"Le ocurría siempre. Se le agitaba la respiración y se ponía a la defensiva cada vez que se le acercaba un político. No le hacían falta más que unos minutos de conversación para identificarlos, poco importaba que llevaran uniforme o vistieran de paisano, que fueran hombres o mujeres, que tuvieran cargos o los desearan. Entre ellos, se sentía como una extranjera en un zoco, un enorme mercado de intangibles, donde todo era negociable, donde no comprabas si no vendías, y de donde siempre salías con la sensación de que te habían tomado el pelo y encima les habías dado las gracias."
Dispara a la luna (2016), de Reyes Calderón.
Dispara a la luna (2016), de Reyes Calderón.
1 comentario:
Magistral, y tan cierto. El que lo ha visto lo sabe.
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