Vero, la secretaria de José Ángel, era una chiquita muy joven, ni fea ni excesivamente guapa, que llamaba la atención, eso sí, por su prudencia, su discreción y su buen hacer. Vestía de la forma más adecuada para el trabajo, sin las extravagancias ni las exhibiciones anatómicas de otras compañeras del departamento bastante mayores y menos exuberantes que ella. Cumplía sus funciones con eficiencia, sin un error, y era muy calladita sin resultar distante. A José Ángel al principio le parecía un poco tímida por lo poco que hablaba, pero pronto se dio cuenta de que la chica simplemente sabía estar y no era para nada retraída. Algunas veces había charlado con ella sobre cine, destinos de vacaciones u otros temas ajenos al trabajo, y había quedado gratamente sorprendido por su simpatía, que la verdad no se esperaba en aquella secretaria tan seria y cumplidora.
Como cada viernes a las 10, esa noche José Ángel había quedado con sus amigos a tomarse unas copas para romper el hielo del ansiado fin de semana, pero esta vez, a la manada de los cuatro machos habituales se unió un tipo larguirucho y divertido, con barba de dos días y gafas azules de diseño, que se reía todo el rato. Cuando José Ángel llegó al bar, justo estaba contando un chiste verde bastante bestia y Manuel se le presentó como su primo sin mayores detalles.
Tras atizarse cinco copazos, Sebas, que así se llamaba el primo, se reveló como un auténtico showman sexual. Como de costumbre, muy pronto la conversación del grupo degeneró hacia terrenos más bien escabrosos, comentándose, por ejemplo, lo buenas que estaban unas erasmus francesas que entraron en el garito e intentando adivinar la talla de sujetador de dos de ellas. Pero los comentarios más hilarantes eran los de Sebas.
- Estas están muy buenas, sí, pero a mí me gustan las mujeres de teta pequeña y dura, como mi novia. Además vete a saber… Las tías nos engañan como a bobos. Mi novia, mismamente, a simple vista parece que tiene mucho, pero luego es casi todo relleno.
De Barceló en Barceló, la charla iba subiendo de tono gracias principalmente a las deslenguadas observaciones del nuevo, que tenía unas salidas que eran la monda. Comentando no sé qué del Kamasutra, exclamó entusiasmado:
- ¡El perrete!, ¡donde esté el perrete y una chica que sepa menearse que se quiten todas las posturas del Kamasutra ese! Mi novia, buf, no veas. No quiere de otra manera...
Todos lloraban de risa por la expresividad de su cara y sus aspavientos, imaginándose a la churri del muy canalla copulando como las trogloditas.
En un momento dado de la jarana alguien sacó el tema de las infidelidades y se debatió si era buena idea confesarlas a la pareja si solo se trataba de un desliz de una noche. De nuevo, el primo de Zumosol aportó su rica experiencia personal:
- ¡Uyyyyyy, ni de coña! , ¡hay que negar hasta la muerte! Yo mismo, hace unas semanas, en fin, me chivé a una profesora de instituto que me lo puso a huevo, y a Vero ni Pamplona, claro. ¡Pues buena es!
- Ya, es que si se lo dices te quedas sin perrete –bromeó Manu en mitad de las carcajadas.
Al final de la noche, el chaval de las gafitas azules les había contado la mitad de su vida sexual y sentimental con todo lujo de pormenores. Lo malo para José Ángel fue que, entre burrada y burrada, también les explicó que su novia Vero era la secretaria del director de marketing de la conocida empresa PROVICO, S.A. ...
... Porque el director de marketing de PROVICO, S.A. era José Ángel.
... Porque el director de marketing de PROVICO, S.A. era José Ángel.
El lunes a las nueve Vero entró en el despacho del dire con las carpetas del balance y la firma de primera hora, y se sentó a tomar nota de la agenda del día y de las llamadas. La muchacha notó a su jefe algo violento y aturdido, y además le pareció que por unos instantes le estaba mirando las tetas.
11 comentarios:
Permítame ilustrar su relato, sr. Neri, con esta bonita escena. Feliz fin de semana a todos
Neri, macho, a ver si te inventas otros nombres, que existe una empresa llamada Provico SA y da la casualidad de que el cargo de responsable de marketing recae en un tal J. Ángel Genil. El nombre de su secretaria no aparece en el organigrama, pero vamos, que ya sería de coña que fuese Verónica Perrete.
A ver si te van a denunciar.
Por cierto, Nagore y Aprendices, he contestado hoy a vuestros comentarios sobre Colegios, cuotas y gorrillas. Lo anuncio porque por despiste he tardado un montón en contestar pero como he estado un buen rato escribiéndolos quiero que ahora os jodais y os lo leais. ¡Qué malo soy!
Saludos cordiales a todos.
Joder, es verdad que existe, aunque lo de J. Ángel Genil no lo veo, no me haga coñas de esas.
Los hombres soleis ser muy imprudentes hablando de vuestra vida sexual o bien inventando o bien contando intimidades de las parejas.
¿En qué se parecen los hombres y el parchís?
En que se comen una y cuentan 20..
Buen finde!
Pues no estoy de acuerdo, con la verborrea sexual que se nos atribuye.
Ese es otro debate, y las tías sois crueles de cojones, hablando de habilidades y calidades.
Por lo que a mi respecta solo presumo de una laraga y dilatada carrera onanista, que espero dure todavía muchos años más.
Creo que van unas 25.000...Y lo que te rondaré morena.
Buen fin de semana.
¿Y las mujeres a las fichas del parchís?
En que las dos se corren con el dedo.
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Estos dos chistes, sin ser de morirse, al menos siempre me han parecido ingeniosos pues son de los pocos en los que no se pueden intercambiar los roles...
(Aunque bueno, bien pensado... poniendo el dedo por aquí... Mañana os cuento.)
Buen fin de semana.
Que clase de amistades tiene usted, Neri para tener ese lenguaje. No oía esa acepción del verbo chivar desde que estuve en la cárcel.
Así que un nuevo relato por entregas, el año pasado fué el de la opositora. Bueno, Sr Neri, espero que me sorprenda. De momento ya me ha sorprendido el talante del novio de la Secre. Normalmente, los hombres hablamos con los amigotes de las proezas sexuales (inventadas casi siempre, exageradas siempre) con ligues ocasionales o con putillas, pero jamás hablamos de los detalles de lo que hacemos con nuestra pareja. Los que estamos casados o emparejados y sólo nos lo montamos con nuestra Sra, recordamos hazañas perdidas en las nebulosas de la historia. Así que este novio debe ser un gilipollas, o bien es el macarra de la chica. Enfín, espero el desarrollo de la trama.
Alco, este cuento ya se ha terminado...
Que breve ha sido, yo esperaba como mínimo 5 capítulos y un epílogo.
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