martes, 30 de agosto de 2011

SIN COMENTARIOS

Qué duda cabe que las ediciones digitales de los periódicos son un avance importantísimo que nos permite el acceso inmediato a la información más reciente. Para mí que los diarios en papel tienen los días contados y no me extraña.

Sin embargo yo veo que la prensa en Internet adolece de un defecto (perfectamente subsanable) que le resta mucha seriedad y credibilidad, y, aparte, puede acarrear graves injusticias. Estoy refiriéndome a la posibilidad que existe en casi todos estos periódicos-web de que las noticias sean comentadas por los lectores.

Evidentemente los foros, chats, blogs y otros aplicativos de participación e interacción entre internautas me parecen herramientas muy valiosas en los contextos adecuados, pero en ningún caso en el ámbito del periodismo supuestamente objetivo, riguroso y veraz. Estos instrumentos, que permiten publicar anónimamente lo que a cada uno le viene en gana, son muy chachis en una página de amiguetes, en un foro de opinión, en un portal de ligoteo o en La pluma viperina, donde reina la subjetividad y hasta el cachondeo, pero me revienta que una noticia de prensa supuestamente seria y dirigida a millones de lectores en busca de información fiable, pueda ser criticada, glosada, comentada o matizada, con idéntico nivel de difusión, por el primer indocumentado sin nombre ni apellidos al que le apetezca soltar bien una chorrada o bien una falsedad interesada que pueda perjudicar impunemente el buen nombre de personas o instituciones.

Cuando lees una noticia del periódico en Internet y después despliegas y ojeas los comentarios de la gente, la información se te termina mezclando y al rato seguro que no tienes claro lo que era contenido periodístico y lo que había explicado abajo un mangarrián cualquiera, que además, por el tono y el estilo de redacción, no parecía ni mucho menos un mangarrián, sino un tipo informado y consecuente. Y luego, claro, vas diciendo: he leído tal cosa en El Mundo, cuando en realidad has leído la última paranoia de un zumbado que más o menos se explica bien.

Este efecto perverso de los comentarios es muy distinto según el tipo de medio y de noticia. A mí personalmente me suele parecer más peligroso por ejemplo en la sección de local que en la de política nacional, ya que las noticias de la primera son mucho más concretas y abordan cuestiones ciudadanas, vecinales y domésticas cuyos protagonistas pueden verse muy perjudicados por las opiniones anónimas maliciosas, mientras que en un editorial sobre la última reforma laboral de Zapatero es complicado que alguien salga dañado por las mentiras o acusaciones de un comentarista cabroncete amparado por el anonimato.

Con ejemplos seguro que se entiende mejor.
Supongamos que un día sale en el periódico de mi ciudad un mini-reportaje sobre una sanción que le ha caído a un determinado bar por incumplir la Ley de tabaco, y como a mí el dueño me cae como una patada o es enemigo mío por la razón que sea, me pongo a comentar con varios nicks (basta poner un email falso en el formulario) que es una cafetería muy bonita y tal, pero que está un poco sucia, que el café no es muy bueno y que una vez me pusieron un pincho de tortilla en mal estado. Y así, cuatro o cinco intervenciones falsas con testimonios aparentemente ponderados pero demoledores. ¿Cuál es el resultado? Pues que cuando cinco mil lectores charlen ese día con sus amigos sobre la noticia, siempre habrá alguien que diga: “pues decían que el sitio era un poco marrano, oye”, con las injustas consecuencias que ello supone para el dueño del local.

Pero la cosa puede ser aún más grave. Yo he visto noticias sobre fallecimientos de personajes conocidos de mi región donde una serie de canallas se han dedicado a difundir falsedades infamantes sobre la vida o la conducta del finado. Por supuesto sin insultar, porque entonces se censura, pero sí dando con el tonillo adecuado y bordeando la línea para que se mantenga el comentario y quede sembrada la duda sobre la honestidad de esta persona, provocando un gran sufrimiento a sus familiares o amigos.

Ya sabemos que todas estas conductas podrían denunciarse, investigarse la IP y patatín, patatán, pero está claro que esto nunca se hace, más que nada porque la frontera entre la opinión, la crítica y la infamia resulta demasiado difusa. En lo que se reacciona, si se puede reaccionar, el daño ya está hecho.

En resumen, un medio periodístico oficial, que debe responder siempre de la veracidad de sus fuentes, nunca debería habilitar esta opción de los comentarios que tanto se presta al abuso, al embuste y al perjuicio malintencionado de intereses y famas ajenas, sin riesgo alguno para sus autores. Si la prensa quiere ser respetada debe empezar respetándose a sí misma y a sus contenidos, evitando la tentación de poner foros para aumentar las visitas a sus webs.

14 comentarios:

El chico de los tablones dijo...

Creo que una solución a problemas multicuenta, como el que usted trae muy bien a colación con el ejemplo del "bar marrano", podría ser limitar la creación de cuentas de usuario a razón de una cuenta por IP.

De todas formas, hace falta ser muy cobarde y tener muy mala sangre para rajar del muerto o difamar del bareto desde la seguridad de casa, escondiéndose detrás de un nickname. Y para eso sí que no conozco solución, pues hay noticias virtuales que, de tantos comentarios que generan (10.000 o más), supondría un despilfarro ocupar a personal en filtrar barrabasadas y rastrear las IP de los graciosos o cabroncetes que comentan.

Antes de Internet, el comportamiento más parecido consistía en subirse a un banco en la Plaza Mayor, enrollar a modo de megáfono el mismo periódico en el que uno había leído la noticia que tanto disgusto le había producido y gritar a los cuatro vientos "¡El muerto era un moroso, que estiró la pata debiéndome medio año de alquileres!" o "¡Este bar es una mierda y soborna al Inspector de Sanidad!"

Claro que entonces uno asumía el riesgo de que los amigos y familiares del ofendido le corrieran a gorrazos... En fin, por lo menos le echaban cojones, ¿no?

Teutates dijo...

Creo que el principal problema de los diarios digitales no es este, sino la mala redacción y, en ocasiones, la pésima información que se da en estos diarios, equivocando en múltiples ocasiones el contenido de la noticia dando con ello información erronea y muy poco contrastada. Esto ocurre por el afán de dar "los primeros" la noticia.
Respecto a los comentarios, prácticamente nunca los leo, y cuando lo hago es por conocer lo que puede opinar la gente respecto a determinados temas lo que, efectivamente, puede redundar en la formación de una opinión hacia una determinada forma de ver las cosas, pero lo veo positivo. Como usted dice hay opiniones sesgadas y mal intencionadas, pero hay otras muchas muy útiles y serias. Lo que hay que hacer es educar a la gente para que opine con un buen criterio, no cerrar la posibilidad que nos brindan estos medios de conocer la opinión de los demás.

Nagore dijo...

Prefiero la libertad de expresión. Para todo lo demás, están los Juzgados.

Cada uno se califica a sí mismo a través de sus palabras y aunque nadie sepa quien es, o sí, en su conciencia queda saberse más tonto o más listo. No creo que éstas tengan tanto poder sobre la opinión de los demás.

Unas veces (el anonimato) significa prudencia, otras -como sugiere Tablones- falta de "collones".

trija dijo...

Yo leo los periódicos por internet y la verdad es que jamás veo los comentarios y, por supuesto, nunca he comentado ninguna.

De todas formas cuando leemos una noticia, incluidos comentarios, tenemos que tener una cierta responsabilidad y saber distinguir entre lo que decía la noticia y lo que decía un tipo en uno de los comentarios. Esto lo digo por lo que usted dice sobre mezclar noticia y comentarios.

Y en cuanto a lo de comentar pues supongo que se tendría que dar una mezcla entre libertad de expresión (o sea, que cada uno diga lo que piensa) y responsabilidad (es decir, no comentar sobre lo que se desconoce o dejándonos llevar por pasiones personales).

En conclusión, creo que todo se puede reducir a un poco de responsabilidad por parte de todos.

sefo dijo...

Es verdad, esos comentarios con mala idea pueden causar mucho mal a una persona o a su negocio y no hay medios eficaces para luchar contra ellos porque quién va a denunciar a alguien por opinar que un bar estaba guarro y la tortilla estaba mala y sin embargo puede correrse la voz y hundir el bar. Tambien creo que el subconsciente mezcla lo que lees de la noticia con los comentarios pero la solucion es muy difícil, a lo mejor una buena sería que la gente pudiera comentar las noticias en un apartado diferente de la página web o sea sin enlace a los comentarios justo debajo de la noticia, por ejemplo poniendo un apartado llamado foro organizado en las noticias del día y que haya que ir a él expresamente para comentar.
Es complicado pero prohibirlo es desproporcionado. Tampoco me parece tan imposible tener a una persona contratada para vigilar los comentarios pero habría muchos que podrian ser dañinos y no insultar a nadie (lo de la tortilla).
Tiene razon Teutates de todas modos que lo normal es no mirar los comentarios porq la gente lo que le importa es la noticia pero a veces se miran por cotillear y por morbo.

Álex dijo...

Estoy muy de acuerdo con lo expresado por Teutates y Nagore. Creo que suele estar muy claro qué es noticia y qué son comentarios. Y, como dice Teutates, lo que hay que lograr es que la gente comente con más rigor y también que se sepan leer los comentarios como lo que son.
Por cierto, hay veces que ante noticias con taaanto contenido como ésta
, lo mejor sin duda son los comentarios.
Feliz septiembre a todos.

ignatus dijo...

Buenísimo el enlace de Álex: me hé reído hasta llorar por segunda vez en el día.

Gracias.

Al Neri dijo...

No sé qué miedo tienen ustedes a quitar la posibilidad de comentar las noticias en los periódicos digitales cuando hay miles de sitios en Internet donde dar opiniones. Aunque, en fin, los posibles límites de Internet y la misión del Estado en este tema podrían dar para un debate muy, muy largo

Por cierto, Álex, el periodistilla que ha decidido publicar la noticia que usted enlaza es tonto de capirote.

Anónimo dijo...

Vamos hombre lo de los comentarios no es para tanto ¿qué interés tendría sin comentarios el periódico que enlaza Alex???

El chico de los tablones dijo...

¡Buenísimo el enlace, Álex! Jajajaja, me he leído los 114 comentarios. No tienen desperdicio.

Anónimo dijo...

Los comentarios del enlce de Alex deberían borrarse porque perjudican el buen nombre del periódico y de los periodistas.

Anónimo dijo...

Buenísimo el link de Álex..Está clarísimo que la señora acababa de ver Avatar en 3D..o a Jorge Clooney llegando a la mostra de Venecia..

trija dijo...

Que bueno el enlace, Alex, me he tirado toda la tarde riéndome con los comentarios...jeje

Álex dijo...

Muy hábil el comentario anónimo al poner de manifiesto que el problema del control sobre lo que se publica es precisamente dónde poner el límite.
Yo también me reí mucho cuando me pasaron el enlace del notición de El Norte de Castilla (que incluso apareció publicado en la edición impresa), así que me alegro de que les haya gustado.