jueves, 1 de octubre de 2015

¡GRACIAS, HITLER!

¿Qué habría sido de la industria cinematográfica de no ser por el nazismo?

Soy muy aficionado a las revistas de historia y un día quizá dedique un post a las principales cabeceras del género en los quioscos españoles, con mi valoración personal de cada una, pero hoy solo quiero llamar la atención sobre el hecho curiosísimo de que el tema favorito de todas estas publicaciones es, sin ningún tipo de duda, la Segunda Guerra Mundial y, más concretamente, los diferentes aspectos culturales, políticos, militares, científicos, urbanísticos y criminales, entre otros, del Tercer Reich alemán. Según mis estimaciones, el nazismo es abordado, directa o indirectamente, por el 30% de los reportajes de Historia y vida, La aventura de la Historia y otros magacines similares. Por ejemplo, en las portadas de todos los meses siempre figura, al menos, un artículo acerca del nacionalsocialismo, y también es muy común que en la sección del correo del lector y en la de novedades bibliográficas se aborden varias consultas o títulos relacionados con el régimen de Adolf Hitler. 

Pero este fenómeno no es exclusivo de las revistas divulgativas de historia. Sería revelador contabilizar cuántas novelas se han escrito en todo el mundo sobre los camisas pardas desde 1945 y, por supuesto, cuántas películas de ficción los han tenido como protagonistas o –en el 99% de los casos- como antagonistas. Desde la victoria aliada en la Guerra Mundial, cientos y cientos de producciones de Hollywood han explotado, con gran éxito, la ideología, la imagen y los estereotipos hitlerianos como símbolo de maldad suprema frente a los valores de justicia y de libertad. También es interesante (por decir algo) observar cómo determinados países han reciclado las infraestructuras penitenciarias de la Alemania de Hitler como recursos turísticos de primer orden.

Hoy no toca pronunciarse sobre los nazis y además, cada vez que lo intento, se enfadan conmigo tirios y troyanos. Pero lo que es indiscutible es que gracias a Adolf y a todo su tinglado, llevamos 70 años pasándonoslo bomba: leyendo libros y artículos de lo más entretenidos, viendo sugerentes documentales en la tele y gozando de pelis como El gran dictador, Doce del patíbulo, Indiana Jones, La Lista de SchindlerLa vida es bella, El niño con el pijama de rayas, The reader o Malditos bastardos, en las que esos chicos rubios y vociferantes de la esvástica dan un juego tremendo como malos malísimos y no hace falta pensar ni nada; basta relajarse para disfrutar de la acción y los tiros, o conmovernos con las dramáticas peripecias de los semitas en los campos de concentración.

Luego, a mayores, podríamos preguntarnos cuánta gente, empezando por el judío Spielberg, se ha hecho multimillonaria gracias al nazismo, y es que al final va a resultar que el Tercer Reich ha sido y es, ante todo, un negocio bien lucrativo para numerosos sectores, encabezados por las víctimas de Hitler, que no está muy claro si se resisten a olvidar sus penurias en aras de la justicia y por dejar un testimonio vivo que ayude a las futuras generaciones a no repetir los errores del pasado, o más bien por un apego invencible al vil metal.

De cualquier modo, hay que agradecer a los amigos nazis su condición de fuente de inspiración inagotable, durante tantas décadas, de obras artísticas, literarias, historiográficas y cinematográficas que tan buenos ratos nos hacen pasar a todos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Probablemente los familiares de los judíos muertos en el holocausto estarán de acuerdo con usted.

Tábano porteño dijo...

Y en ciertos ámbitos hasta circula la tesis conspirativa de que, si el "pueblo elegido" ostenta desde el 45 un poder que jamás tuvo en su historia, es porque ese muchacho Adolfo en realidad trabajó para ellos (consciente o inconscientemente).

Pero algunos, como decimos por aquí, "se pasan de mambo"; cfr. "Hitler ganó la guerra", del argentino Walter Graziano:

http://www.lecturalia.com/libro/57975/hitler-gano-la-guerra