cuarenta mil sinvergüenzas:

la retirada fue tan atroz

que hubo italiano que llegó hasta Badajoz.



Guadalajara

no es Abisinia,

aquí los rojos tiran bombas como piñas.

¡Menos palabras y más valor,

que viva España y la Falange de las J.O.N.S.!

Los italianos

en la trinchera

no se desprenden de sus camisas de seda,

en el empeine llevan charol

y por la calle van haciendo el maricón.



Españolita,

no te enamores,

espera, espera que vuelvan los españoles,

los italianos se marcharán

y de recuerdo un bambino te dejarán.

12 comentarios:

Al Neri dijo...

Y por cierto: merece la pena admirar el vídeo que he puesto. ¡Ya quisieran los Indignados, los sindicaleros y los partidos descafeinados de hoy en día tener esa capacidad de convocatoria y de movilización! ¡Eso sí que era voluntad popular, participación, entusiasmo y sentido colectivo de la misión común!

Ya se ve, ya, en el vídeo que el Duce se impuso por la fuerza, sin contar para nada con el apoyo de su pueblo...

Anónimo dijo...

No conocía la cancioncilla, jejeje...
Sorprende que sea del bando nacional, más que nada porque los primeros en sobredimensionar la batalla de Guadalajara son los partidarios del Frente Popular.

Álex dijo...

Entonces, sr. Neri, ¿tiene importancia el apoyo y la voluntad popular siempre o sólo en algunos casos?

Al Neri dijo...

Siempre, Álex. El ideal en política es que los gobernantes cuenten con el apoyo del pueblo y, por supuesto, la máxima participación popular en los asuntos públicos.

El último de Filipinas dijo...

Pues claro que hay que tener en cuenta el apoyo popular. La Aritmética nos dice cuánta gente que voto a Zp hace cuatro años ahora lo ha hecho por Rj (y eso que estuvieron hasta el último momento a la expectativa de que cualquier imprevisto les hiciera cambiar de opinión)

Aprendiz de brujo dijo...

Todas las dictaduras gozan en mayor o menos medida con apoyo del pueblo.
Algunos por convicción; otros por temor, la mayoría por rutina y conveniencia.
Y todos, absolutamente todos los dictadores han tenido un poder de convocatoria muy grande.
Lo que distingue a una dictadura de una partitocracia, es la calidad más que la cantidad de sus seguidores
En las dictaduras fascistas los incondicionales son gente formada, íntegra,que acude libre y espontáneamente, con valores y valor extraordinario.Es gente muy leída e instruida, a la que no manipula ni Dios.Tienen un cerebro de platino.
La gente que sigue a un partido político es muy tonta, ciudadanos de segunda. Mientras los primeros leen y aprenden lenguas vivas, muertas y resucitadas; los segundos ven a Belén Esteban.

Conste una cosa:admiro a la gente,(venga de donde venga)que piensa que otro mundo es posible.

sefo dijo...

Buffffffff, Neri, Neri, deja tranquilo al Caudillo y a los fascistas de Musolini y dejanos vivir en paz en el presente y sin esas sombras siniestras.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Estupendo, Sr. Neri. Tenía muchas ganas de ver completa, al menos, una de las diferentes versiones que se hicieron de esta canción. Estrofas sueltas se las oía cantar a mi abuela hace algunos años. Tanto ella como mi abuelo confirmaban que los italianos que vinieron durante la Guerra eran gente díscola (algunos habían estado en la cárcel en Italia) que sólo se interesaban por las mujeres. Más o menos como ahora. Y, por cierto, al igual que ahora, debían tener bastante éxito.

De los alemanes contaban mis abuelos que eran unos estirados, que no hablaban y que iban por la calle como si les hubieran introducido una escoba por vía anal.

El Subdirector del Banco Arús dijo...

Por cierto, genial el vídeo. ¿Quién lo habría puesto hace unos días en otros medios?

alco dijo...

Los italianos actuales tienen fama de tener muy poco ardor guerrero, y debe ser cierto. No sólo es su pobre papel en la guerra española, en la II Guerra mundial hicieron el ridículo total. Puede que parezcan amariconados, pero es solo una máscara, son terribles ligando.
Sobre su encuesta sobre lo que hará Rajoy con los funcionarios: se ha olvidado una opción: convertirnos en jabón. Es lo que haría si pudiera, no lo duden.

Pacorro dijo...

Gracias por recordar esta historia, Sr. Neri. Yo también conocía la canción, con ligeras variantes («Ay, corre, corre, que tiran bombas de piña»...)

Viene muy a cuento en estos días en que tanto se discute sobre un templo donde se honra a los Caídos de ambos bandos. Porque la canción documenta el homenaje de los Nacionales a unos soldados españoles, aunque fueran Rojos, que pusieron en fuga a un ejército extranjero. Homenaje implícito, si queréis: Estábamos en guerra y no era cosa de celebrar las derrotas, pero ésta se celebró.

Anónimo dijo...

Aquí en la Alcarria se decía lo siguiente:
- ¿Qué es un soldado con uniforme? un alemán.
- ¿Qué es un soldado sin uniforme? un español.
- ¿Qué es un uniforme sin soldado? un italiano...