Si de algo podemos estar seguros es que cuando se asocian para un negocio un tipo muy listo y otro muy
tonto, jamás hay buena fe. En todos estos casos, el inteligente solo busca engañar
al necio, aprovechándose de su esfuerzo o de su inocencia. No hay excepciones. Es
una regla tan simple que la conocen hasta los tontos. Lo malo es que
ningún tonto es consciente de serlo.
MIÉNTEME , DIME QUE ME QUIERES,
Hace 7 horas
2 comentarios:
"Lo malo es que ningún tonto es consciente de serlo."
Bueno, el cura Castellani no estaría de acuerdo con usted, Neri; vea el punto 2) en esta cita de de Prada:
"El gran Castellani establecía una clasificación de los tontos en cinco grupos, atendiendo al grado de conciencia que tenían sobre su cortedad de ingenio, que eran los siguientes: 1) Tonto a secas; esto es, ignorante. 2) Simple; esto es, tonto que se sabe tonto. 3) Necio; esto es, tonto que no se sabe tonto. 4) Fatuo; esto es, tonto que no se sabe tonto y además quiere hacerse el listo. Y 5) Insensato; esto es, tonto que no se sabe tonto y encima quiere gobernar (o hacer que gobierna) a otros. Y concluía que esta última categoría de tonto era la verdaderamente peligrosa y siniestra, más peligrosa aún -añadimos nosotros- que la categoría de los malvados; pues el malvado obra mal a sabiendas, con premeditación y alevosía, a diferencia del insensato, que obra mal pensando que obra bien."
http://www.abc.es/20090413/opinion-firmas/insensatez-maldad-20090413.html
Jajaja, es una clasificación perfecta.
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