Fijo que Mick Jagger no se perdió ni un ensayo por culpa de una resaca
La Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción (FAD) lleva ya algunos meses desarrollando una campaña de spots
televisivos bajo el lema “El tiempo que le dedicas al alcohol se lo quitas a
todo lo demás”. Son tres o cuatro anuncios fuertemente demagógicos en los que
se muestra cómo por culpa de la resaca una chica se pierde un ensayo de su
grupo musical el domingo por la mañana, un joven no puede declararse a su amor platónico
y un padre no es capaz de llevar a su niña pequeña a los columpios, creo
recordar, entre otras sandeces.
Vaya por delante que soy poco
bebedor, pero no comparto todos estos prejuicios esperpénticos contra el
alcohol y su papel en las relaciones interpersonales y en el ocio nocturno. Siguiendo
la moda imperante, la FAD, otras organizaciones similares y, al alimón, las
diferentes administraciones públicas se empeñan en convencernos en sus
respectivos planes y campañas de sensibilización de que el tabaco y el alcohol
son dos drogas más, al mismo nivel incluso (tal como las abordan) que las
sustancias tóxicas, estupefacientes y psicotrópicas cuya distribución
está perseguida penalmente.
En sus campañitas parten de una
visión negativa y falsa del consumo de bebidas alcohólicas intentando
contrastarlo continuamente con otras actividades que consideran mejores, más
saludables, menos peligrosas, más divertidas o que favorecen mucho más la vida
social, en especial el deporte, que se muestra siempre como símbolo de salud y
de amistad , y como antítesis de todos los vicios.
Este punto de partida es
profundamente erróneo, ya que los licores no solo están íntimamente ligados a
nuestra cultura y modelo social, sino que además resultan inocuos si se
consumen correctamente y sin excesos (como casi todo en la vida).
Que una pequeña minoría de los jóvenes
españoles esté arruinando su vida por culpa de sus abusos empinando el codo no
justifica a mi modo de ver que estos señores de la FAD nos den la murga
a todas horas en la tele repitiéndonos esa perogrullada de que mientras bebemos
no hacemos otras cosas, de que si te levantas con dolor de cabeza por haber
alternado con tus amigos la noche antes, no saldrás a correr, ni te pondrás a
estudiar, ni echarás un caliqueño
mañanero.
Yo les diría a estos filántropos
que, bien mirado, el tiempo que le dedicas a jugar al baloncesto, a estudiar un
coñazo de carrera para luego ir al paro, a leer, a practicar el senderimo, a
llevar al cine a Mari Pili o a hacer eso que llamas música con eso que llamas tu
grupo, se lo quitas a meterte unos cuantos pelotazos con los colegas, a
disfrutar de una buena cerveza de trigo, a echarte unas risas aderezadas con
gin tonic (que no son las mismas que a palo seco) o a saborear un rico Ribera
en tu tasca favorita.
Que, por cierto, conozco mucha
gente que bebe lo suyo y está muy lejos de ser alcohólica. Sé de algunos que
acaban tostados todos los sábados y son unos magníficos
profesionales entre semana. Hay muchísima gente que le arrea bien a la botella,
pero sin pasarse, y hace deporte regularmente
y son, además, unos maridos y unos padres ejemplares. Hay tropecientos mil estudiantes que practican el botellón y algún día se
ponen hasta las trancas pero luego sacan en todo sobresaliente y hasta terminan
ganando las oposiciones a judicaturas. Todos conocemos a quienes beben en
abundancia pero saben hacerlo y jamás tocan el volante si se han tomado una
copa, ni se meten con los demás ni molestan a nadie. Y eso por no hablar de la de conjuntos de rock legendarios cuyos miembros se tajaban como perros antes, durante y después de ser famosos. ¡La de ensayos que se pirarían como la chica del anuncio!
Lo que tenían que hacer las
administraciones, las ONG´s y todos estos, es enseñar a beber a la gente,
explicar cuáles son los riesgos y los límites de las bebidas espirituosas, en vez de demonizar una actividad que, en sí misma, no tiene nada de malo, y de decirle
a la gente cómo tiene que vivir y divertirse, o cuáles deberían ser las
prioridades de su vida.
Más sobre el alcohol en La pluma viperina: Reflexiones alcohólicas
9 comentarios:
Llevaba unos días sin pasarme, Sr Neri, y me acabo de levantar... no podría estar más de acuerdo con usted, pero no estoy en condiciones de hacer una elaborada y sensata reflexión.
¡Feliz resaca!
Ese tono excluyente con el que lo pintan todo me saca de quicio. ¿Tendrá que ver la velocidad con el tocino, digo yo? Yo me puedo matar a copas un día y seguir siendo igual de deportista que siempre, criminalizar así el consumo de alcohol lo único que hace es incentivarlo.
¡Un saludo!
En la mesa y en el juego se conoce al caballero. El alcohol, haciendo buen uso de él es uno de los placeres que no debes perderte en la vida.
Si me quitan un buen gin tonic después de una comida sabrosa , que me entierren.
Si no me dejan tomarme cuatro copazos a las tres de la mañana de vez en cuando, de charleta con los amigos...pues apaga y vámonos.
Lo que es verdad es que tampoco olvidar que ha arruinado la vida a muchas familias. Yo creo que en materia de educación alcohólica sabemos poco, y deberíamos saber más.
Lo cierto es que no voy a saber que hacer con mi hijo cuando tenga 14 años. Ver como natural que se ponga ciego a calimocho?. Prohibirle de raíz el consumo de alcohol?.
Hay una edad en la que no se tiene recursos, ni es natural tomarte dos copas de buen vino, y tres copas bien preparadas.Qué hacemos en ese caso?. A muchos nuestros hijos nos ven tomar alcohol con moderación y naturalidad los fines de semana. Y no es malo, creo yo. O sí..Vaya usted a saber.
Que ricas las copas...Lo "bueno" del alcohol además es que complementa bien con el resto de vicios y ayuda a entenderse mejor a los sexos opuestos.
Es curioso, yo lo que me pregunto es qué hay que hacer para hacerse alcohólico porque como has dicho, yo conozco un montón de gente que bebe muchisimo los fines de semana y sin embargo de lunes a viernes no se toma ni una caña y vive y trabaja con toda normalidad. ¿Hay que beber todos los días para ser alcoholico? ¿cuando se considera que alguien es alcoholico, cuando no puede trabajar por culpa de el alcohol? Porque si es por numero de copas a la semana...
Acabo de "rever", el anuncio.
Es absurdo publicitariamente hablando, pero muy real. Tan real, como que de noches de estar tomando copas con los amigos surgen planes aparentemente disparatados, pero que son más realizables de lo que parecen.Volver a retomar la música en este caso.
Tan real como que es posible que al día siguiente no estés para empezarlos.
No cabe duda de que la campaña es manifiestamente mejorable.
¿cuántos de los comentaristas de "La Pluma Viperina" tienen menos de 18 años? ... pocos, así que la mayoría tendremos sobradas experiencias con el alcóhol, o al menos las suficientes como para saber qué efecto hace en nosotros mismos. A lo mejor nunca hemos metido la pata hasta al fondo estando bebidos, o no lo suficiente, así que no tenemos nada que lamentar. Pero eso significa que el alcóhol no tenga tremendos efectos en parte de la población: accidentes de tráfico y laborales, violencia doméstica, abusos sexuales, enfermedades mentales ...
¿Cómo prevenir y evitar esos efectos? se mandan distintos mensajes, según el grupo de población. Estas campañas van dedicada a los adolescentes y usan un argumento que a nosotros puede parecerlos absurdo, pero que a lo mejor a ellos no: el ridículo, la imagen, los ligues ...
No he visto los anuncios de los que habláis, pero lo que yo veo es que el alcohol en los adolescentes hace estragos.
Cuando trabajaba en una escuela era lamentablemente común escuchar los lunes las "anécdotas" de los fines de semana de los chicos de 15 a 18. En muchos casos ponían en riesgo su vida. Perder una clase de música es un detalle. Por beber mucho hay jóvenes que tienen sexo sin protección, hay otros que conducen sin reflejos, hay otros que se prestan a juegos macabros... No me lo han contado, lo he visto personalmente (además lo filman y lo suben a la web). En todos los niveles.
La verdad, prefiero un exceso de publicidad que el mutismo.
Para algunos críos, esas publicidades baratas son los únicos mensajes que reciben que intentan decirles "algo" sobre los peligros del alcohol.
Zorro de Segovia, le doy la razón en que probablemente yo hago un análisis del alcohol demasiado condicionado por mi experiencia personal y por el ambiente en que me muevo. Quiero decir que el alcohol no tiene ni mucho menos la misma repercusión en un unos círculos sociales que en otros, o, más claro todavía, que cuando el alcohol concurre con determinadas situaciones sociales,económicas y culturales tiene muchísimo más riesgo de degenerar en dependencias, en violencias y en todo lo que usted señala.
De hecho, igual que con la llamada violencia doméstica, a mí me encantaría que alguien publicara por fin una estadística sobre la relación entre las dependencias (drogas, alcoholismo...)y el estrato social. Las conclusiones serían tan ilustrativas como políticamente incorrectas. Por eso no se publican.
En este sentido es interesantísimo el comentario de Sefo. ¿Qué parámetro tenemos para decir que alguien es alcohólico? Es un parámetro subjetivísimo y clasista. Lo que he dicho alguna vez: si un ingeniero bien posicionado se pone como el culo a copas, es un juerguista, pero si lo hace un parado o una persona socialmente problemática, es un vicioso.
Yo creo que alcohólico es aquella persona que necesita el alcohol de forma periódica.
No es cuestión de cantidad como de necesidad, de ansiedad. Esta necesidad provoca que interfiera en su vida ordinaria; en sus obligaciones personales y profesionales.
Como cualquier otra adicción generará sus ansiedades, dependencias y soledades.
Publicar un comentario