Tanto en la novela como en la película, el relato que le hace Michael a su novia de cómo su padre ayudó en su carrera al famoso cantante Johny Fontane (en realidad, un trasunto de Frank Siniatra) es el momento en el que se entiende quién es Don Corleone. Hasta entonces sólo se presenta difusamente a los personajes, dejando caer que Vito es poderoso y presta grandes favores a sus amigos. Pero su condición de extorsionador mafioso no se revela hasta este pasaje.
"Cuando Johnny terminó de cantar y se adentró en la casa con Don Corleone, Kay dijo a Michael, mitad en broma, mitad en serio:
—No me digas que una estrella del cine como Johnny Fontane tiene que pedir favores a tu padre.
—Es el ahijado de mi padre. De no ser por él, tal vez no hubiese alcanzado la fama.
—Es el ahijado de mi padre. De no ser por él, tal vez no hubiese alcanzado la fama.
Kay Adams empezaba a interesarse.
—Debe de ser una historia apasionante —observó.
Michael hizo un gesto negativo con la cabeza.
—Lo es, sí, pero no puedo contártela.
—Vamos ¿es que no confías en mí? —insistió Kay.
Michael le contó la historia llanamente, sin darle importancia alguna. Se la relató sin adornos y se limitó a explicarle que ocho años atrás su padre había sido un hombre más impetuoso y que, dado que el asunto concernía a su ahijado, el Don lo había considerado un asunto personal.
Michael narró la historia en pocos minutos. Ocho años atrás, Johnny Fontane había conseguido un éxito extraordinario como cantante de una orquesta de baile. Se había convertido en uno de los cantantes más solicitados por las emisoras de radio. Desgraciadamente, el director de la orquesta, un hombre muy conocido en el mundillo artístico, había hecho firmar a Johnny un contrato por cinco años, algo por otra parte bastante corriente. Les Halley, el director, podía prestar a Johnny a otras orquestas, clubes, etc., y él se embolsaba la mayor parte del dinero.
Don Corleone se encargó personalmente de las negociaciones. Ofreció a Les Halley veinte mil dólares para que anulara el contrato que Johnny Fontane tenía con él. Cuando Halley ofreció quedarse sólo el cincuenta por ciento de las ganancias de Johnny, Don Corleone estuvo a punto de echarse a reír y bajó su oferta de veinte mil a diez mil. El director de orquesta, que evidentemente no conocía otro mundo que el de las variedades, confundió completamente el significado de la segunda oferta. No quiso aceptarla.
Al día siguiente, Don Corleone fue a ver de nuevo a Les Halley, esta vez con sus dos mejores amigos: Genco Abbandando, su ´consigliere`, y Luca Brasi. Sin ningún otro testigo, Don Corleone persuadió al director de orquesta de la conveniencia de firmar un documento por el que renunciaba a todos sus derechos en relación con Johnny Fontane, contra pago de un cheque garantizado por valor de diez mil dólares. Don Corleone convenció a Halley poniéndole una pistola en la frente y asegurándole que, al cabo de un minuto justo, en el documento estaría estampada su firma, o bien sus sesos. Les Halley firmó. Don Corleone guardó su pistola y entregó el cheque al director de orquesta.
El resto era historia. Johnny Fontane se convirtió en el cantante—actor más cotizado del país. Hizo algunas películas musicales, que dieron a ganar verdaderas fortunas a los estudios. Sus discos produjeron millones de dólares"
El resto era historia. Johnny Fontane se convirtió en el cantante—actor más cotizado del país. Hizo algunas películas musicales, que dieron a ganar verdaderas fortunas a los estudios. Sus discos produjeron millones de dólares"
3 comentarios:
Sí señor Neri, tú sí que sabes. Creo que ya he comentado en alguna ocasión, que en mi modesta opinión "El padrino I" es la mejor película de la historia del cine. Película, que sin exagerar puedo haber visto más de una docena de veces.
En cambio, no comparto la idea de quién dice que la novela está a la altura de la película, ya que Mario Puzzo me parece un escritor regular tirando a malejo.
No sabría elegir una escena sobre las demás, ya que la película es de Matrícula de Honor, pero desde luego el favor de Frank Sinatra, ups, perdón, de Johnny Fontaine al Padrino, es irrepetible.
Mmmmm, no sé. Pese a lo que se ha dicho siempre, a mí el personaje de Johnny Fontaine siempre me ha recordado más a Dean Martin que a Frank Sinatra...
jdm
Pues a mí que el Johnny Fontaine me ha recordado siempre al actor español, ¿como se llamaba?, Arturo Fernández??, el que hacía la serie esta que se pasaba todo el rato diciendo "...chaaatiiinnn...". ¿¿A ver si resulta que es el mismo???...
Publicar un comentario